Derecho a la vivienda
El movimiento por la vivienda se renueva en Andalucía en plena crisis habitacional

La situación de la vivienda en Andalucía reactiva el movimiento por un hogar digno en las ciudades más afectadas por el precio de los alquileres y la turistificación
Casa del Pumarejo Sevilla
Una calle en el centro de la ciudad de Sevilla David F. Sabadell
@laespigaora
21 may 2024 06:00

Una avalancha de desahucios, 4.451 al año, 11 al día, según las cifras del Consejo General del Poder Judicial. Unos precios que no paran de subir sin alcanzar techo alguno, en una década el precio del alquiler ha subido más de un 50%, según la plataforma inmobiliaria Idealista. Una pérdida de barrios llenos de hogares por calles llenas de residencias turísticas, según los datos de Eurostat Andalucía es la región de la UE con más apartamentos destinados a uso vacacional, más de 116.000 están registradas.

“La situación es más crítica que nunca, el precio de alquiler y de compra de vivienda está más caro que nunca. Y los sueldos no suben. Incluso trabajando no se sale de la pobreza”, reflexionan desde el Sindicato de Inquilinas de Málaga

Una Ley de Vivienda estatal, que acaba de cumplir un año, sin precedentes, pero “llena de agujeros” como indicaban desde los movimientos por el derecho habitacional. Unas políticas autonómicas para asegurar el acceso a la vivienda inexistentes, el gobierno de Juanma Moreno ha llevado a la Ley de Vivienda Estatal al Tribunal Constitucional por establecer “limitaciones inherentes a la propiedad”, además de haber sido la comunidad que más trabas ha puesto al Bono del alquiler joven y de haber mostrado en diversas ocasiones su negativa a la regulación de los precios de arrendamiento.

Derecho a la vivienda
Derecho a la vivienda Vivir y resistir en Andalucía, la comunidad con más desahucios del Estado español
En Andalucía, la comunidad con mayor número de desahucios, se producen 11 al día. En todo el territorio surgen experiencias que luchan por la vivienda digna en un lugar donde tener un techo “se ha vuelto una utopía”.

Unos propietarios que especulan con los pisos disponibles, el mayor casero de la comunidad es la propia Junta de Andalucía, seguido de Caixabank que tiene 8.000 pisos en propiedad. Según AVRA (Agencia de Vivienda y Rehabilitación de Andalucía) el 30% de las viviendas están en manos de propietarios con más de 50 inmuebles.

Solo son algunos de los datos que demuestran que el panorama de vivir en Andalucía se encuentra en una situación cuanto menos complicada. Una realidad que más allá de las cifras es una de las preocupaciones constantes de las andaluzas. Ante esta situación, el movimiento por la vivienda en distintas capitales andaluzas se ha reformulado para atender a la problemática.

Herramientas colectivas por la vivienda digna

“La situación es más crítica que nunca, el precio de alquiler y de compra de vivienda está más caro que nunca. Y los sueldos no suben. Incluso trabajando no se sale de la pobreza”, reflexionan desde el Sindicato de Inquilinas de Málaga. Este sindicato lucha por las condiciones justas de alquiler a través de “la autoorganización, la defensa y el apoyo mutuo de las inquilinas en lucha” en una de las ciudades donde más se ha encarecido el precio de la vivienda a nivel estatal, donde una persona tiene que emplear más del 40% de su renta para poder tener un hogar según los datos de Idealista.

En Málaga hay, según los datos del Banco de España, 1 de cada 3 viviendas son turísticas. Una ciudad que está organizada en torno al turismo y que afecta en distintos ámbitos a quienes la habita: “Hay como un descontento generalizado que no solo tiene que ver con la vivienda y que se está dejando, digamos, ver en todas las ciudades turísticas del sur que de alguna manera también resuenan respecto de otras cuestiones como puede ser la precarización del trabajo en el ámbito de la hostelería o la explotación del territorio”, explican desde el Sindicato.

