Tribuna
Las multinacionales no sienten cariño, Mercedes tampoco

Desde EQUO Berdeak llevamos varios años reclamando la transición ecológica de la industria vasca del automóvil. Nos va mucho en ello: miles de empleos, el 60% de nuestras exportaciones, el 28% del PIB… Por eso resulta incomprensible que el Gobierno vasco siga mirando hacia otro lado.

Fábrica de coches
Fábrica de ensamblado de coches Argia
Coportavoz y candidato de EQUO Berdeak
30 may 2020 06:00

No por previsible, el drama del cierre de Nissan resulta menos doloroso. Miles de familias que pierden su modo de vida. Trabajadores y trabajadoras que se dejaron la piel en sacar adelante una fábrica, que hicieron suyos los objetivos de la empresa, y que ahora ven cómo esa empresa les da la espalda y les abandona a su suerte.

Es el mercado global, deslocalizado y aséptico el que dicta las normas de quién se mantiene y quién desaparece. Cuando hay una multinacional por el medio, las emociones y los afectos no tienen cabida. Un trabajador puede cogerle cariño a la empresa para la que trabaja, pero ese sentimiento nunca será recíproco.

Los y las verdes llevamos años diciendo que la industria del automóvil es un mercado en declive, que llegó a su cénit en el momento en que la crisis de 2008 dictó un precio de 200 dólares para el barril de petróleo, al tiempo que la gente se quedaba sin ingresos suficientes para comprar y almacenar varios coches por familia.

Según los datos oficiales de la Organización Internacional de Fabricantes de Vehículos a Motor (OICA), entre 2011 y 2019 se han fabricado 13 millones de vehículos más de los que se han vendido, lo que equivale a un excedente anual de 1,5 millones de vehículos. Insostenible, ¿verdad? Yo también lo creo.

No han sido las restricciones medioambientales las causantes del declive del sector. Los sueldos ya no son lo que eran. Además, el coche ya no lleva aparejado un estatus especial entre la gente joven. Prefieren un patinete eléctrico

No han sido las restricciones medioambientales las causantes de este declive. Son los hábitos culturales, que van cambiando. En nuestras ciudades avanza la bicicleta, el vehículo compartido. Los sueldos ya no son lo que eran. Además, el coche ya no lleva aparejado un estatus especial entre la gente joven. Prefieren un patinete eléctrico. Es el mercado, amigo.

Los fabricantes de vehículos están sobreviviendo a este derrumbe a base de ayudas públicas, créditos, fusiones, alianzas, recortes de producción, cierres de plantas… mientras se agarran al clavo ardiente del vehículo eléctrico. Hace dos o tres años la reestructuración de este sector industrial era una necesidad. Ahora mismo, con el destrozo que está provocando el coronavirus en las economías de los países industrializados, es una prioridad ineludible.

Los y las verdes de EQUO Berdeak llevamos varios años reclamando la transición ecológica de la industria vasca del automóvil. Nos va mucho en ello: miles de empleos, el 60% de nuestras exportaciones, el 28% del PIB… Por eso resulta incomprensible que el Gobierno vasco siga mirando hacia otro lado.

Laboral
La marcha de Nissan, una estrategia previa que la pandemia aceleró

La multinacional japonesa automovilística anunció el pasado jueves 28 de mayo el cierre de su principal planta en España. Dejarán en la calle a más de 20.000 personas para continuar así un camino que estaba ya marcado antes de la llegada del virus.

Esta misma semana el lehendakari Urkullu ha anunciado que se van a duplicar las ayudas del Plan Renove para la renovación de vehículos. Tiro errado… agua. ¿Dónde se fabrican los vehículos que compramos en los concesionarios? En Francia, en Alemania, en Japón. Por cada diez euros que gasta el Gobierno en “dopar” el mercado artificialmente, no llegará a dos euros lo que revierta en la economía vasca. Dinero público que cae en saco roto por no tener en cuenta que el estímulo debe de ir ligado a adaptar a los nuevos tiempos el producto que se ofrece, y no a “regalar” lo que el cliente ya no demanda.

Pero es que además el mercado del automóvil es global, y por desgracia sólo una pequeña parte del negocio está en manos vascas. Mercedes no es vasca, tampoco lo es Michelín ni Bridgestone. Son multinacionales con decenas de plantas repartidas por Europa y por el mundo. Mercedes exporta el 85-90% de su producción. El dinero gastado aquí no sirve para darle ni un sólo día más de vida, en caso de que desde Alemania decidiesen bajar la persiana. 

Los gobiernos no están entendiendo nada. O sí, pero no lo quieren explicar. Países como Francia van a rescatar a sus marcas, pero será a cambio de recuperar la producción externalizada en su día hacia la periferia. En materia automovilística, España es “la periferia”. Un país que ha competido a base de salarios bajos para producir coches baratos. Los de alta gama se han seguido produciendo en Alemania, Japón o Estado Unidos. En caso de dificultades, tenemos las de perder.

Por supuesto, esta descripción es de trazo grueso. Es cierto que, en Euskadi, la situación de la planta gasteiztarra de Mercedes no es la misma que la de Nissan. No debemos establecer paralelismos. Pero si algo nos ha enseñado el mercado es que no conviene descuidarse. Las multinacionales no sienten cariño. Mercedes, tampoco.

Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra en tu cuenta.

