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Cómic
‘Los nadie’, un reportaje en viñetas para empatizar con las víctimas de la masacre en la valla de Melilla

Myasar, Hanin, Anwar, Mohamed y Bishara no eran amigos, de hecho ni siquiera llegaron a conocerse. Ninguno de ellos había cumplido los 40 años. Lo único que tenían en común era el deseo de llegar a Melilla, puerta de entrada a Europa. Ninguno lo consiguió. El 24 de junio de 2022 se encontraron con la expresión más cruel de esa Europa fortaleza. Los cinco murieron en lo que se ha conocido como la masacre de la valla de Melilla, un episodio de violencia institucional en el paso fronterizo entre España y Marruecos en Nador que se saldó con una treintena de fallecidos y 70 desaparecidos cuando unas 1.500 personas trataron de alcanzar territorio español.
Las historias de vida de Myasar, Hanin, Anwar, Mohamed y Bishara —los cómos y porqués— son ahora reconstruidas en el cómic Los nadie (Dolmen, 2025), creado por Sergio Illescas y Mario-Paul Martínez. “El objetivo es muy básico: demostrar que estas personas migrantes son seres humanos”, cuenta Illescas sobre la meta que han perseguido con este proyecto, para el que pusieron en marcha una campaña de microfinanciación colectiva.
Así, los protagonistas de Los nadie son los muertos cuando aún no lo eran, sus vivencias y lo que pretendían ser, lo que les empujó a intentar llegar a Melilla y cómo hicieron ese camino. Illescas explica los motivos por los que eligieron ese punto de vista para el cómic: “A los migrantes que tratan de cruzar a España desde Marruecos, tanto por mar como por la valla, cuando mueren los entierran en el cementerio de Nador con una piedra, un número y un símbolo según sean hombre o mujer. Pero sin nombre ni apellidos. Eso es muy grave: que ni siquiera se les dignifique cuando mueren, que ni siquiera tengan sus familiares un lugar donde llorarlos. Es muy grave que les tratemos como números, cuando detrás de esos números hay personas con una historia, una personalidad”.

Myasar pasó varios meses escondido junto a otros sudaneses en un pequeño piso situado a las afueras de Rabat. Allí evitaban que los gendarmes y los paramilitares los detuvieran. Cuando llegó al monte Gurugú, en Nador, estuvo tres días sin comer. En el intento de salto de la valla estaba totalmente descompuesto y, tras ser golpeado por los gendarmes, lo detuvieron y lo trasladaron a Rabat. Allí le esperaba un amigo. Se encontraba tan consumido que sus seres queridos no eran capaces de reconocerlo. A los pocos días falleció.
Hanin era un joven sudanés que tenía una tienda de alimentación en Jartum y don de gentes: era simpático y le caía bien a todo el mundo. Era presumido y le gustaba subir vídeos en Tiktok. Tras el 24 de junio de 2022, su familia le perdió la pista y pidió ayuda a través de una página de Facebook que se creó para obtener información de los desaparecidos, a causa de la opacidad del gobierno marroquí. Seis personas respondieron diciendo que lo habían visto morir.
Anwar también era sudanés y trabajaba de mecánico en Jartum. El viaje a Europa le parecía la mejor manera de conseguir el dinero para curar a su madre, a quien una operación en la cadera había dejado postrada en la cama. Su cuerpo apareció en las imágenes que se difundieron del salto del 24 de junio. Lo arrastraban como un trapo los gendarmes marroquíes y lo daban por muerto. Se encontraba, según se podía apreciar en las imágenes, en territorio español.
Mohamed murió a cien metros de la valla, donde llegó junto a su primo Moustapha. Dos años antes ambos habían iniciado el viaje desde Yamena, la capital de Chad. Sufrieron torturas en Libia y vivieron la última etapa de su trayecto en el monte Gurugú, donde fueron continuamente hostigados por los agentes de policía marroquíes. A su primo le costó una semana atreverse a llamar a la familia para decirle que él estaba vivo pero Mohamed no.

