Coronavirus
Políticas de exacerbación del miedo y censura en la gestión del Covid

La concentración de poder económico y mediático hace aún más apremiante la necesidad de que surjan voces que exijan con firmeza el debate público. Un debate abierto y libre con perfiles no solamente científicos, sino económicos, políticos, filosóficos y éticos.
Madrid y el coronavirus - 6
Paneles de la Comuinidad Madrid en Plaza de España. Álvaro Minguito

Médica, Técnica Superior de Salud Pública. Ex diputada, portavoz de Sanidad en el Congreso

7 sep 2021 07:12

A medida que pasa el tiempo, el necesario análisis retrospectivo de las políticas gubernamentales y de los grandes medios de comunicación va desvelando hechos que difícilmente se corresponden con objetivos de protección de la salud de las poblaciones frente a la nueva pandemia.

Los interrogantes son muchos y como veremos, salvo algunas excepciones, las líneas generales aplicadas por los gobiernos y las corporaciones mediáticas “occidentales” (leáse la UE y Estados Unidos) no difieren en lo sustancial.

1. Miedo, confusión e impotencia

La militarización del miedo, ante la irrupción de la crisis sanitaria, con la esperpéntica presencia de uniformados del Ejército, la Policía y la Guardia Civil en las ruedas de prensa para informar del Covid y la represión, a veces brutal, en las calles, se aderezó con las terribles imágenes de personas ancianas muertas en situación de total abandono, previa denegación de asistencia en la sanidad pública. Mientras tanto, los hospitales privados exhibían una situación de insultante normalidad y en ellos ingresaban personajes públicos y personas adineradas de todas las edades. Las denuncias presentadas por familiares de personas muertas por “homicidio imprudente, omisión del deber de socorro y denegación de asistencia médica”, han sido archivadas por la Fiscalía.

El resultado fue la creación de una sensación de catástrofe y de riesgo de muerte general para una enfermedad con una tasa global de letalidad de 0,8% (1).

2. La autorización condicional de las vacunas para una situación de emergencia y la “inexistencia” de alternativas terapéuticas.

Con el escenario del miedo bien instalado, se impone la vacuna como única solución.

La relación entre los gobiernos de la UE y de Estados Unidos con las multinacionales farmacéuticas en relación con las circunstancias de autorización de las vacunas ha sido recientemente tratado por mí en el artículo: “La Covid, los gobiernos de la UE y las multinacionales farmacéuticas”.

La culminación del proceso para la autorización de emergencia (en Estados Unidos) y condicional (en la UE) requirió de dos condiciones interconectadas: convencer a la opinión pública de que no existía tratamiento alternativo y la neutralización de la creciente información que contradecía el discurso oficial.

Uno de los cuatro criterios establecidos por la Food and Drug Administration (FDA) para autorizar el uso de emergencia de un medicamento es la “inexistencia de alternativa adecuada, aprobada, disponible”.

El primer objetivo, pues, era situar la vacuna como única posibilidad terapéutica, desacreditando otras medicamentos, que sin constituir la panacea —eso en medicina no existe— estaban demostrando ser relativamente eficaces en tratamientos extrahospitalarios.

A pesar de que 56 países (2) adoptaron el tratamiento ambulatorio precoz para casos de Covid con medicamentos poco costosos, bien conocidos —la hidroxicloroquina (HQC) y la ivermectina forman parte de la lista de medicamentos esenciales de la OMS—, y con una eficacia relativamente alta, no sólo fueron denigrados o minusvalorados por los grandes medios de comunicación, sino que en EE UU llegó a prohibirse en las farmacias su dispensación para el tratamiento del Covid.

El desprestigio de cualquier otro tratamiento y de los profesionales que los utilizaban abría la puerta —en un escenario de terror e inseguridad generalizados— a las vacunas como solución definitiva

Uno de los escándalos editoriales más ilustrativos es el que tuvo lugar en la prestigiosa revista The Lancet, con la publicación el 22 de mayo de 2020 de un estudio en el que se revelaba el “peligro de muerte cardíaca” ocasionado por la HCQ en el tratamiento de la Covid. Esta publicación, ampliamente difundida en todo el mundo, llevó a la inmediata suspensión de ensayos clínicos con HCQ. El 4 de junio, The Lancet se retractaba. Tres de los cuatro firmantes del artículo se retractaron y dos de ellos reconocieron tener conflicto de intereses con la multinacional Gilead que promovía el Redemsvir, también para el tratamiento del Covid. El artículo se retiró pero el daño ya estaba hecho. Durante una reunión de expertos a puerta cerrada filtrada el 24 de mayo de 2020 en Francia, los editores de The Lancet y New England Journal of Medicine (NEJM) explicaron cómo los actores farmacéuticos económicamente poderosos estaban corrompiendo “criminalmente” la ciencia médica para promover sus intereses (3).

Ha habido que esperar hasta hace pocos días para que la OMS anuncie la puesta en marcha del ensayo llamado “Solidarity” para estudiar el tratamiento del Covid con varios de ellos, entre ellos la hidroxicloroquina, tras haber suspendido el ensayo correspondiente en mayo de 2020, “por precaución”.

El desprestigio de cualquier otro tratamiento, incluida la administración de suero hiperinmune procedente de pacientes que superaron el Covid, y de los profesionales que los utilizaban, como veremos, abría la puerta —en un escenario de terror e inseguridad generalizados— a las vacunas como solución definitiva.

