Green European Journal
Los enemigos del feminismo transnacional

Aunque los movimientos feministas se caracterizan por ser transnacionales y existen numerosos ejemplos de su éxito social, la lucha por construir sociedades más inclusivas se ve cada vez más amenazada por la aparición de redes antiderechos. Para la materialización de una Europa verdaderamente feminista harán falta recursos, apoyo a los movimientos activistas y alianzas a todos los niveles.
le pen orban

Directora de Alternativas Europeas y coordinadora del proyecto Room to Bloom.

8 mar 2024 06:00

El sueño de un futuro feminista para Europa podría hacernos imaginar un lugar en el que nadie se quede atrás. Un lugar en el que nadie sea discriminado por razones de género, raza, orientación sexual, capacidades físicas, lugar de nacimiento o nacionalidad. Un lugar en el que quienes tengan familia puedan a la vez llevar una vida laboral satisfactoria y atender sus responsabilidades como progenitores y tutores; en el que quienes deseen formar una familia dispongan de los medios necesarios para ello y quienes no quieran hacerlo no tengan que justificar el porqué. Una Europa feminista sería, ante todo, un lugar en el que no se aceptase la violencia como una manera de abordar las relaciones entre personas y entre especies. El feminismo es una forma de interpretar el mundo y de actuar, sus movimientos son los manantiales en los que brotan nuevas formas de promover alternativas.

Las amenazas a los derechos de las mujeres

Desgraciadamente, el sueño de un futuro pacífico asentado en los principios del respeto, la justicia social y la libertad se aleja cada día más. Las principales amenazas para el movimiento feminista y los derechos de las mujeres son la creciente polarización social y económica (consecuencia del capitalismo global), el auge del nacionalismo y el regreso de viejos movimientos xenófobos y de extrema derecha a la escena política.

Los movimientos nacionalistas y de extrema derecha (como la Rassemblement National (RN) en Francia de Le Pen y los Fratelli d'Italia de Meloni) han destacado por adueñarse y reapropiarse de partes del legado feminista. Han reinventado y reinterpretado estos elementos en lo que la escritora estadounidense Faludi ha denominado “feminacionalismo”, con el fin de atentar contra el feminismo progresista, los derechos reproductivos y las personas migrantes.

Así lo resumió Meloni ante una multitud de simpatizantes de Vox en 2022: “¡Sí a la familia natural, no al lobby LGTB! ¡Sí a la identidad sexual, no a la ideología de género! ¡Sí a la cultura de la vida, no al abismo de la muerte! ¡Sí a los valores universales de la Cruz, no a la violencia islamista! ¡Sí a la protección fronteriza, no a la inmigración masiva!”.

En octubre de 2022, algo más de un año después de que Meloni asumiera el cargo de primera ministra de Italia, el panorama ya había cambiado para la comunidad LGTBIQ+ italiana. En julio de 2023 un fiscal del Estado exigió que se modificaran los certificados de nacimiento de 33 niños nacidos mediante reproducción asistida de parejas lesbianas a fin de eliminar el nombre de la segunda madre. Este modus operandi consiste en instrumentalizar los discursos antigénero para contrarrestar la idea de igualdad entre seres humanos que, por ende, socava los propios cimientos de nuestras democracias.

Así, se considera que los derechos reproductivos son un ámbito en el que es posible “demostrar” e instrumentalizar lo que los conservadores quieren hacer pasar por una diferencia esencial entre las personas. Estas ideas tienen un sólido arraigo en la concepción vaticana de la diferencia entre hombres y mujeres. Tal y como señalan los investigadores Garbagnoli y Prearo, el Vaticano lleva promoviendo desde la década de 1990 una nueva interpretación esencialista de las mujeres en tanto que seres humanos: son iguales a los hombres, pero diferentes en esencia. Incluso el Papa Juan Pablo II escribió en 1995 una carta a los obispos titulada Evangelium Vitae, en la que animaba a las mujeres a promover un “nuevo feminismo” que “ratifique el verdadero genio de la mujer” (es decir, la defensa de la vida).

Redes internacionales antigénero

Durante la presidencia de Trump quedó patente la incorporación del activismo antifeminista y antigénero a un movimiento conservador más amplio a escala mundial. El ejemplo más destacado en Europa es la Cumbre Demográfica de Budapest, una red de grupos nacionalistas, nativistas y natalistas que se creó en el año 2015 y que agrupa dos veces al año a políticos, líderes religiosos y supuestos expertos. Viktor Orbán, el primer ministro húngaro, aprovechó la cumbre para subrayar “la importancia de los poderes conservadores y orientados a la familia” en Europa y para presentar a Hungría como “una incubadora de políticas conservadoras, un lugar donde se están gestando las políticas conservadoras del futuro, soluciones viables e iniciativas con visión de futuro”.

