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Política
La división de Podemos y el todo o nada de Sumar en la negociación amenazan la lista única en Euskadi
Varias semanas de negociación aún no han dado como resultado una lista única de la izquierda federalista vasca para las elecciones autonómicas, con fecha todavía por determinar. Tras concurrir unida en las pasadas elecciones forales y municipales bajo la consolidada coalición Elkarrekin -entonces sin incluir a la formación de Yolanda Díaz-, los partidos que la integran deben ahora adaptarse a la nueva correlación de fuerzas para aprovechar electoralmente el declive de la hegemonía del PNV. Pasan los días y, a pesar de la insistencia de los integrantes con menor representación, Ezker Anitza-IU y Berdeak-Equo, las direcciones de Podemos Euskadi y Sumar Mugimendua siguen encalladas. Se responsabilizan mutuamente de la falta de avances para formar una coalición y enarbolan relatos discordantes para disculparse por no alcanzar la unidad.
En los últimos días, las dos formaciones que se juegan su futuro han hecho declaraciones altisonantes en los medios de comunicación y han sentado los mimbres, mediante rumores, de una posible concurrencia por separado. La coordinadora general de Podemos Euskadi, Pilar Garrido, afirmaba que su partido “se pone a hacer campaña con sus candidatos, y empieza a hablar de política”. Y añadía: “Lo que tenga que venir, será”. Por su parte, el portavoz de Sumar Mugimendua, Andeka Larrea, ha asegurado que Miren Gorrotxategi “no sería una candidata de consenso”, a pesar de que los morados ya han aceptado que su liderazgo sea compartido con la cabeza de lista designada por Sumar, Alba García. La insistencia en esta discrepancia, en gran parte superada, no le impide afirmar que “las militancias de las organizaciones nos empujan al escenario de la unidad y nos piden entendernos”.
Sumar Mugimendua insiste en que Miren Gorrotxategi “no sería una candidata de consenso”, a pesar de que los morados ya han aceptado que el liderazgo sea compartido con su cabeza de lista Alba García
Los dos partidos justifican el parón negociador por la falta de respuesta de la otra parte a su última batería de condiciones, a pesar de reconocer desde ambos lados que existen avances importantes para una candidatura común en algunos de los puntos más controvertidos: el orden de puestos en las listas, el peso decisorio en los órganos de la coalición a cuatro partidos e, incluso, en las posibles portavocías tanto de la campaña electoral como del futuro grupo parlamentario.
A partir de ahí, persisten algunos problemas que lastran la negociación desde sus inicios y que siguen sin resolverse. Los dos más importantes son el riesgo de que las direcciones estatales puedan torpedear el posible acuerdo, en línea con la guerra abierta que mantienen en el Estado desde su ruptura hace varios meses debido a la marcha de Podemos al Grupo Mixto en el Congreso, y la supuesta corriente de opinión existente entre las bases de ambas formaciones sobre la indeseabilidad de cooperar con la otra parte. Además, las negociaciones en Euskadi se ven lastradas por el precedente gallego, donde las bases de Podemos decidieron acudir a las elecciones que se celebran este mes por separado.
Podemos Euskadi
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La principal preocupación de ambas direcciones es, por tanto, el requerimiento en materia de democracia participativa de Podemos, que debería ratificar mediante la votación de sus bases el acuerdo por el que sus dirigentes llevan meses negociando; además de las dificultades organizativas de “una formación atrapada en la demoscopia”, lo que en palabras de un militante destacado de la coalición acarrea que el imaginario de Sumar Mugimendua pueda ser su preferencia a “ser cabeza de ratón mutilado, con dos escaños y el espacio el roto, mejor que segundón de algo más consolidado”.
Lo que es seguro es que todos estos problemas tienen una matriz, la poca madurez organizativa del partido y su tendencia permanente a la lucha entre facciones políticas internas, que sigue a la orden del día tras más de una década y muchos hombres y mujeres quemadas por el camino. Así lo evidencia, de hecho, la carrera de algunos de sus miembros más destacados, como Lander Martínez y Pilar Garrido, a su vez los dos escollos principales en la negociación de la “coalición en condiciones o muerte anunciada del espacio”.