3. La eliminación de información que cuestiona el discurso oficial

Poco tiempo después de surgir la pandemia, empezaron a aparecer enlaces en los navegadores de internet a noticias no buscadas, precisamente cuando se trataba de encontrar opiniones de expertos que podían cuestionar el discurso dominante. En estos enlaces se califica como fake la noticia requerida y dirigían hacia informaciones oficiales. Desde hace algunos meses, para los buscadores en lengua castellana, el procedimiento se ha sofisticado. Páginas como newtral.es o maldita.es, actuando a la velocidad del rayo, califican como falsa toda información emitida por científicos de cualquier parte del mundo que cuestionen la versión imperante. Puede decirse que la rapidez a la que actúan es directamente proporcional a la categoría profesional del investigador emisor de la información.

Pero Spain no es diferente. Se trata de una estrategia general centralizada en la Trusted News Initiative-Iniciativa de Noticias de Confianza (TNI), puesta en marcha y liderada por la BBC. La TNI se crea en 2019, pero adquiere un enorme impulso dos semanas después de que la OMS declare la situación de pandemia por Covid, asumiendo como objetivo “combatir la desinformación dañina sobre vacunas” al tiempo que “anuncia un importante proyecto de investigación”.

Los miembros de la TNI (4) se alertan inmediatamente de la presencia de contenido inadecuado, el cual “se revisará con prontitud para garantizar que no se vuelva a publicar la desinformación”. Es decir, se eliminará.

Estas empresas son las que en cada país buscan los socios más adecuados. En el Estado español, Newtral y Maldita actúan en colaboración con Facebook/ Whatsapp y Google/Youtube. La empresa Newtral, de la periodista Ana Pastor, declara un capital social inicial, en octubre de 2017, inferior a 10.000 euros y afirma haber facturado en 2020 más de 2.500.000 de euros.

El canon, el único discurso válido, es el oficial que proviene de la OMS o de los organismos gubernamentales. Todo ello, a pesar de que, como corresponde a un proceso desconocido anteriormente, las informaciones “oficiales” se revelen como falsas o contradictorias poco tiempo después.

No se puede ocultar que las multinacionales farmacéuticas tienen un larguísimo historial de corrupción de políticos, expertos y médicos para lograr sus objetivos económicos

Lo que no se puede ocultar, si no es con intereses espurios, es que las multinacionales farmacéuticas tienen un larguísimo historial de corrupción de políticos, expertos y médicos para lograr sus objetivos económicos, como ha denunciado magistralmente Peter C. Gotzsche (5). Baste ahora recordar el soborno realizado por la multinacionales farmacéuticas al Comité de Expertos de la OMS para la gripe A y denunciado por la misma agencia internacional al día siguiente de declarar extinguida la pandemia . El pasado mes de julio se conoció que las tres mayores empresas distribuidoras de medicamentos y la farmacéutica Johnson & Johson habían acordado pagar 26.000 millones de dólares para hacer frente a las demandas por su responsabilidad al promover fraudulentamente el consumo de opioides. Se generó así la adición a los mismos de muchas centenares de miles de personas falleciendo cerca de 70.000 por sobredosis.

3. 1. ¿Quién mueve los hilos del engranaje?

Como corresponde al multimillonario negocio abierto con la compra por parte de los estados de cientos de millones de dosis de vacunas contra el Covid 19, las dos mayores empresas de Fondos de Inversión del mundo, Black Rock y Vanguard son las mayores accionistas de la tres grandes multinacionales farmacéuticas productoras de vacunas: Pfizer, Moderna y Astra Zeneka.

Estos dos gigantescos Fondos son inversores mayoritarios en las principales empresas del Ibex 35, incluidos los grandes bancos CaixaBank, Banco Santander y BBVA, quienes a su vez son accionistas de los principales medios de comunicación del Estado español. Entre los dos Fondos son además accionistas mayoritarios del New York Times y de cuatro de los seis grandes grupos que controlan los medios de comunicación en EE.UU., y en buena parte del mundo: Time Warner, Comcast, Disney y News Corp.

En el Estado español no sólo controlan ambos fondos de inversión la producción de información y la creación de opinión a través de estos gigantes de la comunicación sino que desde noviembre de 2020, Blackrock y otro gran fondo de inversión, CVC, se convirtieron en los mayores propietarios del Grupo Prisa, incluido El País y la Cadena SER, al comprar su deuda por un valor de más de 1.000 millones de euros.

Además, Blackrock es propietaria de parte importante del accionariado de los principales conglomerados mediáticos del Estado español. Controla directamente parte del accionariado del grupo Atresmedia, propietario de Antena 3 y la Sexta, y del grupo Mediaset, propietario de Cuatro y Telecinco.

Diferentes autores están señalando el conocimiento limitado e inestable que se posee acerca del Covid que hace que temas como la eficacia del confinamiento o de las vacunas estén en discusión, y sobre todo, se preguntan acerca de la confiabilidad atribuible a quienes deciden si una información es falsa o dañina. La investigadora de bioética sueca Emilia Niemiec analizaba en un reciente informe científico titulado “COVID-19 y desinformación: ¿Es la censura de las redes sociales un remedio para la difusión de desinformación médica?”, si la censura podría servir intereses políticos, comerciales u otros. En el citado informe afirmaba: “La censura no se basa únicamente en la ciencia. Un análisis de contenido prohibido en las redes sociales sugiere que la moderación a menudo tiene un sesgo político“.

