Hombres ricos con respuestas equivocadas

Los pro-nucleares advirtieron que el uso del carbón aumentaría con el cierre de reactores en Alemania. Ocurrió lo contrario.
Activistas mina carbón Alemania
Ende Gelände Activistas del movimiento Ende Gelände en una acción climática en Alemania
Beyond Nuclear International
24 jun 2024 02:20

Artículo publicado originalmente en Beyond Nuclear International.

¿Recuerdas a todos esos agoreros de la unidad mitológica pro-nuclear que presentaron la Energiewende alemana -o revolución de la energía verde- como un fracaso catastrófico? Afirmaban, de forma totalmente errónea o deliberadamente engañosa, que la decisión del país de cerrar todas sus centrales nucleares garantizaba un aumento del uso de combustibles fósiles y, en especial, del carbón.

Alemania negó con vehemencia esas falsas predicciones, ya que sabía claramente que las energías renovables del país eran más que capaces de sustituir a la nuclear y a los combustibles fósiles. Y así ha sido.

En 2023, el uso de lignito (o lignito marrón) en Alemania cayó a su nivel más bajo en 60 años. Y lo que es aún más dramático, el uso de hulla es el más bajo desde 1955. Todo esto ocurrió al mismo tiempo que Alemania cerraba sus tres últimos reactores.

En 2023, el uso de lignito (o lignito marrón) en Alemania cayó a su nivel más bajo en 60 años. Y lo que es aún más dramático, el uso de hulla es el más bajo desde 1955. Todo esto ocurrió al mismo tiempo que Alemania cerraba sus tres últimos reactores.

Mientras tanto, según un informe de Clean Energy Wire (CLEW), y citando un análisis (en alemán) del instituto de investigación Fraunhofer ISE, las energías renovables “contribuyeron con una cuota récord de más de la mitad del consumo eléctrico del país” en 2023.

“El país obtuvo casi el 60% (59,7%) de su producción neta de energía de las renovables, que generaron un total de 260 teravatios hora (TWh), un aumento del 7,2% en comparación con 2022”, señala el informe. El repunte de la producción de carbón en Alemania en 2022 se debió enteramente a los altos precios del gas y al déficit de producción de energía nuclear en Francia.

El sector nuclear francés era tan poco fiable que el 50% de sus reactores dejaron de funcionar en abril de 2022, y de nuevo en noviembre de 2022, justo cuando empezaba a aumentar el uso de electricidad en invierno.

En consecuencia, Francia tuvo que importar electricidad para mantener las luces encendidas y la calefacción en funcionamiento.

El repunte de la producción de carbón en Alemania en 2022 se debió enteramente a los altos precios del gas y al déficit de producción de energía nuclear en Francia.

Lejos de tranquilizarse, los defensores de la energía nuclear como Ted Nordhaus, cofundador del Breakthrough Institute (BTI), siguen alardeando de las ventajas de la energía nuclear. Nordhaus no podía esperar a hacer suyo su último plan, al parecer largamente urdido, para desmantelar la Comisión Reguladora Nuclear de Estados Unidos con el fin de eliminar la molestia más onerosa (es decir, costosa) de la industria: tener que preocuparse de cosas incómodas como la seguridad de los reactores. El Congreso ya está trabajando en ello.

“A lo largo de años de rigurosa investigación y colaboración con la Comisión Reguladora Nuclear, BTI ha identificado oportunidades cruciales para modernizar el marco regulador que sentará las bases de una concesión de licencias de reactores nucleares racionalizada y eficiente”, presume el sitio web de la empresa.

Mientras tanto, nos enteramos de que el proyecto de los nuevos reactores Vogtle 3 y 4 en Georgia, que ya lleva 20.000 millones de dólares de sobrecoste y años de retraso, está listo una vez más para seguir cargando a los contribuyentes los errores y fracasos de Georgia Power. Y al otro lado del charco, el proyecto británico de doble reactor EPR superará probablemente los 59.000 millones de dólares, con una fecha de finalización prevista inicialmente para 2017 que ahora se retrasa hasta “después de 2029”.

Y al otro lado del charco, el proyecto británico de doble reactor EPR superará probablemente los 59.000 millones de dólares, con una fecha de finalización prevista inicialmente para 2017 que ahora se retrasa hasta “después de 2029”.