Estas redes transnacionales son muy poderosas y eficaces. Forman parte de la extrema derecha y no se adscriben únicamente a Europa, sino a todo el mundo. Tal y como recoge un informe del Parlamento Europeo, “el Centro Europeo para la Ley y la Justicia (ECLJ por sus siglas en inglés), dirigido por Grégor Puppinck, ha participado de forma activa en la defensa antigénero a nivel nacional y europeo, así como en torno al Consejo de Europa y los organismos de las Naciones Unidas en Ginebra.

El ECLJ sostiene que actúa principalmente por la defensa de la vida humana desde el momento de la concepción, contra la eutanasia, a favor del matrimonio tradicional y por el derecho a la objeción de conciencia y la libertad de creencias, así como en defensa de las personas cristianas en Europa y en todo el mundo. El informe también destaca el papel de liderazgo de Rusia en el movimiento antigénero internacional, con vínculos financieros entre entidades antigénero rusas y occidentales que abarcan desde organizaciones de la sociedad civil hasta miembros del Parlamento y ministros. La St. Andrew the First-Called Foundation, por ejemplo, una fundación creada por el oligarca ruso Vladimir Yakunin, ha auspiciado a políticos europeos como el exeurodiputado francés Aymeric Chauprade y la exvicepresidenta del Parlamento griego Maria Kollia-Tsaroucha.

Un ataque a gran escala

Además de los ataques a los derechos reproductivos, se está librando una campaña más general contra los derechos a nivel europeo. Un informe publicado en 2023 por la Fundación Jean-Jaures y la ONG Equipop resume la agenda política del movimiento antiderechos como un intento de cambiar el statu quo legal y social en una dirección que contraviene los derechos fundamentales europeos. “Los movimientos antiderechos pretenden ampliar e imponer aún más su perspectiva reaccionaria con el objetivo de dar marcha atrás en materia de derechos sexuales y reproductivos”. El informe explica que “estos movimientos también arremeten contra los derechos del colectivo LGBTQIA+ y, del mismo modo, contra el Convenio de Estambul, el instrumento jurídico más sólido para los derechos de la mujer en lo que respecta a la violencia sexual y de género y, en particular, a la violencia doméstica e intrafamiliar”.

El informe también señala que los movimientos antiderechos de todo el mundo imitan fielmente las estrategias de las organizaciones feministas, “tales como decidir una línea de actuación en respuesta al discurso feminista, obtener financiación a través de fundaciones y gobiernos, y firmar comunicados y declaraciones conjuntas”.

La influencia de estas redes y estrategias conservadoras que se oponen a los movimientos feministas (especialmente contra los que abogan por un concepto inclusivo y abierto del feminismo, a favor de los derechos de las personas transgénero y de un enfoque interseccional) afecta a quienes luchan por los derechos de las mujeres. Esta embestida está pasando factura al movimiento feminista, ya sea a través de movimientos masculinistas que coordinan ciberataques, micromovimientos que se infiltran en manifestaciones feministas para desacreditarlas (como ocurre con el Collectif Némésis en Francia) o formas más políticas y jurídicas de silenciar las voces de las mujeres como, por ejemplo, el escaso índice de juicios por violación.

A pesar de que los entornos políticos y sociales son a menudo desfavorables, la esperanza sigue abriéndose paso

El término “embestida” es controvertido, pero creo que transmite la violencia y la fuerza de los movimientos que se oponen al avance hacia la igualdad de género, así como el impacto que esto tiene en los movimientos feministas. El desgaste mental y emocional es un problema generalizado en el mundo del activismo y al que las feministas parecen ser especialmente vulnerables, sobre todo porque los movimientos de mujeres sufren una grave falta de financiación. La mayoría dependen por completo del trabajo voluntario y quienes se involucran a título individual como activistas a menudo son víctimas de ataques violentos y amenazas, tanto en la red como fuera de ella.

Motivos para mantener la esperanza

A pesar de los entornos políticos y sociales son a menudo desfavorables, la esperanza sigue abriéndose paso. Las conmovedoras historias de superación demuestran que la postura de la sociedad ante los derechos de la mujer no sigue necesariamente las rutas marcadas por las fuerzas políticas más conservadoras de Europa.