Diferentes autores están señalando el conocimiento limitado e inestable que se posee acerca del Covid que hace que temas como la eficacia del confinamiento o de las vacunas estén en discusión, y sobre todo, se preguntan acerca de la confiabilidad atribuible a quienes deciden si una información es falsa o dañina

En el mismo sentido, el senador australiano Malcolm Roberts preguntó en el Senado el 11 de agosto “si existía un posible ‘conflicto de intereses’ que le diera a Google la última palabra sobre cómo se analiza y aprueba la información sobre la vacuna Covid-19“. Roberts señaló al respecto que “la empresa matriz de Google y YouTube, Alphabet, posee el 12 por ciento de Vaccitech Ltd. a través de un fondo de capital de riesgo GV (anteriormente Google Ventures). Vaccitech es una empresa de biotecnología con sede en el Reino Unido que co-inventó la vacuna AstraZeneca”. La publicación citada afirma haberse dirigido a Alphabet, Vaccitech y Google para contrastar la información sin haber obtenido respuesta.

Este conglomerado de poder económico y mediático está contando con la colaboración pasiva de la mayor parte de las sociedades médicas —que subsisten en gran medida gracias a las subvenciones de la industria farmacéutica— y la muy activa de los gobiernos de todo color político como brazos ejecutores indispensables de todo este engranaje de intereses.

Hablar de la independencia de los medios de comunicación, en general, y muy especialmente en los que concierne a la epidemia Covid y a las vacunas, parece una broma de mal gusto y/o un insulto a la inteligencia.

4. ¿A quién se ha censurado?

Por si alguna persona ingenua pudiera pensar que se ha censurado a youtubers “antivacunas” o a líderes de extrema derecha negacionista, menciono a algunas de las muchas personalidades científicas de primer nivel y sin conflicto de intereses con la industria farmacéutica. Este aspecto es crucial, como bien puede comprenderse, y que está por demostrar por parte de los socios centrales y periféricos de la TNI.

Estas personas censuradas, denigradas y estigmatizadas como “negacionistas” o “antivacunas” no tienen nada en común entre sí, salvo haber emitido puntos de vista críticos con las vacunas Covid o la gestión de la pandemia, vinculados estrictamente a su ámbito profesional o científico. Todas ellas han sido denostadas por personal de medios de comunicación con una cualificación muy inferior o inexistente para estos temas y para los que, insisto, está por establecer, para ellos y para sus empresas, la ausencia de vinculación económica con las grandes corporaciones farmacéuticas.

Luc Montagnier. Virólogo francés. Premio Nóbel de Medicina en 2008.

Kary Banks Mullis. Bioquímico estadounidense. Premio Nóbel de Química, inventor de la PCR.

John Ioannidis. Médico griego-estadounidense, director del Centro de Investigación en Prevención de Stanford. Editor jefe del European Journal of Clinical Investigation.

Robert W. Malone. Virólogo, inmunólogo y biólogo molecular estadounidense. Inventor de la plataforma de tecnología ARNm.

Didier Raoult. Infectólogo y microbiólogo francés, especialista en las enfermedades infecciosas emergentes en la Universidad de Aix-Marsella AMU. Forma parte del Consejo científico independiente Covid-19 ​que asesora al gobierno de Francia en la lucha contra la pandemia de enfermedad por coronavirus

Karina Acevedo. Doctora en Inmunogenética por la Universidad de Cambridge, Posdoctorado en Epidemiología por el Instituto de Zoología de Londres. Doctora en Zoología (Ecología Molecular).

El TNI también ha censurado a personal médico de primera línea que ha salvado miles de vidas con los primeros tratamientos de Covid-19. A finales del mes de julio se conoció la noticia de que Giuseppe De Donno, exjefe de neumología del hospital Carlo Poma de Mantua, conocido por haber usado con pacientes graves el tratamiento con suero hiperinmune procedente de personas que habían padecido y sobrevivido al Covid 19, había aparecido ahorcado en su casa. A pesar de que todos los pacientes así tratados sobrevivieron a la enfermedad, De Donno fue atacado y denigrado públicamente, hasta el punto de que abandonó su puesto y se dedicó a la “medicina de base”. La Fiscalía ha abierto investigaciones para esclarecer las circunstancias de su muerte y excluir un homicidio.

Es inaceptable desde el más elemental derecho a la información la censura como instrumento para negar cualquier debate o controversia pública entre cualificados interlocutores con posiciones diferentes

Sin pretender que las valoraciones de los científicos censurados concentren los análisis definitivos sobre el tema, lo que es inaceptable desde el más elemental derecho a la información es la censura como instrumento para negar cualquier debate o controversia pública entre cualificados interlocutores con posiciones diferentes. El hecho de que ésta sea la política general que se está implementando en la mayoría de los países apuntala la sospecha de que se está hurtando el debate a la sociedad, precisamente porque es la única manera de conseguir que el miedo haga su trabajo, anestesiando la reivindicación del derecho a saber, mientras los dueños de las farmacéuticas y de los medios de comunicación culminan su negocio.

Resumiendo, los propietarios de los grandes fondos de inversión del mundo son, a su vez, los dueños mayoritarios de las principales multinacionales farmacéuticas que están vendiendo sus vacunas a los Estados por valor de decenas de miles de millones de euros. Y esos mismos fondos de inversión, no sólo controlan la mayor parte de los grandes emporios mediáticos en EE UU —que a su vez controlan los medios locales “occidentales”—, sino que son propietarios mayoritarios, directa o indirectamente, de los principales grupos mediáticos del Estado español.

