Sevilla
Boicotean un encuentro de Airbnb en Sevilla por su complicidad con el genocidio palestino y la gentrificación

Turistas y paseantes de la zona del río frente a la Maestranza de Sevilla, muy próxima a la Torre del Oro y con el skyline trianero en su golden hour, asistieron ayer a un episodio un tanto peculiar en pleno núcleo turístico. Un grupo de personas se concentraron ayer frente a la Oficina de Turismo y Policía Turística de Sevilla para boicotear un evento promovido por la empresa Airbnb, en colaboración con las instituciones, dirigido a “anfitriones”de la multinacional en Sevilla.
Si buscamos las diferentes acepciones de anfitrión o anfitriona, el diccionario nos informa de aquella “persona que tiene invitados a su mesa o a su casa” o “persona o entidad que recibe invitados o visitantes en su país o en su sede habitual”. Pero, ¿Qué es un anfitrión para este tipo de empresas? En la web de Airbnb, existen seis tipos de anfitriones: la persona propietaria o inquilina del alojamiento, el coanfitrión: amigo, familiar o persona contratada para la gestión; la persona propietaria del anuncio de una experiencia; coanfitrión de experiencias con acceso completo y permiso para gestionar reservas; propietarios del anuncio de un servicio y co anfitriones de servicios con permiso para gestionar las reservas. Un sesudo juego eufemístico que suaviza el trasfondo especulador y precarizante de este modelo de negocio.
Airbnb, convocante de este encuentro, es una de las empresas multinacionales cómplices de los crímenes de guerra de Israel, comercializando “experiencias” en territorio palestino ocupado.
A las 17:30, todo estaba preparado en la sala de reuniones del Centro de Atención Integral al Visitante de la oficina de turismo de Sevilla. Desde las cristaleras se percibía un ambiente de lo más friendly, con mesas desplegadas con todo tipo de bebidas y picoteo provistas por la cadena Costco, banderas con el logo de la empresa con un “welcome” como único mensaje, así como notable presencia policial tanto fuera como dentro del espacio. Poco después del inicio del evento, anunciado como Encuentro de Anfitriones: Airbnb 4.0 – La Excepcionalidad Turística de Sevilla, que entre sus temas destacados se encontraban la inteligencia artificial aplicada a la rentabilidad del negocio, gestionar expectativas y superar diferencias culturales de cara a huéspedes internacionales, la excepcionalidad turística de Sevilla, legislación y fiscalidad, así como la visión de futuro de Antonio Castaño Juncá, Gerente de Turismo de Sevilla, un grupo de personas se concentraron pacíficamente frente a la oficina con pancartas y kufiyas palestinas.
El motivo de la concentración no es baladí. Según los datos del INE de 2024, Andalucía es la comunidad autónoma que más pisos turísticos alberga; miles de ellos se encuentran anunciados de forma irregular, dado que las legislaciones al respecto empiezan a crearse tras años de vacío legal. El pasado 15 de septiembre, el Ministerio de Vivienda y Agenda Urbana (MIVAU) anunciaba que 16.740 pisos turísticos ilegales en el territorio tienen que ser retirados de las plataformas digitales en las que se anuncian debido a su ilegalidad. Estos alojamientos no cumplen con los requisitos establecidos por Vivienda para poder incluirse en el registro obligatorio puesto en marcha el pasado julio. Por ello, deberán dejar de dar servicio de alojamiento vacacional a petición del Gobierno central. Concretamente, una de las ciudades en las que más pisos turísticos serán vetados es Sevilla, donde 2.289 viviendas se han considerado ilegales por parte del ministerio que dirige Isabel Rodríguez García. Por su parte, la Junta de Andalucía acusó al Gobierno de “atacar al turismo”, que es “la principal industria de Andalucía”.
Pero no todo queda aquí. La problemática va más allá de la crisis habitacional y turística de la ciudad. Otro de los motivos centrales por los que la ciudadanía se concentró fue porque Airbnb, convocante de este encuentro, es una de las empresas multinacionales cómplices de los crímenes de guerra de Israel, comercializando “experiencias” en territorio palestino ocupado. The Guardian reveló en este trabajo de investigación 760 en hoteles, apartamentos y otros alquileres vacacionales en asentamientos ilegales en Cisjordania, incluyendo Jerusalén Este; un total de 321 propiedades publicadas en Airbnb y 350 ubicadas en 18 asentamientos ilegales, saltándose el derecho internacional y sin la autorización oficial de Israel. Organizaciones humanitarias vienen pidiendo la ruptura de vínculos con la ocupación, pues no hace sino contribuir a la apropiación ilegal de territorios, las restricciones de movimientos e incluso el desplazamiento forzado de palestinos.
Desde la Asamblea de Vivienda de Sevilla han querido señalar “la responsabilidad de empresas como Airbnb de hacer negocio en los territorios ocupados en Cisjordania a la vez que especula y expulsa a las vecinas de sus viviendas”. En este sentido, han denunciado también “la complicidad de la Institución, que además de cómplice y promotora de esta empresa, es culpable de la expulsión de vecinas y la ocupación sionista. Desde el Ayuntamiento de Sevilla hasta la Policía Nacional como hemos comprobado con estas jornadas de ‘anfitriones’, el Estado permite y promueve la actividad especulativa y sionista de Airbnb”.Ocupación israelí
Airbnb y Booking desoyen a la ONU y ofertan alojamientos en tierras palestinas robadas
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