Centros sociales
El último gaztetxe de Pamplona

El reciente desalojo del Centro Social Okupado y Autogestionado de la Rotxapea es una gran oportunidad para experimentar con nuevas fórmulas de comunes urbanos y contrapoder
Despligue policial
Hoy, 11 de septiembre, a las 18:00, partirá una manifestación desde el Parque de los Enamorados Mikel Romeo Ruiz
Aitor Balbás Ruiz

@aitorbalbasruiz

11 sep 2021 06:25

La antigua cochera y taller de autobuses de la calle Artica era una superviviente de la tercera generación de ocupaciones urbanas que se desplegó en la ciudad y sus alrededores durante la pasada década. Atrás quedan, en una época remota, la primera oleada que arrancó a mediados de los ochenta con Katakrak y que finalizó con la puesta de largo del Gaztetxe Euskal-Jai en 1994, y una intensa etapa intermedia, entre 2004 y 2010, en buena medida articulada alrededor de Piztera! Todavía siguen en pie algunos proyectos que se reivindican de esa genealogía, pero carecen de autonomía y no son autogestionados.

“Hay dos momentos en la corta historia de este último Gaztetxe de la Rotxapea, ocupado en 2016, que sellaron su destino prematuramente”

Hay dos momentos en la corta historia de este último Gaztetxe de la Rotxapea, ocupado en 2016, que sellaron su destino prematuramente. El primero, la decisión de la mayoría del Ayuntamiento del Cambio —con la excepción del municipalismo— de seguir adelante con la Modificación del Plan Parcial Rochapea de Pamplona, unidad A5, impulsada por UPN/PP en 2007. Dicho expediente administrativo transformaba suelo industrial en edificios para vivienda, y la aportación progre consistió en asignar un uso dotacional público a la planta baja... en una ciudad donde, a finales del siglo XX, había en torno a 16.000 viviendas vacías (y que ya entonces eran bastantes más).

El segundo instante decisivo fue la presentación del informe elaborado por los técnicos del Área de Urbanismo del Ayuntamiento del Cambio, dirigida por EH Bildu, donde se decía que no se daban las condiciones de seguridad para desarrollar actividades de pública concurrencia. Fue en 2018. Quién nos lo iba a decir o, parafraseando a Hertzainak, “nola aldatzen diren gauzak, kamarada”. La sentencia última que ha dado cobertura al desalojo de estos días lo menciona con recochineo. No es para menos. Con el camino legal y urbanístico alfombrado, la epidemia global, la lluvia de multas del nuevo consistorio de la derecha, y los límites de las políticas autoreferenciales de resistencia y confrontación juveniles, las posibilidades de supervivencia del espacio se redujeron hasta extinguirse.

Centros sociales
La Policía Nacional desaloja el gaztetxe de Errotxapea
Un amplio dispositivo policial ha cargado violentamente este jueves contra los jovenes que se concentraban en defensa de este centro social que desde 2016 albergaba diversas iniciativas barriales en Iruñea. Seis personas han sido detenidas por participar en las protestas.

Ciertamente, el terreno de juego ha cambiado a peor, pero no parece que ese sea el problema principal del movimiento, porque en el campo de la ocupación, los límites internos suelen ser obstáculos anteriores a las espirales represivas. De hecho, lo fundamental del aparataje punitivo ya existía cuando se produjo el desalojo del Euskal-Jai en 2004: si las acusaciones iniciales hubieran prosperado, habrían supuesto unos cuantos años de cárcel para el personal. Hubo centenares de identificaciones, más de 100 detenidos, hostias a mansalva, instrucciones de la Fiscalía contra decenas de resistentes, ocho personas fuimos condenadas a seis meses de cárcel por subirnos al tejado y un compañero, que acabó pasando por la prisión, a mucho más. Con todo, creo que lo que más nos debilitó fue no ponernos de acuerdo para asumir colectivamente, como defendíamos algunos, una estrategia de desobediencia civil. O sea, ir a los juicios con la verdad por delante, asumiendo las consecuencias de nuestros actos y todos a una. Con respecto a esto último, me vienen a la cabeza las asambleas posteriores al desalojo que se celebraron en un gaztetxe que había en Marcelo Celayeta. Recuerdo las recurrentes y bienintencionadas intervenciones de los abogados, sus puntualizaciones jurídicas en las discusiones, que desvirtuaron sistemáticamente el marco político de los debates. Lo he visto más veces en otros sitios. Cada vez que se impone la visión de los equipos jurídicos, por encima de las asambleas, sube el pan.