Ninguna de estas realidades disuade al lobby pro-nuclear, ahora liderado de forma vergonzosa por la propia Agencia Internacional de la Energía Atómica. Incluso mientras su jefe, Rafael Grossi, se retuerce las manos por los inmensos peligros que plantean los 15 reactores de Ucrania envueltos en una guerra, él y su agencia están planeando lo que se jacta de ser la “primera Cumbre de la Energía Nuclear”, que se celebrará a finales de marzo en Bruselas en colaboración con el gobierno belga.

La Agencia Internacional de la Energía Atómica (AIEA) se ha convertido posiblemente en el vendedor de energía nuclear más agresivo del mundo y sigue alardeando de lo que considera un triunfo en la COP28, un verdadero golpe de estado nuclear. En realidad, sólo 24 países firmaron una absurda y fantasiosa declaración propagandística según la cual el mundo puede y debe triplicar la capacidad nuclear mundial para 2025.

¿Tiene ya algún sentido la COP? (¿Lo tuvo alguna vez?) Se ha convertido en una gran fiesta de la huella de carbono, copada por las compañías petroleras y secuestrada por la industria nuclear y la AIEA, mientras se hacen promesas que rara vez se cumplen. La próxima, en Azerbaiyán, está presidida por otro ejecutivo petrolero y no cuenta con ninguna mujer en su comité organizador de 28 miembros.

¿Estamos cansados ya de que hombres absurdamente ricos, en su mayoría blancos, pronuncien lo que el mundo quiere desde la comodidad de sus torres de marfil?

La triple declaración nuclear de la COP28 fue seguida de una afirmación escandalosamente presuntuosa, por parte del ex secretario de Energía de Estados Unidos, Ernest Moniz (con Armond Cohen) en un artículo de opinión en el Boston Globe, que, cito: “El mundo quiere triplicar la energía nuclear”. (El Globe publicó nuestra respuesta el 17 de enero).

Con la jubilación del multimillonario John Kerry, de 80 años de edad, como enviado de EE.UU. para el clima, hemos perdido a uno de esos elitistas. En enero de 2024, el patrimonio neto de Kerry era de 250 millones de dólares, pero eso es después de deshacerse de sus acciones en empresas de combustibles fósiles, energía nuclear y armas nucleares.

Kerry ha sido sustituido por, sí, redoble de tambores, otro hombre viejo, rico y blanco en la persona del eterno asesor de la Casa Blanca, John Podesta, fundador del Center for American Progress. Podesta, un mozalbete de 75 años, es un mendigo comparado con Kerry, con un patrimonio neto de entre 10 y 13 millones de dólares, según las fuentes, ninguna de las cuales es del todo fiable.

La posición de Podesta respecto a la energía nuclear es un poco turbia, aunque cabe suponer que seguirá la línea de Biden/Kerry y evangelizará en consecuencia. En una entrevista concedida a Cipher en septiembre de 2023, Podesta declaró que consideraba la energía nuclear como productora de hidrógeno: “Creo que las cuestiones sobre cómo utilizar la energía nuclear existente y la producción de hidrógeno están definitivamente sobre la mesa”.

Y luego está Rishi Sunak, primer ministro del Reino Unido, que, junto con su aún más rica esposa, tiene un patrimonio neto de 670 millones de dólares. A pesar de todas las pruebas de costes extremos, subida del nivel del mar y plazos angustiosamente lentos, el 11 de enero el gobierno de Sunak anunció su plan para la “mayor expansión de la energía nuclear del país en 70 años para crear puestos de trabajo, reducir las facturas y reforzar la seguridad energética de Gran Bretaña”. Por supuesto, la energía nuclear no puede lograr nada de esto.

A pesar de todas las pruebas de costes extremos, subida del nivel del mar y plazos angustiosamente lentos, el 11 de enero el gobierno de Sunak anunció su plan para la “mayor expansión de la energía nuclear del país en 70 años para crear puestos de trabajo, reducir las facturas y reforzar la seguridad energética de Gran Bretaña”. Por supuesto, la energía nuclear no puede lograr nada de esto.

