Coronavirus
Transformemos la solidaridad en pandemia

En estos tiempos necesitamos una solidaridad fuerte que, a pesar de los contextos muy diversos y de las relaciones asimétricas, entiende que todas y todos somos profundamente interdependientes, que a problemas globales soluciones globales, y que no hay “otros” ni “otras”, sino un compromiso y un horizonte común con personas de carne y hueso, comunidades y pueblos que son también “nosotras”.

Mugarik Gabe

Plataforma Elkartasuna Eraldatuz
10 abr 2020 06:00

Fenómenos como la pandemia generada por el Covid-19, así como la profunda crisis capitalista sobre la que esta cabalga, ponen en cuestión todo lo que creíamos asentado. Los sentidos comunes se ponen bajo una nueva lupa, y los significados de las palabras cambian. Solidaridad, uno de los conceptos más trillados en estos días, también parece mutar.

Vemos así como la solidaria Unión Europea inunda los mercados de dinero para los bancos y grandes empresas, mientras se muestra timorata a la hora de decretar ayudas –ni siquiera bonos de deuda– en favor de los países y sectores más castigados. Asistimos con estupor al lamentable espectáculo de países negándose a exportar material sanitario estratégico, convertido en un bien de constante mercadeo. Comprobamos como los Estados Unidos desnudan las vergüenzas de su ultraliberalismo, convirtiéndose en el epicentro de la catástrofe, mientras no deja de amenazar a Venezuela con una invasión militar bajo acusaciones sin sentido incluso en un contexto crítico como el que se vive. Constatamos el apagón informativo sobre el impacto de la pandemia en África, Asia y América Latina, abandonadas a su suerte por las grandes potencias que, únicamente, se miran el ombligo. Nos alarmamos, a su vez, con la pérdida de libertades y auge del autoritarismo durante el confinamiento, en una deriva planetaria que va desde los abusos policiales en Bilbao, especialmente graves hacia la población racializada, hasta el asesinato sistemático de todavía más líderes y lideresas sociales en Colombia, entre otros países, pasando por la orden de tirotear a la población filipina que no respete el confinamiento.

La pandemia ha situado en la cuerda floja la práctica totalidad de los postulados del sistema dominante

Al mismo tiempo, comprobamos cómo Cuba es capaz de enviar brigadas sanitarias a Lombardía (Italia) para enfrentar al coronavirus desde una perspectiva internacionalista, al igual que hacen otros países como Albania, China y Rusia. Vemos cómo dicho país caribeño no ha dudado en poner en marcha la “operación Braemer” para llevar a casa a los turistas del Reino Unido atrapados en un ferry que nadie quería permitirle atracar; cómo manteros y manteras de Barcelona están produciendo mascarillas para colaborar en estos momentos difíciles, al igual que la empresa de Gaza Queen Tex, dispuesta incluso a enviarlas a Israel si fuera necesario; cómo jóvenes magrebís colaboran en facilitar el día a día de personas especialmente vulnerables en el bilbaíno barrio de Otxarkoaga.

De este modo, y en estos momentos difíciles, se muestra a las claras qué es la solidaridad. La solidaridad débil, esa que se ejerce únicamente desde una posición de poder, que no cuestiona el conjunto, que habla de “los otros” y de “las otras” pero sin comprometerse, que pretende ayudar sin enfangarse, es la que hoy se convierte directamente en insolidaridad. Y resurge, en sentido contrario, una solidaridad fuerte que, a pesar de los contextos muy diversos y de las relaciones asimétricas, entiende que todas y todos somos profundamente interdependientes, que a problemas globales soluciones globales, y que no hay “otros” ni “otras”, sino un compromiso y un horizonte común con personas de carne y hueso, comunidades y pueblos que son también “nosotras”.

La solidaridad internacionalista vasca siempre lo ha entendido así, como un proceso de ida y vuelta. Nos hemos comprometido con otras realidades, y hemos recibido también el apoyo de otros pueblos. Hemos ofrecido lo que teníamos, a la vez que hemos acumulado aprendizajes de otras latitudes. Hemos tejido redes que, hoy en día, constituyen pilares sobre las que enfrentar estos duros momentos. No obstante, no es suficiente, debemos aprender mejor lo estratégico de la solidaridad en este momento.

