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Energía nuclear
NuScale. Ni nueva, ni necesaria
Artículo publicado originalmente en Beyond Nuclear International.
Demasiado tarde, demasiado caro, demasiado arriesgado y demasiado incierto. Así se describe en pocas palabras el proyecto de pequeño reactor modular (SMR) de NuScale, que lleva desarrollándose desde el año 2000 y que no empezará a funcionar comercialmente antes de 2029, si es que lo hace.
Tal y como se esbozó originalmente, el SMR estaba diseñado para incluir 12 módulos de potencia independientes, utilizando un control común, refrigeración y otros equipos en un intento de reducir los costes. Pero es evidente que ese boceto sólo se hizo a lápiz, ya que ha cambiado repetidamente durante el proceso de desarrollo, con implicaciones inciertas para el coste, el rendimiento y la fiabilidad de las unidades.
Por ejemplo, los módulos de potencia de NuScale se basaban inicialmente en un diseño capaz de generar 35 megavatios (MW), que aumentó primero a 40MW y luego a 45MW. Cuando la empresa presentó su solicitud de diseño a la Comisión Reguladora Nuclear en 2016, el tamaño de los módulos figuraba en 50MW.
Las revisiones posteriores han llevado la producción a 60MW, antes de establecerse en los 77MW actuales. Del mismo modo, la agrupación de 12 unidades se ha modificado recientemente, y ahora la empresa dice que desarrollará una planta de 6 módulos con 462MW de potencia. NuScale prevé que el primer módulo, antes previsto para 2016, entre en funcionamiento en 2029 y los seis módulos en 2030.
Demasiado tarde, demasiado caro, demasiado arriesgado y demasiado incierto. Así se describe en pocas palabras el proyecto de pequeño reactor modular (SMR) de NuScale, que lleva desarrollándose desde el año 2000 y que no empezará a funcionar comercialmente antes de 2029, si es que lo hace.
Aunque estos parámetros básicos han cambiado, la empresa ha insistido en que sus costes son firmes y que el proyecto será económico.
A juzgar por el historial y las tendencias pasadas en el desarrollo de la energía nuclear, esto es muy poco probable. Es casi seguro que la energía del proyecto costará más de lo que NuScale estima, lo que hace aún menos creíbles sus ya tenues afirmaciones económicas.
Peor aún, al menos para NuScale, el sistema eléctrico está cambiando rápidamente. En la última década se han incorporado a la red nuevas cantidades significativas de energía eólica, solar y de almacenamiento de energía, y para 2030 habrá cantidades masivas de capacidad renovable y de almacenamiento. Esta nueva capacidad va a ejercer una importante presión a la baja sobre los precios, reduciendo la necesidad de contar con una energía cara las 24 horas del día.
Además, las nuevas técnicas de explotación de estos recursos renovables y de almacenamiento, junto con la eficiencia energética, la gestión de la carga y los amplios esfuerzos para integrar mejor la red occidental, socavan seriamente las afirmaciones de NuScale de que su tecnología de reactor no probada será necesaria por razones de fiabilidad. Este reactor, el primero de su clase, plantea graves riesgos financieros para los miembros del Sistema Eléctrico Municipal Asociado de Utah (UAMPS), actualmente el principal comprador, y para otros municipios y empresas de servicios públicos que suscriban una parte de la energía del proyecto.
NuScale está comercializando el proyecto con predicciones poco probables en cuanto a sus costes finales de energía, el tiempo que tardará en construirse y su rendimiento tras entrar en servicios comerciales:
-Es muy probable que el proyecto tarde mucho más en construirse de lo que se estima actualmente.
-Es muy probable que el coste final de la energía sea mucho más elevado que los 58 dólares por megavatio-hora que se barajan actualmente.
-Es muy probable que el reactor no funcione con un factor de capacidad del 95% cuando entre en servicio comercial. Tal y como está estructurado actualmente, esos riesgos del proyecto correrán a cargo de las entidades compradoras (participantes), no de NuScale ni de Fluor, su inversor principal.
Es muy probable que el coste final de la energía sea mucho más elevado que los 58 dólares por megavatio-hora que se barajan actualmente.
En otras palabras, los participantes potenciales deben entender que serán responsables de pagar la factura de los retrasos en la construcción y los sobrecostes, además de estar obligados a cumplir los términos de un contrato de compra de energía caro y de varias décadas de duración. Estos riesgos, unidos a la disponibilidad de recursos renovables y de almacenamiento más baratos y fáciles de conseguir, debilitan aún más la justificación del SMR de NuScale.
Conclusiones
El proyecto NuScale SMR tiene graves problemas. El primer grupo de problemas gira en torno a las suposiciones optimistas de la empresa con respecto a su reactor, el primero de su clase, que no ha sido probado. NuScale afirma que será capaz de lograr una trifecta de rendimiento que nunca se ha logrado:
-Completar la construcción de la nueva instalación en 36 meses o menos.
-Mantener los costes de construcción bajo control y, por tanto, alcanzar un precio de la energía de energía de menos de 60 $/MWh.
-Y operar la planta con un factor de capacidad del 95% desde el primer día.
Como ha demostrado este informe, se trata de supuestos excesivamente optimistas. Los costes y los plazos de construcción de todos los proyectos nucleares recientes han superado ampliamente las estimaciones originales y no hay razón para suponer que el proyecto NuScale será diferente. Por ejemplo, los costes de Vogtle, el proyecto más parecido a NuScale en términos de desarrollo modular, son ahora un 140% más elevados que la previsión original y la construcción lleva años de retraso con una importante incertidumbre sobre la fecha de finalización.
Los costes de Vogtle, el proyecto más parecido a NuScale en términos de desarrollo modular, son ahora un 140% más elevados que la previsión original y la construcción lleva años de retraso con una importante incertidumbre sobre la fecha de finalización.
La segunda serie de problemas de la propuesta de NuScale son contractuales. Tal y como está estructurado el acuerdo de venta de energía, cualquiera que firme para comprar energía del SMR de NuScale tendrá que pagar los costes y gastos reales del proyecto, no sólo el precio objetivo estimado de 58 dólares por MWh que ahora promueven NuScale y UAMPS. Y los participantes tendrían que seguir haciéndolo durante décadas, incluso si el precio de la electricidad del SMR es mucho más caro de lo que NuScale y UAMPS afirman ahora o incluso si los participantes no reciben ninguna energía del proyecto durante una parte importante de su vida operativa prevista. Se trata de riesgos que superan con creces los posibles beneficios del proyecto.
El tercer grupo de problemas del proyecto NuScale es el de la comparación. El SMR de NuScale no estará en línea hasta 2029 como muy pronto. Mientras tanto, se añadirán a la red eléctrica miles de megavatios de energía eólica, solar y de almacenamiento en baterías, lo que reducirá inmediatamente las emisiones de dióxido de carbono y reducirá la necesidad del proyecto del reactor. La experiencia adicional en la integración de recursos de generación variable y un amplio esfuerzo de las empresas eléctricas por integrar mejor la red occidental también servirán para eliminar la necesidad del reactor NuScale.
En resumen, ya existen opciones de energía de carbono cero más baratas. El SMR de NuScale no es necesario.
Traducción de Raúl Sánchez Saura.