Flamenco
María la Perrata y las madres del cante

Se cumplen 50 años del estreno en televisión de ‘Rito y geografía del cante’, la más paradigmática serie rodada sobre flamenco, central en la construcción de la imagen actual del flamenco.
Maria La Perrata - 1
María La Perrata, en una actuación en ‘Rito y geografía del cante’.
20 nov 2021 06:00

Pastora Pavón, Niña de los Peines, nunca tuvo la necesidad de salir a escena con su madre, Pastora Cruz Vargas (Pastora la del Calilo). Poco se sabe de ella. Si cantaba —cosa que, al parecer, hacía— no hay constancia de que lo hiciera públicamente, pero menos, sobre todo, de que fuera invitada por su hija al escenario. ¿Para qué lo iba a hacer? ¿Qué ganaba con mostrar que su madre cantiñeaba? ¿Acaso mostrar que venía de lo que ahora se llama familia cantora? El caso es que no ocurrió. Ni ocurrió ni era remotamente probable que ocurriera.

Episodio piloto de la serie Rito y geografía del cante —verdadero paradigma de lo que se entendería por flamenco desde entonces hasta, mayoritariamente, hoy—, dedicado a “Cádiz y los puertos” y emitido el 20 de noviembre de 1971 en La 2 de TVE. Se escuchan unas alegrías de Cádiz interpretadas por la Perla, bulerías de María la Sabina, más alegrías por Juan Vargas, María la Perrata con unas cantiñas del Pinini, Rafael Romero por mirabrás, tientos de Juan Vargas y un ramillete de bulerías por, de nuevo, la Perla de Cádiz, pero junto a su marido Curro la Gamba.

Por entonces había en Cádiz muchos cantaores ya algo más que despuntando: el mismo Camarón, Pansequito, Juan Villar o Turronero, por ejemplo. Pero José María Velázquez-Gaztelu, “ideólogo” de Rito y geografía, decidió seleccionar para un episodio tan importante como el piloto a seis cantaores, entre los que solo tenía cierto renombre la Perla, y de los cuales solo la mitad eran profesionales. Los otros tres eran Curro la Gamba y —acompañadas por sus respectivos hijos y maridos— las madres de dos cantaores que sí eran ya muy reconocidos por la época: Santiago Donday y, sobre todo, El Lebrijano. En otro episodio posterior apareció otra significativa madre acompañada de su hijo: Juana Cruz Castro, madre de Camarón. Ninguna de ellas era profesional hasta esa época y, de todas, solo la Perrata tuvo después cierto recorrido profesional, llegando a publicar varios discos y realizar diversos recitales.

Se trataba de toda una declaración de intenciones.

Acaso fueron varias las razones por las que la Niña de los Peines no apareció con su madre. Una es que el flamenco era un género musical que, hacia 1900, cuando la Niña comenzaba de niña a subirse a escenarios, no tenía ni medio siglo, es decir, un género que, por más que viniera, obviamente, de formas previas, carecía todavía de tradición. Era de reciente creación. Otra es que el abolengo o la estirpe no eran variables que aportaran al cantaor capital simbólico alguno. Acaso sí comenzaba ya a aportarlo una supuesta pertenencia étnica, en tanto el nacimiento del flamenco está aparejado a un reaccionario giro que poco a poco fue tomando forma, consumándose en el Concurso de Cante de 1922, hacia la “autenticidad” como paradigma central. Sin embargo, la profesionalidad pura y dura seguía siendo por entonces el criterio fundamental para que un artista se pudiera ganar la vida como cantaor flamenco ya que, por aquel momento —y hasta mucho tiempo después— el flamenco compartía el mismo entorno económico que otros géneros musicales muy pujantes, como el cuplé, y no era raro que ese mismo artista tuviera que bregarse en varios de ellos.

Que dos de los seis cantaores que pasan nada menos que por el episodio piloto de ‘Rito y geografía’ sean madres no profesionales no es baladí

Que dos de los seis cantaores que pasan nada menos que por el episodio piloto de Rito y geografía sean madres no profesionales no es baladí. El mismo Lebrijano, Camarón o María Vargas, todos ellos jóvenes y pujantes cantaores, hubieran sido una apuesta más segura. Al menos eso puede parecer desde la mirada actual. Pero, como recuerda Velázquez-Gaztelu, aquella era la época de Antonio Mairena, del mairenismo, una ideología flamenca que trataba de dar cuerpo real al idealismo racial de Falla y Lorca, construyendo para ello una subhistoria del flamenco, la del cante gitano-andaluz, que viene a coincidir con el jondismo lorquiano pero que, frente a la abstracción del primero, trata de llevarlo a tierra dándole un corpus formal y estilístico absolutamente estructurado y señalando como origen y únicos jalones a ciertas y distinguidas estirpes gitanas de la Baja Andalucía, portadoras de lo que Mairena llamaba “razón incorpórea”, concepto que le servía para no eliminar todo el halo de misterio que el lorquismo ponía sobre la raza. La pureza de estirpe se convirtió en una poderosísima herramienta de legitimación. Y las madres son el epítome de las castas, el perfecto resumen de la transmisión íntima, familiar, sin secretos.

