Opinión
El secreto girasol del 25 de Marzo

El 25 de marzo de 1936 un ejército de parias, con yunta o sin yunta, puso en pie la revolución silenciada de Extremadura. ¿Cómo es posible que un acontecimiento de esa trascendencia esté ausente de los programas de estudio y de la “memoria democrática” institucional en Extremadura?
El 25 de marzo de 1936, el día que Extremadura se levantó.
El 25 de marzo de 1936, el día que Extremadura se levantó.
miembro de la Asociación 25 de Marzo
25 mar 2021 09:00

Como las flores vuelven su corola hacia el sol, así también todo lo que ha sido, en virtud de un secreto heliotropismo, se empeña en volverse hacia el sol que está por salir en el cielo de la historia.

Walter Benjamin

El secreto heliotropismo del 25 de Marzo. Un gigantesco girasol de dignidad se tornea hacia el presente, reclamando el sol de la justicia para una tierra tantas veces saqueada. Una revolución pacífica y sin nombre, desterrada de los libros de texto, expulsada de los paraninfos y parlamentos, cegada tras el retablo de vírgenes y burócratas.

Arrojaron su memoria a las cunetas, la expurgaron de los archivos, pusieron a trabajar a todos sus peritos en legitimación histórica para que no quedara de ella ni el simple rastro. Pero ahora vuelve con fuerza. Centenares de jornaleros y campesinos abrigaron su recuerdo casi clandestino de boca en boca. Y la bandera escondida del 25 de Marzo renace en las manos de los nietos y bisnietos de la epopeya.

Retorna la algarabía de los oprimidos, el tumulto de las olvidadas. La Germinal de Badajoz le gana la partida a los patronos y siembra de luz rebelde las orillas del Guadiana. El maestro Bugarin ayuda a los campesinos de Alburquerque en su pelea por los Baldíos. En Don Benito el pueblo se amotina contra los criminales de Inés María, para impedir la impunidad de los señoritos. El médico Pedro Vallina, desterrado en la Siberia, es protegido por los jornaleros y es tan querido que hasta las mujeres de los guardias civiles de Garlitos piden que no le expulsen de nuevo. En Fuente del Maestre y en Salvaleón los campesinos cantan la Internacional y la Marsellesa sin que ahora les ametrallen. Las lavanderas de Cáceres celebran el febrerillo loco. El Tostaero y sus compañeros de Navalvillar de Pela entregan en el ayuntamiento las armas de los guardias que pretendían detener la ocupación pacífica de la finca del Marqués.

Han vuelto de las cárceles de Burgos y de Ocaña los 600 obreros extremeños que se llevaron prisioneros tras la huelga general campesina de junio. María Zambrano entrega una gramola a la escuela de las Navas del Madroño y, en Zafra, César Vallejo oye bajo el pie del campesino el humo del lobo y aprende allí su lucha para que hasta los señores sean hombres. Los hijos de los segadores de Almendralejo son acogidos en las casas de sus compañeros de utopía en Aceuchal o Torremejía mientras dura la larga huelga. E incluso la alondra ensangrentada en la plaza de toros de Badajoz, en la navidad fusilada de Cáceres y en tantos otros pueblos de Extremadura, no cesa en su furioso canto. El hombrecino de Almendral trae su lista con los nombres de los fusilados, guardada durante cuarenta años en la cartera.

El 25 de Marzo interpela al presente, a la opresión y a la dominación de nuestros días

El 25 de marzo es la cita que los congrega a todos. También a los artesanos o a las maestras. Pero, sobre todo, a los campesinos sin tierra, la clase negada, la clase incómoda. El poder les escupió a conciencia, con inquina: les llamó destripaterrones, ganapanes, pelaespigas, peones, braceros, paletos, morralla. Pero aquel ejército de parias, con yunta o sin yunta, puso en pie la revolución silenciada de Extremadura. Señalaron una verdad escondida: la tierra no es una mercancía, la tierra, como recordará Karl Polanyi, “no es más que el medio natural en que cada sociedad existe”. Arriesgaron y entregaron sus vidas para defender aquella certeza, que apuntaba a la mutación antropológica del capitalismo. Frente a la gran máquina que desamortizaba las tierras comunales, que les despojaba y les expulsaba a las ciudades, a las fábricas, a la humillación de la sirena, a la lóbrega boca del metro, al rebaño de la metrópolis donde ni siquiera puede salvarte Chaplin con su involuntaria bandera.

A pesar de todo, de la inmensa represión, del mar de sangre derramada y del miedo para diez generaciones, otros cogerán el testigo y renovarán la promesa de un mundo nuevo. “El 25 de marzo ha tenido siglos de rumia”, escribirá Víctor Chamorro. “El pan no ha muerto”, la dignidad tampoco.