Los mercados garantizan ganancias, desigualdades e insostenibilidad, pero en absoluto bienestar para las mayorías sociales

En este sentido, confesamos que a pesar de esa visión de la solidaridad, nuestra ubicación en el mundo nos situaba en cierta posición de privilegio que miraba al resto del planeta sabiendo que, pese a las desigualdades y catástrofes a escala global, estas no nos alcanzarían en similar medida que a los pueblos del Sur Global. Pero llegó la pandemia y, además del coste en vidas humanas que está suponiendo, ésta ha situado en la cuerda floja la práctica totalidad de los postulados del sistema dominante, enfrentándonos de cara a ellos de manera directa y virulenta.

De la noche a la mañana percibimos que no somos intocables; que nuestros sistemas de salud o de atención social, gracias a los procesos privatizadores, son más vulnerables de lo que nunca imaginamos; que los mercados garantizan ganancias, desigualdades e insostenibilidad, pero en absoluto bienestar para las mayorías sociales; que lo público no sólo no es un pozo de ineficiencia y corrupción, sino que es el último refugio frente a situaciones como las que vivimos; y que la solidaridad real está en los pueblos y personas especialmente azotadas por el sistema dominante.

Por todo ello, acabemos con nuestros vestigios de solidaridad débil y reincidamos en una solidaridad fuerte. La clase trabajadora en sentido amplio y los pueblos de este planeta o nos salvamos todos y todas, o no se salva nadie. Nuestra lucha es aquí contra gobiernos que anteponen el beneficio a la vida, contra una Unión Europea fortaleza, contra unos Estados Unidos imperialistas, contra unas empresas transnacionales voraces. Pero, recordemos siempre que esa lucha está imbricada directamente con las mismas luchas de las comunidades colombianas, de las caravanas de migrantes centroamericanos, de refugiados subsaharianos o sirios, de empleadas del hogar de Nicaragua, de las y los gazatíes que llevan años confinados, del pueblo kurdo o del cubano bloqueado.

Hoy la solidaridad es más necesaria que nunca, una solidaridad en el fango, en la lucha, en el abrazo y la sonrisa en favor de un mundo mejor, sin capitalismo, ni heteropatriarcado, sin colonias ni racismo, verdaderamente justo y democrático para las grandes mayorías y no solo para las minorías adineradas.

Sobre este blog
El blog de luchas sociales a lo largo del planeta, conflictos internacionales y propuestas desde abajo para cambiar el mundo. El Salto no comparte necesariamente las opiniones volcadas en este espacio.
Ver todas las entradas
Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra en tu cuenta.

