Junta de Andalucía
Moreno Bonilla apuesta la recuperación andaluza a los fondos europeos

Perfil dialogante. Tono conciliador. Andalucismo moderado. El presidente de la Junta de Andalucía, Juan Manuel Moreno Bonilla, acudía ayer y anteayer a la cámara andaluza al debate sobre el estado de la autonomía para continuar su estrategia de feijooización. Pero sin la mayoría absoluta del líder gallego, Moreno Bonilla mantiene por la vía de los hechos su pacto con la ultraderecha de Vox mientras sus palabras exigen a la oposición un 'o conmigo o contra Andalucía' aprovechando la debilidad de unas izquierdas enfrascadas en conflictos internos y divididas entre sí para disputarles el espacio andalucista y aparecer como garante de estabilidad.

De la obsesión por “reducir la burocracia” a la obsesión por los fondos europeos. El presidente de la Junta ha marcado con claridad su prioridad para los próximos meses. Conseguir 23.000 millones de los muy cotizados fondos de recuperación europeos. Una meta no pequeña, porque representan el 32% de lo que le corresponde al Estado español a fondo perdido. PP y Ciudadanos enarbolan los argumentos clásicos de Andalucía para hacer valer su peso: población, PIB y nivel de desempleo. Si bien, el otro peso, el político, de Andalucía en Madrid cotiza a la baja y la mayor oposición a esa propuesta la encuentra Moreno Bonilla en su propia casa, en su presidente Pablo Casado, de gira europea para cuestionar al Gobierno Central y dificultar el acceso a dichos fondos. Claro que ¿fondos para hacer qué? Ahí, PSOE y Adelante Andalucía le devuelven a Moreno Bonilla el ofrecimiento de diálogo, en una conversación iniciada a sabiendas de que no habrá acuerdos. La política de bloques continúa fuertemente asentada en el Parlamento andaluz.

“Si quiere nuestro apoyo, con transparencia y rigor, haga un monográfico aquí en este parlamento, traiga los proyectos, entre todos los debatimos y entre todos los consensuamos” le responde Susana Díaz al presidente Moreno Bonilla al reclamo de consenso en torno a sí sobre los fondos europeos. El desenlace: una resolución del Parlamento andaluz presentada por el Partido Popular para reclamar al Gobierno Central el 32% de la tarta europea. El PSOE se queda solo en el voto en contra. Ni diálogo, ni acuerdo.

“La estabilidad parlamentaria se la ha dado el grupo Vox en Andalucia” recordaba la ultraderecha al presidente andaluz

Unos fondos europeos que se convertirán en imprescindibles para sostener la recuperación socioeconómica andaluza ante el anuncio de Moreno Bonilla de una no subida de impuestos en los nuevos presupuestos. El presidente ha tirado de argumentario liberal “bajan los impuestos, aumenta la actividad, aumenta la recaudación” para justificar la congelación impositiva en un momento de grave crisis en el que incluso organismos internacionales como el FMI reclaman más impuestos para financiar la recuperación. El presidente de la Junta entiende que este extremo ya se produce, amparándose en que “tras la supresión del Impuesto de Sucesiones y Donaciones hay 126.000 contribuyentes más en Andalucía, de los que 9.000 tienen rentas de más de 60.000 euros. La recaudación ha aumentado en 650 millones. Por cada euro que se ha dejado de recaudar por el Impuesto de Sucesiones y Donaciones, hemos recaudado cuatro por IRPF”. Y promete el presupuesto andaluz más alto de la historia autonómica, 40.000 millones, un 3% más, a la espera de conocer la letra pequeña de dónde saldrá el dinero.

En el plano legislativo, en la hoja de ruta marcada por Moreno Bonilla solo figura una ley y dos modificaciones. Una nueva ley de infancia y adolescencia y las modificaciones de la ley de sostenibilidad del territorio y de función pública. Ante el reproche de la portavoz de Adelante Andalucía, Angela Aguilera, el presidente de la Junta ha regresado con el argumentario liberal. “Andalucía es un de las autonomías que más legislación tiene, lo que genera más dispersión normativa y más problemas a la administración y el administrado. Hay que simplificar y aclarar”. Ese simplificar y aclarar el gobierno PP-Cs lo llevó al extremo cambiando 26 leyes en un solo decreto ley, una medida criticada por el Defensor del Pueblo Andaluz y que ha supuesto una coalición de rechazos que ha llevado a la medida estrella del gobierno andaluz ante el Tribunal Constitucional. Y de hecho, uno de los proyectos impulsados por esa nueva agilidad administrativa, la ampliación de CEPSA, calificado de “estratégico” por la Junta para “un impulso preferente en la tramitación administrativa de los permisos” esta siendo investigada por la Fiscalía bajo acusación de delito urbanístico.

La Fiscalía investiga la ampliación de CEPSA en el Campo de Gibraltar

Alfonso Torres

Campo de Gibraltar

La Fiscalía investiga la ampliación de CEPSA en el Campo de Gibraltar

Alfonso Torres

El ayuntamiento de San Roque, tras denuncias de los ecologistas, multa a la multinacional por infracción urbanística grave con 1.900.000 euros por exceder en 154.007 metros cúbicos la excavación prevista. El proyecto está catalogado como “estratégico” por la Junta pero no cuenta aún con estudio de impacto ambiental del Gobierno Central.

