Represión
La policía de Berlín actúa al margen de la ley y miente sobre ello

Esta misma semana ha quedado patente la actuación paralegal de la policía y el Estado en dos veredictos de las cortes. El primero, realizado contra la ciudad de Berlín en nombre del doctor palestino-británico Gassan Abu Sitta: a este médico, que trabajó en Gaza en octubre del 2023, se le prohibió la entrada a Alemania para evitar su participación en el Congreso de Palestina en abril del 2024 donde iba a hablar como testigo directo del genocidio. Este congreso que debía durar un fin de semana fue así mismo asaltado por la policía bajo órdenes del alcalde de Berlín, Kay Wegner (CDU) tras una única ponencia de la periodista palestina-norteamericana Hebh Jamal, a quien el Estado alemán desde entonces le está haciendo la vida imposible. Esta semana una corte de Berlín ha encontrado la prohibición de entrar al país del doctor Abu Sitta en contra de la legalidad, más de un año más tarde de los hechos. Y queda por determinar legalmente si la disolución de un congreso que intentaba hablar del genocidio y el papel de Alemania en el mismo fue ilegal.
Hoy miércoles 16 de julio 2025 una corte de Berlín ha encontrado también ilegal la actuación de la policía que, bajo órdenes del canciller alemán Merz (CDU), ayer les hizo mover el campamento pro-palestina —instalado frente al Reichstag y al edificio de la cancillería alemana— a otro lado donde no molestasen al canciller. El campamento-protesta apeló la decisión en las cortes y ganó. Hoy estarán de vuelta a donde el canciller “Israel nos está haciendo el trabajo sucio” los pueda oír.
Así mismo, usando como excusa la declaración del Ministerio de Interior de Alemania de noviembre del 2023 de que la frase “From the River to the Sea, Palestine Will Be Free” (desde el río hasta el mar Palestina vencerá) es un slogan de Hamás, cada vez que se oye esta consigna la policía carga con fiereza contra las personas que lo dicen como a las que están en los alrededores, a las que luego acusa resistencia a la autoridad, de desacato y de haberlos insultado, crímenes bastante graves en la autoritaria sociedad alemana. También ataca a manifestantes pacíficos por decir otras consignas como “Zionisten sind Faschisten, toten Kinder und Zivilisten” (los sionistas son fascistas, matan a niños y a civiles) o incluso “Free Palestine”. Miles de personas han sido brutalmente detenidas por supuestos delitos relacionados con estas consignas y las situaciones que se dan cuando la policía entra en manadas de 10 a 15 agentes en las manifestaciones. Con el uso de esta táctica de criminalización del movimiento propalestina ha resultado en que solo en Berlín tengamos unos 9.000 casos relacionados con la solidaridad con Palestina siendo investigados y muchos de ellos acabaran en juicios. La policía sigue ejerciendo estos arrestos a pesar de que ya en múltiples casos las cortes han encontrado que tanto “From the River to the Sea, Palestine Will Be Free” como “Sionisten sind faschisten, Toten Kinder und Zivilisten” no son delitos de incitación al odio.
Una de las cuatro últimas victorias judiciales relacionadas con el lema «Desde el río hasta el mar, Palestina será vencerá» fue muy reveladora. La experta en Oriente Medio de la policía criminal fue invitada una vez más a prestar testimonio sobre la historia y el uso del lema. Encontró siete ejemplos desde la fundación de Hamás que podían atribuirse a ellos, incluida la descripción geográfica de la ubicación de Palestina en su carta fundacional y algunos ejemplos menores, como un supuesto cartel electoral que contenía algunos errores ortográficos. El resto de los ejemplos presentados, incluido el primer uso del eslogan, fueron usados por sionistas o por millones de personas en todo el mundo durante décadas como símbolo de solidaridad con Palestina. El movimiento propalestina lo han utilizado para luchar por el derecho de todas las personas desde el río Jordán hasta el mar Mediterráneo a un Estado laico, en el que todos sus habitantes tengan los mismos derechos. La sentencia de la jueza en este caso fue muy clara a favor de poner fin a la absurda criminalización de un movimiento político por parte del aparato estatal alemán y lanzó una severa advertencia a la fiscalía para que detuviera esta tendencia criminalizadora que colapsa el sistema judicial penal.
La actuación excesiva de la policía, su táctica de criminalización y mentiras están culminando en su actuación durante y después la concentración por el 77º aniversario de la Nakba en Berlín. Después de hacer todo lo posible para impedir marchar a los manifestantes, estos fueron acorralados por cientos de policías antidisturbios que entraron en manadas de 15 atacando a los manifestantes dejando un reguero de heridos graves y realizando 88 arrestos en una concentración de unas mil personas. En un claro ejemplo de revertir la víctima y el perpetrador, un policía, que resulto herido por su propia brutalidad a la hora de golpear a los manifestantes y por un tumulto que ellos mismos crearon, ha sido pintado como una víctima de los rabiosos manifestantes. La prensa y políticos alemanes han clamado durante semanas mayores restricciones en las manifestaciones propalestina y la Abogacía General del Estado investiga el caso. Un vídeo del evento analizado por Forensis, muestra claramente que fue la propia actuación de este policía y sus colegas lo que resultó en las heridas del mismo. Sin embargo, hoy la policía, a las órdenes de la Fiscalía General del Estado, ha realizado redadas en casas de cinco activistas y les ha confiscado los aparatos electrónicos obviando todas las pruebas que demuestran que los brutalizados fueron los manifestantes.
Este sistema de criminalización paralegal es útil para un gobierno y un Estado cómplice con el genocidio en Palestina que ha demostrado en más de una ocasión que su “Staatsräson” está por encima de los derechos humanos y la moralidad más básica.
Fotos: Xénia Gomes Adães
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