Relacionadas

El Salto Radio
El Salto Radio Bañado Sur: Inundaciones y Cooperación
Nos acercamos a la realidad del Bañado Sur, en Asunción (Paraguay), donde cíclicamente la población tiene que salir de las casas por la crecida del río.
Cooperación internacional
Dia del cooperante Beba Cooperación
¿Es posible rescatar la cooperación de las garras del consumismo?¿Volverán los y las cooperantes a ser internacionalistas?
Europa
Europa La Unión Europea como institución neocolonial
En 1961, el presidente de Ghana, Kwame Nkrumah, expuso que el Tratado de Roma suponía la llegada a África de un moderno “sistema de colonialismo colectivo”.
Sobre este blog
El blog de luchas sociales a lo largo del planeta, conflictos internacionales y propuestas desde abajo para cambiar el mundo. El Salto no comparte necesariamente las opiniones volcadas en este espacio.
Ver todas las entradas
Siria
Oriente Próximo Israel impone hechos consumados sobre Siria para condicionar la transición según sus intereses
“Está escrito que el futuro de Jerusalén es expandirse hasta Damasco”, dijo este octubre el ministro de Finanzas israelí, Bezalel Smotrich, uno de los exponentes ultras del Ejecutivo.
Ocupación israelí
Ocupación israelí Un tercio de los asesinatos de periodistas en 2024 fueron obra del ejército de Israel
Reporteros Sin Fronteras documenta la muerte de 18 periodistas en Palestina y Líbano este año “asesinados deliberadamente por hacer su trabajo” y habla de una “masacre sin precedentes” de profesionales del periodismo.
Galicia
Galicia Activistas de Greenpeace instalan ‘una celulosa’ en la sede de la Xunta en protesta contra Altri
Los ecologistas han realizado una acción en la sede del Gobierno gallego de Alfonso Rueda para animar a gallegos y gallegas a asistir a la manifestación de este domingo en la Praza do Obradoiro, en Santiago de Compostela.
Que no te cuenten películas
Comunidad El Salto Suscríbete a El Salto y llévate seis meses de regalo a Filmin
Estas navidades, haz posible que El Salto llegue más lejos con sus contenidos críticos y llévate de regalo medio año de Filmin. Y si ya tienes Filmin, suscríbete a El Salto y regala el acceso a esta plataforma a quien quieras.
Comunidad de Madrid
Educación pública El Gobierno de Ayuso recula y aplaza hasta junio los despidos masivos en Educación
Integradoras sociales, enfermeras, educadoras, auxiliares y otros perfiles de personal laboral se enfrentaban a la incertidumbre de ser cesados en plenas vacaciones de Navidad.
Comunidad de Madrid
Sanidad Pública Vecindario y trabajadoras se plantan contra la privatización de los servicios en el Doce de Octubre
Denuncian la suspensión de intervenciones quirúrgicas desde que la empresa Croma Gio. Batta gestiona la esterilización del material. Una concentración el próximo sábado 14 de diciembre a las 12 horas se opondrá a esta deriva privatizadora.

Últimas

Opinión
Opinión Lo raro es estar viva
¿De qué sirve agobiarse por ciertas pequeñeces si somos un punto mínimo, una huella desdibujada, un puntito sobre un folio en blanco con un boli bic que casi no pinta?
Ibex 35
Ibex 35 Las retribuciones de los grandes empresarios multiplican por 118 lo que ganan sus trabajadores
Los directores y ejecutivos de Inditex, Banco Santander, Iberdrola, Indra, CIE Automotive y otras empresas del Ibex 35 multiplican por cientos de veces los sueldos medios de sus empleados.
Personas sin hogar
Personas sin hogar El Ayuntamiento de Granada, APDHA y ‘La Calle Mata’ acuerdan un Plan de urgencia para las personas sin hogar
Después del encierro de decenas de activistas en el consistorio y la muerte de dos personas sin hogar en la calle en menos de 24 horas, el Ayuntamiento y las organizaciones civiles acuerdan un Plan de Urgencia para el frío de aplicación inmediata
Memoria histórica
Memoria histórica La parte oculta de las exhumaciones: la recuperación paso a paso del Fossar d’Alzira
Una exhumación va más allá de desenterrar huesos. Se necesita un equipo de expertos y meses de trabajo para identificar las víctimas del franquismo.

Recomendadas

Fronteras
Túnez Túnez endurece la represión contra las ONG de ayuda a las personas migrantes
Mientras el presidente Kaïs Saied se prodiga en discursos racistas, el estado persigue a las entidades solidarias con quienes llegan al país, bajo el silencio cómplice de la Unión Europea.
Galicia
Economía ¿Quién lidera el negocio del eucalipto en Galicia al que Altri quiere sumarse?
El estallido social que ha producido el intento de la multinacional Altri y la Xunta de instalar una nueva celulosa en Galicia abre la necesidad de poner el foco en el sector forestal, donde se encuentran algunas de las mayores fortunas del Estado.
Siria
Rojava El rompecabezas sirio que estalló en Alepo
El nuevo escenario sirio se ha gestado bajo la intervención implacable de Turquía, patrocinadora del Ejercito Nacional Sirio y otros grupos yihadistas que libran la guerra de Erdogan contra el pueblo kurdo.
Cine
Ramón Lluis Bande “Asturies tiene sin construir el relato de su tiempo revolucionario”
El cineasta Ramón Lluis Bande entiende la memoria histórica como un “camino de exploración formal infinito” y de reflexión sobre el propio lenguaje cinematográfico “en relación con la realidad, la historia, el arte y la política”.