Opinión
La jornada continua en Educación y el auge de la extrema derecha

La jornada continua es un paso en el desmontaje de la educación pública, porque no obedece a un impulso emancipatorio, sino a un repliegue familiarista conservador.
Comedor escolar
Comedor escolar de un centro público
Aitor Balbás Ruiz

@aitorbalbasruiz

16 feb 2024 07:00

Hay algo que obvian quienes están a favor de la jornada continua en los centros escolares: la (economía) política, es decir, el contexto y las consecuencias políticas de su elección. Justifican la jornada continua ideológicamente, mencionan modelos pedagógicos, reclaman derechos laborales o apelan a la conciliación familiar, pero de la cuestión política que subyace, si te he visto no me acuerdo.

¿Por qué se omite? Porque no se quiere situar la discusión en el marco general de desmontaje de la educación y la sanidad públicas que hay en marcha en Navarra, Euskal Herria, España o Europa, cada quien que elija el marco que sienta más cercano. Cualquier mirada honesta, que sea medianamente crítica y no autocomplaciente, es capaz de reconocer ese proceso general. Estamos ante una inercia de largo recorrido que, con sus vaivenes, muestra un paisaje de conquistas sociales en retroceso.

“La jornada continua es funcional en su estrategia de separar a las clases medias autóctonas del nuevo proletariado migrante”

¿Y por qué la jornada continua (como ideología) se alinea con los programas del neoliberalismo y la extrema derecha? Porque es funcional en su estrategia de separar a las clases medias autóctonas del nuevo proletariado migrante, ese cada vez más numeroso en los sectores de la logística, los cuidados, la agricultura, el turismo o la construcción. Para que se mantenga el actual edificio de clases sociales, es imprescindible que se duplique el número de personas migrantes, en Navarra y en todos lados. A pesar de ello, la clase migrante es, una vez más, el chivo expiatorio, y para controlarla y reprimirla con eficacia es necesario escindirla de las (más o menos proletarizadas) clases medias nativas.

En este contexto de cambio sociológico profundo, los laboratorios teóricos y comunicativos de Trump, Ayuso, Le Pen o Bolsonaro están sabiendo encauzar la doble pulsión que perturba a las clases medias autóctonas ante la amenaza de la precarización y el desclasamiento: el miedo ante la llegada de un mundo desconocido que desestabiliza su modo de vida, y el egoísmo como acto reflejo frente a unos desafíos que sobrepasan su capacidad de respuesta. Se trata de apuntalar un sentido común en el que la familia es el asidero emocional y el anclaje para la reproducción de clase en tiempo de crisis. En resumen, ¿libertad o comunismo? O, aterrizado al debate que nos ocupa, ¿libertad para pasar horas con tu familia, o comunismo de horas obligatorias y de patio en la escuela, con niñas y niños que están por debajo de tus expectativas socioeconómicas?

Sin duda, la jornada partida es mejor para las clases subalternas, porque cuantas más horas lectivas y no lectivas compartan, más oportunidades tendrán. Por su parte, y en lo que respecta a las clases medias, la jornada continua es un paso en el desmontaje de la educación pública, porque no obedece a un impulso emancipatorio, sino a ese miedo ante el futuro incierto y a un repliegue familiarista conservador (sin olvidar que el feminismo ha señalado a la familia como el sostén fundamental del patriarcado). En cualquier caso, la familia no debería ser prioritaria ni para los sectores progresistas en general, ni para los sindicatos de la educación pública que aspiren a la igualdad radical en particular. La extrema derecha siempre lo ha tenido claro: por algo el lema de la Francia de Vichy, colaboracionista del nazismo entre 1940 y 1944 era «Familia, Trabajo, Patria» frente al «Libertad, Igualdad, Fraternidad» republicano. Su declinación actual sería algo así como «jornada continua, trabajo en la función pública o en la fábrica (o en empresas con buenas condiciones laborales), y Aberri Eguna o partido de la selección española de fútbol».