Es esta fase del capitalismo, con el mayor grado de concentración de capital que ha conocido la historia, la que permite el mayor grado de control social y la que, precisamente no soporta niveles de libertad de expresión que, en su momento, fueron consustanciales a las revoluciones burguesas. Máxima capacidad de control y mínima elasticidad para soportar la contradicción, indicadores de la falsa libertad que preconizan y de la decadencia del sistema.

En todo caso, el hecho de que, por ahora, la concentración de poder económico y mediático convierta en anécdota irrelevante el color político de los diferentes gobiernos que, sumisos, marcan el paso de quienes realmente tienen en sus manos el poder, hace aún más apremiante la necesidad de que surjan —y se publiquen en medios de comunicación verdaderamente independientes— voces que exijan con firmeza el debate público. Un debate abierto y libre con perfiles no solamente científicos, sino económicos, políticos, filosóficos y éticos.

Voces que, como el “Yo acuso” de Emile Zola, deben levantarse sobre la violencia que impone las acusaciones de “negacionista”, “antivacunas” o sospechoso de connivencia con la extrema derecha, realizadas precisamente por quienes desde posiciones dogmáticas intentan imponer el pensamiento único, o lo que es lo mismo, el no pensamiento.

Notas
1) “El riesgo general de muerte por infección fue del 0,8% (19 228 de 2,3 millones de personas infectadas, intervalo de confianza del 95%: 0,8% a 0,9%) para las muertes confirmadas por covid-19 y 1,1% (24 778 de 2,3 millones de personas infectadas, 1,0% a 1,2 %) por exceso de muertes”. Aunque dicha tasa, como suele ocurrir en las enfermedades respiratorias, aumentaba sensiblemente a partir de los 50 años (11,6%) y sobre todo, a partir de los 80 años: (11,4% al 23,2%) en hombres y del 4, 6 al 6,5% en mujeres“. Estudio sero-epidemiológico realizado por investigadores del Instituto de Salud Carlos III y publicado en el British Medical Journal. https://www.bmj.com/content/bmj/371/bmj.m4509.full.pdf
2) https://c19adoption.com/ Citado por Elizhabeth Woodworth en https://www.globalresearch.ca/covid-19-shadowy-trusted-news-initiative/5752930
3) Un análisis detallado y riguroso de este proceso, realizado por la Dra. Elizabeth Woodworth puede consultarse aquí: https://off-guardian.org/2020/06/23/the-deadly-hydroxychloroquine-publishing-scandal/
4) La BBC informó de que sus socios son: AP, AFP; BBC, CBC / Radio-Canada, Unión Europea de Radiodifusión (EBU), Facebook, Financial Times, First Draft, Google / YouTube, The Hindu, Microsoft, Reuters, Instituto Reuters para el Estudio del Periodismo, Twitter, The Washington Post”.
5) Gotzsche, Peter C. (2014). Medicamentos que matan y crimen organizado . 8ª edición.
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Un espacio de encuentro y debate para personas que participan o están en los alrededores de ese difuso cuerpo conocido como Movimientos Sociales.
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sbarcor
8/10/2021 20:31

Totalmente de acuerdo con la importancia de publicar este tipo de información en El Salto. Y comparto la preocupación de otros socios con la falta de una visión crítica sobre la gestión de la pandemia desde gran parte de la izquierda (y medios cercanos como este)... como si cuestionar las narrativas oficiales (¡con todo el entramado de intereses que hay detrás!) fuera hacerle el juego a la extrema derecha. Es un error que ya estamos pagando. Y la deriva autoritaria no ha hecho más que empezar.

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Jesús García
13/10/2021 17:45

Igualmente de acuerdo. La izquierda anticapitalista ha caído en la trampa al creer que el cuestionamiento de la falsa pandemia es una exclusiva de la ultraderecha. Es triste y desolador ver cómo los antisistema refuerzan el sistema que en estos momentos opera bajo una dictadura sanitaria.

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Rike
3/10/2021 11:33

GRACIAS !! por ser valiente y contar la verdad

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ricardofontales
26/9/2021 14:50

Muy buen artículo, en la misma línea, creo, que los de Jose. R. Loayssa. Pregunté a la redacción de El Salto porqué despublicaron dos artículos de este autor y esta fue su “penosa” respuesta a mi parecer:

Buenos días Ricardo

Primero de todo, gracias por habernos apoyado en este tiempo. Siempre intentamos fomentar el pensamiento crítico y abrir debate en todos los ámbitos, también durante la pandemia. Sin ir más lejos, hoy repasamos los intereses comerciales de las farmacéuticas fomentando la tercera dosis de vacunación en este artículo:
https://www.elsaltodiario.com/coronavirus/tercera-dosis-vacuna-contra-covid-intereses-comerciales-inequidad

En cuanto a los artículos que refieres, la decisión de El Salto ha sido consensuada entre toda la redacción. Con el primer artículo, que era un resumen de un libro que se encuentran promocionando los autores del texto, discrepábamos en algunos datos que cuestionaban la virulencia del covid-19 y en el sentir general que venía a minimizar la pandemia, lo que no nos parece de recibo, teniendo en cuenta el drama que se ha vivido en muchas de las familias de nuestras lectoras y lectores y las dificultades que siguen teniendo aquellas y aquellos que sufren covid persistente. Tras su retirada consensuada, los escritores comenzaron una campaña de desprestigio hacia El Salto, muy enfocada a la venta de su libro, por lo que decidimos no volver a publicar nada más de ellos. Estos son los motivos que esperamos que comprendas.