Auge y caída de Pilar Garrido
Cuando Yolanda Díaz acudió a Bilbao para hacer pública la plataforma Sumar en el verano de 2022, la todavía secretaria general de Podemos Euskadi, Pilar Garrido, declaraba que “tenemos que ir juntas, no podemos defraudar a la ciudadanía”, abogando entonces por “la unidad”. E incluso se dejaba ver en mítines para las elecciones generales acompañando a Yolanda Díaz junto a Lander Martínez.
Pero las cosas se torcieron cuando la unidad se hizo efectiva, durante la campaña para las generales: el mal resultado electoral de la coalición le dejó fuera del Congreso de los Diputados. Ocurrió, además, tras un pacto in extremis que los morados en Madrid tildaron en todo momento de humillante, lo cual complicó el arranque de la coalición, provocando malestar dentro de la formación. Pilar Garrido había estado ocho años en Madrid, primero como senadora y la pasada legislatura como diputada. El fracaso dificultó su voluntad de integrarse en la plataforma Sumar y le hizo intentar recolocarse en la política vasca.
A pesar de su posición como coordinadora general en Podemos Euskadi, había perdido capacidad de incidencia, pues el partido está liderado por Miren Gorrotxategi, como portavoz en el Parlamento Vasco, y David Soto, en las tareas de Secretario de Organización. La negativa de ambos a incluir a Garrido en puestos de salida en las primarias de Podemos para las próximas elecciones autonómicas habría precipitado sus recientes desaires en los medios, poniendo en riesgo la ya de por sí compleja negociación.
La negativa de Gorrotxategi y Soto de incluir a Garrido en puestos de salida en las primarias para las próximas elecciones vascas habría precipitado sus recientes desaires en los medios
Los problemas estructurales de Podemos Euskadi y la imposibilidad de abstraerse de ese clima de confrontación creciente para encontrar un espacio de enunciación electoral propio facilitó que EH Bildu realizara una campaña principalmente centrada en reivindicar los logros de Unidas Podemos en el gobierno, en los que ellos habían votado a favor. Esto hizo saltar por los aires la intención de Garrido de reforzar su liderazgo en el espacio.
Fuera del cálculo electoral y sin cargo institucional, su posición se ha visto erosionada, especialmente en un contexto de dimisiones en cadena, o huida hacia adelante de los dirigentes morados en todos los planos organizativos y territoriales. Cabe señalar que esta es la primera legislatura sin procuradores vascos de Podemos en Madrid, ocho años después de que en coalición con IU y Equo lograrán ser primera fuerza en los cuatro territorios.
En su lugar, la voz que ha ganado más peso en el espacio ha sido Lander Martinez, que apoyó en el plano técnico la gira estatal a Yolanda Díaz, siendo introducido en el aparato orgánico de Sumar posteriormente y consiguiendo la representación por Bizkaia de la formación en las pasadas elecciones generales. Fue el único electo vasco de este espacio político, quedándose fuera del Congreso además de la propia Garrido, que encabezaba la lista en Gipuzkoa, Guillermo Presa, que marchaba por Araba, y la responsable de la Secretaría Internacional de Podemos, Idoia Villanueva, que concurría por Navarra.
Lander Martínez ha perdido a su equipo
Al contrario que Garrido, Martínez se ha mantenido cerca de los espacios de poder en Madrid. Debido a la incipiente y débil organicidad de la plataforma electoral de Yolanda Diaz, la estrategia de crecimiento fue reincorporar a los militantes y cargos políticos de Podemos que se mantuvieron en la dirección del partido cuando la corriente errejonista derribó la primera dirección de Podemos en Euskadi. Entre ellos, el ahora portavoz de Sumar Mugimendua, Andeka Larrea, que le acompañó en la segunda etapa como responsable de comunicación.
Pero la dirección que mantenía Lander Martínez durante la segunda etapa del partido en Euskadi desapareció por completo cuando en febrero de 2020 su candidata, Rosa Martinez, perdió las primarias para concurrir al Parlamento vasco. La victoria de Miren Gorrotxategi devolvió el control del partido al grupo inicial de dirigentes por segunda vez, tras la primera etapa de Roberto Uriarte, donde habían existido desavenencias con la línea impuesta desde Madrid, y que de facto acabó forzando su dimisión.
La balanza parece volver del lado de Martínez, aunque ahora se encuentre en una posición mucho más debilitada que en su anterior etapa. Por ejemplo, Rosa Martínez se ha incorporado al gobierno como secretaria de Estado de Derechos Sociales. Junto con ella, el entonces parlamentario de la coalición Elkarrekin Podemos por parte de Berdeak-Equo, José Ramón Becerra, es desde hace pocas semanas director general de Derechos de los Animales del mismo Ministerio.