“Por su parte, y en lo que respecta a las clases medias, la jornada continua es un paso en el desmontaje de la educación pública, porque no obedece a un impulso emancipatorio, sino a ese miedo ante el futuro incierto y a un repliegue familiarista conservador”

El contexto desatado a partir de la crisis de 2008 es delicado, y guarda cierta similitud con la llegada de la contrarrevolución neoliberal que dio inicio al desmontaje del Estado de bienestar en Europa en los años ochenta del siglo pasado. El pensador marxista Stuart Hall lo explicó como un momento histórico en el que los aseguramientos colectivos de la educación y la sanidad publicas dieron paso a un hojaldrado del sistema público. El teórico de origen jamaicano insistía en que la derrota fue fundamentalmente responsabilidad de una izquierda que abandonó el proyecto común de lo público, entendido no solo como garantía de derechos y deberes individuales, sino como expresión del avance colectivo de una sociedad. Dicho de otra manera: cuando juegas con miedo porque vas perdiendo, los lazos de solidaridad se quiebran y ello garantiza la derrota total.

En otras circunstancias cabría abrir este y otros debates educativos, incluido el relativo a los modelos comunitarios, pero aquí y ahora, todos los centros públicos deberían permanecer en la jornada partida, y quien quiera otra cosa, que se vaya a la educación concertada.

Educación
La jornada continua se abre paso en Navarra
VV.AA.
En varias comunidades educativas el debate del cambio de jornada escolar se abre paso a pesar de las piedras en el camino.
Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra en tu cuenta.

Relacionadas

Comunidad de Madrid
Personal en fraude de ley La Comunidad de Madrid reconoce “una serie de incidencias” en las oposiciones del personal no docente
El Gobierno de Ayuso asegura que se tendrán en cuenta la experiencia de las integradoras sociales momentos antes de que la comunidad educativa se concentrara en señal de protesta por las irregularidades en los procesos de consolidación.
València
València Sin instituto un mes después de la dana
El IES de Catarroja, único centro de secundaria que sigue sin alternativa a las clases presenciales.
Comunidad de Madrid
Educación en Madrid El profesorado madrileño vuelve a parar, con la huelga indefinida ya entre sus planes
Durante la segunda convocatoria de huelga educativa en la Comunidad de Madrid, Menos Lectivas ha organizado una asamblea para plantear paros más duraderos.
gemairiarte
17/2/2024 1:49

Me gustan los debates sobre educación y me gusta aprender de lxs mejores. He tenido gente a mi alrededor con una opinión de peso, por su trayectoria, por su relación con el conocimiento, por su experiencia laboral y personal. Al leer este artículo he pensado qué opinarían de la contundencia con la que sectores de la izquierda se apoderan de todo lo que consideran “izquierda”. Trabajo en la educación pública desde hace más de 10 años. Mis hijas estudian en la educación pública. Soy de izquierdas. Soy partidaria convencida de la jornada continua. Por muchas razones, pero en especial las que me han brindado mis experiencias laborales, vividas en los dos tipos de jornadas, en centros muy diferentes entre sí.

Realizar este tipo de tirulares o afirmaciones es “foul play”. Lo he visto muchas veces en aquellxs que no encuentran argumentos sólidos. No me parece el mejor camino para

1
0
Jesús Ruiz
16/2/2024 19:12

Los argumentos no son claros: habla de jornada partida cuando, si el objeto es contraponer Estado y familia, lo que se defiende es el aumento de la jornada escolar. Hay otros elementos discutibles, como si la escuela no participara de la división de clases.

0
0
carlosbv25391
16/2/2024 17:28

Aquí Carlos y Cristina, profesores de secundaria y primaria respectivamente. No podemos estar más en desacuerdo con este artículo. Desde nuestra experiencia docente, el alumnado rinde mucho más por las mañanas, resultando las tardes un auténtico suplicio tanto para alumnos como para profesores. Al menos en la Comunidad Valenciana, hasta ahora, aquellos centros que han aprobado la jornada continua han ofertado de forma gratuita actividades extraescolares en las horas antes lectivas. De este modo, no solo mejora la atención y rendimiento del alumnado en el aula, sino que también gozan de la oportunidad de realizar variedad de actividades extraescolares de forma gratuita, quedando también tiempo para jugar, estudiar o simplemente dedicarlo a lo que deseen. No vemos la relación de esta corriente con una ideología de derechas, es más, son los centros privados y concertados los más reacios a adoptar esta jornada. Más bien lo vemos como un avance.