Nuestra mina a cielo abierto se llama reforma agraria

“Un solo acontecimiento hace saltar el curso de la historia, en un solo acontecimiento se resume toda una vida o toda una historia. Pero para que un acontecimiento pueda tener esa fuerza tiene que ser mesiánico, es decir, tiene que brindar la oportunidad revolucionaria de enfrentarse al presente”

Reyes Mate

¿Cómo es posible que un acontecimiento de la trascendencia del 25 de Marzo, que ha sido abordado por historiadores de la talla de Malefakis, Tuñón de Lara, Paul Preston, Francisco Espinosa o Víctor Chamorro, sin embargo esté ausente de los programas de estudio o de la “memoria democrática” institucional en Extremadura?

Las razones que explican ese ostracismo no son precisamente de tipo historiográfico, sino de orden político y económico. El 25 de Marzo interpela al presente, a la opresión y a la dominación de nuestros días. El latifundio ha sido y es una máquina de paro y emigración, funcional al papel de colonia interior de Extremadura, abastecedora de mano de obra barata, materias primas y energía. El latifundio, siempre intocable y además, desde hace décadas, subvencionado con una riada de millones de euros de la PAC y de la propia Junta, para financiar a los viejos y a los nuevos ricos con títulos, nobiliarios o financieros.

La debilidad de los trabajadores asalariados del campo la hemos podido constatar en los dos últimos años: una parte sustancial de ellos ni siquiera se ha podido beneficiar de la subida del Salario Mínimo Interprofesional, una obligación legal que la patronal desobedece abiertamente

El viejo sueño de la reforma agraria, el fantasma que estremeció a las clases dominantes de Extremadura y de España, volvía a aparecer en la Transición. Emanaba del pujante movimiento obrero que emergía en el tardofranquismo. Las huelgas de la vendimia en Tierra de Barros ya en 1976 son una buena muestra de hasta qué punto había cuajado el paciente trabajo de organización del nuevo sindicalismo. Y, para sorpresa del búnker , aparecía además un nuevo sujeto totalmente inesperado: los colonos del Plan Badajoz, que ponían en pie durísimas luchas, las conocidas guerras del tomate y del pimiento, enfrentándose a las conserveras, las fábricas favorecidas por la trama de influencias del régimen, la avanzadilla del nuevo capitalismo agroindustrial.

La aparición de estos dos nuevos protagonistas, el sindicalismo jornalero y el movimiento del pequeño campesinado, y su eventual alianza reabrían la posibilidad de acometer cambios sustanciales en el campo. La reforma agraria retornaba al orden del día. Y tan es así que habría de incorporarse al primer Estatuto de Autonomía en 1983 como uno de los objetivos a cumplir por los poderes públicos. Ni siquiera la derecha política se atrevería entonces a cuestionar una demanda histórica que respondía al lastre estructural de nuestra tierra, el latifundismo y sus consecuencias en caciquismo y subdesarrollo.

El ibarrismo y los gobiernos que lo continuaron no solo no cumplieron el mandato estatutario de la reforma agraria. No contentos con ello, en 2011 los dos grandes partidos se pusieron de acuerdo en suprimir incluso la mera mención que se hacía en la principal ley autonómica. Los poderes políticos y económicos se aplicaron a desmontar a los dos perturbadores sujetos que habían emergido en el mundo agrario durante los últimos años del franquismo y en la Transición.

A los jornaleros los doblegó fundamentalmente a través del sistema conocido como PER. La debilidad de los trabajadores asalariados del campo la hemos podido constatar en los dos últimos años: una parte sustancial de ellos ni siquiera se ha podido beneficiar de la subida del Salario Mínimo Interprofesional, una obligación legal que la patronal desobedece abiertamente con la bochornosa connivencia de la Junta de Extremadura. La reconversión agraria y el desmantelamiento del tejido cooperativo construido durante dos décadas por los agricultores-lo que llegó a representar ACOREX y la Caja Rural- fueron las herramientas utilizadas para someter al pequeño campesinado, a mayor gloria, claro está, de las grandes industrias del sector.

Los latifundistas de siempre, la Casa de Alba, el marqués de Valdueza, la familia Domecq, los Álvarez de Toledo o la Dehesa del Guijo, pero también ahora los otros imperios agroindustriales construidos al amparo de los nuevos poderes, como Haziendas Bio, el Grupo Sol o Atanasio Naranjo, son algunos de los grandes beneficiarios de las últimas décadas. Ellos, junto a la banca y a las eléctricas, y a la clientela de los grandes partidos, conforman la madeja extremeña, el bloque de poder político y económico que manda en Extremadura. El balance de su dominio es demoledor y se resume en dos datos esclarecedores: más del 50% de los jóvenes extremeños está en paro y más de 40.000 han tenido que emigrar en los últimos ocho años.

Ellos, los mismos que nos han conducido a esta situación sacan ahora el último conejo de la chistera, el de las minas a cielo abierto en Extremadura. El latifundio y el extractivismo son hermanos de modelo social y de clase. Necesitamos derrotarlos a ambos al mismo tiempo, si no es así perderemos la batalla. Se profundizarán el colapso ecológico y las contradicciones sociales. Hay que poner en pie otra forma de producir y de vivir, regido por la austeridad, que es algo bien distinto a la miseria. Una alternativa al neoliberalismo y al neofascismo que, por ejemplo, suprima o limite la obsolescencia programada al tiempo que aboga por la reducción drástica de la jornada de trabajo y por el reparto del mismo.

