Energía nuclear
Argentina nuclear. La huella radioactiva de una industria muy sucia

De la minería del uranio al intento de construir el primer repositorio de residuos radiactivos de alta actividad en la Patagonia, sufrimos las consecuencias de un plan nuclear diseñado en tiempos de la dictadura militar. Sus impactos se revelan en todo el territorio.

Efectos de la radiación en el cuerpo de una mujer embarazada. Foro Social Mundial Antinuclear Madrid 2019
Efectos de la radiación en el cuerpo de una mujer embarazada. Foro Social Mundial Antinuclear Madrid 2019 José Carlos García García
Movimiento Antinuclear del Chubut
17 jun 2019 05:27

Argentina -junto a México y Brasil- es uno de los tres países de Latinoamérica que cuenta con centrales nucleares de potencia para producir energía. La historia se remonta a mayo de 1950 cuando el general Perón creó por decreto la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA).

Treinta años después -otro militar- el vicealmirante Carlos Castro Madero pergeñaba un ambicioso proyecto nuclear. El sueño atómico incluía el manejo de todo el ciclo: minería, enriquecimiento y concentración de uranio, reprocesamiento y fabricación de elementos combustibles, la construcción de seis centrales de potencia y, ulteriormente, un repositorio nuclear. Pero el verdadero trasfondo del plan, era la construcción de una bomba atómica. Castro Madero, último presidente militar de la CNEA, no ocultó nunca la ambición de ejercer el “derecho” a “producir una explosión militar pacífica”.

Y aunque la explosión atómica no se cumpliría, Argentina logró un significativo avance tecnológico en el área. Tres centrales de potencia en funcionamiento (Atucha I y II en la provincia de Buenos Aires y Embalse en Córdoba), el centro de enriquecimiento de uranio Pilcaniyeu en Río Negro y la planta de agua pesada más importante del mundo, ubicada en Neuquén, ambas provincias de la Patagonia. Al norte del país, en Córdoba, se encuentra también Dioxitek, produce principalmente dióxido de uranio. En la provincia de Buenos Aires, el Centro Atómico Ezeiza cuenta con dos plantas industriales que proveen los elementos combustibles para las centrales nucleares. Tres reactores de baja potencia para investigación y producción de radioisótopos completan la escena.

Pasivos ambientales y corrupción

Seis millones de toneladas de desechos tóxicos y radioactivos, promiscuamente abandonados, son el legado de la minería del uranio, que hasta la década de los años 90 extrajo el mineral en minas dispersas por todo el país. Entre otros daños, los yacimientos uraníferos contaminaron fuentes de agua. Como respuesta, se impulsó un programa de remediación, alentado con préstamos millonarios del Banco Mundial, aunque a la fecha casi no hubo avances.

La corrupción ha sido una constante en el manejo de la cuestión nuclear argentina, siempre plagada de mentiras, informes que se ocultan y fondos que desaparecen. En el año 2007, un documento reservado de la Autoridad Regulatoria Nuclear (ARN) advertía de que “Atucha II posee problemas de diseño en cuanto a seguridad”. Es un caso único en el mundo, el reactor fue diseñado en los 70 por la empresa KWU que desapareció, comenzó a construirse en los 80 y se finalizó con reformas y adaptaciones en 2011.

Seis millones de toneladas de desechos tóxicos y radioactivos, promiscuamente abandonados, son el legado de la minería del uranio, que hasta la década de los años 90 extrajo el mineral en minas dispersas por todo el país. Entre otros daños, los yacimientos uraníferos contaminaron fuentes de agua.

Greenpeace denunció también que la vasija de la primera Atucha había sido construida por la empresa RDM, denunciada por defectos constructivos que generaron las fisuras en el recipiente de presión de una central belga. La ARN desmintió a la organización ambientalista y aseguró que la vasija argentina la fabricó Siemens. Pocos días después, la ONG difundía la imagen de una revista holandesa de 1972. Se podía ver el recipiente partiendo de Europa rumbo a la Argentina. El epígrafe de la foto es elocuente, dice “la vasija Atucha es fabricada por RDM”. Otra vez la autoridad nuclear mentía con descaro.

En Chubut conocemos las trampas de la CNEA desde los años ochenta. Durante la lucha contra el repositorio nuclear de Gastre, las autoridades afirmaron que por estudios interdisciplinarios habían determinado que el macizo rocoso era adecuado para emplazar un repositorio de alta actividad. Pero más tarde -en un memorable debate antinuclear de la época- los geólogos del Consejo Superior de Geología de la Nación reconocieron que no se había estudiado la roca de nuestra provincia, sino que eran determinaciones realizadas sobre rocas graníticas de Suecia.

