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LGTBIAQ+
Las agresiones físicas y verbales a personas LGTBI+ se han duplicado en el último año

El informe Estado del Odio: Estado LGTBI+ 2025 muestra un preocupante repunte de las agresiones físicas y verbales contra personas LGTBI+. Así lo valora la Federación Estatal LGTBI+, que ha presentado este miércoles el estudio basado en una muestra de 800 entrevistas realizadas por 40dB.
El estudio revela que el 20,3 % de las personas LGTBI+ encuestadas ha sufrido acoso —mismo porcentaje que en el último informe—, ya sea mediante insultos, aislamiento social o coacciones en el entorno digital. La discriminación en ámbitos como el empleo, el acceso a servicios o la vivienda, alcanza al 25,25 % del colectivo —frente al 22,90% del estudio anterior—. El estudio muestra un salto alarmante en las agresiones físicas o verbales, que pasan del 6,80 % en 2024 al 16,25 % en 2025.
Paula Iglesias, presidenta de la Federación Estatal LGTBI+: “Nos enfrentamos a una normalización alarmante del odio, amplificada por discursos políticos que legitiman la violencia simbólica y allanan el terreno para la violencia física”
Según la organización, este informe es coherente con las estadísticas europeas y los datos del Ministerio de Interior, que alertan de un aumento similar de los delitos de odio por orientación sexual e identidad de género. Paula Iglesias, presidenta de la Federación Estatal LGTBI+, ha advertido de que “nos enfrentamos a una normalización alarmante del odio, amplificada por discursos políticos que legitiman la violencia simbólica y allanan el terreno para la violencia física”.
Para la organización, este estudio pone cifras y contexto a una violencia sistemática que, lejos de disminuir, se perpetúa a través de nuevas formas de discriminación, alimentada por discursos de odio, polarización política y una respuesta institucional aún insuficiente.
LGTBIfobia
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Las personas trans, entre las más expuestas al odio
Las personas entre 25 y 34 años, especialmente las personas trans y aquellas con menores ingresos, se encuentran entre los perfiles más expuestos al odio. La combinación entre las variables de identidad de género y situación socioeconómica incrementa de forma significativa el riesgo de sufrir acoso, discriminación y agresiones físicas o verbales, según el informe.
Los datos indican que un 23,76 % de las personas de entre 25 y 34 años ha sido víctima de una agresión en el último año. En este mismo grupo, el 35,64 % ha sufrido discriminación y el 28,22 % ha sido acosado. Por otro lado, la incidencia de estos ataques se agrava entre quienes cuentan con menores recursos económicos: el 24,47 % ha sufrido agresiones, el 29,79 % discriminación y el 21,12 % acoso. Estos porcentajes subrayan que la edad, la precariedad y, de manera especialmente alarmante, la identidad de género, son interseccionalidades que aumentan la exposición al odio.
Los datos apuntan a que en los municipios de menos de 10.000 habitantes el acoso alcanza el 26,39 % y las agresiones físicas o verbales el 20,83 %, cifras muy superiores a las de las zonas urbanas
Los espacios cotidianos tampoco resultan seguros para el colectivo. Según el informe, más de una cuarta parte de las situaciones de acoso (26,72 %) y un tercio de las agresiones físicas (35,28 %) ocurren en la calle. Por su parte, los centros de enseñanza concentran el 16,79 % de los casos de acoso y el 16,92 % de las agresiones, y el ámbito familiar representa el 12,98 % de las situaciones acoso y el 9,41 % de las discriminaciones, mientras que el centro de trabajo aparece en el 11,45 % de las situaciones de acoso y el 8,46 % de las agresiones. Las redes sociales y los lugares de ocio también figuran como focos constantes de violencia.
Un hallazgo novedoso de este informe es la influencia del tamaño del hábitat. En este sentido, María Rodríguez, responsable de investigación de la Federación, ha asegurado que “los datos apuntan a que en los municipios de menos de 10.000 habitantes el acoso alcanza el 26,39 % y las agresiones físicas o verbales el 20,83 %, cifras muy superiores a las de las zonas urbanas. Por el contrario, la discriminación es algo más frecuente en poblaciones mayores de 10.000 habitantes (29,12 % frente al 22,22 %)”.
Denuncia y percepción de la denuncia
A pesar de la crudeza de estos datos, la infradenuncia sigue siendo elevada: el 46,09 % de las víctimas no acude a las autoridades. Solo el 26,82 % formaliza la denuncia y un 27,09 % recurre a entidades LGTBI+. Entre los motivos para no denunciar destacan la idea de que “no servirá de nada”, la “falta de pruebas” y el temor a no ser creído. Además, un 33,33 % de quienes denuncian confiesa que el proceso les resultó tan traumático como el propio incidente, declarando que “me lo hicieron pasar mal”.
El estudio refleja cómo se agudiza la percepción de la LGTBIfobia también se agudiza, una sensación de retroceso que se ve reflejada también en la confianza en las instituciones
La percepción de la LGTBIfobia también se agudiza. El 27,13 % de las personas LGTBI+ considera que la discriminación ha empeorado respecto a 2024; el 31 % opina lo mismo de la violencia física; y el 31,25 % señala un aumento de los discursos de odio. Esta sensación de retroceso se ve reflejada también en la confianza en las instituciones, donde la valoración de la implicación “mucho o bastante” de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado cae del 31,88 % al 25,45 % entre quienes han sufrido agresiones físicas o verbales.
“Estos datos no solo retratan una realidad insoportable, también señalan con claridad lo que está fallando. Sin recursos, sin formación obligatoria en derechos humanos y sin una legislación que se posicione contra los discursos de odio, seguiremos sumando víctimas. Es hora de dejar de mirar para otro lado”, ha advertido Iglesias.
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El estudio concluye con una serie de recomendaciones urgentes, entre las cuales destacan la aprobación de un Pacto de Estado contra los discursos de odio hacia los grupos vulnerables, garantizar la implementación efectiva de las leyes LGTBI+ y Trans, proporcionar un acompañamiento integral a las víctimas, fomentar la educación en diversidad en las aulas y sancionar con firmeza los discursos que deshumanizan y estigmatizan al colectivo en los medios y redes sociales.
Junto al informe, la Federación ha presentado una edición especial de Odio Diario, una campaña que busca sensibilizar a la sociedad y evidenciar las consecuencias de los discursos de odio contra el colectivo LGTBI+ en el espacio público mediante una publicación en formato de periódico, recopila noticias reales del último año sobre discursos de odio y manifestaciones lgtbifóbicas. Los discursos de odio no son opiniones inocuas, sino la antesala de la violencia”, ha afirmado William Gil D’Avolio, director ejecutivo de la Federación.