Urbanismo
La operación Chamartín se tambalea por la oposición de seis concejales de Ahora Madrid
El plazo para poner en marcha el proyecto está a un mes de expirar, sin que hasta ahora haya tenido nuevos avances.

A un mes del plazo marcado para poner en marcha la nueva operación Chamartín, sigue en el aire su confirmación. El proyecto urbanístico que supone la remodelación del norte madrileño se ha encontrado con las protestas de la mayoría de las asociaciones de vecinos afectadas, pero también con la oposición de seis concejales de Ahora Madrid y con la crítica -sin llegar al rechazo- del grupo socalista municipal.
“La operación Chamartín, tal y como se plantea, va contra nuestro programa y está teniendo mucha contestación social. Ahora mismo eso está provocando dudas y críticas entre muchos concejales de gobierno y yo no descartaría un replanteamiento radical de la Operación”, señala Pablo Carmona, uno de los concejales críticos con el proyecto urbanístico. Los otros ediles opuestos a la operación son Carlos Sánchez Mato —recientemente depuesto de su cargo de concejal de Economía y Hacienda por su oposición al Plan Económico Financiero impuesto por el ministro Cristóbal Montoro—, Mauricio Valiente, Rommy Arce, Monserrat Galcerán y Yolanda Rodríguez. Carmona subraya que la presión social ha puesto “en jaque” la operación Chamartín. Incluso la propia alcaldesa Manuela Carmena podría estar reculando, para enfado del BBVA.
El pasado sábado fue el último acto celebrado hasta ahora en contra de la operación Chamartín, varias organizaciones, entre las que se contaba Ecologistas en Acción, la Federación Regional de Asociaciones de Vecinos de Madrid (FRAVM), Madrid no se vende, la Plataforma por el derecho a la ciudad y hasta once asociaciones de vecinos de la zona afectada hicieron una marcha reivindicativa en los terrenos de la operación Chamartín —ahora denominada Madrid Nuevo Norte— exigiendo el fin de la especulación.
La operación Chamartín comenzó hace ya 25 años, aunque sus inicios se podrían remontar a los años 40, cuando se expropiaron la mayoría de los terrenos afectados, con el objeto de construir el nodo ferroviario norte de la ciudad. Tras varios cambios en la zona afectada y edificabilidad, en julio de 2017 llegó la última jugada de la operación, con un acuerdo entre el Ayuntamiento de Madrid, Adif y Distrito Castellana Norte (CDN) —marca de la unión para la operación de BBVA y el Grupo San José—. El convenio, calificado como “de consenso” por Carmena, rebajaba a los 110.000 metros cuadrados los terrenos destinados a vivienda —11.000 viviendas, de las que 2.200 serían de protección oficial—, poco más de la mitad que lo que suponía la propuesta de CDN de 2015, pero duplicando la propuesta presentada por el Ayuntamiento en 2016. Pero ampliaba a 1,7 millones de metros cuadrados el terreno destinado a uso terciario, frente a los 700.000 propuestos por el Ayuntamiento en 2016 y aun más de los que pretendía CDN en 2015 —1,4 millones de metros cuadrados—.
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Las obras de este nuevo modelo de la operación empezarían en 2019, siempre que el plan comenzara su tramitación en enero de 2018, lo que no ha pasado, según confirman fuentes del Ayuntamiento. José Manuel Calvo, concejal de Urbanismo, aseguró que, sin embargo, todo estaría listo antes de que acabara marzo. Comienza la cuenta atrás.
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