Uno de los mayores triunfos de las últimas décadas fue el referéndum sobre el aborto que se celebró en Irlanda en el año 2018. Casi el 70% de los votos fueron a favor de la legalización, todo un logro para un país profundamente católico que había prohibido cualquier forma de aborto en ocasiones anteriores. De hecho, el resultado evidencia una división generacional y es que, según una encuesta de Ipsos MRBI, el 87% de los jóvenes de 18 a 24 años y el 83% de los de 25 a 34 años votaron a favor de legalizar el aborto, mientras que el 60% de los mayores de 65 años votaron en contra. Es posible que esto indique una evolución social más amplia en lo que respecta a los roles de género y los derechos reproductivos.

La contundencia de la movilización feminista contra la prohibición del aborto en Polonia es otro ejemplo notable. En 2016, más de 100 000 mujeres se echaron a la calle en las denominadas “Protestas Negras”. El movimiento creció hasta convertirse en la Huelga de Mujeres de 2020, cuando el gobierno de este país propuso sacar adelante la legislación sobre el aborto más restrictiva de la historia de Europa. La repercusión de las protestas alcanzó al Parlamento más tarde y el partido conservador Ley y Justicia (PiS por sus siglas en polaco) perdió la mayoría en octubre de 2023. La Huelga de Mujeres describió estas acciones en su comunicado de prensa posterior a las elecciones como “las protestas de mayor envergadura desde la caída del comunismo en Polonia; 100 días (de protestas) en más de 600 ciudades. Esta vez fue la generación joven la que salió a la calle, ya que una de cada tres personas de entre 18 y 29 años participó en las protestas”. Que mujeres y jóvenes acudieran a votar fue determinante: la participación de las mujeres alcanzó un récord del 73,2% (un 12% más que en las elecciones anteriores) y la participación joven se situó en el 68,8% (más de un 22% más que en las elecciones anteriores).

Los avances que se producen en un país incentivan los movimientos feministas allende las fronteras

En el seno de los gobiernos también ha surgido un cambio positivo. En el panorama político europeo actual, España es el país que sube el listón en materia de derechos de la mujer, invirtiendo en la lucha contra la violencia de género desde 2017. Leyes que incluyen la introducción de bajas por menstruación para las mujeres, la gratuidad de los productos relacionados con el periodo menstrual y la educación sexual obligatoria en las escuelas, cambios en torno al consentimiento con la ley “solo sí es sí” en el 2022 (que establece que el consentimiento ha de ser expreso y que cualquier actividad sexual no consentida es violación), y leyes que amplían el aborto y los derechos de las personas transgénero.

La movilización de la sociedad y la selección española de fútbol femenino a raíz de que una de las jugadoras fuera besada a la fuerza en la boca durante la celebración de su victoria en el Mundial de ese verano demuestra que estas leyes han alterado los términos del debate, aunque los esfuerzos por ignorar estos cambios hayan sido tenaces.

Los avances que se producen en un país incentivan los movimientos feministas allende las fronteras. Los movimientos feministas son transnacionales por naturaleza y se empoderan mutuamente. La solidaridad internacional ha motivado diversas protestas en todo el mundo como, por ejemplo, las Protestas Negras polacas a partir de 2016, los movimientos de mujeres iraníes y el movimiento argentino contra la violencia de género Ni Una Menos, que comenzó en el año 2015 y desde entonces se ha extendido a países como España e Italia.

Los movimientos feministas se han apropriado de herramientas para denunciar la injusticia y alzar la voz a través de las fronteras: desde las versiones del #MeToo en distintos países y la difusión mundial de la canción chilena conocida como “El violador eres tú” hasta los collages feministas de denuncia de los feminicidios que afloran en ciudades de todo el mundo.

Los espacios para cooperar en red y participar en estos movimientos abundan en Europa. Entre los años 2007 y 2012, ocho redes feministas diferentes organizaron el Foro Feminista Europeo (EFF), un espacio de diálogo en Internet. Hoy en día existen muchas oportunidades para el intercambio y el trabajo en común, desde festivales feministas como City of Women en Eslovenia, Femi Festival en Dinamarca, Fem Fest en los Países Bajos y WeToo en Francia, hasta organizaciones más políticas como los foros feministas de los grupos progresistas del Parlamento de la UE y los planes para la creación de un Foro Feminista Europeo.

Ya que los movimientos feministas se mantienen gracias al tiempo que sus integrantes dedican de forma voluntaria y a una financiación limitada, la tarea de movilizar los recursos necesarios para desarrollar unas redes transnacionales sólidas y duraderas sigue siendo muy difícil, sobre todo cuando el trabajo a nivel local y nacional abruma a activistas y organizaciones hasta el límite de sus posibilidades.

