Frontera sur
El Sáhara y sus invisibles tumbas de arena

Según la OIM, 100.000 personas migrantes pudieron atravesar el Sáhara en 2015, pero es imposible encontrar una estimación de cuántos pudieron morir antes de llegar al Mediterráneo.

Sahara_Octubre2010 Agdaym-Izik PAWEB-1200x800
Campamentos del Sahara Ocupado, en octubre de 2010. Archivo El Salto
16 feb 2017 15:47

Las redes sociales se han convertido en el instrumento utilizado por la personas migrantes para alertar sobre los peligros de las rutas migratorias que atraviesan el Sáhara. Facebook se llena de vídeos y fotos de cadáveres en el desierto y se convierte en una plataforma para el relato, silenciado en Europa, de otra de las más grandes fosas comunes del mundo.

Mediante estas alertas las distintas comunidades migrantes intentan evitar tragedias en la zona, ya que en el Sáhara no existen operaciones de rescate internacionales ni hay protección a las vulneraciones de derechos. En ese inmenso desierto las personas migrantes están a merced de los controles migratorios, fuertemente militarizados, y de los pasadores.

Todo ello se mezcla con la inestabilidad de la región surcada por conflictos bélicos, como el de Mali, Libia, y la presencia de grupos armados como Al Qaeda en el Magreb Islámico o Boko Haram.

Según la OIM, 100.000 personas migrantes pudieron atravesar el Sáhara en 2015, pero es imposible encontrar una estimación de cuántos pudieron morir antes de llegar al Mediterráneo. Aunque entre los relatos de las comunidades migrantes el Sáhara es el punto donde comienza el infierno de las rutas migratorias, y donde muchas personas perdieron a compañeros de viaje durante el trayecto.

La violencia es muy grande en el desierto, pero estás a merced de ella, no hay escapatoria. Muchos de los coches se averían porque son viejos y van sobrecargados
“La violencia es muy grande en el desierto, pero estás a merced de ella, no hay escapatoria. Muchos de los coches se averían porque son viejos y van sobrecargados. Los pasadores también te abandonan y si coges el camino tú solo las tormentas de arena pueden hacer que te extravíes. Entonces, en pleno desierto, con más de 45 grados, el calor y la sed hacen el resto del trabajo”, declara Pat, camerunés, que vio morir a 19 compañeros cuando fueron abandonados por sus pasadores.

Gao, en Mali, es otro de los puntos clave para cruzar el desierto hacia Tamarasset, primer destino en Argelia. “En cada ciudad tienes que pagar, tampoco sabes a quién pagas, los pasadores se mezclan con los terroristas y con los rebeldes tuareg. Si dices que no tienes dinero te roban, o te secuestran para pedir un rescate a tu familia”, explica Keita, maliense que salió huyendo del conflicto en el norte de Mali.

Difícil para las personas migrantes separar a los pasadores de los rebeldes tuareg o de los grupos vinculados a Al Qaeda en el Magreb Islámico. Sólo saben que en esas rutas alternativas por donde transitan están llenas de armas y de peligros.

Moverse de una ciudad a otra en el paso desde Mali a Argelia puede costar entre 10.000 a 40.000 francos cfa, dependiendo de la negociación y la demanda. La travesía se hace en 4×4 más que en grandes camiones, pero aun así las personas van hacinadas, sentadas unas encima de otras. En un vehículo pueden llevar a más de 20 personas, además de mercancías, que pueden ser desde armas, drogas, a comida de la ayuda humanitaria internacional con la que también se trafica.

Dicen las comunidades migrantes que la zona es muy peligrosa, sobre todo para las mujeres que son violadas de forma sistemática, pero también que son secuestradas para convertirlas en esclavas sexuales dentro de los diferentes conflictos. Las familias malienses también se quejan de la captación de adolescentes y niños que transitan esta ruta para usarlos como niños soldado.

“Cuando dices que no tienes dinero te buscan por todos lados, también en el ano y a las mujeres en la vagina. Durante el viaje en pleno desierto puedes sufrir emboscadas por parte de los rebeldes o de los terroristas y esto supone entregar más dinero”, declara Mamá Naoufel, de Guinea, embarazada por la violencia sexual en el desierto.

Otra de las rutas para llegar hasta Argelia comienza en Kano, ciudad de Nigeria, donde la mayoría de las personas migrantes toman la decisión de ir hacia Libia o continuar hasta Marruecos.