Quizás por eso, en lugar de leyes, Moreno Bonilla presentó hasta una decena de planes y estrategias en muy diversas materias: mayores, aeroespacial, movilidad, turismo, empleo, agricultura. Mucho gobierno y poco parlamento.

Claro que acudir en demasía al Parlamento andaluz le recuerda a Moreno Bonilla a quién le debe su presidencia. “La estabilidad parlamentaria se la ha dado el grupo Vox en Andalucia” le decía con toda claridad el portavoz de la ultraderecha Manuel Garrido. “No se puede ser amigos y socios de todo el mundo” insistían. “Moderación y pactar con la ultraderecha es incompatible” contestaba Susana Díaz. La voz unida que Moreno Bonilla exige para reclamar los fondos europeos se quiebra cuando su socio parlamentario Vox interviene. Pues PSOE y AA no estarán en ningún acuerdo con Vox. Y Vox le cobrará caro a Moreno Bonilla que se salga de la senda de pacto de las tres derechas.

Sabedor de que sus pactos con la oposición no existen, el presidente de la Junta, ahondando en su discurso de perfil dialogante y moderado, enarboló los tres acuerdos con agentes sociales que ha firmado en los últimos meses. El de recuperación firmado con patronal y sindicatos. El pacto sectorial en educación apoyado por tres de los cinco sindicatos mayoritarios. Y más recientemente, el frente común con la patronal agraria para reclamar la PAC para Andalucía. Obvia el presidente que la secretaria general de Comisiones Obreras, Nuria López, suspendía esta misma semana al gobierno andaluz en la gestión de la pandemia y criticaba la perspectiva de un presupuesto continuista. La UGT por su parte no se sumó al acuerdo educativo, que contó además con una huelga en contra convocada por CGT y otros sindicatos minoritarios.

Sin plan legislativo ni subida impositiva, la recuperación andaluza se votará en Madrid y en Bruselas, no en el Hospital de las Cinco Llagas, sede de la soberanía andaluza.

Choques por la atención primaria

Las intervenciones de la oposición han situado a sanidad y educación como las otras dos grandes materias protagonistas del debate de la comunidad junto a los fondos europeos. En su discurso inicial, Moreno Bonilla lanzaba una hondonada de cifras para defender su gestión. En sanidad, 2.300 millones extra, 9.000 rastreadores, 16.050 profesionales sanitarios más que en 2018. En educación, el 96% de los centros escolares libres de COVID, inversión extra de 600 millones, 8.000 docentes más incorporados este curso.

Susana Díaz decidía combatir el exceso de números de Bonilla con testimonios de la calle, de las trabajadoras de la sanidad y la educación. “Vayamos a la realidad que diariamente viven los andaluces, que dista bastante lo que nos trasmiten cada día por todos los rincones de Andalucía con los hitos históricos a los que usted ha hecho referencia” decía, e incidía en que la autonomía tiene a 13.000 sanitarios contagiados por Covid-19 y se sitúa a la cola en pruebas PCR.

La intervención de Díaz perseguía un doble propósito: reconectar con una mayoría progresista que se abstuvo en diciembre de 2018 y con una militancia socialista de la que depende para sostener un liderazgo cuestionado

Las colas frente a los centros de salud, que se han convertido en imagen frecuente de los últimos meses ante la saturación telefónica de Salud Responde, servían a la líder socialista para confrontar con el popular y situarlo “fuera de la realidad”. A la mañana siguiente, mientras PP y Cs intervenían en la tribuna, CanalSur se acercaba a un centro de salud de Triana y el testimonio de un andaluz en cola afirmando que había tenido un contacto Covid pero tenía que arriesgarse a ir a la puerta del centro médico parecía dar la razón a la socialista.

La estrategia del principal partido de la cámara era clara. El portavoz parlamentario del PSOE, José Fiscal, la ponía negro sobre blanco, por si alguien estaba despistado. “Nos erigimos en portavoces de lo que piensa la calle” afirmaba ayer. La expresidenta es consciente de que su fracaso pasado y su posible éxito futuro tienen un elemento en común: la desconexión/conexión con sus bases. Por eso la intervención de Díaz perseguía un doble propósito: reconectar con una mayoría progresista que se abstuvo en diciembre de 2018 y con una militancia socialista de la que depende para sostener un liderazgo cuestionado.

Miles de estudiantes se quedan sin comedor escolar en Andalucía

Susana Sarrión

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Educación pública

Miles de estudiantes se quedan sin comedor escolar en Andalucía

Susana Sarrión

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126 centros educativos públicos andaluces han empezado este curso sin servicio de comedor, lo que afecta a alrededor de 12.000 menores, incluyendo niñas, niños y adolescentes del Plan SYGA, que es una ayuda alimentaria para los más vulnerables.

