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Los amigos de Hordago nos piden un artículo sobre “los vascos y el humor”. Podrían habernos pedido que encontráramos el trabajo de fin de máster de Cifuentes y habría sido más fácil, pero bueno, por esta gente ¡lo que sea!
Así que nos ponemos inmediatamente a trabajar, es decir, escribimos “vascos” y “humor” en Google. Tras procrastinar durante unas horas leyendo chistes “de vascos” y viendo antiguos vídeos de Vaya semanita, ¡eureka!, encontramos el estudio de una universidad madrileña que en los años 70 y 80 realizó la misma pregunta en varias ciudades de la península: ¿cómo describiría usted a vascos, catalanes, andaluces, gallegos, etcétera, con diez palabras?
Con respecto a los vascos (y vascas, como bien dice el lehendakari), los adjetivos que más se repetían en los años 60 eran fuerte, trabajador, comilón y serio. Veinte años después, con ETA en pleno funcionamiento, éramos ya separatistas, violentos, serios y comilones. Es decir, nos volvimos más serios que comilones, que ya es decir, con la fama de tragones que tenemos.
Sin embargo, cuando se ha querido, los vascos también hemos hecho reír. Por ejemplo, en la década de los 90, ETA atravesaba momentos difíciles. Cuestionada por atentados como el de Miguel Ángel Blanco, entre otros, y con un Mayor Oreja como ministro del Interior que aprovechaba para arremeter contra todo lo que simplemente oliera a nacionalismo (vasco, naturalmente, el nacionalismo propio nunca huele), la militancia abertzale, generosa como siempre, lo fue también para crear chistes y tratar de contrarrestar aquello. Si hubiera existido la Ley Mordaza por aquel entonces, el juez Garzón no habría necesitado inventar el “todo es ETA” para cerrar las herriko tabernas. Le habría bastado con fotografiar las puertas de sus wáteres, una especie de muro de Facebook de aquella época en la que aún no existían redes sociales, donde abundaban pintadas como “ETA con el deporte. 30 años creando paralímpicos para España”.
Pero, ¿es el humor vasco sinónimo de humor basto? Creemos que no, y a la vista están películas como Ocho apellidos vascos o programas del tipo Vaya semanita. Como sociedad plural que somos, coexisten diversos tipos de humor. Además, a este mejunje habría que añadirle las variantes locales de humor, una de cuyas máximas expresiones son los chistes de piques entre “giputxis” y “bizkotxos”, o entre “robasetas” y “meaplayas”. Cuando en 2009 comenzamos La gallina vasca como un proyecto pensado para toda Euskal Herria, aunque la mayoría de la redacción era de Bizkaia, llegaron enseguida las primeras críticas: “Aquí no se entienden vuestros chistes, no hacen gracia. Es un humor demasiado bilbaíno”, nos decían desde Donostia. “¿Cómo será el humor guipuzcoano?”, nos preguntábamos.
El escritor Kirmen Uribe afirmaba en una entrevista que vascos y gallegos, aunque parezcamos serios, en el fondo no lo somos. Lo que pasa es que compartimos un humor “atlántico” caracterizado por lo irónico que, como nuestra agricultura, está muy condicionado por un clima donde las horas de sol son escasas.
Quizás se podría resumir todo diciendo que el humor vasco es una mezcla de variante bilbaína (más inglés), navarro (más bestia y echao pa’lante) y giputxi, que para mí sigue siendo como el ingrediente secreto de la Coca-Cola: una incógnita. E igual todo ello aderezado con un toque progre, cuando no directamente de izquierdas, porque aquí hace ya tiempo que los chistes de gangosos y mariquitas, por suerte, no se llevan.
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Hace una semanas escribi mi opinion sobre este articulo. Criticandolo con respeto. Argumentando que hablar del humor vasco sin hablar del humor echo en euskera era un sinsentido. Lleno de topicos ademas. Hoy veo que mi comentario esta borrado. Estuvo publicado y tuvo alguno me gusta.
No son buenas maneras para un medio de comunicacion independiente. Mal vamos...
El comentario al que te refieres me parece que está en este artículo, el 17607https://www.elsaltodiario.com/culturas/es-el-vasco-un-pueblo-gracioso. En esta web nunca se ha borrado un comentario que cumpliera el código ya explícito abajo.
Aquellos tiempos de Euskadi Siux, la abuela vasca de Mongolia
Topicazo. En la mili siempre había un asturiano borrachín, un catalán amarrao, un andaluz graciosillo, un mañico terco, un gallego bruto, un madrileño chulo y un vasco legal.