La electricidad incluso de los nuevos reactores nucleares que están a punto de terminarse en Hinkley Point costará casi el triple de lo que pagan actualmente los británicos. Los nuevos puestos de trabajo prometidos se evaporarán junto con los planes de nuevos reactores, como ya hemos visto en otros lugares: los proyectos V.C Summer y NuScale son ejemplos paradigmáticos.

Para lograr la llamada seguridad energética y dejar de depender del combustible importado de los reactores rusos, el gobierno de Sunak también anunció que invertiría 381 millones de dólares para producir el combustible en el país.

Todo esto es una colosal traición a los trabajadores y a sus necesidades, con dinero despilfarrado en proyectos nucleares ilusorios, caros e irrelevantes cuyo único propósito es sostener el arsenal nuclear del Reino Unido, uno que podría destruir el mundo muchas veces.

Lo que Moniz, Kerry, Grossi, Sunak y otros líderes promotores de la energía nuclear tienen que entender es que lo que el mundo realmente quiere, junto con la paz, es una energía renovable rápida, asequible y más segura, no otro Chernobyl.

Traducción de Raúl Sánchez Saura. 

Cargando valoraciones...
Comentar
Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra en tu cuenta.

Relacionadas

Cargando relacionadas...

Crisis climática
¿Es posible el bienestar humano en un planeta finito? Sí, pero con “cambios extraordinarios”
El modelo económico dominante está desestabilizando las sociedades y el planeta, advierten especialistas en economía sustentable. Aclaran, no obstante, que el “catastrofismo” es evitable y que el bienestar a finales de siglo todavía es posible.
Racismo
Miles de personas por todo el Estado se concentran contra la ola racista de Torre Pacheco
Convocados por diversas asociaciones antirracistas y colectivos sociales, varios miles de personas se concentraron este sábado por todo el Estado español en respuesta a las agresiones de ultras en la Región de Murcia.
Crisis climática
Friederike Otto
“La industria fósil tiene un lobby; los trabajadores que mueren bajo el sol no”
La climatóloga alemana y cofundadora del World Weather Attribution (WWA) lanza un nuevo libro que pone el foco en quienes sufren, mueren, o pierden por la emergencia climática; víctimas, en su mayoría, aún invisibles para el mundo.
Psicoactivos
Psiquedélicos, patentes y trumpismos: el campo antagonista que inaugura el renacimiento psiquedélico
Vivimos un momento de transición en el que algunos intereses empresariales ya están invirtiendo en psiquedélicos sin pillarse los dedos y siempre bajo las lógicas capitalistas.
Galicia
Las embarazadas de Ourense exigen dar a luz con seguridad mientras la Xunta maniobra para trasladar el paritorio
Demandan que se detenga el traslado a la ubicación temporal y que el Sergas tenga en cuenta sus demandas.
Economía social y solidaria
Cuando el arte se organiza: economía social y solidaria frente a la precariedad de la cultura
Artistas y gestoras culturales encuentran en cooperativas y asociaciones una alternativa para combatir la inestabilidad laboral, pero también para desarrollar proyectos con un trasfondo social.
Extrema derecha
Nuria Alabao
“Frente a la lógica reaccionaria que explota el odio, una política cara a cara y apoyo mutuo”
La periodista analiza en su primer libro, 'Las guerras de género. La política sexual de las derechas radicales', los elementos centrales de este movimiento ultraconservador global, desde su lucha contra los valores de la contracultura del 68 hasta el presente, en relación con las cuestiones de género.
Análisis
La descentralización de la guerra y el fin de la Agenda de Paz Internacional
El hecho de que desde 2017 no se hayan aprobado nuevas operaciones de mantenimiento de la paz por parte de ONU pone de manifiesto que la Agenda de Paz Internacional está en retirada.
Río Arriba
Núria Soto (Riders X Derechos)
“Ver salir del juzgado con ojeras al CEO de Glovo es una victoria”
Nueva entrevista en Río Arriba sobre la uberización de la economía, capitalismo de plataforma y sus nuevas vías de explotación laboral, pero también de sindicalismo, cooperativas y economía social.