Bishara era un chaval sudanés de 18 años que soñaba con ser fotorreportero. Junto a su primo Mohamed emprendió el camino hacia Europa, apenado por dejar a su madre, a quien le habían diagnosticado un cáncer. Fueron encarcelados varias veces en Libia y, tras una odisea, llegaron a Casablanca, donde Bishara recibió la noticia del fallecimiento de su madre. Hicieron varios intentos de cruzar la frontera, tanto por Ceuta como por Melilla, y pasaron por la cárcel de Nador. Tras salir de allí, se establecieron en el monte Gurugú una semana antes del 24 de junio de 2022. Mohamed consiguió cruzar a Melilla y llegar al Centro de Estancia Temporal de Migrantes (CETI). Bishara no.
Lo que ocurrió el 24 de junio de 2022 no fue un accidente ni el fruto de una avalancha, sino una trampa planificada durante las jornadas anteriores para que cientos de personas migrantes cayeran en ella. Así lo calificaba el estudio La trampa de la frontera entre Nador y Melilla, un trabajo de investigación elaborado por varias organizaciones internacionales y presentado el 18 de junio de 2024 cuyas conclusiones apuntan directamente a que las autoridades fronterizas españolas presenciaron y participaron de la violencia en la frontera, aunque esto se haya negado repetidamente desde el Ministerio de Interior español. Tendayi Achiume, exrelatora sobre las formas contemporáneas de racismo y presidenta de honor de la organización Border Forensics, uno de los proyectos implicados en el informe, destacó que este “provee una imagen de lo que ocurrió: una trampa generada a conciencia, la masacre no fue una operación que salió mal, sino que se basó en una exclusión racial”.
Frontera sur
Masacre de Melilla Melilla-Nador, 24 de junio de 2022: anatomía de un crimen racista
Illescas trabaja como periodista en la cadena de televisión La Sexta e hizo un reportaje sobre el incidente de la valla de Melilla. Pero sintió que se quedaba muy corto y que allí había mucho más que contar. En 2024 volvió junto a Martínez para realizar entrevistas y documentarse de cara a lo que ha terminado siendo Los nadie, casi un trabajo periodístico en formato cómic. Él reconoce que su investigación es “muy humilde” y que lo que hicieron fue recorrer los sitios donde estuvieron estas personas durante sus últimos días. También recogen las investigaciones “más importantes” que se han hecho sobre el suceso. “Este cómic no tiene ninguna parte de ficción. Todo sucedió y tratamos de ser fieles, contando las cosas desde nuestro punto de vista. Es un ejercicio de responsabilidad”, resume Illescas.
En el cómic, las páginas sobre los entresijos de su trabajo, realizadas por Martínez, son un hilo conductor en blanco y negro mientras que las cinco historias de los protagonistas de Los nadie van a color e ilustradas por dibujantes africanos y afrodescendientes de estilos muy diferentes —Eusebio Nsue, de Guinea Ecuatorial, Zainab Fasiki (Marruecos), Shiroug Idris (Sudán), Gabriel Castillo (República Dominicana), Frank Xarate (Colombia)— que aportan lo que Illescas denomina una carga artística “muy potente”, con su propio significado: “Tratamos de romper con la idea de los discursos de odio de que lo que llega de África corrompe la esencia de los países occidentales cuando es todo lo contrario, lo que hace es enriquecerlos”.

Lo que hay en su intención, de fondo, es que quien lo lea se ponga en el lugar de los protagonistas, aunque saben que no es un fin fácil de conseguir. “Es un libro crudo, duro —valora Illescas—, pero no es una investigación para tratar de cambiar algo sino que lo que queremos es visibilizar. Vivimos en un momento en el que sabemos que hacer un tema sobre migración, por ejemplo, hace que caiga la audiencia, así que conseguir que la gente empatice, conecte, se dé cuenta de que estas personas no blancas importan es un objetivo. Visibilizar ya es algo”.
La última página de Los nadie no lleva ilustración, solo un texto en el que se mencionan las declaraciones del ministro de Interior, Fernando Grande Marlaska, sobre lo sucedido en la frontera de Melilla el 24 de junio de 2022, la actuación de la Guardia Civil, y el archivo de la Fiscalía General del Estado de las diligencias abiertas al no apreciar indicios de delito en estos hechos del que pueda ser responsable este ministerio. Illescas define como “deleznable” el papel desempeñado por Grande Marlaska durante esta crisis, un adjetivo que aplica, en general, a “la relación de servilismo con Marruecos, de utilizarlo para hacer el trabajo sucio, lo que no quiere hacer la Unión Europea, para machacar a estas personas migrantes, financiando la militarización y la represión en las fronteras”.