Por otro lado, hemos intentado hacer periodismo crítico también en pandemia. Hemos llevado una línea crítica con la industria farmacéutica, sus intereses económicos y su opacidad con las vacunas, la existencia de patentes, así como la acaparación de vacunas por los países del norte, tal y como se reflejan en estos otros artículos que hemos publicado:

https://www.elsaltodiario.com/vacunas/beneficios-vacunas-moderna-acaban-paraisos-fiscales

https://www.elsaltodiario.com/coronavirus/secretos-tachados-contratos-compra-curevac-vacunas-comision-europea

https://www.elsaltodiario.com/sanidad/la-farmaceutica-organiza-un-acto-con-el-ministro-de-sanidad-salvador-illa-para-trazar-las-lineas-de-la-sanidad

https://www.elsaltodiario.com/vacunas/solo-el-1percent-de-los-habitantes-de-paises-de-ingresos-bajos-ha-recibido-al-menos-una-dosis-de-vacuna-contra-el-covid-19

https://www.elsaltodiario.com/coronavirus/espana-paises-ricos-patentes-covid-farmaceuticas-compra-vacunas

Hemos hecho una reflexión también sobre las medidas que se están aplicando para aplacar la crisis sanitaria y hemos intentado analizar sus daños colaterales con entrevistas y temas como estos:

https://www.elsaltodiario.com/vacunas/el-pasaporte-de-vacunacion-covid-un-debate-importado

https://www.elsaltodiario.com/coronavirus/javier-segura-epidemiologo-no-tenemos-evidencia-toque-queda-sea-medida-adecuada-disminuir-contagios

https://www.elsaltodiario.com/coronavirus/profesionales-sanidad-exigen-gobierno-giro-politicas-atajar-curva

https://www.elsaltodiario.com/coronavirus/anteponer-la-salud-a-la-economia-especialistas-explican-la-ruta-para-evitar-un-confinamiento-estricto

Por otro lado, y desde el punto de vista científico, hemos intentado ser rigurosos y no publicar nada que no estuviera contrastado para no contribuir al alarmismo, azuzado en muchas ocasiones por la extrema derecha.

Un saludo y muchas gracias por formar parte de esta comunidad.

Redacción El Salto

Ante ella respondí con la siguiente carta a la misma redacción, consiguiendo tan solo su clamoroso silencio. Tras él les transmití mi decisión de darme de baja de suscriptor tras muchos años de socio. Malos tiempos para los pensamientos críticos hasta en los medios que se auto califican así.

“Antes que nada agradecer vuestra respuesta a mi consulta.

Aun así, me quedo un tanto perplejo ante las razones por las que habéis decidido la despublicación de esos dos últimos artículos del autor citado, me parece, como decís vosotros, “que no son de recibo” , viniendo de un medio, como el Salto, que se declara crítico.

Paso a comentaros algunos de los porqués de mi asombro intentando no alargarme demasiado.

Comenzando por la ¿razón? que esgrimís del “sentir general”, he de decir que no encuentro que ése sea ningún tipo de razonamiento crítico, y me alarma. Sí con el “sentir general” os queréis referir al de la gente de la calle, por ese mismo motivo se podría cerrar ya este diario, ¿no? ¿Es un ‘sentir general’ la necesidad de un medio de comunicación como El Salto?¿Es que en El Salto se hace periodismo para seguir el sentir general o para indagar, analizar y poner en cuestión ese “supuesto” sentir general? Y más cuando, como supongo que no se os escapa, ese ‘sentir general’ referido a la cuestión del virus, está directamente influido -si no impuesto- por el discurso oficial a través de la mayor parte de medios de ‘comunicación’ de manera antes nunca vista, eliminando toda crítica razonada y dando pábulo a las teorías más descabelladas con el fin de desacreditar las discrepancias serias.
Si, por otro lado, os estáis refiriendo al sentir general de los socios de El Salto, me parece que con que reviséis por encima los comentarios a los artículos que aparecieron en su momento, podréis comprobar que, para una mayoría bastante amplia, tales artículos son bien calificados e incluso reclamados como necesarios en medio de un asentimiento casi “militar” con el discurso oficial por parte de la mayoría de los demás medios.

La segunda razón de desacuerdo por vuestra parte, la de “minimizar la pandemia”, me/os pregunto: ¿Es que no se puede cuestionar razonadamente la dimensión de la pandemia e incluso si se la debe denominar así o simplemente epidemia? ¿Con la Iglesia hemos topado? ¿Hay límites a la hora de analizar algo? En ninguna parte de los artículos mencionados he encontrado declaraciones extravagantes, conspiranoicas, ni opiniones de ese cariz sino que, desde una perspectiva claramente contestataria y de izquierdas, se cuestionan previsiones, datos y las políticas represivas empleadas a consecuencia de esos datos cuestionados.

En cuanto a vuestra discrepancia con “algunos datos que cuestionaban la virulencia del COVID-19 ”. Puede ocurrir que no se esté de acuerdo con ciertos datos pero no creo que sea la mejor manera de actuar por parte de El Salto la de despublicarlos sin más y sin contactar con el autor. ¿No sería mejor reflejar en el periódico que la redacción del diario no comparte plenamente esas cifras, o contrastarlas y publicar los datos que la redacción o algún especialista sí creen correctos? Me parece que somos los lectores los que debemos sacar las conclusiones o al menos que se nos informe públicamente del por qué de estas decisiones, especialmente cuando el tema tiene gran relevancia, como es el caso de este virus que está cambiando - y no para mejor- tantas cosas.

