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Finanzas éticas
El viaje a Milán que trajo el seguro ético y solidario
En el marco del cuarenta aniversario de Arç Cooperativa, Alfonso B. Bolado y Jordi Via, socios de la entidad, explicaron como en 2005, un viaje a la capital de la Lombardía para conocer el proyecto Consorzio Assicurativo Etico Solidale (CAES) Italia les influyó para poner las bases de lo que hoy conocemos como el sector asegurador ético y solidario.
“Según Hanna Arendt, la revolución supone volver a un estadio anterior y nosotras queríamos volver a un punto en el que las finanzas eran un instrumento de cohesión, intercambio y, por lo tanto, de garantía de solidaridad de una comunidad” comparte Alfonso. “Esta convicción nos lleva a buscar referentes que también hubieran llegado a la misma conclusión y solo encontramos a unos «locos» [afectuosamente] en Italia.”
La propuesta de CAES Italia era única en Europa y situaba el seguro en el marco de las finanzas éticas y solidarias, recuperando su sentido primigenio como herramienta colectiva al servicio de la comunidad. Ese encuentro fue la semilla de un trabajo teórico posterior en el marco de FETS -Financiación Ética y Solidaria que culminó en la creación de la certificación EthSI tres años más tarde por parte del Observatorio de las Finanzas Éticas.
40 años imaginando alternativas
Ese viaje a Italia es una de las muchas anécdotas de los cuarenta años de Arç Cooperativa. Actualmente, la correduría de seguros, parte del proyecto CAES para la promoción del seguro ético, es el sustento económico de 27 trabajadoras y más de 250.000 personas ya se encuentran protegidas por sus seguros intermediados. ¿Pero cómo ha llegado hasta aquí una correduría de seguros que se define como democrática, autogestionada, ética, solidaria, igualitaria y que promueve la ayuda mutua?
Un caso de éxito de intercooperación y de construcción del mercado social
Según Via y Bolado, la fórmula del éxito se ha basado en el compromiso de la cooperativa con la construcción del mercado social. “Nos dimos cuenta de que, si no cultivábamos el ecosistema de la economía solidaria, nuestro proyecto no sería viable” apunta Via, socio cofundador de la cooperativa.
La entidad ha participado en la creación y articulación de distintas redes y proyectos de intercooperación. Algunos de los ejemplos más destacados son la XES, el Grup cooperatiu ECOS, FETS u Opcions.
Y es que esta es la manera normal de trabajar de las cooperativas y los proyectos de la economía solidaria: tejer redes, crear sinergias positivas y articular comunidades que potencien otra manera de entender la economía y la vida. Un modelo económico alternativo que prioriza el bienestar de las personas y el respeto por los ecosistemas.
Acuerdos que potencian la transformación
Actualmente, Arç Cooperativa mantiene más de setentena acuerdos de intercooperación con distintas entidades y redes de economía solidaria. En la última década, la entidad ha aportado, en concepto de retornos y patrocinios, 800.000 € a través de estos acuerdos. Además, tiene algo más de 90.000 € en participaciones de organizaciones de la economía solidaria y proyectos transformadores. Según Alfonso Bolado, “entendemos el proyecto como un vehículo de reapropiación de recursos de la economía convencional hacia proyectos transformadores”.
Al fin y al cabo, la estrategia de construcción del mercado social impacta en la comunidad y el entorno. Potenciar un circuito de satisfacción de necesidades basado en la democracia, la transparencia y enfocado a las necesidades humanas, repercute en la creación de realidades transformadoras. La intercooperación y el mercado social son las bases para que hoy en día movimientos transformadores como las cooperativas de vivienda en cesión de uso, las comunidades energéticas locales o las cooperativas de movilidad sostenible sean realidades palpables.
Consumir conscientemente, también al contratar un seguro
Cada vez somos más las personas que defendemos que el consumo puede ser un acto político. La respuesta que damos para satisfacer nuestras necesidades tiene un impacto en las personas y el medio ambiente. Esto conlleva plantearnos si es estrictamente necesario consumir, si podemos reparar, intercambiar o comprar productos de segunda mano y, en última instancia, comprar teniendo en cuenta el producto o servicio y las prácticas socioempresariales que arrastra.
Más allá de la banca ética y el crédito, cada vez va calando más la idea que podemos practicar un consumo consciente al contratar un seguro gracias al sello EthSI de transparencia y buenas prácticas. La certificación, que nace de ese viaje a Milán hace diecinueve años, es una certificación que acredita la responsabilidad social y ambiental de corredurías y compañías de seguros.
Con el paso de los años, la certificación se ha consolidado como un elemento más cuando hablamos de finanzas éticas. En 2024, diez entidades, entre corredurías, compañías y entidades aseguradores, tienen el distintivo. Actualmente, el volumen total de primas con entidades acreditadas ya supone casi un 2% del total del mercado asegurador español. Además, el total de inversiones realizadas desde el sector asegurador ético ya supera los 2.000 millones de euros anuales. Una demostración que podemos contratar seguros con corredurías y compañías que tengan en cuenta el medio ambiente, el entorno, sus trabajadoras y las comunidades.