We can't find the internet
Attempting to reconnect
Something went wrong!
Hang in there while we get back on track
Europa
Juanma Moreno, el yerno perfecto, quiere saber alemán
Es que queda que ni pintao lo pongas donde lo pongas: Juanma Moreno igual te sonríe delante de una bandera europea, que de una andaluza, que de una española sin cambiar el gesto. Es que sirve pá tó, y hace unos años, en 2019, el muchacho casi que sonreía delante de una bandera con aguiluchos que le traían sus compañeros de gobierno. Una bandera delante de la que, como apuntan los resultados de estas elecciones europeas, quizá tenga que volver a sonreír, pero de verdad que es solo porque es la tendencia ahora en la UE y a Moreno Bonilla no hay quien le gane en esto de ser europeo.
Lo que no para de subir en el territorio es la abstención que en estos últimos comicios ha llegado al 54,68%. Un panorama que deja claro que las andaluzas no quieren votar y si lo hacen es a la derecha
Así lo demuestran los datos andaluces de estos comicios europeos: el PP arrasa en las ocho provincias con un 37,5% de los votos, más de cinco puntos por delante del PSOE, que se ha quedado con el 32,16% de las votaciones. Es la primera vez que el PP gana las elecciones europeas en Andalucía, cerrando el ciclo electoral con un pleno de victorias (generales, municipales, andaluzas y ahora la eurocámara). Una sensación de ganarlo todo que levanta los ánimos de un PP andaluz que, pese a su mayoría absoluta en el parlamento territorial, cuenta desde su llegada al poder con un continuo rechazo de las andaluzas en las calles a causa de sus políticas privatizadoras y de destrucción de los servicios públicos.
Extrema derecha
Elecciones Europeas La extrema derecha escala posiciones en Europa y gana en Austria, Italia y Francia
De la euforia a las cenizas del imperio, el PSOE-A sigue acumulando fracasos a nivel de votos desde la caída de Susana Díaz. Andalucía fue el granero de votos socialistas durante décadas, pero tras varios años de intentos el liderazgo de Juan Espadas en el territorio no acaba de cuajar y todo apunta a que antes de empezar a poner los ojos sobre las elecciones andaluzas de 2026 se podrá producir un cambio de la cabeza del partido en el territorio.
Las andaluzas no votan y si lo hacen es a la derecha
La ultraderecha se lleva el 17,72% de los votos de Andalucía, quedando Vox (10,91%) y SALF (6,21%) como tercera y cuarta fuerza. Los partidos a la izquierda del PSOE, Sumar y Podemos, siguen a la baja con tan solo un 5,09% y 2,79% de votos respectivamente. En Andalucía, las formaciones progresistas centralistas han sufrido una continúa decadencia causada por las fracturas de partidos, como en el resto del Estado, pero con una peculiaridad: la fuerza que históricamente ha tenido IU en el territorio, que hizo que la marca Podemos, y ahora la marca Sumar, no logre implementarse del modo en que sí lo hicieron en otros territorios.
Otra de las peculiaridades andaluzas es el estado en el que se encuentra la izquierda territorializada y el andalucismo. Adelante Andalucía decidía no presentarse a los comicios europeos. Una decisión que desembocó en la creación de la candidatura Ahora Andalucía, auspiciada por sectores andalucistas, muchos de ellos parte de Adelante. Una formación que ha obtenido en el territorio el 0,66% de los votos.
El espacio natural de esta propuesta política debería haber sido el del resto de izquierdas soberanistas y territorializadas, una integración en Ahora Repúblicas. Sin embargo, la integración no se llevó a cabo por la decisión mayoritaria de Anticapitalistas cuyo poder de influencia es muy grande dentro de la órbita de Adelante Andalucía.