En referencia a vuestra frase: “el drama que se ha vivido en muchas familias…”, se me ocurren, puestos así, unos cuantos ejemplos,( ya fuera el dolor de las víctimas de la guerra del Vietnam, el de la banda terrorista tal, etc…), en que se hubiera tenido que guardar silencio, no investigar, cuestionar, ni analizar los conflictos “por (respeto) al drama vivido en muchas familias” con hijos o parientes fallecidos en ellos. Precisamente por el dolor de las víctimas, las causadas por el virus y las otras, las que padecemos las ‘bendiciones’ de la industria farmacéutica (¿hace falta recordar que, desde hace años, sus intereses nada tienen que ver con la salud de la gente común y corriente?) así como las medidas represivas tomadas ‘manu militari’ por los gobiernos, se hace más necesario que nunca - y especialmente en un diario crítico- dar voz a los que cuestionan con razonamientos esas actitudes -estemos o no totalmente de acuerdo con sus argumentos -. Me parece que silenciar estas voces es contribuir al adoctrinamiento de la gente y la mejor ayuda para que la extrema derecha crezca entre los ‘descontentos’ y se reclame como la única “incorrecta” políticamente y alternativa al sistema. Sorprende que acuséis a esa extrema derecha de azuzar el alarmismo cuando no hay más que ver la televisión o leer cualquier diario, para percatarse de dónde procede el grueso del alarmismo y que, El Salto mismo, al despublicar un artículo que pone en cuestión ese ‘alarmismo’, se esté sumando de alguna manera a él.

Por fin, y respecto a lo que señaláis como “campaña de desprestigio de los autores hacia El Salto”, me parecería adecuado que la compartieseis con los lectores. Yo tan solo encontré -y de ahí la consulta que os dirigí- la denuncia del autor del artículo por su despublicación sin ningún aviso o contacto con él, cosa que no negáis en vuestra carta. De ser eso cierto, no hay que equivocar denunciar con desprestigiar.
Haciendo públicas vuestras decisiones entenderemos también las razones que os han llevado a decidir no volver a publicar nada más de este autor, porque de no ser así no es difícil llegar a la conclusión de que, la de El Salto, es la típica censura con algo que molesta o coloca en situación difícil, ésa que tanto sufrimos en los otros medios y por lo que algunos somos socios de este diario -y anteriormente de Diagonal- desde hace tantos años, sin necesariamente compartir todo lo que se publica en él.
Salud.

P.D. Por transparencia y buen hacer, pienso que sería conveniente un debate público en el diario sobre esta cuestión. ¿Quizás comenzando por publicar estas mismas comunicaciones que nos estamos enviando?
Añadir que, mi hermano, socio también de el Salto, comparte las razones de esta carta.”

Ricardo Fontales
Carlos Fontales

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Demódoco
26/9/2021 20:26

Excelente comentario, informativo, gracias.

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pausanzpla
15/10/2021 19:05

Yo tembién contacté con El Salto "pidiendo explicaciones" cuando censuraron el primer artículo y obtuve la misma (penosa) respuesta.

Contesté diciendo cosas muy parecidas a las q tu les digiste y aportando lineas de investugación posibles para un medio "crítico" como El Salto y abriendome a la posibilidad de darme de baja si se seguía en la misma línea y tampoco obtuve respuesta.

Cuando censuraron el segundo artículo, les volví a escribir perplejo y me he dado de baja (me debe quedar un mes de suscripción).

Estaría en incoherencia conmigo mismo si financio un medio que (hasta este artículo) no ha hecho más q seguidismo del sistema en el tema pandémico con alguna tibia crítica a las farmacéuticas sin entrar en el fondo del asunto.

Este artículo llega tarde. Pero bienvenido.

Si esta fuera la línea editorial q va a seguir El Salto y no un artículo aislado, vuelvo.

De momento, parece q no vuelvo.

Saludos.

Pau

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Miriam
12/9/2021 3:15

Francia....
https://rumble.com/vm932f-impresionante-leccin-de-tica-de-la-dra-julie-ponesse.html

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Miriam
11/9/2021 1:25

Ángeles Maestro, soy madre de 4 hijos. Mil gracias por alzar la voz en un periódico como el salto. La presión social es lo más duro de todo lo que está ocurriendo. De nuevo, GRACIAS .

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Demódoco
11/9/2021 18:06

Así es, no han tenido compasión, su ideología es la del marqués de Sade. Nos acusan además SIN PRUEBA alguna de asesinos y egoistas...Ya veremos quien es qué...

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jrloayssa
10/9/2021 14:48

Me alegro ver un artículo crítico con la gestión de la Pandemia. Desgraciadamente la censura de las opiniones criticas se ha extendido a medios de izquierda como Viento Sur que ha huido de cualquier postura de cuestionamiento de la "ortodoxia Covid" o el propio "el Salto" de manos de un sector del comite de redacción que censuró a la propia minoría de este órgano. https://www.politicayletras.es/nueva-censura-en-el-salto-la-izquierda-en-el-laberinto-epidemiologico/
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Demódoco
11/9/2021 18:47

140.000 manifestantes en París hoy contra la Biocracia Macroniana, Novena manifestación en lo que va de verano por la libertad y la democracia, sin apoyo de los partidos y sindicatos y censurada por los medios, entre ellos El Salto. En todo el mundo la gente despierta a pesar del control informativo. https://youtu.be/XVDBUSNAuJM

