Biodiversidad
La Gran Bellotada Ibérica o cómo plantar 25 millones de árboles
Reforest-Accción lanza una iniciativa para ayudar a la reforestación de la península y frenar la desertificación.

Coordinador de Clima y Medio Ambiente en El Salto. @pablorcebo.bsky.social, pablo.rivas@elsaltodiario.com
Nada menos que 25 millones de bellotas. Es el objetivo de una iniciativa surgida en la Sierra de Gata (Extremadura), pero que ahora se extiende a toda la península, con un nombre que señala de forma cristalina las proporciones que pretende alcanzar en seis meses: Gran Bellotada Ibérica. Y va a buen ritmo. Como señala su impulsor, Rodrigo ‘Bongui’ Ibarrondo, en apenas tres días ya se han plantado las primeras 25.000.
“La iniciativa nace buscando un modo de activar a la población para que tome partido en ese problemón que nos viene encima con la desertificación”, señala Ibarrondo. Las organizaciones ecologistas lo llevan advirtiendo desde hace décadas, y con la aceleración de la crisis climática —lo que implica menos lluvias, menos humedad y más incendios, entre otros muchos problemas para el suelo y el territorio— tres cuartas partes de la península ibérica está riesgo de desertificación.
Ibarrondo lleva ya cuatro años y medio trabajando en un proyecto similar en la Sierra de Gata: “En 2015 hubo un incendio muy grande aquí en el que se quemaron casi 9.000 hectáreas, por eso creamos la asociación y empezamos a reforestar”. Fue el inicio de Reforest-Acción, un colectivo que ha plantado 650.000 bellotas con más de un millar de voluntarios, algunos de ellos venidos de diferentes países.
Ahora, la organización da un salto más allá y acaba de lanzar la iniciativa de la Gran Bellotada, que ya cuenta con 120 células —“personas o colectivos que quieren realizar acciones de recogida y siembra de bellotas encargadas de juntar gente para hacer las acciones”, aclara el responsable— en toda la península, incluidas algunas en Portugal. “Y esto en solo tres días, hemos recibido más de 800 mensajes y no para de crecer, la verdad es que estamos desbordados”.
Herramienta perfecta
“La bellota es una herramienta buenísima porque las semillas son muy fuertes, están muy adaptadas a las duras condiciones del clima mediterráneo y además son una manera muy sencilla de involucrar a gente”, explica Ibarrondo. Semilla de árboles como la encina, el alcornoque, el quejigo, el carballo, el rebollo o el roble, este fruto —advierte el impulsor de la iniciativa— “debe recogerse y sembrarse en la misma zona, no se pueden recoger bellotas de Asturias y plantarlas en Andalucía porque la genética y la adaptabilidad de cada una está adaptada a su entorno”.Para ayudar al proceso, desde Reforest-Acción han creado una Guía bellotera “para que la gente sepa cómo hacer una bellotada de manera autogestionada”. En ella se explican desde los diferentes tipos de especies que generan bellotas hasta las claves para una correcta recolección y siembra.

“Hay muchos factores a tener en cuenta en la siembra: la calidad del suelo, si hay condiciones mejores o peores, cómo viene el verano, si hay mucha depredación de jabalí…”, cuenta Ibarrondo. Sin embargo, habla de un porcentaje de éxito de entre un 10% y un 30% de las plantaciones. “Comparándolo con poner plantas es mucho más efectivo, porque en una mañana una personas puede poner 400 o 500 bellotas. Si eso lo hace un grupo de diez personas, son 4.000 o 5.000 bellotas en una mañana. De ahí te pueden salir 400, 500 o 600 árboles sin problema y no tienes ni que regar ni que hacer ningún tipo de mantenimiento; las que agarran, agarran fuerte”.
Es un método, defiende el responsable, “mucho más práctico, para lo que hace falta mucho menos esfuerzo y al final el resultado es mayor, pero hay que poner cantidad, eso sí”. El techo ya lo tienen: 25 millones de bellotas.
Una última cosa. Si el lector se anima y organiza o se apunta una célula, desde Reforest-Action realizan una última petición: “Que rellenen y envíen el formulario de bellotas sembradas en nuestra web para poder contabilizarlas”.
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