Si avanzamos en la cadena del llamado “ciclo del combustible”, seguiremos encontrando impactos químicos y radiológicos. En Dioxitek, 57.600 toneladas de residuos radioactivos de baja actividad fueron arrojados, sin ninguna protección, en medio de un barrio densamente poblado. En el Centro Atómico Ezeiza, las denuncias judiciales de los vecinos llevaron a un peritaje que determinó que las aguas del acuífero Puelches estaban contaminadas con uranio y plutonio. De ellas beben más de 300.000 personas. O las emisiones de tritio radiactivo en la cuenca alta del río Ctalamochita, consecuencia del funcionamiento normal de la central nuclear Embalse. Pero también los desechos radioactivos (miles de toneladas acumuladas durante 30 años de funcionamiento) que se encuentran junto a la central e incluyen una gran cantidad del letal plutonio.

En cualquier punto que se mire la infraestructura nuclear, nos encontraremos con la huella radioactiva, la hipoteca nuclear que dejamos a las generaciones futuras.

La lucha sigue

Un incesante activismo antinuclear viene gestándose desde hace décadas. La epopeya contra el “basurero nuclear de Gastre” en los años noventa impidió con movilizaciones masivas la construcción del primer repositorio de residuos radioactivos de alta actividad en Chubut e instaló la cuestión nuclear en el debate público nacional, consiguiendo, además, normas constitucionales que prohíben el ingreso de basura radiactiva al país y leyes municipales, provinciales y nacionales prohibiendo o regulando la actividad nuclear. Ciudadan@s conscientes y organizad@s presentando denuncias en la justicia por los daños de esta industria. La conformación de nuevos activistas, movimientos antinucleares y asambleas de vecin@s que se levantan contra la minería uranífera son la muestra de un camino que no tiene retorno.

En el Centro Atómico Ezeiza, las denuncias judiciales de los vecinos llevaron a un peritaje que determinó que las aguas del acuífero Puelches estaban contaminadas con uranio y plutonio. De ellas beben más de 300.000 personas.

El más reciente hito de esta lucha fue el categórico rechazo en la provincia de Río Negro a la instalación de una planta nuclear china de tercera generación, el Hualong One. En cuestión de meses se conformaron asambleas antinucleares en cada pueblo, gestando actividades y movilizaciones multitudinarias. El gobierno provincial, acorralado por la presión ciudadana, pasó de habilitar la planta nuclear a prohibir mediante una ley la instalación de centrales nucleares de potencia.

Sin duda, las movilizaciones en la Patagonia inspiraron el nacimiento del Movimiento Antinuclear de la República Argentina (MARA), donde convergen activistas, organizaciones y movimientos antinucleares que se preparan para discutir el plan nuclear y la transición de la matriz energética hacia fuentes renovables, limpias y descentralizadas. El debate es urgente.

Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra en tu cuenta.

Relacionadas

Centrales nucleares
Incendios nucleares Riesgo de incendios nucleares
Entonces, ¿por qué la industria y la NRC no los tienen en cuenta a la hora de ampliar las licencias de los reactores?
Energía
Energía Red Eléctrica echa balones fuera: culpa a las empresas del apagón y de entorpecer la investigación
“No toda la información recibida de las compañías eléctricas ha tenido la calidad deseable, ni ha sido tan completa como era necesario”, ha declarado la presidenta de Red Eléctrica, cuyo informe culpa a las empresas: “No hubo control dinámico”.
Energía
Energía El informe del Gobierno culpa del apagón a Red Eléctrica y a las empresas
Red Eléctrica falló a la hora de programar adecuadamente la demanda; plantas generadoras clave incumplieron la normativa al no absorber tensión o desconectarse del sistema demasiado pronto. El Gobierno descarta el ciberataque.
#58231
24/4/2020 12:33

Creo que necesitamos urgentemente un plan nuclear que contemple el uso del uranio hasta desactivarlo totalmente haciendo un uso responsable hasta volverlo a convertir en una Roca igual a la que extrajo antes de la activacion!!! Ademad como energía estratégica es un deber de Argentina no perder la experiencia !!! El país necesita imponer ese tipo de energía para escalar una carrera armamentística nuclear debido al peligro que corre la patria con respecto a países que cada día ejercen cada vez más presion sobre nuestra soberanía económica y territorial!!!!.