Es hasta triste ver a los más diversos cantaores esforzarse en señalar en las entrevistas sus remotos parentescos con las principales castas, como dando a entender, frente a toda lógica evolutiva seria, que la sangre compartida les transmite el saber

Las castas. Algo que tan mal suena políticamente, tan antiilustrado y hasta contrarrevolucionario, en el campo del flamenco comenzó a ser un rasgo deseable, incluso a los ojos de aficionados afines políticamente al comunismo o al socialismo. Y, de hecho, como las familias políticas, las castas flamencas, en grados cada vez más laxos de consanguineidad, son capital todavía muy relevante. Es hasta triste ver a los más diversos cantaores esforzarse en señalar en las entrevistas sus remotos parentescos con las principales castas, como dando a entender, frente a toda lógica evolutiva seria, que la sangre compartida les transmite el saber.

Lo que la Niña de los Peines no tuvo siquiera en mente, El Lebrijano, por ejemplo, lo llevó hasta el punto de titular el primer disco de su madre, María la Perrata, cuya producción coordinó, De casta le viene…El Lebrijano presenta a su madre la Perrata.

Sin embargo, hay una cosa muy curiosa cuando se escuchan esos cantes de matriarcas, los de Juana Cruz, la Sabina o la Perrata, que Rito y geografía recogió: que no cuadran dentro de ninguna de las ramas del obsesiva y minuciosamente estructurado árbol genealógico de estilos que Antonio Mairena construyó con la intención de establecer un periodo de clasicismo flamenco (véase, como muestra, el tipo de catalogación, más de entomólogo que de flamencólogo, realizada por Luis Soler y Ramón Soler en el libro Antonio Mairena en el mundo de la siguiriya y la soleá).

¿De dónde salen esos fandangos por soleá de María la Sabina o el escalofriante cante que la Perrata llama “plegaria”? La misma textura de la voz de Juana o la Sabina, la increíblemente extraña técnica vocal de María la Perrata, su singular trémolo, la colocación de su voz, su fascinante concepción armónica, ¿tienen no solo cabida alguna en el esquema “clásico”, sino algún antecedente? Y no hay en ninguna de ellas esa insidiosa voluntad de heterodoxia que, como dice Jesús Alonso, más que a un creador, corresponde al cura que deja el convento pero se va a vivir a sus puertas.

La Perrata no pudo correr la suerte de Camarón, del que, como decía Bernarda de Utrera: “¡Pobre, que le imitan hasta los niños!”. La Perrata es una anomalía salvaje

Lo peculiar de esta historia es que, para tratar de dar legitimidad genealógica a un esquema cantor a través de la casta, se echó mano de sendas y poderosas excepciones que no encajan en el cuadro, pero de las que es imposible hurtarse. De no haber tenido la infinita fortuna de este peculiar ‘legitimar la norma con la excepción’, de no ser por los beneficios simbólicos, de prestigio y, por tanto, económicos que reportaban mostrar la casta del galgo aun a costa de poner en relativa crisis el esquema que la valora, seguramente la Perrata no hubiera grabado. Siquiera nos hubiéramos podido hacer la lorquiana pregunta de “¿Cómo cantaría aquella Perrata?” porque siquiera hubiéramos sabido de su existencia. Ahora bien, si hubiéramos sabido y ella no hubiera grabado, la respuesta hubiera sido inimaginable: su voz no tiene precedentes ni herencia. La Perrata no pudo correr la suerte de Camarón, del que, como decía Bernarda de Utrera: “¡Pobre, que le imitan hasta los niños!”. La Perrata es una anomalía salvaje.

Archivado en: RTVE Andalucía Flamenco
Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra en tu cuenta.

