We can't find the internet
Attempting to reconnect
Something went wrong!
Hang in there while we get back on track
Partido Popular
Un PP de Extremadura en convulsión se desangra en Mérida
Menos de tres meses faltan para los comicios locales y autonómicos y la situación de la derecha regional es de tensiones, disensos, rupturas y complejas alianzas que tienen como máximo exponente la capital de la comunidad autónoma, Mérida, donde a fecha de hoy podrían concurrir hasta cinco siglas diferentes de ese campo político. Vox esta vez no contará con su cabeza de lista y rostro más conocido, Ángel Pelayo Gordillo, designado desde Madrid como candidato a la Junta de Extremadura, y en estos momentos se ignora la posible composición de su lista y los puestos de salida (cuenta con dos concejales, el segundo de ellos obtenido por unas docenas de votos y en tiempo de descuento).
De Ciudadanos se habla poco y menos aún se conoce, tras una legislatura donde fueron cayendo los concejales (uno duró únicamente un pleno, el primero), con escasa intervención en la política municipal y con un futuro, según fuentes del propio consistorio “algo más que incierto”. Un espacio, el suyo, que Montserrat Girón Abumalham, concejala de Unidas por Mérida da por “prácticamente amortizado y del que se esperan pocas sorpresas, más allá del destino al que vaya a parar su bolsa de votantes”.
Partido Popular
Política El PP de Mérida se rompe a seis meses de las elecciones
Pero es el Partido Popular el crisol de las tensiones más extremas, con el cobro de viejas deudas, dispersión de liderazgos, abandonos y extrañas vueltas. Por un lado encontramos la candidatura del propio partido, encabezada por Santi Amaro, natural de Montijo, antiguo futbolista y entrenador del Mérida AD, presentado como imagen de juventud y emprendimiento. Sin experiencia ni bagaje político conocidos, es una apuesta de María Guardiola, exconcejala del ayuntamiento de Cáceres y presidenta del partido en Extremadura desde el pasado verano que relevó a José Antonio Monago en el cargo. Guardiola, a su vez, fue designada desde Génova, relegando las eternas aspiraciones de Fernando Pizarro, alcalde de Plasencia los últimos 11 años y que se postuló para encabezar a los populares extremeños con el resultado que queda a la vista. Se retiró de la liza, según sus propias declaraciones, para “no forzar al partido a unas primarias”.
Amaro, por su parte, sustituyó abruptamente a la primera candidata colocada desde arriba, Fátima Mulero, retirada a la semana de su presentación, en diciembre del pasado año, tras unas acusaciones nunca del todo explicitadas acompañadas de lacónicas declaraciones de su madrina política en diversos medios: “no me siento nadie para juzgar a ninguna persona, pero sí que siento la obligación de exigir una conducta ejemplar a toda aquella persona que quiera asumir una responsabilidad pública en este proyecto”.
Es el Partido Popular el crisol de las tensiones más extremas, con el cobro de viejas deudas, dispersión de liderazgos, abandonos y extrañas vueltas
La fallida designación de Mulero, por otro lado, había provocado la renuncia de la gestora provisional del PP en la ciudad, encabezada por Miguel Valdés (candidato in péctore hasta que estalló el conflicto), gestora que se constituyó en el momento de la liquidación política del que fuera alcalde 16 años y concejal 23, el aparentemente incombustible Pedro Acedo.
Acedo, al que todo el mundo reconoce como un “animal político nato”, gobernó cuatro legislaturas con estilo presidencialista y polémico, y en medio de acusaciones por parte de la oposición de irregularidades relacionadas con las empresas Telemérida, la Capital, Selex y Culturex, que hicieron que la propia Fiscalía Superior de Extremadura enviara a los juzgados de Mérida un escrito solicitando acciones penales. Fue la suya una etapa de febril obra pública y las sombras salpicaron al Plan de Ordenación Urbana de la capital.
En 2021, a seis años de que el PSOE lo descabalgara de su puesto como máximo regidor, la dirección del PP en Badajoz lo apartó de la dirección local de Mérida por “dejación de funciones”, tomando Valdés las riendas. Cuatro años llevaba, según fuentes populares, sin reunirse la Junta Local.
X Mérida se llama el experimento y en el mismo se encuentran embarcados todos los dirigentes del PP de la localidad hasta hace unas pocas semanas
Ahora, es este último quien ha anunciado su abandono del PP (ya casi apuntado desde el desembarco fugaz de Mulero), tras sopesar las “propuestas de un grupo de profesionales y empresarios” que habrían solicitado su salto a la lucha electoral enfrentando a las siglas a las que habría hecho, en su día, y como es públicamente reconocido, el “trabajo sucio con Acedo”.
