Andalucía
Del quejío a la alegría para combatir a la extrema derecha en Andalucía

Entre las montañas de la Serranía de Ronda hay un pueblo de 1605 habitantes, Cuevas del Becerro, que te recibe con un tractor envuelto con la bandera palestina, en el que un gran cartel hecho con azulejos recuerda con cariño al alcalde de la II República, y no cuenta con ningún rasguño, tachón o pintada a la vista, y un cartel en el ayuntamiento reza: “Este es un pueblo sin frontera”. Además, desde 2015 a 2019, según los datos de Hacienda , ha reducido su deuda viva de 572.000 euros a 98.000, un hecho que coincide con la presidencia en coalición de la agrupación vecinal Más Pueblo (creada años antes de que surgiera Más Madrid/Más País) y la coalición de partidos de izquierdas Con Andalucía.
Además, la composición total del Ayuntamiento se completa con varios concejales del PSOE, sin representación alguna de la derecha, que apenas representa un 1,46% de los votos. Un rara avis en una Andalucía en la que en 2022 el presidente andaluz del PP, Juan Manuel Moreno Bonilla, consiguió un 43,13 %. “El asociacionismo siempre ha sido muy fuerte en este pueblo”, puntualiza sobre el espíritu de la localidad Ángel García, parte de la agrupación Más Pueblo; “el municipalismo tiene que ver también con el afecto y cómo incidir de manera más directa en el día a día con cercanía”, explica.
Esta aldea gala ha sido la elegida por Adelante Andalucía para celebrar su segunda escuela de otoño, un evento que, además de querer ser un espacio de reflexión con colectivos sociales, activistas y políticos, es un evento para mostrar músculo de cara a las próximas elecciones y movilizar a sus afiliados. Como ya ocurrió el año pasado, la presencia del diputado de Oskar Matute ha provocado revuelo en el PP regional, cuyo secretario general ha tachado de “indigno e inmoral” la presencia del representante de Bildu y de “haber tocado fondo” al partido andaluz. Matute, durante la escuela, respondió a José Ramón Carmona exponiendo que “la indecencia es que haya niños andaluces estudiando en barracones, la indecencia es apoyarte para gobernar con la ultraderecha de Vox que sigue defendiendo a Queipo de Llano, la indecencia es que miles de personas migrantes siguen esclavizadas en los mares de plástico de Huelva y Almería”. Para el dirigente de EH Bildu, “da igual si es el PP o Vox, si es la derecha extrema o la extrema derecha; el orden de los factores no altera el fascismo”.
Problemas sociales en Andalucía
Durante el encuentro, los debates giraron en torno a los problemas sociales que reproduce la derecha, en convivencia en muchas ocasiones con la extrema derecha en Andalucía, así como de cómo poder combatir desde distintos frentes los discursos que provoca. Una de estas cuestiones es el desmantelamiento de los servicios públicos que desde 2019 lleva siendo el centro de las políticas de la Junta de Andalucía. “Nos han metido dentro que para tener sanidad y educación hay que pagar; se nos olvida que son servicios públicos por una estrategia de marketing”, explicaba Fran Fernández, portavoz del sindicato educativo Ustea. Una situación que hace que la educación y la sanidad estén dejando de llegar a las andaluzas y andaluces: “No tenemos los recursos suficientes para atender a la sociedad, están trabajando para que se pierdan los servicios públicos”, reflexionaba Carmen Bernardino, miembro de la organización de enfermeras La Pepa.
“Andalucía lleva cuarenta años haciendo políticas neoliberales; en los sitios donde la riqueza está mal repartida, aumentas los miedos y los mesías”, expuso el economista Óscar García Jurado.