Relacionadas

Ecologismo
Crisis climática Coches bomba bajo la dana
En caso de catástrofe, a menudo el vehículo privado es una trampa mortal, un peligro público y un estorbo para la supervivencia
Opinión
Lanaren Ekonomia Euskal Herriko industria-politikak norabide aldaketa behar du
VV.AA.
Eusko Jaurlaritzaren azken hamarkadetako utzikeriak deslokalizazioak, itxierak eta sektore ezberdinek gainbehera egitea ekarri du, eta horiek berreskuratzeko eta garapen eredu iraunkorra sustatzeko norabide aldaketa behar dugu.
Lanaren Ekonomia
Lanaren Ekonomia Industria-politika eztabaidan
VV.AA.
Lanaren Ekonomiaren 2024-25 denboraldia etxebizitzaren auziarekin hasi ondoren, gaurko saioan industria-politikaren nondik norakoak aztertu ditugu.
#62082
30/5/2020 16:13

No existe algo así como "transición ecológica de la industria vasca (ni alemana) del automóvil". No están mirando para otro lado. Están huyendo hacia adelante. Equo debería de enterarse ya y empezar a hablar claro, porque cuanto más tarde la población en ser consciente de lo que hay, más difícil será prepararse.

1
0
#62051
30/5/2020 7:35

los politicos y sindicaros cerraron Detroit
los politicos y sindicatos españoles estanconvirtiendo España en otro Detroit, no es solo Nisan

1
3
#62103
30/5/2020 22:16

Vd no ha leído nada, ¿verdad? Ha acudido directamente al vomitorio a excretar su arenga. Y además sin entrenar, ni ha revisado lo que escribía antes de darle al intro.

0
0
#62114
31/5/2020 8:54

Lo que hay que hacer es coche eléctrico aqui. Y hay que acondicionar las fábricas. Nissan ahora tiene la oportunidad.

0
1
#62089
30/5/2020 17:32

Detroit lo cerró la mano de obra barata y sin derechos de México. Los dividendos no entienden de patrias amigo.

1
0
Ley de Seguridad Ciudadana
Congreso de los diputados Reforma de la Ley Mordaza: ¿esta vez sí se puede?
Una de las mayores deudas de toda la izquierda del Estado español parece que está a punto de saldarse.
Análisis
Análisis El independentismo se reorganiza, pero ¿sigue siendo independentista?
Los partidos independentistas han sufrido la crisis del procés y el posprocés, y todavía no la han resuelto, sino, a lo sumo, la han aplazado. El PSC aparece como el ganador de una carrera con corredores agotados.
Literatura
Gustavo Faverón Patriau “Quizá la novela sea ahora mismo más relevante que nunca”
El escritor peruano Gustavo Faverón Patriau quería narrar en su nueva novela la historia de un boxeador que no sabía boxear pero tumbaba a sus rivales recitándoles al oído versos de César Vallejo. ‘Minimosca’ acabó siendo un cuentacuentos inagotable.
Galicia
Memoria histórica Así fue como el Patronato de Protección a la Mujer transformó Galicia en un convento de clausura
Las mujeres que cayeron en las redes del Patronato iniciaron un periplo de encierro, humillaciones, abusos y explotación que es desconocido para la mayor parte de la población. Queda hoy en la impunidad de un silencio que tenemos el deber de romper.
Opinión
Tribuna Todas las razones para decir ‘Altri non’
Aquí van unos cuantos motivos para juntarnos este domingo en Compostela y dejar clara nuestra postura frente a un expolio que nos están tratando de imponer disfrazado de progreso, pero que sólo trae beneficio económico a unos cuantos indeseables.
Que no te cuenten películas
Comunidad El Salto Suscríbete a El Salto y llévate seis meses de regalo a Filmin
Estas navidades, haz posible que El Salto llegue más lejos con sus contenidos críticos y llévate de regalo medio año de Filmin. Y si ya tienes Filmin, suscríbete a El Salto y regala el acceso a esta plataforma a quien quieras.

Últimas

Opinión
Opinión Sobrevivir pagando en el Álvaro Cunqueiro
Una de las victorias ideológicas del PP de Feijóo en Galicia ha sido hacernos creer que pagar por servicios esenciales en los hospitales durante el cuidado de nuestros enfermos es lo natural, que no hay otra manera de abordarlo, pero es mentira.
Siria
Oriente Próximo Israel impone hechos consumados sobre Siria para condicionar la transición según sus intereses
“Está escrito que el futuro de Jerusalén es expandirse hasta Damasco”, dijo este octubre el ministro de Finanzas israelí, Bezalel Smotrich, uno de los exponentes ultras del Ejecutivo.
Más noticias
Ocupación israelí
Ocupación israelí Un tercio de los asesinatos de periodistas en 2024 fueron obra del ejército de Israel
Reporteros Sin Fronteras documenta la muerte de 18 periodistas en Palestina y Líbano este año “asesinados deliberadamente por hacer su trabajo” y habla de una “masacre sin precedentes” de profesionales del periodismo.
Crisis energética
Análisis Los aerogeneradores no son molinos, son gigantes
El megaproyecto eólico del Clúster Maestrazgo, punta de lanza del capitalismo verde, destruirá un área natural de alrededor de 1325 campos de fútbol.

Recomendadas

Pensamiento
Sarah Jaffe “En realidad tenemos que hacer menos. E impedir que algunas cosas sucedan”
La escritora y periodista Sarah Jaffe aborda el desengaño cotidiano al que nos aboca el mundo laboral e investiga cómo, a pesar de todo, las personas se organizan colectivamente en sus empleos para que “trabajar apeste menos”.
Ocupación israelí
Palestina Vivir en alerta: la resistencia palestina frente la ocupación israelí
La cruda realidad de las feministas palestinas que, ante la represión y las detenciones arbitrarias, continúan su lucha por la libertad, la justicia y los derechos humanos.
Madrid
Ciudades Fake Madrid, un paseo por los hitos del simulacro
Un recorrido por los grandes éxitos de la conversión de Madrid en una ciudad irreal.