X Mérida se llama el experimento y en el mismo se encuentran embarcados todos los dirigentes del PP de la localidad hasta hace unas pocas semanas. Una fuerza “localista e independiente, que busca el voto desencantado con derecha e izquierda y pretende corregir la marcha de una ciudad en regresión”. Cuenta con el apoyo de algunos medios de comunicación locales, con cierto respaldo empresarial y con parte de la militancia descontenta con el papel de María Guardiola desde su irrupción en la dirección de la organización regional. Guardiola es la apuesta extremeña de Feijoo y, antes, del desaparecido Casado, y ha generado numerosas resistencias en las jefaturas locales y comarcales, en sus círculos de poder, recursos e influencias. Sin duda que Valdés captará voto en el entorno del PP, reducido ya a solo cinco concejales frente a los 13 del PSOE, tres de Cs, dos de Unidas por Mérida y dos de Vox.
Política
Política municipal No prospera en el pleno de Badajoz la reprobación de su alcalde tránsfuga
Y para cerrar el círculo, retorna Pedro Acedo a la escena. Y lo hace, primero, deshojando la margarita de presentarse por un “nuevo partido de centro derecha” que lo “habría reclamado”. Se trataría de Primero Extremadura, una organización que se declaraba “un partido de centro derecha liberal, que defiende la economía, a los empresarios, a los autónomos, a los trabajadores, a los desempleados, a la familia, a los jubilados y pensionistas”. En diciembre de 2022 se descubrió que dicha organización había sido registrada por el propio Pedro Acedo, con sede en un local de su propiedad y dando, como contacto, su propio teléfono.
A pesar de ello, se siguió organizando una lista que él mismo encabezaría y que, en las últimas jornadas, parece que habría encontrado paraguas, en un giro inesperado de los acontecimientos, en la coalición Levanta Extremadura, una amalgama de fuerzas regionalistas que incluye a Cacereños por Cáceres, Cáceres Viva, Extremadura Unida y Extremeños, organización que, rizando el rizo, concurrió en las últimas autonómicas dentro de Unidas por Extremadura, acompañando a IU, Podemos y Equo.
Todas estas extrañas contorsiones emeritenses se acompañan de una crisis abierta en la ciudad de Badajoz, con la designación como candidato del tránsfuga y actual alcalde electo por Ciudadanos, Ignacio Grajera
Todas estas extrañas contorsiones emeritenses se acompañan de una crisis abierta en la ciudad de Badajoz, con la designación como candidato del tránsfuga y actual alcalde electo por Ciudadanos, Ignacio Grajera, pasando por encima de Antonio Cavacasillas, portavoz municipal popular que parecía llamado a disputar la alcaldía y que, justo antes de ser apartado, afirmaba que el PP no “necesitaba a nadie de fuera”.
Por otra parte, siguen los problemas en diferentes puntos como Olivenza, Medellín, Jerez de los Caballeros o Villafranca de los Barros, siempre en relación a la elaboración de las listas y el reparto consiguiente de cuotas de poder. En Navalmoral de la Mata incluso se han judicializado las tensiones y Jaime Vega y el resto de la junta local han impugnado en los tribunales la designación desde la dirección regional de Enrique Hueso como candidato a gobernar el municipio.
Se habla ya, abiertamente, de purga de aquellos afines con Fernando Pizarro, el alcalde de Plasencia que intentó liderar la organización.
Corrupción
Corrupción Alberto Casero, diputado del PP por Cáceres y exalcalde de Trujillo, al banquillo
La imputación del pintoresco diputado en Madrid por Cáceres, Alberto Casero, famoso por sus errores de voto en el Congreso de los Diputados (que llevaron incluso a aprobar la reforma laboral del del Gobierno), acusado por diversos cargos de corrupción durante su periodo como alcalde de Trujillo (Cáceres) de los que tendrá que responder ante el banquillo, cierra, por ahora, el cúmulo de despropósitos en una organización a la que las encuestas daban, hasta no hace mucho, con alguna opción de gobernar Extremadura.
Entretanto, retornan al partido polémicos concejales de Vox como candidatos en diversas poblaciones, ya tránsfugas en dirección a la ultraderecha en su momento
Entretanto, retornan al partido polémicos concejales de Vox como candidatos en diversas poblaciones, ya tránsfugas en dirección a la ultraderecha en su momento, como Antonio Pozo Pitel (Guadiana), miembro de la Fundación Francisco Franco y manifiestamente opuesto a la Ley de Memoria Histórica, o Alejandro Guerrero, de Trujillanos.
No ha faltado al carnaval Alejandro Vélez, expulsado concejal de Vox en Badajoz que retuvo su acta, que ha sido llave y piedra angular del gobierno pacense y que empleó como asesores al citado Pozo Pitel y Juan Antonio Morales (un clásico de la ultraderecha alojado años en el PP) cuando estos quedaron sin cargo político retribuido. Así, ha constituido el 13 de marzo una nueva formación que se presentará a las elecciones municipales de la ciudad más populosa de Extremadura bajo la original denominación de Badajoz 5 Estrellas. Antes de ello, fue consultado informalmente por algún dirigente popular para propiciar su ingreso en el PP de Badajoz en un acto público en homenaje a las víctimas del terrorismo en la avenida de Sinfoniano Madroñero, de acuerdo con las informaciones aparecidas en diversos medios.