De mano de la derecha y la extrema derecha, y con los gobiernos anteriores del PSOE, las políticas neoliberales han incidido en la desigualdad del territorio, como exponía el economista Óscar García Jurado desde Cuevas del Becerro: “Andalucía lleva cuarenta años haciendo políticas neoliberales; en los sitios donde la riqueza está mal repartida, aumentas los miedos y los mesías”, y en este sentido insistía: “En Andalucía nos quitaron nuestra austeridad, que era tener una economía fuera del capitalismo, porque cuantas más necesidades te crean, más arrodillado se está al señorito”.

Unas políticas que influyen irremediablemente en el sector histórico de la tierra andaluza, la agricultura, donde desde hace años se está propiciando la entrada de grandes compañías y fondos de inversiones. Como comentaba la geógrafa de la Universidad de Sevilla Ángela Lara, “a la agricultura intensiva le da igual que se acaben los recursos porque estas compañías no viven allí, no son los agricultores, son los grandes inversores”. Un campo además atravesado por las situaciones de explotación laboral de las personas migrantes, especialmente en las provincias de Almería y Granada. Una vulneración de los derechos laborales y humanos que discurre paralela al racismo que atraviesa, como en el resto del Estado español, el territorio.
“Hay que dar batalla en todos los frentes porque nos están atacando en todos los frentes”, reflexionó desde Cuevas del Becerro, la abogada Pastori Filigrana
Spitou Mendy, trabajador en los campos de Almería y sindicalista, pone el foco en la necesidad de “formar a los trabajadores migrantes del campo para que hablen de sus problemas” y en “incorporar a las personas negras y migrantes a las organizaciones para que puedan hablar de los problemas de Andalucía”. Un racismo que atraviesa especialmente a las personas musulmanas: “Ha habido una extranjerización del moro en el territorio”, expone la activista Chaimaa Boukharsa, que insistió en que “España está produciendo un apartheid a través de la ley de extranjería”. Un racismo que en Andalucía, especialmente, atraviesa al pueblo gitano. La activista, ilustradora y editora Sandra Carmona denunció en su intervención que “Aquí en Andalucía hay mucho gitanólogo que nos dice cómo tenemos que vivir” y que “la expropiación cultural ha quitado al gitano lo suyo y después ha quitado al gitano”.
A través de las decisiones políticas, la economía y el discurso construye la ultraderecha una realidad que, como expuso la abogada Pastori Filigrana en la localidad malagueña, para enfrentarla, “hay que dar batalla en todos los frentes porque nos están atacando en todos los frentes”. O como esbozó Pilar Gónzalez, histórica andalucista miembro de Adelante Andalucía, parafraseando a Salvador Távora, “pasar del quejío a la alegría”.
La lucha por ser la alternativa de izquierdas en Andalucía
En su vertiente más electoralista, el evento se cerró con el mensaje claro de la agrupación de izquierdas en palabras del diputado en el parlamento andaluz José Ignacio García: “borrarle la sonrisa a Moreno Bonilla” en las próximas elecciones. García lanzó además un alegato claro en defensa de su partido frente a los otros proyectos políticos de izquierdas: “Miraos, somos la izquierda andaluza, no busquéis más”.
Sus palabras resuenan una semana después de que se produjera el primer evento conjunto entre Izquierda Unida y Sumar haciendo pública su voluntad de repetir la coalición Por Andalucía, un evento en el que no participó Podemos, que sigue sin posicionarse oficialmente en la ecuación a pesar de que las formaciones ya confirmadas exponen que le tienen tendida la mano.
Andalucía
Las izquierdas inician el camino para enfrentar a Moreno Bonilla sin unión anunciada y en plena crisis social
Relacionadas
Para comentar en este artículo tienes que estar registrado. Si ya tienes una cuenta, inicia sesión. Si todavía no la tienes, puedes crear una aquí en dos minutos sin coste ni números de cuenta.
Si eres socio/a puedes comentar sin moderación previa y valorar comentarios. El resto de comentarios son moderados y aprobados por la Redacción de El Salto. Para comentar sin moderación, ¡suscríbete!