“Las generaciones que lideraron las ocupaciones de la ciudad hasta la legislatura del cambio institucional han ido abandonando mayoritariamente la política radical”

En todo caso, las dinámicas organizativas tienen que componerse con la realidad social y política que está cambiando a una velocidad meteórica desde la última década. De una parte, porque las generaciones que lideraron las ocupaciones de la ciudad hasta la legislatura del cambio institucional (donde su presencia ya fue muy crepuscular), han ido abandonando mayoritariamente la política radical y, en consecuencia, la capacidad de agencia anticapitalista en la ciudad (y en Nafarroa) ha pasado de minoritaria a marginal. Los cinco desalojos llevados a cabo en la ciudad por parte del Ayuntamiento del Cambio y por el Gobierno del Cambio (Sarasate, Compañía, Caparroso y Rozalejo en dos ocasiones), fueron su canto del cisne, el epitafio de un largo ciclo que arranca 35 años antes. Desenterrar ese hilo rojo (y negro) y poner en común experiencias es imprescindible. De otra parte, porque, como es sabido, el retroceso en las condiciones de vida que se inicia en 2008 afecta, sobre todo, a jóvenes e inmigrantes (sin olvidar a las personas mayores con rentas bajas). Entre ambos segmentos constituyen un tercio de la población.

En ese punto, como dijo el miércoles pasado en Katakrak Asad Haider marxista estadounidense de origen paquistaní autor del libro “Identidades mal entendidas, raza y clase en el retorno del supremacismo blanco”, hay que insistir en que la historia del movimiento revolucionario, en cualquier rincón del planeta y en cualquier época, no se entiende sin la participación intensa de los sectores más desposeídos de la clase obrera que el capital racializa para bloquear su potencia política. Dicho de otra manera: no es posible una política anticapitalista sin antirracismo, y no hay antirracismo sin migrantes en la línea del frente.

“Sin la acción política vigorosa de jóvenes e inmigrantes, estas latitudes verán también germinar el racismo y la xenofobia”

Es un reto complicado para los jóvenes nativos de los barrios populares en la Iruñerria en 2021, porque el empoderamiento y la autoorganización de las diásporas magrebíes, subsaharianas, sudaméricanas y de los parias del este europeo, es todavía limitado. Cada día son más (en Navarra 106.000 sobre una población de 620.000 habitantes, una de cada seis personas, 16 de cada 100), y sus condiciones materiales de vida no dejan de empeorar (emergencia habitacional, pobreza energética, explotación laboral, segregación escolar, marginación civil). Pero la segunda generación es todavía demasiado joven (la primera vino entre 1996 y 2008), y no hay que perder de vista que, de entrada, la perspectiva de una estancia a largo plazo en nuestra tierra, no forma parte de las subjetividades nómadas en tránsito hacía la Europa realmente rica. Además, entre limpiar culos en residencias, fregar pasillos de facultades universitarias, recoger hortalizas, repartir paquetería por los polígonos, compartir viviendas con otras familias, pagar las deudas a las redes que controlan los circuitos de la migración, soportar el duelo de los familiares y amigos muertos durante el éxodo, sufrir el acoso policial, enviar remesas a sus países, sobrellevar la ausencia de derechos civiles, o sostener las redes clandestinas de apoyo mutuo... ¿de dónde van a sacar tiempo para participar en un gaztetxe o para aprender euskera?