“Tiene un problema, y es que tiene pasado”. La herencia recibida fue la respuesta estándar del presidente a la líder de la oposición, con la salvedad del problema de los 12.000 estudiantes sin comedores escolares, en el que sí profundizó en detalles, asegurando que la solución llegaría en el mismo mes de octubre. “Estamos solucionando un problema heredado, para variar”.

¿Revolución o postureo verde?

Moreno Bonilla también ha presumido de políticas medioambientales, las cuales han quedado directamente bajo su batuta tras el reciente y menor cambio de gobierno y la desaparición de la consejería de Medio Ambiente que inauguró la legislatura conservadora.

El anuncio más relevante, por lo simbólico, de este bloque ha sido que el próximo presupuesto de la Junta recogerá una partida para derribar el Algarrobico, un contencioso histórico del ecologismo andaluz. El presidente andaluz lo ha calificado de “atentado que jamás se tuvo que producir” y de “una cicatriz, una herida, que lleva demasiado tiempo en el corazón de la provincia de Almería”. Para Moreno Bonilla este derribo es “una demostración palpable de un cambio real en el modelo de política medioabiental de Andalucía” aunque soslaya en esa valoración la autorización que su gobierno ha dado de otro hotel, también en el Parque Natural de Cabo de Gata-Níjar, en este caso en la playa de los Genoveses. Una contradicción que sitúa, para los colectivos ecologistas, al gobierno andaluz en el “postureo ambiental”.

El ladrillo que araña el Cabo de Gata

Sara Plaza Casares

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Urbanismo

El ladrillo que araña el Cabo de Gata

Sara Plaza Casares

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Desde que se declarara Parque Nacional, en 1987, el espacio ha sufrido diferentes envites recalificadores. Hoy las organizaciones conservacionistas miran con miedo la autorización de un hotel frente a Genoveses.

De hecho, el medioambiente fue uno de los principales puntos de choque entre el presidente y la portavoz de Adelante Andalucía, Angela Aguilera, del sector Anticapitalista. “¿Qué va a hacer usted con Fertiberia? ¿Condenar a esa población a vivir con esos lodos, 120 millones de toneladas de residuo del ácido sulfurico?. Ustedes van a tragar y van a consentir” acusó la portavoz. “Ustedes creen que hay banderas que son monopolio de la izquierda, yo no tengo derecho a hablar de medioambiente ni de la revolución verde. Somos los que precisamente hemos hecho el presupuesto más alto de Doñana. Mucho hablar y poco hacer, es el problema de la izquierda” respondía Moreno Bonilla, mientras desde la bancada popular apuntaban hacia el Gobierno Central por conceder la autorización ambiental en el caso de los fosfoyesos onubenses.

Angela Aguilera criticó que se hayan eliminado los límites para la concertación de FP y Bachillerato “un gran negocio para empresas privadas como las que fundó Imbroda”

La portavoz de Adelante Andalucía denunciaba también el “modelo caduco, el de Aznar de los 90” que supone la reforma de la ley de sostenibilidad del territorio que entrará en la cámara para su trámite parlamentario antes de final de año, anunció el presidente. “Una auténtica revolución en la ordenación del territorio andaluz” que se justifica, de nuevo, por razones de reducción burocrática y atracción de inversiones. “Un necesario cambio normativo para agilizar los procedimientos y garantizar la adaptación de los planeamientos a las circunstancias socioeconómicas” argumenta el gobierno PP-Cs. “El proyecto de las derechas no ha visto paralizado su proyecto por la crisis del covid 19, ha sido el escenario perfecto para acelerar las reformas neoliberales en detrimento de lo publico” analizaba Aguilera, invocando los conceptos de capitalismo del desastre y doctrina del shock acuñados por la intelectual estadounidense Naomi Klein. 

La excusa perfecta para arrasar el litoral andaluz

Helios Escalante

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Especulación urbanística

La excusa perfecta para arrasar el litoral andaluz

Helios Escalante

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Al igual que otras administraciones autonómicas, el Gobierno andaluz ha tomado medidas de desregulación ambiental y urbanística amparándose en la necesidad de reconstrucción económica. Las organizaciones ecologistas y sociales temen una vuelta a la economía del ladrillo.

En materia educativa, Aguilera le preguntó al presidente cómo podía mantener al consejero Imbroda en el puesto al instalar al departamento “en la polémica permanente” y criticó que hayan aprovechado para eliminar los límites de la concertación en FP y Bachillerato “un gran negocio para empresas privadas como las que fundó Imbroda”.

Ante las críticas de menor a mayor intensidad en el tono de Angela Aguilera, Moreno Bonilla metía el dedo en la llaga, aprovechando la pelea interna que mantienen Anticapitalistas e Izquierda Unida. Ponía encima de la tribuna que durante el bipartito PSOE-IU la tasa AROPE pasó del 6,3% al 7,4 en la autonomía. “Cuando han tenido oportunidad de gobiernar, no han sido un ejemplo a seguir. Ansiarán reeditar ese pacto, caminan hacia eso, un acuerdo entre multiples confluencias, la única oportunidad de Susana Díaz, un gobierno radical de izquierdas” atacaba Moreno Bonilla. El tono conciliador llegaba a su fin.