Un movimiento feminista sin fronteras debería ser capaz de desarrollar, promover y defender una postura feminista en todos los ámbitos prioritarios de la UE

Quienes trabajan en pos de la creación de una Europa feminista, del cambio social y de la formación de nuevos caminos no deberían tener que enfrentarse en solitario a los movimientos nacionalistas y de extrema derecha, tan eficaces y bien financiados. Los movimientos feministas conforman un espacio de apoyo y creación y, a menudo, de alegría y libertad. Para conseguir un cambio social profundo no sólo necesitarán financiación, sino también un apoyo firme y alianzas dentro de los partidos políticos a escala local, nacional y europea.

Un movimiento feminista sin fronteras debería ser capaz de desarrollar, promover y defender una postura feminista en todos los ámbitos prioritarios de la UE: desde el Pacto Verde Europeo hasta el Pilar Europeo de Derechos Sociales, desde la política energética y de vivienda hasta la innovación y la ciencia, apoyando (en todo momento) a las personas más vulnerables frente a la pobreza y la discriminación. La celebración de un Foro Feminista Europeo como un espacio para la organización transnacional y para el análisis y las propuestas sobre los ámbitos políticos de la UE podría ser el primer paso.

El documental francés We Are Coming (2022) acompaña a un grupo de mujeres jóvenes en su recorrido hacia el feminismo y la puesta en práctica de sus principios. Muestra algunos de los puntos fuertes que los movimientos feministas pueden aprovechar en un momento en el que el interés por el feminismo se ha revitalizado. En la Europa feminista con la que soñamos, aprovecharíamos estas energías y les concederíamos el espacio necesario para transformar nuestras sociedades mediante una mayor amplitud de miras, experimentación, respeto y libertad, para así poder hacer frente a las fuerzas antiliberales que atacan los cimientos de nuestros derechos y democracias.

GREEN EUROPEAN JOURNAL
Artículo publicado originalmente en inglés en el Green European Journal, publicado en El Salto de la mano de EcoPolítica.

 


Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra en tu cuenta.

Relacionadas

Green European Journal
Green European Journal Trabajar menos y no de forma más inteligente
Los argumentos esgrimidos a favor de políticas como la reducción de la jornada laboral y la renta básica suelen basarse en su potencial para aumentar la productividad, pero maximizar la producción no es lo que el planeta y sus habitantes necesitan.
Green European Journal
Green European Journal ¿Es posible una Inteligencia Artificial verde y justa?
Los líderes mundiales y los inversores privados se pelean por hacerse un hueco en la fiebre del oro de la inteligencia artificial, cuyo planteamiento de base debe cambiar si queremos impulsar una revolución ecológica y socialmente justa.
Green European Journal
Green European Journal El valle de Can Masdeu: la agroecología como una cura para el futuro
VV.AA.
El sector agrícola es uno de los mayores emisores de gases de efecto invernadero en la UE. En Catalunya, una iniciativa local inspirada en los principios del decrecimiento se ha convertido en un gran ejemplo de agricultura ecológicamente responsable.
RamonA
8/3/2024 10:30

Excelente descripción del estado actual del Feminismo, de la esperanza y la reacción, de los avances y los retrocesos. Entremedias, lxs tibios con amigos de 40 y 50 años molestos con los avances del Feminismo, los ministerios transexcluyentes, los feminismos de los techos de cristal burgueses, los pactos anticonsentimiento, la relegación del Feminismo pacifista, ecologista y social a un segundo plano por considerarlo una amenaza al sistema capitalista, etc., etc. Pero que se enteren los reaccionarios y los tibios: el movimiento feminista es imparable. SE ACABÓ.