Centros sociales
Gaztetxe Los intereses antagónicos
La asamblea del Gaztetxe de la Rotxapea denuncia “acoso policial” y llama a participar en la manifestación de este sábado en Iruñea

La política antagonista de la Comarca de Pamplona, entre el Referéndum de la OTAN de 1986 y el 15M de 2011 no se entendería sin los gaztetxes ocupados (Burdindoki, Lore Etxea, Euskal-Jai, por citar solo algunos) y sin los centros sociales autogestionados (Subeltz, Bakearen Etxea, Zabaldi o La Hormiga Atómica, entre otros). Sin embargo, el tiempo histórico ha cambiado notablemente, y los grupos que pretendan aunar contracultura y contrapoder deberán adaptarse a las circunstancias, bajo pena de convertirse en chiringuitos sectarios y autocomplacientes.

En este contexto, el coraje de los jóvenes del Gaztetxe de la Rotxapea ilumina el horizonte. ¿Los fallos evidentes y las sombras de su propuesta? Da igual, de todo se aprende. Y más vale que perseveren, porque sin la acción política vigorosa de jóvenes e inmigrantes, juntas y sin concesiones al muermo de la izquierda responsable... estas latitudes verán germinar el racismo y la xenofobia, exactamente igual que en el resto de pueblos y países occidentales opulentos amenazados por la crisis. Ya hay señales inquietantes, así que menos estatugintza e identity politics jatorras y más Guns of Brixton. Y la próxima vez que muera un negro en la Rochapea durante una detención policial, como ocurrió con Elhadji Ndiaye, a ver si el atasco de los coches, por los cortes de carretera de las sentadas masivas en la huelga general, llega hasta la Foz de Arbayún.

Feminismos
Gune autogestionatuen defentsa, feminismoa eta errepresioa
Orain bi urte feministek Iruñean bide mozketa ekintza ikusgarria egin genuen. Jasotako 25.000€-ko isunari aurre egitea da gaur erronka
Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra en tu cuenta.

Relacionadas

Euskal Herria
Euskal Herria Señalan la inacción del Gobierno vasco en cuidados públicos y su intento de apropiación del discurso feminista
“Queréis robarnos el discurso sin hacer ningún planteamiento real”, ha advertido el movimiento feminista de Euskal Herria en referencia a los Pactos de Cuidados presentados por el Gobierno vasco y navarro.
Viñeta
Elecciones Ecos de actualidad #4
El banquillo preparado para dar juego. Ecos de actualidad es una serie de ilustraciones de Antonio Cantero para Hordago.
Humor
La trascampaña Lo que el ojo no ve de la campaña
La presente campaña electoral vasca, como buen producto de su época, está perfectamente medida para que no pase nada. Al menos en el programa de mano oficial del evento.
InfoIf
InfoIf
14/9/2021 5:51

Gracias por el artículo, ayuda a comprender.la importancia de la gente unida

0
0
Anticapitalistas
Miguel Urbán “En el inicio de Podemos dijimos que sin autoorganización nos iban a hacer mierda... y nos han hecho mierda”
El eurodiputado más longevo de la llamada política del cambio no repetirá en las elecciones de junio. En esta entrevista, repasa los asuntos más importantes del espacio de la izquierda institucional y las perspectivas de futuro de la Unión Europea.
Laboral
Laboral CC OO, UGT y USO rechazan firmar el convenio de Decathlon al no incluir la cláusula de garantía salarial
Decathlon ha firmado el acuerdo con el sindicato mayoritario, SGICD, auspiciado por la propia empresa. El convenio para 2024-26 incluye un incremento salarial del 15%, que recupera la pérdida del 12% de los dos anteriores.
Italia
Italia El gobierno Meloni allana el camino a los antiabortistas
La Cámara de Diputados italiana ha aprobado por amplia mayoría una ley que permite a las organizaciones anti-elección entrar a los centros de asesoramiento público donde acuden mujeres que están pensando en interrumpir su embarazo.
Especulación urbanística
Turistificación Canarias dice basta: activistas organizan una movilización histórica en las islas frente a la turistificación
Precarización, pobreza, desigualdad y dificultad de acceso a la vivienda, así como la enorme contaminación de los espacios naturales causada por el modelo turístico, son algunas de las problemáticas por las que Canarias sale a la calle el próximo 20 de abril.