Para el autor de Los nadie, es “muy triste que desde partidos que se dicen socialistas y de izquierdas tengan estos discursos tan en contra de los derechos humanos y colaboren para convertir las fronteras en este tipo de lugares salvajes, no olvidemos que la Guardia Civil colaboró en machacar a estas personas desde el otro lado de la valla”.
Fronteras
Fronteras Las mentiras de Grande Marlaska sobre la masacre de Melilla
Unos meses después de la tragedia, la visita de una delegación del Congreso de los Diputados al paso fronterizo de Melilla el 7 de noviembre de 2022 situó al ministro de Interior en una posición delicada. El día 10, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, le ratificó en el cargo y aseguró “que se ha aportado toda la información disponible, todas las imágenes, en bruto” durante una entrevista en La Sexta.
Los principales hechos que contradecían la versión ofrecida por Grande Marlaska eran cinco, relativos a la entrada de gendarmes marroquíes en territorio español, el uso de balas de goma, la gravedad de los hechos ocurridos en suelo español y el número de devoluciones en caliente reconocidas por Interior, muy inferior al que manejaba la propia Guardia Civil sobre el terreno. También se discutía la cantidad de material audiovisual en manos de Interior y si, como aseguraba el ministerio, se había entregado todo al Defensor del Pueblo.
En su informe sobre la actuación de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado en Melilla, fechado el 14 de octubre de 2022, el Defensor del Pueblo aseguró que el visionado de las imágenes captadas por el dron y la cámara del vallado del paso fronterizo del Barrio Chino de Nador pone de manifiesto “la situación de peligro que se desarrolló y de la que los agentes que participaron en el operativo debieran haber tenido información constante. Por lo tanto, no resulta plausible que no se tuviera conocimiento alguno de la situación de riesgo”. En ese mismo informe, el Defensor del Pueblo constató que “algunos agentes marroquíes acceden a territorio español y que agentes españoles les hacen entrega de las personas que habían conseguido interceptar, para proceder a su traslado a Marruecos”.
El Defensor del Pueblo manifestó su preocupación por varios aspectos, como la necesidad de una mayor proporcionalidad en el uso de los medios de contención utilizados para impedir que un grupo numeroso de personas acceda irregularmente a territorio nacional. “Resulta preciso que los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado que participan en esos operativos conozcan con claridad los límites del uso de los medios de contención permitidos; particularmente cuando se trata de utilizarlos con personas encaramadas en valla o que hayan traspasado ya el perímetro fronterizo”. Asimismo, apuntaba el texto firmado por Ángel Gabilondo, en este caso se volvió a constatar “la falta de identificación claramente visible de los agentes españoles que participaron en el operativo”.
El 30 de noviembre de 2022, todos los grupos del Congreso de los Diputados criticaron la actuación de Grande Marlaska durante y después del 24 de junio. En su segunda comparecencia por este tema, motivada por la publicación de distintos reportajes periodísticos que cuestionaban las primeras versiones aportadas por el ministro, Grande Marlaska siguió defendiendo la mayoría de sus afirmaciones, entre ellas que se respetó la normativa internacional de derechos humanos, que no hubo que lamentar ninguna pérdida de vida humana en territorio nacional —“lo dije y lo vuelvo a repetir”, insistió— y que desde el comienzo de las investigaciones de la Fiscalía y el Defensor del Pueblo se pusieron a disposición desde Interior las ocho horas de grabación que los diputados de la comisión de Interior pudieron ver el viernes 25 de noviembre.
El 23 de diciembre de 2022, la Fiscalía emitió un decreto de archivo de las diligencias de investigación de la masacre en la valla al no apreciar indicios de delito en la actuación de los agentes de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado. La fiscal avaló las 470 devoluciones en la frontera que se realizaron, en las que, según aseguraba el Defensor del Pueblo en su informe, no se respetaron “las garantías legales nacionales e internacionales”.