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helena
11/9/2021 10:17

Absolutamente decepcionante lo que compartes. Leí ese artículo, y me alegré de que asomaran voces críticas, por fin, en el El Salto. Lo que no sabía es que había sido censurado por el propio comité de redacción. Me parece muy llamativo que principios incuestionables de la línea editorial, no rijan para temas de la pandemia. En el último número, se puede leer en la editorial, POR HACER PERIODISMO, https://www.elsaltodiario.com/periodismo/despedido-por-hacer-periodismo
(en referencia al despido del colaborador del Salto, , por parte de Deia como respuesta a su artículo en El Salto, sobre contratos de Gobierno Vasco con una empresa de directivo del Athetic de Bilbao):

“Históricamente, se ha atribuido a George Orwell el aforismo “una noticia es aquello que alguien no quiere que se publique, todo lo demás son relaciones públicas”. En la actualidad hay un debate sobre el origen de la cita, pero nadie discute la veracidad de la afirmación. Cada vez cuesta más encontrar en los medios noticias que alguien no quiere que se publiquen.” Cuesta creer que sea el mismo medio censor…. Que fácil se pierde la credibilidad…

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Dariocvu
10/9/2021 11:19

Hay varias cosas que quiero comentar de sus artículo:

1.- Comete falacia de autoridad: el hecho de mencionar a especialistas a los que según usted han censurado, no significa que esas personas estén en lo correcto. El nombre o el prestigio o los premios no avalan la veracidad de sus argumentos.

2.- En este asunto de la epidemiología de la pandemia las cosas cambian constantemente. Menciona usted las medicinas Ivermectina e HCQ. Dejaré de lado la serie de afirmaciones generales que usted realiza y me concentraré en lo siguiente: la hidroxicloroquina simplemente no lo avala la OMS:

"El 17 de junio de 2020, la OMS anunció la interrupción del grupo de tratamiento con hidroxicloroquina del ensayo Solidaridad, con el que se pretende encontrar un tratamiento eficaz contra la COVID-19".

"Los investigadores principales que integran el grupo que dirige el ensayo tomaron esta decisión a partir de datos probatorios obtenidos en el ensayo Solidaridad, el ensayo Recovery realizado en el Reino Unido y una revisión Cochrane sobre otros datos relativos a este fármaco".

"De acuerdo con los datos del ensayo Solidaridad (que incluyen los obtenidos en Francia en el marco del Discovery) y los resultados anunciados recientemente del ensayo británico Recovery, la hidroxicloroquina no reduce la mortalidad en los pacientes hospitalizados por COVID-19, cuando se compara con el tratamiento de referencia".

https://www.who.int/es/emergencies/diseases/novel-coronavirus-2019/question-and-answers-hub/q-a-detail/coronavirus-disease-covid-19-hydroxychloroquine.

En los lugares en los cuales se sigue experimentando con Ivermectina, como Australia, se tiene lo siguiente:

"Westmead Hospital en Australia dice que ha tratado a un paciente que
sufrió una sobredosis después de tomar el medicamento ivermectina ,
un tratamiento no probado y potencialmente peligroso para COVID-19".

"La persona fue al hospital en busca de tratamiento para la diarrea y
los efectos secundarios de los vómitos, después de tomar el
medicamento, que generalmente se usa para tratar los parásitos. La
persona había ordenado esta y otras "curas" de COVID no probadas
en línea."

...

"Si bien el paciente no murió, las autoridades de salud están
preocupadas por la cantidad de personas que toman ivermectina y
advierten contra esta enfermedad a cualquier otra persona que pueda
tener síntomas de COVID o que haya sido diagnosticada con el virus .
Otros efectos secundarios conocidos de la ivermectina varían de leves
a potencialmente mortales, incluyendo convulsiones y coma".

(https://www.sciencealert.com/here-s-what-taking-ivermectin-to-treat-covid-can-do-to-you?, de septiembre de 2021.)

Para ser sincero con usted, sus afirmaciones son al menos, dudosas.

3.- Es cierto: las empresas monopolizan y han decidido que el negocio vale por encima de muchas cosas, así como los gobiernos de los países de Europa y Estados Unidos han decidido que sus intereses valen más el derecho de todas las naciones pobres a las vacunas. Pero, ¿esto anula el valor de la ciencia que hay detrás del diagnóstico de la enfermedad, de las vacunas como solución válida y del desestimiento de alternativas que han probado no ser funcionales? No lo creo bajo circunstancia alguna:

"El problema del condicionamiento social de las creencias no puede suplantar el de su justificación. Ambos responden a preguntas distintas. El hecho de que un conocimiento esté determinado históricamente no permite concluir su falsedad, ni siquiera su carencia de objetividad; ni su verdad es garantía de

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Demódoco
11/9/2021 13:14

Esta vacunación indiscriminada y experimental carece de base científica, para una enfermedad de tan bajísima letalidad, 0'15% de media mundial. https://onlinelibrary.wiley.com/doi/10.1111/eci.13554

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Afrike
11/9/2021 22:37

https://www.amjmed.com/article/S0002-9343(20)30673-2/fulltext

Hay tratamientos eficaces, lo lamentable es que se estas alturas de la pandemia se siga mandando estar en casa con paracetamol. Algunos casos se complican y la recuperación es mucho mas complicada.
Todos los recursos y esfuerzos se han destinado a la vacuna y no al tratamiento y es por un interés, no por el bien común.

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Karloff
9/9/2021 11:57

Excelente artículo.¡Por fin!

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helena
9/9/2021 8:35

¡Por fin podemos escuchar voces críticas con toda la gestión de este sinsentido! Ya era hora.