Si la elección ha sido Marruecos hay que llegar a Arlit en Níger, donde se preparan los viajes hasta llegar a la frontera con Argelia. El trayecto no es muy largo pero el uso de caminos alternativos para escapar de los controles hacen que los viajes duren mucho más.

En esta ciudad las personas migrantes viven en lo que ellos llaman guetos, y de allí, esperan a la noche para cruzar el desierto. “Desde Arlit atravesamos el desierto para llegar a Tamarasset. La mayoría de los traficantes son tuareg. Y Mustapha, el tuareg con el que viajaba, nos envió a la tarde a comprar bidones de agua, las mujeres debían comprar también burkas para cubrirse. A las cuatro de la mañana nos sacaron del gueto, cada uno con su bidón de agua. Pero, como pasa muchas veces, el coche se averió, las ruedas se pincharon, lograron arreglarlo, pero a unos 30 kilómetros de la ciudad más cercana, en pleno desierto, nos abandonaron diciendo que otro coche vendría a recogernos. Hemos empezado a andar y finalmente hemos encontrado un coche que nos ha llevado al gueto de Tamarasset”.

En 2016 se encontraron los cuerpos de 34 personas en esta ruta cerca de la ciudad de Assamaka. Las autoridades piensan que fueron abandonados por los pasadores y que una tormenta de arena les impidió encontrar el camino. Entre los cadáveres se hallaron 20 niños que habían muerto de sed.

La ruta del desierto más transitada en la actualidad es aquella que atraviesa Níger para llegar a Libia. La inestabilidad de países como Mali, Argelia, y Nigeria ha hecho que haya un aumento de personas por esta ruta, aunque también influye las promesas de un paso rápido hacia Italia.

Desde Agadez, en Níger, las personas migrantes negocian el trayecto que les llevará hacia el nordeste. Uno de los puntos de paso es Dirkou, en los alrededores de esta ciudad también se han encontrado más de 80 cadáveres en los últimos dos años. Los cuerpos de 30 personas fueron hallados cerca de un vehículo que se había averiado, nadie les llevó una ayuda con la que hubiesen salvado la vida.

Níger es uno de los países del mundo con mayor pobreza, y pensar en operaciones de rescate para buscar a las personas migrantes es casi un sueño.

Algunas personas han atravesado el desierto dos veces, y es que en el último año y medio, migrantes que se encontraban en Marruecos y Argelia han tentado de nuevo la suerte para llegar hasta Trípoli llamados por la oportunidad de cruzar a Italia.

“Pasar desde Libia es mucho más barato y fácil aunque mucho más peligroso. Imposible explicar con palabras el sufrimiento. La vida no vale nada. He visto violar a mujeres en manada y después degollarlas. Pero cuando no puedes volver atrás es vivir o morir”, explica Osas, nigeriano que pasó tres años en Marruecos antes de cruzar vía Libia a Italia.

La comunidad nigeriana calcula que más de 10.000 personas salieron en 2016 de Marruecos para intentar suerte en la ruta Libia. Muchos de los que tomaron esta decisión manifiestan que es más fácil cruzar hasta Italia y que los precios del viaje son muy bajos.

“En Libia, los traficantes, en realidad, forman parte de las autoridades libias y de los rebeldes, bajan los precios pero mueven masas de personas migrantes como si fuesen ganado”, declara Pasteur P., líder comunitario nigeriano.

El camino hace que las personas que vivían en Marruecos crucen por la frontera de Oujda, hasta Orán y Argel y de allí a Gardaia en Argelia. Es en esta ciudad donde se organizan muchos de los viajes, incluso se puede pagar el precio del trayecto con la embarcación incluida.

“Llegas a Gardaia y te piden 500 euros y te prometen que al llegar a Trípoli tardarás menos de un mes en cruzar. Te sientes feliz, pero la ruta hasta la frontera Libia es horrible, y Libia es algo peor que el infierno. Si pudiera dibujar el infierno sería lo que he visto en ese país”, describe Mohammed, maliense, que perdió a su hermano de catorce años en un naufragio intentando llegar a Italia.
A los espacios donde malviven las personas migrantes en Libia, hacinadas y secuestradas, se les llama “madrigueras”
En Libia ni siquiera hay guetos, como en otras ciudades del camino migratorio. A los espacios donde malviven las personas migrantes, hacinadas y secuestradas, se les llama “madrigueras”, porque la mayoría de estos habitáculos se encuentran en el subsuelo y también porque es una forma de identificar con animales a las personas migrantes.