1
0
Energía
Gran apagón Apagones, energías renovables y estabilidad del sistema eléctrico: tareas pendientes y visos de futuro
Es posible avanzar en la penetración de las renovables, al menos hasta cierto punto, sin perder seguridad en el sistema energético. Este debe modernizarse, descentralizarse y estar planificado por el Estado, opina un experto.
Ley Trans
Ley trans El Constitucional enfrenta el recurso del PP a la ley trans, los colectivos piden evitar la senda antiderechos
El Alto Tribunal deliberó por primera vez sobre este recurso sin llegar aún a ninguna decisión. Plataforma Trans pide que no se sume a la carrera de odio contra las personas trans y avale la norma.
Laboral
1º de Mayo Inmigración y sindicatos: derechos universales o derrota colectiva
Los líderes sindicales no pueden ofrecer soluciones realistas para la situación de las personas migrantes, porque parecen asumir la vieja tesis de que la inmigración perjudica a la clase trabajadora en su conjunto.
Eléctricas
Oligopolio eléctrico Sánchez no admite responsabilidades en el apagón mientras sus socios piden nacionalizar la red eléctrica
El presidente del Gobierno señala a los “operadores privados”, entre ellos Red Eléctrica, cuyos últimos dos presidentes vienen del PSOE y cuyo principal accionista es el Estado, con el 20%, seguido por el 5% de Amancio Ortega.
Cómic
Fabien Toulmé “Hablar de trabajo es menos sexy que hablar de amor o de guerra”
En su libro ‘Trabajar y vivir’, el autor francés recorre distintas realidades reflejando cómo las personas se relacionan con ese mandato ineludible de hacerse con un empleo para sostenerse económicamente.
Antimilitarismo
Rearme El gasto militar mundial se dispara
El gasto militar en el planeta aumentó en 2024 un 9,4% respecto a 2023, lo que supone el mayor incremento interanual desde la Guerra Fría.
Eléctricas
Sistémica eléctrico Del lobby nuclear a la burbuja de las renovables: comienza la pugna por encontrar al culpable del apagón
Un crecimiento desmedido de las renovables guiado por intereses corporativos y una red eléctrica que no ha sido actualizada a la nueva realidad energética son algunas de las causas señaladas del apagón del 28 de abril.

Últimas

Pobreza energética
Energía Apagón crónico: lugares donde no volverá la luz, a pesar de la restauración del sistema eléctrico
Miles de personas en el Estado español viven día a día apagones y falta de suministro en lugares como Cañada Real (Madrid), la Zona Norte de la ciudad de Granada o los asentamientos de jornaleras y jornaleros migrantes en Huelva y Almería
València
València El tejido social presenta su propuesta de reconstrucción tras la dana
Los Comités Locales de Emergencia y Reconstrucción y las asociaciones de víctimas definen los presupuestos de Mazón y Vox como una declaración de guerra.
Galicia
Galicia La Xunta aprobó la celulosa de Altri argumentando que su chimenea de 75 metros sería “icónica”
El Informe de Patrimonio Cultural, favorable a la multinacional, se emitió en base a dos encargos externos, contratados y pagados por la empresa al ex presidente y al actual tesorero de Icomos-España.
Opinión
Opinión Provoquemos la próxima interrupción
Lo que nos resta es gobernar el apagón que habrá de venir, ser la causa colectiva de las próximas interrupciones, aquellas que lleven al fin de este mundo desbocado y sin sentido.
Más noticias
Energía
Energía El gran apagón de abril | El suministro de energía se recupera al 99%
Pedro Sánchez explica que se produjo una “pérdida” del 60% de la electricidad a las 12:33h: “15 gigavatios se han perdido súbitamente del sistema en apenas 5 segundos. Aproximadamente el 60% del sistema eléctrico”.
Energía
Energía La ley marca permisos retribuidos para situaciones como el apagón eléctrico
El Estatuto de los Trabajadores, en su artículo 37.3, protege a la plantilla cuando no es posible llegar a su puesto de trabajo o desarrollar con normalidad su tarea en situaciones como no tener electricidad durante horas.
Electricidad
Apagón ¿Qué le puedo reclamar a la empresa eléctrica y al seguro tras el apagón?
Tras el incidente con la electricidad de este lunes 28 de abril, los consumidores deben conocer qué pueden reclamar a las compañías de la luz o a sus seguros.

Recomendadas

Empresas recuperadas
Natalia Bauni “En este primer año del Gobierno de Javier Milei casi no hubo empresas recuperadas”
Natalia Bauni es coordinadora del Observatorio Social sobre Empresas Recuperadas y Autogestionadas del Instituto Gino Germani de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Buenos Aires.
Senegal
Migraciones El mito de la migración ordenada: la denegación de visados por el Consulado de España en Dakar
Maltrato institucional. Estas dos palabras son las más escuchadas cuando se pregunta a personas descontentas con el Consulado de España en Dakar. Cada vez más personas denuncian denegación de visados que no consideran justificados.
Guinea-Bissau
Internacional Guinea-Bissau arranca una ola de represión tras el sabotaje popular de una mina de arena en un parque natural
Una acción liderada por las mujeres del pueblo de Varela provocó un incendio en la bomba de extracción de la mina de arena pesada. El Gobierno ha llevado a cabo la detención de 16 personas, entre las que se encuentran líderes locales.