“El aislamiento nos hace más débiles, por lo que estamos en el camino de hacer un esfuerzo común por superar diferencias y atacar desde diversas perspectivas al mal reparto de la propiedad", sostienen desde el Movimiento por la Vivienda de Sevilla

El colectivo de inquilinas ha convocado para el próximo 29 de junio una gran movilización bajo el lema “Málaga para vivir, no para sobrevivir” ante la situación que vive la ciudad. “Una movilización para que se hable del tema, para que no solo nos ayudemos en situaciones concretas, sino que de verdad rehabilitamos la situación tan mala que tenemos con la vivienda ahora mismo”, sentencian desde el Sindicato.


En abril de 2014 el m² en Sevilla estaba a 6,3 euros, en el mismo mes diez años después a 10,3 euros, según Idealista. Una subida que está expulsando a las vecinas de la ciudad y una de las causas es las más de 23.622 viviendas turísticas que tiene la capital. Bajo el lema “Se Acabó la tregua” ha resurgido en la ciudad un movimiento por la vivienda unitario que busca “defender juntas nuestro derecho a una vivienda digna”.

El Movimiento por la vivienda de Sevilla surge de la aglutinación de diversos colectivos por el derecho habitacional de la ciudad “el aislamiento nos hace más débiles, por lo que estamos en el camino de hacer un esfuerzo común por superar diferencias y atacar desde diversas perspectivas al mal reparto de la propiedad con la intención de buscar soluciones colectivas inmediatas y a medio plazo que elimine esta forma de violencia”, sostienen desde el colectivo.

Este movimiento busca poner el foco sobre “la especulación, el rentismo, la turistificación y la propiedad privada de la vivienda” sin separar esta lucha de “la lucha contra la turistificación y el modelo de desarrollo que nos han impuesto”. Y hablar de este modelo significa igualmente conectar con otras luchas contra el capitalismo y su sobre-explotación de los recursos”. Los próximos 24 y 25 de mayo el Movimiento por la vivienda en Sevilla ha organizado unas jornadas para organizar “la lucha por la vivienda”.

En el caso de Granada, en los últimos 10 años ha aumentado un 67% el precio del alquiler, y es la tercera ciudad andaluza con un mayor número de viviendas vacacionales, unos alquileres que con respecto a años anteriores han aumentado en un 16,8%.

El pasado sábado 18 de mayo se presentaba en la ciudad el Sindicato de Vivienda de Granada con el objetivo “de funcionar como herramienta para defender las condiciones de vida de la clase trabajadora y sus problemas relacionados con la vivienda”. Un colectivo que busca ser “una herramienta autónoma en la que formarse y capacitarse para hacer frente, de manera colectiva, a rentistas y especuladores que hacen uso de la vivienda para sus propios fines, es decir, como bien de mercado”.

Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra en tu cuenta.