1
0
Ley de Seguridad Ciudadana
Congreso de los diputados Reforma de la Ley Mordaza: ¿esta vez sí se puede?
Una de las mayores deudas de toda la izquierda del Estado español parece que está a punto de saldarse.
Análisis
Análisis El independentismo se reorganiza, pero ¿sigue siendo independentista?
Los partidos independentistas han sufrido la crisis del procés y el posprocés, y todavía no la han resuelto, sino, a lo sumo, la han aplazado. El PSC aparece como el ganador de una carrera con corredores agotados.
Literatura
Gustavo Faverón Patriau “Quizá la novela sea ahora mismo más relevante que nunca”
El escritor peruano Gustavo Faverón Patriau quería narrar en su nueva novela la historia de un boxeador que no sabía boxear pero tumbaba a sus rivales recitándoles al oído versos de César Vallejo. ‘Minimosca’ acabó siendo un cuentacuentos inagotable.
Galicia
Memoria histórica Así fue como el Patronato de Protección a la Mujer transformó Galicia en un convento de clausura
Las mujeres que cayeron en las redes del Patronato iniciaron un periplo de encierro, humillaciones, abusos y explotación que es desconocido para la mayor parte de la población. Queda hoy en la impunidad de un silencio que tenemos el deber de romper.
Derecho a la vivienda
Vivienda El Sindicato de Vivienda de Euskal Herria propone la “expropiación de pisos turísticos”
Ponen en el punto de mira los intereses del sector inmobiliario y tachan de “falsas” a todas las medidas propuestas por los partidos políticos como la Ley de Vivienda.
Que no te cuenten películas
Comunidad El Salto Suscríbete a El Salto y llévate seis meses de regalo a Filmin
Estas navidades, haz posible que El Salto llegue más lejos con sus contenidos críticos y llévate de regalo medio año de Filmin. Y si ya tienes Filmin, suscríbete a El Salto y regala el acceso a esta plataforma a quien quieras.
Opinión
Tribuna Todas las razones para decir ‘Altri non’
Aquí van unos cuantos motivos para juntarnos este domingo en Compostela y dejar clara nuestra postura frente a un expolio que nos están tratando de imponer disfrazado de progreso, pero que sólo trae beneficio económico a unos cuantos indeseables.
Palestina
Eyad Yousef “No cuentes lo que queremos ser, cuenta lo que nunca hemos dejado de ser: un pueblo que quiere la paz"
Eyad Yousef es profesor en la Universidad de Birzeit, Cisjordania, y comparte su experiencia en una universidad que “representa el pluralismo y la libertad que tanto anhela la sociedad palestina”

Últimas

Opinión
Opinión Sobrevivir pagando en el Álvaro Cunqueiro
Una de las victorias ideológicas del PP de Feijóo en Galicia ha sido hacernos creer que pagar por servicios esenciales en los hospitales durante el cuidado de nuestros enfermos es lo natural, que no hay otra manera de abordarlo, pero es mentira.
Más noticias
Siria
Oriente Próximo Israel impone hechos consumados sobre Siria para condicionar la transición según sus intereses
“Está escrito que el futuro de Jerusalén es expandirse hasta Damasco”, dijo este octubre el ministro de Finanzas israelí, Bezalel Smotrich, uno de los exponentes ultras del Ejecutivo.
Ocupación israelí
Ocupación israelí Un tercio de los asesinatos de periodistas en 2024 fueron obra del ejército de Israel
Reporteros Sin Fronteras documenta la muerte de 18 periodistas en Palestina y Líbano este año “asesinados deliberadamente por hacer su trabajo” y habla de una “masacre sin precedentes” de profesionales del periodismo.
Crisis energética
Análisis Los aerogeneradores no son molinos, son gigantes
El megaproyecto eólico del Clúster Maestrazgo, punta de lanza del capitalismo verde, destruirá un área natural de alrededor de 1325 campos de fútbol.

Recomendadas

Pensamiento
Sarah Jaffe “En realidad tenemos que hacer menos. E impedir que algunas cosas sucedan”
La escritora y periodista Sarah Jaffe aborda el desengaño cotidiano al que nos aboca el mundo laboral e investiga cómo, a pesar de todo, las personas se organizan colectivamente en sus empleos para que “trabajar apeste menos”.
Ocupación israelí
Palestina Vivir en alerta: la resistencia palestina frente la ocupación israelí
La cruda realidad de las feministas palestinas que, ante la represión y las detenciones arbitrarias, continúan su lucha por la libertad, la justicia y los derechos humanos.
Madrid
Ciudades Fake Madrid, un paseo por los hitos del simulacro
Un recorrido por los grandes éxitos de la conversión de Madrid en una ciudad irreal.