Últimas

Ley de Memoria Histórica
Memoria democrática La ofensiva legislativa de PP y Vox contra la verdad, justicia y reparación
Las asociaciones memorialistas del estado hacen frente común en la Unión Europea y no descartan acudir a los tribunales para defender los derechos de las víctimas del franquismo.
El Salto n.74
Revista 74 Cuando los algoritmos te explotan: no te pierdas el número de primavera de la revista de El Salto
De cómo los algoritmos y la IA gestionan el trabajo de cientos de millones de personas con ritmos y condiciones del siglo XIX, y de mucho más, hablamos en nuestro número de primavera. Ya disponible para socias y en los puntos de venta habituales.
País Vasco
Los audios del PNV Las presiones de Unai Rementeria a un alcalde: “Le tienes que exigir que se pringue"
Hordago destapa nuevos audios sobre una operación del PNV para torcer el brazo de un funcionario de la administración local y un técnico de la Diputación Foral de Bizkaia y revestir de legalidad contrataciones públicas.
EH Bildu
Elecciones vascas EH Bildu se abre a un pacto abertzale en campaña electoral que no convence al PNV
Los ofrecimientos de la izquierda abertzale han sido constantes estas dos semanas y, frente a ello, los jeltzales han mantenido una postura beligerante. En la práctica, ambos partidos se han entendido en distintas materias.
Personas sin hogar
Personas sin hogar “Una noche por todas sus noches” en protesta por las personas sin hogar en Granada
El cierre de un centro de acogida nocturno en el centro de la ciudad, que acogía a más de 50 personas, ha agravado la ya precaria situación de acogida de las personas sin hogar
Más noticias
Formación El Salto
Formación El Salto Las Otras Economías: hay vida más allá del capitalismo
Entre el 14 de mayo y el 4 de junio, nuestra sección de economía El Salmón Contracorriente desarrolla un curso para aprender y practicar economías alternativas a la dominante.
Cine
Cine RTLM, la radio del odio que alentó el genocidio en Ruanda
Cuando se cumple el 30º aniversario de la tragedia en Ruanda, llega a las pantallas ‘Hate Songs’, que se estrena el viernes 19 de abril, una metaficción que transcurre en los estudios de la emisora controlada por los hutus.
Ciencia
Ciencia Ideología en la ciencia, y en su divulgación
La formación de una ciudadanía crítica también involucra aprender a identificar y cuestionar los componentes ideológicos enraizados en la práctica científica, y en la comunicación de la ciencia hacia los públicos no expertos.
País Vasco
Los audios del PNV El modus operandi del PNV en Mundaka: “Invita a tres personas, el resultado va a ser uno”
Hordago revela grabaciones exclusivas en las que el presidente de la Junta Municipal de la localidad de Busturialdea pide al entonces alcalde, Mikel Bilbao, que favorezca la contratación como asesor externo de un barón del partido.

Recomendadas

Ocupación israelí
Palestina El Salto te ofrece una camiseta para apoyar económicamente a la UNRWA
No cesamos de buscar nuevas vías para visibilizar un mayoritario clamor social que pide un alto el fuego al que apenas se da cabida en el discurso mediático convencional. Todos los beneficios de esta campaña irán destinados a la UNRWA.
País Vasco
País Vasco “En Osakidetza nos la van a dejar morir, vámonos a la privada”
Las listas de espera que reconoce el Departamento de Salud en respuesta parlamentaria no se corresponde con las citas que ofrece. Tampoco hay coincidencia con el dato público del número de médicos que compatibiliza la sanidad pública con la privada.
Cárceles
Carabanchel Tele Prisión, memoria audiovisual de una cárcel
Además de varias películas que se han acercado a la cárcel de Carabanchel, Tele Prisión fue un canal de televisión interno en el que participaron numerosos reclusos y algunos educadores de esa prisión madrileña. Emitió de 1985 a 1987.
Historia
Historia Rubén Buren: “La memoria debe ser aquello que nos construye y nos une como ciudadanía”
El historiador y polifacético Rubén Buren coordina el libro 'La Segunda República', una oportunidad para dar a conocer este periodo a un público no especializado.