En un vídeo de las fuerzas especiales libias difundido en Facebook se muestra cómo entran a una de esas “madrigueras”, y uno de los militares explica: “Mirad esto: hay prostitución, drogas, inmigración ilegal… ¡mirad cuánta gente!, hay personas que trafican con esto, se lucran sin importarles nuestro país y sin pensar que esta gente va a cometer aquí crímenes, prostitución, venden drogas”.

Así, las comunidades migrantes que están en Libia subsisten entre la criminalización y el haberse transformado en una de las mercancías más rentables en el país.

“Los jefes de los pasadores son los rebeldes y el gobierno. No hay diferencia entre la madriguera y la cárcel Libia del gobierno. Los secuestros son diarios, incluso para salir de una cárcel del gobierno la familia tiene que pagar. Los que no pueden pagar acaban muriendo o sirviendo como mercancía para el tráfico de órganos”, explica Fabrice, camerunés, cuyo amigo lleva un año en un centro libio de detención porque su familia no puede pagar a los carceleros.

Familias camerunesas y nigerianas declaran haber pagado entre 500 y 1000 euros por la libertad de sus hijos, a veces secuestrados por pasadores pero otras en los centros de detención de personas migrantes. Son los familiares quienes buscan a sus desaparecidos en el desierto y también forman parte de la red de alertas que se difunden desde las redes sociales.

“Uso mi Facebook para difundir las imágenes de secuestros y muertes en el desierto, también de los naufragios. Morimos como animales y al menos esto es una forma, no de disuadir, pero sí de que podamos tomar precauciones y protegernos, ya que nadie nos protege”, afirma Yannick, camerunés, actualmente en una “madriguera” en Trípoli.
Archivado en: Sáhara Frontera sur
Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra en tu cuenta.

Relacionadas

Ceuta
Fronteras El Tribunal Superior de Justicia de Andalucía confirma que las devoluciones en caliente son ilegales
La resolución del TSJA reconoce que la devoluciones que está realizando la Delegación del Gobierno de Ceuta sobre personas que entran nadando o en embarcaciones a la ciudad no tienen amparo legal
Control de fronteras
Fronteras Las muertes del Tarajal se han convertido en el símbolo de la lucha contra las políticas fronterizas
Se cumplen 11 años de la muerte de 14 personas en la frontera con Ceuta, y nuevamente colectivos y familiares realizaron una manifestación en conmemoración y para exigir se declare el 6 de febrero como Día de las Víctimas de las Fronteras.
Migración
Fronteras El futuro no cuenta con las personas africanas o, ¿por qué migran?
Mientras en Europa se insiste en la narrativa de que vienen demasiadas personas de África, sin proponer más respuesta que la externalización de las fronteras y la criminalización, los factores de expulsión se multiplican en el continente.
Baleares
Un modelo insostenible El rechazo a la turistificación se expande en Canarias, Baleares y Barcelona
Tras la masiva manifestación en las Islas Canarias del pasado mayo, Palma de Mallorca, Barcelona y San Sebastián salen este 15 de junio a la calle contra un modelo de turismo desmedido insostenible para el territorio y sus habitantes.
Violencia machista
El Estado que revictimiza Violencia institucional: “Si lo hubiera sabido antes, no hubiera denunciado nunca”
Rocío ha sufrido violencia psicológica, física y sexual por parte de su expareja. Y también violencia institucional en todas las puertas de la red de recursos institucionales que ha ido atravesando.
Crónica
Justicia En la sala de un juicio a una madre protectora
Esta es una crónica de un juicio a una mujer que pidió medidas por sospechar de abusos sexuales a su hija en el domicilio paterno sin que ninguna institución moviera un dedo y, un mes después, cogió un vuelo a su país para intentar protegerla.
PSOE
Crisis de Gobierno “El Gobierno está en la UCI”: los aliados de Sánchez afilan el discurso en clave electoral
A la espera de nuevas pruebas que puedan afectar directamente al presidente del Gobierno o algún indicio de financiación ilegal del PSOE, Podemos radicaliza su crítica al bipartidismo y Sumar habla de “un cambio de 180 grados”.
Oriente Medio
Oriente Medio Decenas de muertos en una noche de sirenas y misiles cruzados entre Israel e Irán
Después del ataque israelí contra la infraestructura energética y militar iraní, cientos de misiles iraníes atraviesan el cielo israelí e impactan en Tel Aviv, Bat Yam, Tamra y Haifa.
Editorial
Editorial Justicia irracional
Por acción o por omisión, las instituciones violentan a las mujeres. Se llama violencia institucional.
Relato
Relato Rendirse
A mi pesar me tocaba compartir mesa con aquellos documentos y, como estaba de los primeros (no lo habría imaginado al llegar), ya no conseguía quedar por encima, con lo que me gusta.
Opinión
Opinión Amor, alienación y nostalgia en la obra de Wong Kar Wai
El cine de Wong Kar Wai logró captar la avalancha de nostalgia que florecía en el capitalismo tardío frente a la desorientación y la enajenación de los propios sujetos sociales.
Galicia
Galicia Activistas bloquean una planta de Altri en Portugal y avisan de que frenarán su expansión en Galicia
El grupo atrancó con cadenas y soldadura las entradas de la planta de Celbi en Leirosa, en la mayor acción directa hasta el momento contra la expansión de la multinacional papelera en territorio gallego: “O povo é quem para Altri”.

