El Grupo Mondragón participó activamente en el dispositivo que desalojó ilegalmente Zorrotzaurre

La inundación provocada el miércoles 7 de octubre se produjo en una parcela de titularidad municipal que el Ayuntamiento de Bilbao cederá en uso al Grupo Mondragón para levantar allí el nuevo Bilbao Bizkaia Digital Faktory. Mondragón contrató a la empresa de seguridad y la constructora que sellaron y derribaron parcialmente Consonni.
Demolición Zorrotzaurre
Eider Iturriaga La concejala de Desarrollo Económico Kontxi Claver y el director de Bilbao Ekintza Javier Garcinuño aparecieron junto a otras autoridades cuando se iniciaron los trabajos de derribo.
16 oct 2025 05:01

La inundación de las naves de Consonni y Lancor, en Zorrotzaurre, desencadenó un operativo de desalojo en el que participaron el SMUS (Servicio Municipal de Urgencias Sociales), la Policía Municipal, una empresa de seguridad privada y la constructora Urbhaus, ambas contratadas por el Grupo Mondragón de acuerdo a fuentes municipales. 

Según ha podido constatar Hordago a partir de diversos testimonios, los accesos fueron sellados y se inició un derribo parcial mientras alrededor de 80 residentes eran desplazados hacia recursos de emergencia repartidos por distintos puntos de la ciudad. La empresa de seguridad —contratada por el entramado cooperativo del Grupo Mondragón— tenía previsto comenzar su actividad el 1 de octubre, pero la información publicada por este medio pospuso toda la operación hasta el día 9, después del sabotaje al sistema de agua que provocó la inundación del pabellón de Consonni.

Sabotaje agua consonni
El agua brota a borbotones por un codo roto de la red sanitaria de Consonni inactiva desde hace casi tres años y reactivada repentinamente la víspera del desalojo

Todo ello tuvo lugar en una parcela municipal que el Ayuntamiento prevé ceder para la construcción del Bilbao Bizkaia Digital Faktory, una de las piezas clave del denominado Mondragón District. El choque entre el relato institucional que habla de un operativo de “emergencia y seguridad”, contrasta con las denuncias de los y las militantes agrupadas en torno a Bilboko Kaleko Afari Solidarioak (BKAS) para los que se trata de un desalojo encubierto ejecutado bajo cobertura institucional.

La empresa de seguridad, encargada de impedir el regreso de las personas desalojadas, y la constructora Urbhaus que ha iniciado el derribo parcial fueron contratadas por el Grupo Mondragón

Según ha sabido Hordago, tanto la empresa de seguridad, encargada de impedir el regreso de las personas desalojadas, como la constructora que trató de acceder con un camión y una pala excavadora el jueves 9 de octubre —apenas un día después de la inundación— fueron contratadas por el Grupo Mondragón. El camión fue inicialmente frenado por activistas de BKAS y de Errondoko Gaztetxea, presentes desde primera hora porque los residentes aún no habían podido recoger sus pertenencias.

Sin embargo, esa misma noche, tras el despliegue de seis furgones policiales que aseguraron el perímetro, el vehículo accedió finalmente al recinto. Con esa cobertura, se iniciaron trabajos de derribo parcial, tal y como acreditan fotografías y vídeos verificados por este medio. Actualmente se encuentran ejecutando trabajos de limpieza que garanticen “la demolición limpia”. 

integrarse consonni
Una pala excavadora derriba una pared y deja al descubierto una habitación decorada con un mural del Athletic. “No quieren integrarse”.

Cronología de los hechos: de la inundación al desalojo

Fuentes consultadas confirman que la empresa de seguridad privada contratada por el Grupo Mondragón tuvo un papel central desde las primeras horas del operativo el jueves al mediodia. Sus agentes llegaron a la zona poco después que el equipo del SMUS (Servicio Municipal de Urgencias Sociales), con Asier Alustiza y Ohiane Ruiz al frente, cuando los jóvenes desalojados fueron instados a presentarse en las oficinas del SMUS en Abando como vía para abandonar voluntariamente la nave sin explicitarlo como tal.

A partir de ese momento, la empresa de seguridad contratada por Mondragon limitaba el acceso a la nave a aquellas personas que tuvieran una fotocopia repartida por el SMUS y constaran en la lista que había elaborado este servicio municipal a partir de una redada nocturna de la Policía Municipal. 

Ese mismo día, cuando las personas expulsadas estaban ausentes, la constructora contratada por el grupo cooperativo trasladó materiales de obra, en principio para tapiar los accesos. Según relataron los propios operarios “se valoró que lo más conveniente era derruir la planta baja para evitar riesgos y nuevas ocupaciones”.

“Esto no fue una evacuación, fue un desalojo encubierto con maquinaria privada y cobertura institucional, el Ayuntamiento lo sabía, el Grupo Mondragón participó y los afectados se enteraron cuando ya era tarde”

De acuerdo con los testimonios recogidos por Hordago, la inundación comenzó el miércoles, poco después del mediodía, tras el sabotaje de una tubería y la posterior apertura de las llaves de paso del sistema sanitario. Durante más de diez horas, el agua a presión anegó la planta baja de Consonni mientras hasta dos salidas de los bomberos encontraban impedimentos para actuar y cuadrillas de técnicos del Ayuntamiento daban vueltas por allí hasta marcharse dejando la fuga como estaba.