También ha ido a parar allí la ex-secretaría general del partido morado, Nagua Alba, que acaba de ser nombrada recientemente coordinadora de campañas del mismo Ministerio. La donostiarra fue, junto al bilbaíno Eduardo Maura, parte del núcleo fundador de Podemos en Madrid. Tras abandonar el liderazgo de la formación en Euskadi para centrarse en sus labores de diputada por Gipuzkoa en el Congreso, acabó pidiendo el voto para EH Bildu en su ciudad natal.
“Además de formalizar lo ya planteado hace días sobre los puestos de salida en las listas y las portavocías, falta terminar de acordar los contrapesos en el órgano de dirección de la coalición y el reparto de los recursos económicos”
Además, en las pasadas elecciones generales Martínez todavía contaba con perfiles que fueron importantes en su anterior etapa al frente de Podemos Euskadi, como la que fuera parlamentaria vasca, Cristina Macazaga, que se distanció del proyecto Sumar Mugimendua tras el verano, aparentemente, debido a desavenencias con la dirección. Tampoco cuenta con la que fue su estrecha colaboradora Carolina Uribe, después concejala de Podemos en Getxo y en su día encargada de comunicación y redes sociales.
El resto del grupo más afín a Martínez también se ha visto menguado en los últimos meses, quedando reducido al propio Martínez y a unos pocos allegados más, entre los que estarían Yahcov Ruiz y los ya citados Andeka Larrea y Edurne Garcia. Como muestra la reciente rueda de prensa protagonizada por estos últimos, reflejando una situación de debilidad al rechazar las primarias unitarias. “Todos los partidos hemos acordado que preferimos utilizar nuestros propios procesos democráticos para proponer candidaturas y llevarlas luego a la negociación”, afirmaban.
A estas horas, además de formalizar lo ya planteado hace días sobre los puestos de salida en las listas y las portavocías, terminando de acordar los contrapesos en el órgano de dirección de la coalición y el reparto de los recursos económicos, el gran escollo es garantizar que las direcciones estatales no se involucren y se den condiciones satisfactorias para la votación de las bases de Podemos Euskadi mediante un acuerdo justo y equilibrado. El tercero en liza, Ezker Anitza-IU, añade que “no pinta bien”, aunque no descartan la posibilidad de cerrar un “acuerdo in extremis que no satisfaga a ninguna de las partes”.
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En la Cadena Ser (o no Ser), ya dicen que Podemos se ha quedado fuera: https://cadenaser.com/euskadi/2024/02/02/coalicion-de-sumar-iu-y-equo-pero-sin-podemos-radio-bilbao/
Comparto el comentario de Sirianta sobre el lastre que la intención de desarrollar una carrera profesional en la política destila el artículo. Paradójicamente, lo menos que se les puede atribuir a los actores del relato es de falta de profesionalidad. Que con programas que podrían ser intercambiables no sean capaces de llegar a ningún acuerdo, da pena.
Lo mejor para las trabajadoras/es es que Podemos se presente son Sumar a las elecciones, esta ultima formacion ha demostrado con creces para que quiere a la gente de Podemos y no es, precisamente, para avanzar en derechos y libertades
Hombre alma de cántaro, Sumar NO tiene nada en Euskadi. Elkarrekin Podemos está más asentado y NO debe de ir (precisamente). . . ¡Con aquellos "tránsfugas", como Lander Martínez! Este pájaro le aprobó el solito los presupuestos del PNV. . .¡Para que siguieran haciendo trampas hasta en los exámenes de Osakidetza!
NO puedes ir con aquellos que te han VETADO, por simple coherencia.
Tras leer el artículo, más o menos por encima, sigo igual de ignorante acerca del tema. Sin embargo, me viene a la cabeza una reflexión que no es nueva: la política no debería ser una profesión, desconfío de las personas que entran en la política y desarrollan ahí su vida laboral. Es solo mi opinión, por supuesto. Me gustaría una sociedad en la que todas las personas fuéramos políticas, todas nos involucráramos -aunque fuera solo de forma temporal- en los entresijos de la organización social, pero sin que se tratase de una actividad exclusiva.