Últimas

Madrid
Movimiento republicano Miles de personas claman en Madrid contra la monarquía y por la República
En el 11 aniversario de la proclamación de Felipe VI, una marcha unitaria reclama que este reinado sea el último de España.
Tribuna
Tribuna Almacenamiento energético de Enlight Renewable Energy en Huesca: lavado verde de la imagen de Israel
VV.AA.
La empresa israelí Enlight Renewable Energy tiene intención de construir un parque de baterías para energías renovables en el pirineo oscense. Operación que el Gobierno debería prohibir por la contribución de la compañía a la ocupación ilegal israelí
Ocupación israelí
Movilizaciones Un centenar de organizaciones de 26 países denuncian a la empresa vasca CAF y su tren del apartheid
Más de 50 localidades salen a la calle este fin de semana para señalar a la empresa que construyó el tranvía que conecta Jerusalén con territorio ocupados y exigir el fin del genocidio en Gaza.
La vida y ya
La vida y ya Un rato de cada lunes
Pero, lo más coincidente ha sido, expresado de distintas maneras, su agradecimiento hacia ese lugar. Su lugar elegido.
Ocupación israelí
Ocupación Israelí La policía egipcia impide con violencia la marcha internacional a Gaza
La marcha de 4.000 personas a Gaza es reprimida por la policía del régimen de Al-Sisi. La organización pide a las embajadas que reaccionen y protejan a sus ciudadanos.
Más noticias
Galicia
Crowdfunding O Salto Galiza abre un crowdfunding para empapelar a Altri
Queremos investigar a los responsables políticos y empresariales del que podría ser el mayor atentado ambiental de la historia reciente de Galicia.
Que no te lo cuenten
El Salto Radio De océanos y detenciones
VV.AA.
La acidificación del agua marina supera sus límites mientras Israel aborda la Flotilla por la Libertad.
Análisis
Análisis del CIS La calma antes de la tormenta: la dimisión de Santos Cerdán como punto de inflexión
El último barómetro del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) ha muerto pocas horas después de nacer por la dimisión de Santos Cerdán, aunque sirve como foto fija de un escenario que favorece a la derecha.

Recomendadas

Consumo
David Sánchez “Shein está diseñado para crear adicción a través de patrones muy oscuros”
David Sánchez Carpio es director de la Federación de Consumidores y Usuarios (CECU), una de las organizaciones que han denunciado al gigante chino de venta de ropa por internet ante la Comisión Europea. “No hay que culpabilizar a los consumidores".
Rap
Rap Los Chikos del Maíz: “La música urbana está llena de fachas y votantes de Vox”
Tras un fin de gira accidentado, Toni y Nega dan una tregua indefinida a su proyecto con dos conciertos en Madrid. Horas antes de llenar la sala en la primera cita, visitan la redacción de El Salto.
Río Arriba
Río Arriba Luis González Reyes: “Vivimos en un mundo en la que la escasez es un elemento central”
Primera entrevista del programa Río Arriba en formato podcast y vídeo donde hablamos de las nuevas guerras neocoloniales por recursos en la era de Trump y Putin, de la escasez, del decrecimiento y el colapsismo.
Pensamiento
Economista Clara Mattei: “El liberalismo y el fascismo están unidos en su protección del orden del capital”
El ambicioso ensayo 'El orden del capital' nos traslada al Reino Unido y la Italia de la I Guerra Mundial, que se contemplan como un momento bisagra: el auge de socializaciones y cooperativizaciones que tuvo lugar durante la contienda y la inmediata posguerra fue abortado a través de un 'shock' austericida destinado a restaurar la centralidad de los grandes capitales.