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Demódoco
8/9/2021 17:04

Muy buen artículo. Bien referenciado además. Siempre valiente y honesta Ángeles Maestro. Artículo fundamentalmente materialista (aunque trata de la libertad también) punto realista que es muy necesario, aunque es incompleto y podría ser conflictivo, puesto que el materialismo biológicista y el pretendido y falso conflicto entre la vida y la libertad, han sido algunos de los puntos fuertes de esta operación totalitaria y de propaganda del par Estado-mercado.

¿Y qué me dice usted sra Ángeles Maestro, a la que alabo su sensibilidad, del papel de sus ¿compañeros? de la “izquierda” autoritaria en esta operación? Principalmente IU/Podemos. El PCE.
Debe tratarse de lo que ellos llaman "oportunidad"... O más bien se díria dominación.
En el fondo su problema es ideológico, ético. Se trata de una corriente conservadora, a la vez que extremista en su filosofía. Esto los cortocircuita interiormente, los anula como individuos de calidad. Desde su realismo extremo, antiradical, no consiguen comprender la realidad y están siendo superados por los acontecimientos.

¿Y cual es el papelón del anarcoestatismo de la CGT, la CNT y Solidaridad Obrera en esta farsa autoritaria? Repetir consignas sanitarias y aprovechar para reclamar mejoras laborales.

En Off-Guardian se hacen la misma pregunta sobre la “izquierda” y su traición:

https://off-guardian.org/2021/08/27/with-a-left-press-like-this-who-needs-fascist-media/

La tasa de letalidad media mundial estimada es más baja de 0,8: es de 0,15% (Ioannidis 2021). Así nos podemos preguntar legítimamente cual fue la causa de que, una enfermedad de tan bajísima letalidad provocara en marzo de 2020 un pico sensible de mortalidad en las residencias.
La causa está en el Estado, no en la enfermedad. Iatrogenia. Hay estudios canadienses (D. Rancourt) que lo explican. Y no por desconocimiento por parte de las autoridades, como alegan. Los tratamientos se siguen censurando casi prohibiendo a día de hoy, para fomentar la vacunación indiscriminada.

Medicos de prestigio en los EE.UU denuncian que todo tratamiento está siendo censurado y dificultado, para dar prioridad a las vacunas (como bien se señala en el artículo).

https://youtu.be/QAHi3lX3oGM

El testimonio del dr Zelenko es escalofriante: https://odysee.com/@Daniel.Asse:6/Declaraciones-de-Dr.-Vladimir-Zelenko-Comparece-ante-la-Corte-Rabinica-de-Jerusale%CC%81n-completa-5Agosto2021:e

JP Ioannidis, marzo 2021: https://onlinelibrary.wiley.com/doi/10.1111/eci.13554

Acaban de borrar el canal completo del ejemplar doctor LM Benito en Youtube, con miles de seguidores.

Y el sr Kary Mullis se hartó de decir que su PCR no servía para diagnósticar, y valerosamente dijo que Fauci era un ignorante y un corrupto, indigno de su cargo; hasta que Mullis murió pocos meses antes de comenzar la pseudopandemia, tan oportunamente para los fondos de inversión propietarios de la Fed/BCE, directores de la operación.

La PCR es la base de las "olas". A más PCRs más "casos" y más "brotes". Qué "mal" hubiera venido la presencia del premio Nobel Mullis en tales circunstancias...Maldita/Newtral lo califican ahora, con descaro, de “negacionista” (nazi) y falsifican sus palabras impunemente.

Este video toca el asunto económico y es complementario con el artículo de Maestro: “La ‘Pandemia’ supone un evento monetario sin precedente; conducido por BlackRock a través de la Fed" - Economistas Richard Werner, John Titus, Mark Skidmore: https://off-guardian.org/2021/08/10/watch-d4ce-symposium-2-the-going-direct-reset/

Gracias a El Salto por el artículo y por este espacio.

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#93317
8/9/2021 13:57

Excelente artículo. Ya era hora.

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#93310
7/9/2021 15:46

La leche de artículo, pero si Kary Banks Mullis murió en 2019. Un poquito de rigurosidad con las invenciones.

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Afrike
7/9/2021 17:27

Ignorar que en inventor de las PCR dijo que no era una metodo de diagnóstico de la enfermedad es una manera de censura, no te parece?

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josejuan
7/9/2021 19:42

Sí es verdad, no cuadra en el contexto que se menciona. Yo es el unico fallo que veo. Por otro lado es verdad que videos de Mullis en los que dice que la pcr no sirve para diagnosticar enfermedades han sido retirados.

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Holliday
7/9/2021 21:02

Se refiere a que todas sus intervenciones (obviamente antes de morirse, porque la gente, de momento, no habla después de hacerlo) criticando la PCR como instrumento de diagnóstico válido han sido censuradas por YouTube y etcéteras plataformas mainstream. Qué ojo lo nazis que estáis algunos/as cuando se pretende pensar mínimamente sobre lo que está pasando.

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Elisa
9/9/2021 12:45

Efectivamente, se refiere a esto: https://www.youtube.com/watch?v=iWOJKuSKw5c

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Demódoco
11/9/2021 18:04

Kary Mullis explicando porque la PCR no sirve para diagnosticar: En español: https://youtu.be/iTRJwQOEfr0

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pausanzpla
15/10/2021 19:22

¿No se pueden censurar escritos/opiniones de personas muertas ni echar mierda sobre ellas?

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