Justicia
Un juzgado de Granada llama a declarar a Juana Rivas por sustracción de su hijo menor

El juzgado de Instrucción 4 de Granada ha remitido este jueves una providencia a Juana Rivas para que declare como investigada por un presunto delito de sustracción de su hijo menor al padre. Según ha informado Europa Press, el juzgado le ha citado a declarar el próximo 30 de octubre, a las 10,00 horas, como investigada después de que, el pasado 24 julio, la Audiencia Provincial estimara parte del recurso planteado por el italiano Francesco Arcuri contra el archivo de una denuncia que presentó contra su expareja y madre de sus hijos por la presunta comisión de un delito de sustracción de menores. Arcuri deberá declarar como denunciante el 22 de septiembre a la misma hora. Cinco días después de que comience el juicio penal en Italia, previsto para el 18 de este mes, que le encausa como investigado por un presunto delito de maltrato habitual, físico y psicológico, a sus hijos.

Los abogados de Francesco Arcuri interpusieron en mayo una querella contra Juana Rivas por presuntos delitos de sustracción de menores y maltrato habitual en el ámbito familiar, le acusaban de incumplimiento de la orden dictada por un tribunal italiano en febrero que instruía que Daniel, de 11 años, volviera con su padre, quien ostenta la custodia. La jueza del juzgado de Instrucción 4 de Granada inadmitió la denuncia en ese momento y la archivó. En julio,la Sección Segunda (Penal) de la Audiencia Provincial estimaba parte del recurso de apelación planteado por el equipo jurídico de Arcuri contra el archivo de su denuncia, en concreto ordenó investigar la presunta comisión de un delito de sustracción de menores, mientras que desestimó la parte de la presunta comisión de maltrato habitual y lesiones psicológicas en el ámbito familiar.

Cronología

El 3 de diciembre del año pasado la Fiscalía italiana acusaba a Francesco Arcuri de “haber maltratado a sus hijos menores, sometiéndoles a violencia física, vejaciones, injurias y amenazas” y presentaba un escrito describiendo la acusación ante el Tribunal de Apelación de Cagliari. En estos días, Gabriel, el hijo mayor de Juana Rivas, que vive con su madre en Maracena por voluntad propia ya que tiene la edad legal para elegir, publicó un vídeo en el que narraba “lo que está sucediendo y no debería suceder” y pedía ayuda para sacar a su hermano del “infierno en el que estaba”. 

Daniel, cuya custodia completa está a cargo de su padre en Italia, viajaba días después hasta Granada para pasar la navidad con su madre y su hermano. Juana Rivas y Gabriel denunciaron días después de su llegada a Arcuri por amenazas, coacciones y mensajes intimidatorios. En la denuncia relataban cómo Daniel les había confesado que su padre profirió múltiples amenazas y frases intimidatorias con la intención de que el testimonio del menor se ajustara a sus indicaciones en el procedimiento sobre su custodia en Italia. En una nota de prensa remitida por el equipo jurídico de Juana, resaltaban que Daniel le profería un miedo terrible a su padre y temía por su propia vida en caso de volver a Italia con él y pedía ayuda para poder quedarse a vivir en España con su madre y hermano.

El 7 de enero, la misma jueza del juzgado de Instrucción 4 de Granada tras una exploración, la primera vez que la judicatura española escuchaba a Daniel, dictaminó que el relato del menor era lo suficientemente “serio y convincente en la expresión de la situación de temor por su seguridad y peligro extremo para su integridad física que siente padecer en caso de retorno con su padre a Italia” y dictó medidas cautelares para que Daniel permaneciera en España. 

El 16 de julio, el Juzgado de Primera Instancia número 3 de Granada ratificó la orden que obligaba a Juana Rivas a disponer “de inmediato que el menor Daniel regrese a Carloforte a la residencia de su padre” para dar cumplimiento al decreto de febrero de este año de la Corte de Apelación de Cagliari que ratificaba la custodia del menor al padre y acordó la entrega para el 22 de julio. Este día, y ya en el punto de encuentro familiar, la entrega se retrasó hasta el viernes, 25 de julio, porque Daniel mostró su negativa a marcharse con Arcuri. El menor, antes de acceder al edificio dijo entre lágrimas: “Me va a matar como vuelva, no puedo volver, son muchos años que intento estar aquí y no me deja en paz”. Tres días después volaba con su padre a Italia.