Relacionadas

Pueblo gitano
Pueblo gitano Flamenco pop, un museo para reivindicar décadas de revolución musical gitana
La cantante Cathy Claret impulsa el Museo Flamenco Pop para reivindicar las más de seis décadas de innovación y mezcla de este género musical con otros estilos realizada por el pueblo gitano.
Teatro
Teatro Las Nanas de Távora, 40 años después: “No nos lleva a nada hacer algo artístico sin perspectiva de clase”
Concha Távora, la hija del dramaturgo andaluz Salvador Távora renovador del lenguaje teatral desde los 70, rescata una de sus obras Nanas de Espinas (1982) basada en 'Bodas de Sangre'
Literatura
Gustavo Faverón Patriau “Quizá la novela sea ahora mismo más relevante que nunca”
El escritor peruano Gustavo Faverón Patriau quería narrar en su nueva novela la historia de un boxeador que no sabía boxear pero tumbaba a sus rivales recitándoles al oído versos de César Vallejo. ‘Minimosca’ acabó siendo un cuentacuentos inagotable.
Que no te cuenten películas
Comunidad El Salto Suscríbete a El Salto y llévate seis meses de regalo a Filmin
Estas navidades, haz posible que El Salto llegue más lejos con sus contenidos críticos y llévate de regalo medio año de Filmin. Y si ya tienes Filmin, suscríbete a El Salto y regala el acceso a esta plataforma a quien quieras.
Galicia
Memoria histórica Así fue como el Patronato de Protección a la Mujer transformó Galicia en un convento de clausura
Las mujeres que cayeron en las redes del Patronato iniciaron un periplo de encierro, humillaciones, abusos y explotación que es desconocido para la mayor parte de la población. Queda hoy en la impunidad de un silencio que tenemos el deber de romper.
Pensamiento
Sarah Jaffe “En realidad tenemos que hacer menos. E impedir que algunas cosas sucedan”
La escritora y periodista Sarah Jaffe aborda el desengaño cotidiano al que nos aboca el mundo laboral e investiga cómo, a pesar de todo, las personas se organizan colectivamente en sus empleos para que “trabajar apeste menos”.

Últimas

Palestina
Eyad Yousef “No cuentes lo que queremos ser, cuenta lo que nunca hemos dejado de ser: un pueblo que quiere la paz"
Eyad Yousef es profesor en la Universidad de Birzeit, Cisjordania, y comparte su experiencia en una universidad que “representa el pluralismo y la libertad que tanto anhela la sociedad palestina”
Opinión
Tribuna Todas las razones para decir ‘Altri non’
Aquí van unos cuantos motivos para juntarnos este domingo en Compostela y dejar clara nuestra postura frente a un expolio que nos están tratando de imponer disfrazado de progreso, pero que sólo trae beneficio económico a unos cuantos indeseables.
Análisis
Análisis El independentismo se reorganiza, pero ¿sigue siendo independentista?
Los partidos independentistas han sufrido la crisis del procés y el posprocés, y todavía no la han resuelto, sino, a lo sumo, la han aplazado. El PSC aparece como el ganador de una carrera con corredores agotados.
Opinión
Opinión Sobrevivir pagando en el Álvaro Cunqueiro
Una de las victorias ideológicas del PP de Feijóo en Galicia ha sido hacernos creer que pagar por servicios esenciales en los hospitales durante el cuidado de nuestros enfermos es lo natural, que no hay otra manera de abordarlo, pero es mentira.
Más noticias
Siria
Oriente Próximo Israel impone hechos consumados sobre Siria para condicionar la transición según sus intereses
“Está escrito que el futuro de Jerusalén es expandirse hasta Damasco”, dijo este octubre el ministro de Finanzas israelí, Bezalel Smotrich, uno de los exponentes ultras del Ejecutivo.
Ocupación israelí
Ocupación israelí Un tercio de los asesinatos de periodistas en 2024 fueron obra del ejército de Israel
Reporteros Sin Fronteras documenta la muerte de 18 periodistas en Palestina y Líbano este año “asesinados deliberadamente por hacer su trabajo” y habla de una “masacre sin precedentes” de profesionales del periodismo.
Crisis energética
Análisis Los aerogeneradores no son molinos, son gigantes
El megaproyecto eólico del Clúster Maestrazgo, punta de lanza del capitalismo verde, destruirá un área natural de alrededor de 1325 campos de fútbol.

Recomendadas

Ocupación israelí
Palestina Vivir en alerta: la resistencia palestina frente la ocupación israelí
La cruda realidad de las feministas palestinas que, ante la represión y las detenciones arbitrarias, continúan su lucha por la libertad, la justicia y los derechos humanos.
Madrid
Ciudades Fake Madrid, un paseo por los hitos del simulacro
Un recorrido por los grandes éxitos de la conversión de Madrid en una ciudad irreal.
Fronteras
Túnez Túnez endurece la represión contra las ONG de ayuda a las personas migrantes
Mientras el presidente Kaïs Saied se prodiga en discursos racistas, el estado persigue a las entidades solidarias con quienes llegan al país, bajo el silencio cómplice de la Unión Europea.