Los malos resultados de las izquierdas auguran un mapa complicado, con el reto de hacerle frente a las politicas privatizadoras y neoliberales del gobierno andaluz. Un desafío contra el que, a pesar del movimiento en las calles, los partidos no están sabiendo actuar, o responder en sus discursos. A este problema, visto los resultados, se le añade con más gravedad la necesidad de contener las narrativas y representación en la sociedad de la ultraderecha que no paran de subir en el territorio.
Lo que tampoco detiene su ascenso es la abstención que en estos últimos comicios ha llegado al 54,68%. Un panorama que deja claro que las andaluzas no quieren votar y, si lo hacen, es a la derecha.
Moreno Bonilla y la UE: una tensa historia de amor
A pesar de que durante las últimas semanas Juanma Moreno se ha vuelto más europeísta en sus apariciones públicas, el affaire con las instituciones de la UE ha tenido sus altibajos y algún que otro desencuentro.
Doñana fue un conflicto clave entre el dirigente andaluz y la Comisión Europea, a raíz de la ley de amnistía de regadíos ilegales en el entorno del Parque Natural que el PP pretendía aprobar. Una legislación heredera de su anterior legislatura en la que gobernaba junto a la ultraderecha. La UE amenazó en varias ocasiones con sancionar de forma muy grave al territorio. Una polémica que se zanjó con la retirada de la ley en noviembre del año pasado.
El último desencuentro entre la pareja ha sido la devolución por parte de la Consejería de Desarrollo Educativo de 119 millones de euros de los fondos europeos. Una partida destinada a crear 12.000 plazas gratuitas en guarderías públicas para las andaluzas. Un dinero que la consejera educativa, Patricia del Pozo, rechazó de las instituciones europeas (a pesar de ser una necesidad manifiesta en las familias andaluzas) para proteger la red de guarderías privadas que existen en el territorio.
A pesar de las discusiones, la pareja UE y Junta de Andalucía parece estar muy bien avenida. El presidente andaluz es muy fan de los Fondos Next Generation, como ha referido en diversas ocasiones, aunque se produzca en la región una situación algo confusa: es la comunidad que más dinero recibe, pero la que está a la cola en dinero de estos fondos por habitante. La gestión de estos fondos ha sido una de las cuestiones que ha mantenido en el punto de mira al gobierno del PP en Andalucía.
Para resarcirse de los desencuentros, Moreno Bonilla está haciendo todo lo posible por serle útil a la UE. Andalucía lleva décadas consolidándose como una de las despensas de Europa, al ser una de las regiones líderes de exportaciones agrícolas en toda la órbita europea. El gobierno andaluz lleva años además invirtiendo en que el territorio sea “un referente en la minería verde” en Europa, y por ello está invirtiendo en decenas de proyectos para reactivar minas obsoletas por todo el mapa, ya que en el subsuelo andaluz se encuentran 17 de los minerales incluidos en el listado de metales estratégicos de la UE. Una estrategia similar está siguiendo a nivel energético con la creación de proyectos de mega parques eólicos o solares para abastecer de energía al resto de Europa, en plena crisis del sector.
Por último, en este rearme europeo que estamos viviendo, Moreno Bonilla no quiere perder su trozo del pastel y está permitiendo la creación de nuevas fábricas de armas como la de Escribano M&E en Córdoba, la creación de nuevos centros militares y la celebración de ferias de armas en las capitales andaluzas.
Industria armamentística
Industria armamentística La Junta de Andalucía reúne en Sevilla a 250 empresas armamentísticas cómplices con el genocidio en Palestina
Por otro lado, los precios asequibles a costa de los sueldos precarios, una economía orientada a servir, unas ciudades organizadas para el visitante unidas a buena gastronomía y buenas condiciones climatológicas hace que además del granero y la fábrica de armas Andalucía sea uno de los mayores destinos turísticos del resto de Europa.
Porque Moreno Bonilla es el novio perfecto, el yerno ideal, te sirve para todo, se aprende hasta tu idioma si eres un colega europeo y te invita a su cortijo para que no te falte de ná.