Esa misma noche intervino la Policía Municipal, pero ante la presencia de los bomberos se retiraron. Ya a la mañana siguiente, el SMUS regresó acompañado por la empresa de seguridad vinculada al Grupo Mondragón y otro grupo de hombres en vehículos de gran dimensión que no se identificaron en ningún momento. 

El acceso permaneció sellado durante toda la jornada y, ya por la tarde, se descargaron materiales de construcción. Aunque oficialmente el objetivo era “tapiar por seguridad”, la empresa reconoció después que se barajaba la demolición parcial. La operación se completó con un dispositivo de vigilancia permanente para impedir el retorno de los habitantes del pabellón. “Esto no fue una evacuación, fue un desalojo encubierto con maquinaria privada y cobertura institucional”, resume una fuente presente aquel día. “El Ayuntamiento lo sabía, el Grupo Mondragón participó, y los afectados se enteraron cuando ya era tarde”.

Consenso sobre el desembarco de Mondragón en Zorrotzaurre

La influencia del Grupo Mondragón atraviesa buena parte del tejido institucional vasco. Su condición de emblema del cooperativismo nacional e internacional le ha permitido actuar con margen en ámbitos donde la línea entre lo público y lo privado se difumina. Tanto el PNV, por su apuesta por la “economía del conocimiento”, como EH Bildu, que reivindica un modelo de “soberanía productiva”, mantienen vínculos estrechos con el grupo cooperativo.

Una fuente que ha seguido de cerca los proyectos de Zorrotzaurre resume así esta ambigüedad: “Nadie se atreve a señalar a Mondragón. Ni el PNV, que lo usa como motor económico, ni EH Bildu, que lo legitima como alternativa al capitalismo clásico. Pero la realidad es que hoy actúa como una corporación más, con los mismos intereses inmobiliarios”.

Hay un pacto tácito de silencio tras la inundación y el desalojo, cuando el Ayuntamiento se limitó a calificar los hechos de “situación de emergencia sobrevenida” y Mondragón entraba con maquinaria y material de obra

Este pacto tácito de silencio ha sido visible también tras la inundación y el desalojo. Ningún grupo político ha pedido una investigación formal. El Ayuntamiento se limitó a calificar los hechos de “situación de emergencia sobrevenida”, mientras las empresas contratadas por Mondragón avanzaban en el terreno con maquinaria y material de obra.

El papel del Grupo Mondragón en la transformación de Zorrotzaurre va mucho más allá de este episodio. El conglomerado cooperativo lleva años ampliando su presencia en la isla dentro del eje de “innovación y emprendimiento” impulsado por el Ayuntamiento de Bilbao y la Diputación Foral de Bizkaia. Muy cerca de las naves hoy amenazadas, opera ya el campus As Fabrik de Mondragon Unibertsitatea, ubicado en una antigua fábrica de tornillos. En ese mismo edificio opera también el Centro de Promoción Empresarial de Mondragón, donde se incuban startups y proyectos tecnológicos vinculados a su red de cooperativas.

El próximo Bilbao Bizkaia Digital Faktory, proyectado sobre los terrenos de los antiguos pabellones de Lancor y Consonni, se presenta como la joya de esa expansión: un polo de innovación digital orientado a atraer talento joven y reforzar el ecosistema cooperativo de empresas tecnológicas. En su presentación oficial se habló de “un espacio compartido entre instituciones, cooperativas y startups” y de “un modelo de desarrollo sostenible basado en el conocimiento y la colaboración”.

Sobre las ruinas de Consonni y Lancor Mondragón Corporación prevé invertir unos 20 millones de euros en dos nuevos edificios que albergarán las actividades de sus centros tecnológicos Ikerlan y Vicomtech

El proyecto repite la fórmula ya aplicada con As Fabrik: una alianza público-privada que combine la cesión municipal, financiación europea y el impulso del grupo cooperativo. Ese modelo se estrenó en la propia isla, donde Mondragon Unibertsitatea abrió su campus en el edificio Beta 2, una antigua nave de los años cincuenta rehabilitada dentro del programa europeo As Fabrik, financiado con 12,4 millones de euros del Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER) y auspiciado por el Ayuntamiento de Bilbao. Allí estudian varios centenares de alumnos de grados y másteres vinculados a la ingeniería, la analítica de datos y las humanidades digitales.

En el caso de Consonni y Lancor, Mondragón Corporación prevé invertir unos 20 millones de euros en dos nuevos edificios que albergarán las actividades de sus centros tecnológicos Ikerlan y Vicomtech, dedicados a la inteligencia artificial, la robótica, la mecatrónica y los sistemas energéticos inteligentes. Ubicado en la parcela RZ-10, el complejo se construirá sobre el solar de los antiguos pabellones, con volúmenes de 7.526 y 4.281 metros cuadrados: el primero acogerá Mondragon Unibertsitatea e Ikerlan, y el segundo, promovido junto al Parque Tecnológico de Euskadi, será la sede de Vicomtech. El grupo prevé que el conjunto esté operativo en un plazo de dos años.

Bilbao
El Ayuntamiento de Bilbao desaloja Zorrotzaurre sin garantías de habitación para sus habitantes
En pleno proceso de desalojo, denuncian un sabotaje y la apertura de la llave de paso en las tuberías que ha terminado inundando Consonni, uno de los pabellones de Zorrotzaurre donde residían decenas de personas y ahora en proceso de demolición.
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