0
0
Alimentación
Sostenibilidad Una dieta mediterránea dentro de los límites planetarios
Las 48 millones de personas que viven en España podrían alimentarse con todos los nutrientes que necesita el cuerpo humano sin hipotecar el futuro del planeta con un 99% de producción agroecológica local y con 400.000 nuevos puestos de trabajo.
Feminismos
Jule Goikoetxea “Los genocidios se sustentan en prácticas micro que legitiman una manera de vivir delirante”
Jule Goikoetxea es una de las filosofas más reconocidas del Estado Español. El año pasado acompañó a Angela Davis en su visita a la Fira Literal de Barcelona. De aquellos cuatro días nace su primera novela, ‘Politeísmo bastardo’.
OTAN
OTAN La OTAN se rinde ante Trump y acata la subida del 5% del gasto en Defensa
Empieza la cumbre de la OTAN, que reúne, durante hoy y mañana, a más de 40 líderes mundiales en La Haya. Viene marcada por la negativa de España a aumentar hasta el 5% del PIB el gasto en Defensa.
Fotografía
Fotoperiodismo Fotografía, estado de protesta
El Festival Internacional de Fotografía y Artes Visuales PHotoESPAÑA reúne en su programación off y sedes invitadas varias exposiciones que reflexionan sobre conflictos sociales y políticos del Sur Global.
Federación Regional de Asociaciones Vecinales de Madrid (FRAVM)
Jorge Nacarino “El movimiento vecinal tiene que seguir siendo punta de lanza de la presión social”
Vivienda, turistificación, gestión de residuos, la masificación de eventos así como reimpulsar la participación ciudadana, son solo algunos de los retos que observa, como prioridades, el joven presidente de la FRAVM.
Melilla
Racismo Institucional La impunidad institucional marca el tercer aniversario de la Masacre de Melilla
Tres años después de la Masacre de Melilla, donde más de cien personas perdieron la vida, el Ministerio del Interior sigue defendiendo que no se produjeron muertes en el suelo español y que las autoridades actuaron de forma proporcionada
Melilla
Opinión A tres años de la masacre de Melilla del 24J, ¿qué ha cambiado?
Lo que aconteció en 2022 es otra huella de la rutina neocolonial y racista de este enclave español en la frontera sur. El hecho nos permite recordar las necropolíticas racistas invisibilizadas en los juzgados y las esferas mediáticas.

Últimas

Crímenes del franquismo
Análisis Patronato de Protección a la Mujer: imperdonable
Nadie debería cuestionar que las supervivientes reclamasen las garantías de sus derechos fundamentales junto al público asistente, y más después de lo ocurrido los días previos y durante el acto.
Tribuna
Tribuna Europa debe dejar de tener un doble rasero en la exportación de pesticidas tóxicos
En la Unión Europea se producen para su exportación pesticidas peligrosos que están prohibidos dentro del territorio comunitario. Hay que terminar con esta lacra para favorecer los derechos humanos, laborales y de la infancia.
Opinión
Opinión Por qué no iré a vuestro orgullo
No me veo reflejade en vuestro carnaval, mayoritariamente gay, hedonista, alcoholizada, consumista, capacitista. En vuestro orgullo no caben mis heridas.
Corrupción
Caso Koldo Ábalos y Koldo no entran en prisión
El ex ministro socialista se desvincula de las acusaciones y asegura que los audios grabados por Koldo García podrían estar manipulados. Por su parte, su exasesor, obligado por el juez a presentarse a la vista de este lunes, se ha negado a declarar.
Opinión
Opinión La seguridad real: el cambio empieza por la ciudadanía
La seguridad no se construye con muros ni ejércitos, sino con derechos, justicia social y participación ciudadana
Más noticias
València
València Amnistía Internacional documenta la violación sistemática de derechos humanos durante la dana
En una investigación realizada tras la tragedia, identifica violaciones graves de los derechos a la vida, la integridad física, la información y la vivienda.

Recomendadas

Madrid
Violencia machista Almeida elimina los Espacios de Igualdad y los transforma en centros especializados en violencia de género
Trabajadoras y oposición denuncian un cambio de un modelo participativo hacia otro asistencialista, en el que no se atenderá a todas las mujeres y se perderán actividades de prevención y sensibilización.
Sexualidad
Pitu Aparicio “Yo no he visto en el supermercado productos para el olor a pene”
Pitu Aparicio quiso centrar su formación en los dos tabús con los que creció: el sexo y las drogas. Una vez se hubo formado, decidió que su principal tarea era divulgar todo ese conocimiento que se nos había vetado.
Pensiones
Pensiones Cotizaciones ficticias, ¿un parche en la brecha de género en las jubilaciones?
La compensación por cuidados de hijos y familiares puede llegar a sumar hasta cinco años de cotización, pero no es suficiente para que muchas mujeres logren la pensión digna.
Galicia
Galicia La esperanza de la gestión colectiva frente al expolio: la Comunidad de Montes de Tameiga contra el Celta
Mientras varios proyectos industriales intentan privatizar y destruir los ecosistemas gallegos, algunos grupos de vecinos y vecinas organizadas hacen oposición social construyendo alternativas comunitarias. A veces, también ganan al gigante.