Relacionadas

Madrid
Ciudades Fake Madrid, un paseo por los hitos del simulacro
Un recorrido por los grandes éxitos de la conversión de Madrid en una ciudad irreal.
Cine
Cine Céntrico, bien comunicado, dos habitaciones y fantasmas que no lo son: el terror inmobiliario llega al cine
El cortometraje ‘Céntrico’, dirigido por Luso Martínez, cuenta que la turistificación de las ciudades y el acceso a la vivienda dan más miedo que cualquier historia de ficción.
México
Turistificación La población oaxaqueña se indigna ante la apropiación cultural del Día de los muertos y su masificación
Desde que las autoridades decidieran explotar todo su potencial como destino turístico, Oaxaca vive un proceso de gentrificación que expulsa a sus habitantes y comercializa sus tradiciones. La resistencia a este despojo es duramente reprimida.
Oriente Próximo
Oriente próximo La diáspora kurda ante la caída de Bashar al-Assad
Siria enfrenta el fin de un régimen que durante décadas pareció inquebrantable. Desde la diáspora, la esperanza contenida de quien ha vivido demasiadas traiciones y promesas incumplidas.
Ley de Seguridad Ciudadana
Congreso de los diputados Reforma de la Ley Mordaza: ¿esta vez sí se puede?
Una de las mayores deudas de toda la izquierda del Estado español parece que está a punto de saldarse.
Análisis
Análisis El independentismo se reorganiza, pero ¿sigue siendo independentista?
Los partidos independentistas han sufrido la crisis del procés y el posprocés, y todavía no la han resuelto, sino, a lo sumo, la han aplazado. El PSC aparece como el ganador de una carrera con corredores agotados.
Literatura
Gustavo Faverón Patriau “Quizá la novela sea ahora mismo más relevante que nunca”
El escritor peruano Gustavo Faverón Patriau quería narrar en su nueva novela la historia de un boxeador que no sabía boxear pero tumbaba a sus rivales recitándoles al oído versos de César Vallejo. ‘Minimosca’ acabó siendo un cuentacuentos inagotable.
Galicia
Memoria histórica Así fue como el Patronato de Protección a la Mujer transformó Galicia en un convento de clausura
Las mujeres que cayeron en las redes del Patronato iniciaron un periplo de encierro, humillaciones, abusos y explotación que es desconocido para la mayor parte de la población. Queda hoy en la impunidad de un silencio que tenemos el deber de romper.
Que no te cuenten películas
Comunidad El Salto Suscríbete a El Salto y llévate seis meses de regalo a Filmin
Estas navidades, haz posible que El Salto llegue más lejos con sus contenidos críticos y llévate de regalo medio año de Filmin. Y si ya tienes Filmin, suscríbete a El Salto y regala el acceso a esta plataforma a quien quieras.
Derecho a la vivienda
Vivienda El Sindicato de Vivienda de Euskal Herria propone la “expropiación de pisos turísticos”
Ponen en el punto de mira los intereses del sector inmobiliario y tachan de “falsas” a todas las medidas propuestas por los partidos políticos como la Ley de Vivienda.
Opinión
Tribuna Todas las razones para decir ‘Altri non’
Aquí van unos cuantos motivos para juntarnos este domingo en Compostela y dejar clara nuestra postura frente a un expolio que nos están tratando de imponer disfrazado de progreso, pero que sólo trae beneficio económico a unos cuantos indeseables.
Palestina
Eyad Yousef “No cuentes lo que queremos ser, cuenta lo que nunca hemos dejado de ser: un pueblo que quiere la paz"
Eyad Yousef es profesor en la Universidad de Birzeit, Cisjordania, y comparte su experiencia en una universidad que “representa el pluralismo y la libertad que tanto anhela la sociedad palestina”

Últimas

Relato
Relato Descubrirse las manos
Descubres tus manos: el palmar y el dorso, la posibilidad futura de la pinza atrapacosas, dos miembros que te vinculan al chimpancé y al lémur. Aprendes su mecanismo.
Música
Música Un coro para homenajear las luchas obreras: “La canción protesta del pasado es historia viva”
El coro de canción protesta de Madrid nació para rescatar del pasado las tonadas de la lucha obrera y ponerlas al servicio de distintos activismos en el presente.
Opinión
Opinión Sobrevivir pagando en el Álvaro Cunqueiro
Una de las victorias ideológicas del PP de Feijóo en Galicia ha sido hacernos creer que pagar por servicios esenciales en los hospitales durante el cuidado de nuestros enfermos es lo natural, que no hay otra manera de abordarlo, pero es mentira.
Siria
Oriente Próximo Israel impone hechos consumados sobre Siria para condicionar la transición según sus intereses
“Está escrito que el futuro de Jerusalén es expandirse hasta Damasco”, dijo este octubre el ministro de Finanzas israelí, Bezalel Smotrich, uno de los exponentes ultras del Ejecutivo.

Recomendadas

Pensamiento
Sarah Jaffe “En realidad tenemos que hacer menos. E impedir que algunas cosas sucedan”
La escritora y periodista Sarah Jaffe aborda el desengaño cotidiano al que nos aboca el mundo laboral e investiga cómo, a pesar de todo, las personas se organizan colectivamente en sus empleos para que “trabajar apeste menos”.
Ocupación israelí
Palestina Vivir en alerta: la resistencia palestina frente la ocupación israelí
La cruda realidad de las feministas palestinas que, ante la represión y las detenciones arbitrarias, continúan su lucha por la libertad, la justicia y los derechos humanos.
Madrid
Ciudades Fake Madrid, un paseo por los hitos del simulacro
Un recorrido por los grandes éxitos de la conversión de Madrid en una ciudad irreal.