Últimas

Comunidad El Salto
El Salto estrena nueva página: una web como una casa
Después de un año de trabajo, lanzamos en julio la nueva web de El Salto, con un nuevo diseño, pero, sobre todo, con una nueva Zona Socias llena de ventajas para las personas que hacen posible El Salto con su apoyo.
El Salto n.79
Galicia dice 'no' al capitalismo verde y en el último número de la Revista El Salto te lo contamos
Ya está disponible el número 79 de nuestra revista, en el que destacamos la investigación y el rechazo social que encuentra el proyecto de macrocelulosa de la multinacional Altri.
Portugal
Portugueses en los dos lados de la Guerra Civil española
Mientras Salazar prestó desde julio de 1936 apoyo a Franco, muchos antifascistas lusos vieron en la República la oportunidad de liberar a sus país del fascismo.
Galicia
Todo lo que podría ser el género y cómo deshacerlo desde el escenario
La compañía Disiden.cia rompe los moldes de la identidad con ‘Bipedestrucción’ en la Mostra Internacional de Teatro de Ribadavia, que cumple 41 ediciones con una apuesta radical por la diversidad, la memoria y el pensamiento crítico.
La vida y ya
Romper todas las fronteras
Buena música que lleva al norte de África. Aunque el lugar donde está el altavoz es un barrio a las afueras de Girona. Uno de esos barrios donde las calles están llenas de ropa tendida esperando a secarse al sol y al viento.
Siria
Drusos: tierra, honor y armas
En el sur de Siria, la comunidad drusa mira con desconfianza el nuevo Gobierno de transición y, aunque no quiere la independencia, sí pide más autonomía.
Más noticias
Francia
Calais, lugares de vida en la frontera
Segunda crónica desde la Caravana Abriendo Fronteras-Mugak Zabalduz, desde el paso fronterizo de Calais, lugar de paso entre Francia e Inglaterra.
Asturias
Las Seis de la Suiza consiguen el tercer grado penitenciario a la espera del indulto prometido por el Gobierno
Las sindicalistas podrán cumplir su condena en régimen de semilibertad y durmiendo en la cárcel. Se prevé que las manifestaciones continúan a la espera del indulto prometido por la vicepresidenta Yolanda Díaz, aún sin fecha de posible aprobación.
Portugal
La derecha y la extrema derecha portuguesas acuerdan una ley antimigrantes sin precedentes
El Parlamento luso aprueba una ley que endurece los requisitos para la obtención de nacionalidad a los extranjeros, incluyendo a los lusófonos, y limita extraordinariamente los supuestos de reagrupación familiar.

Recomendadas

Siria
Wael Tarbieh
“Israel hace que tu vida sea un infierno para que huyas por tu cuenta”
El ejército israelí, que ocupa los Altos del Golan desde 1967, amplía la ocupación a nuevos territorios sirios. Grupos locales denuncian que los soldados israelíes echan a la población civil de sus pueblos.
Laboral
Legislación laboral en condiciones de calor extremo: existe pero ¿se aplica?
Los sindicatos y expertos demandan mejoras en los reglamentos, que muchas veces dejan en manos de la buena voluntad de las empresas aplicar medidas de protección en alertas meteorológicas.
Pensamiento
Nuria Romo
“Los procesos de medicalización no son neutros, se hacen sobre todo hacia las mujeres”
Catedrática de Antropología Social y Cultural, Nuria Romo Avilés lleva más de dos décadas compaginando la investigación con perspectiva de género acerca de drogodependencia con la docencia en la Universidad de Granada.
Comunismo
Jodi Dean
“Sin organización, los movimientos surgen y desaparecen como setas”
La politóloga e historiadora Jodi Dean ha estado en Barcelona para reivindicar el poder de las organizaciones políticas y de la camaradería. En la actualidad trabaja sobre el neofeudalismo y la reconfiguración de la clase trabajadora.
Comentarios

Para comentar en este artículo tienes que estar registrado. Si ya tienes una cuenta, inicia sesión. Si todavía no la tienes, puedes crear una aquí en dos minutos sin coste ni números de cuenta.

Si eres socio/a puedes comentar sin moderación previa y valorar comentarios. El resto de comentarios son moderados y aprobados por la Redacción de El Salto. Para comentar sin moderación, ¡suscríbete!

Cargando comentarios...