Nuestra mina virgen por explotar es la Reforma Agraria. Una reforma integral, atravesada por los valores de la agroecología y la soberanía alimentaria. Pero que no deje de atreverse a cuestionar el latifundismo. Que no acepte la naturalización de la propiedad privada, como si fuera algo incuestionable. En este tiempo dramático del coronavirus estamos viendo el sinsentido de aplicar el dogma de la propiedad privada –en este caso de la industria farmacéutica- a una pandemia sanitaria. El mercadeo y opacidad de las vacunas, el crimen de la creación artificial de la escasez, la irracionalidad de que la sociedad tecnológicamente más avanzada de la historia sea incapaz de inmunizar en un tiempo razonable a la población.

El girasol del 25 de Marzo nos habla de la revolución social que podría y debería venir. De la dignidad humana, de la democracia real en la que los de abajo tomen la palabra y determinen sus vidas, de la necesidad de libernarnos de los poderes salvajes.

Con la memoria de los 60.000 campesinos que abrieron la esperanza de un tiempo nuevo. Disparemos a los relojes, a la rutina de la Historia. 25 de Marzo: Tierra, pueblo y dignidad.


Agricultura
Reforma Agraria para alimentar Extremadura

La reforma agraria en Extremadura es urgente y la propuesta concreta debe pasar por asegurar el acceso a la tierra a la población extremeña, o de cualquier procedencia, para poder instalarse en una región desangrada por la emigración.

Historia
Manuel Cañada: “A los extremeños nos han robado la historia”
Manuel Cañada acaba de publicar Otra Extremadura (Jarramplas, 2020), un libro que recupera buena parte la historia no contada de la región desde el siglo XX a la actualidad.
Cargando valoraciones...
Ver comentarios 4
Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra en tu cuenta.

Relacionadas

Cargando relacionadas...

Murcia
Extrema derecha
Colectivos antirracistas denuncian la impunidad de la ultraderecha en Torre Pacheco, donde sigue la violencia
En la localidad murciana se ha producido una segunda jornada de violencia racista, ultraderechistas de otros territorios se han unido a las “patrullas” para “limpiar España”.

Málaga
Málaga, el punto de inversión para los fondos israelíes a pie de playa
Diversos fondos de origen israelí están presentes en proyectos urbanísticos de Málaga influyendo en la turistificación de la provincia mientras se enriquecen con la ocupación de Palestina
Ocupación israelí
Califato ¾ tampoco actuará en el FIB por su vinculación con el fondo KKR
El grupo se une a la cantante Judeline y el rapero Residente que tampoco actuaran en el festival debido a su vinculación con el fondo proisraelí
Feminismos
“Mis relatos están escritos al lado de otras, arropada por la escucha de otras”
La redactora de El Salto presenta ‘Todo lo que pasó el día que me mordió mi hija’ (La Imprenta, 2025), un conjunto de relatos que desde lo individual apelan a lo colectivo y que se devoran con una mezcla entre ansiedad y placer.
Análisis
La crisis por el ‘caso Cerdán’ empuja al PP y Vox por encima de los 200 escaños
El último barómetro del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) señala una caída del PSOE, que apenas aprovechan los partidos a su izquierda, y un aumento de votos en la mayoría de PP y Vox
Cómic
Gotham como estado mental
Que Batman es el personaje del cómic de superhéroes más icónico del último medio siglo es algo a lo que también contribuye una iconografía del mal como forma urbana a la que responde la ciudad de Gotham, un estado mental en sí mismo.
Estados Unidos
Donald Trump amenaza a la Unión Europea con aranceles del 30% a sus productos a partir de agosto
Ursula von der Leyen ha respondido al anuncio de Trump insistiendo en la vía del diálogo pero anunciando que “tomarán todas las medidas necesarias para salvaguardar" sus intereses
El Salto n.79
La celulosa o la vida: periodismo situado y lucha social para frenar un ecocidio
El jueves 17 de julio os esperamos en el CS “A Nubeira” de Vigo para presentar el último número de la revista El Salto.
Economía social y solidaria
¿Dónde está la juventud en la Economía Social y Solidaria? Un relevo que se teje entre retos y oportunidades
Cada vez más jóvenes se acercan buscando formas de vida y empleos coherentes con sus valores. Sin embargo, su participación sigue enfrentando barreras: precariedad, estructuras poco flexibles y falta de relevo real.

Últimas

Río Arriba
Javier Guzmán: “Desde la izquierda falta la visión de que el derecho a la alimentación es un tema básico”
Nueva entrevista de Río Arriba en formato podcast donde hablamos de soberanía alimentaria, políticas públicas relacionadas con la alimentación, tratados de libre comercio y sus efectos sobre la agricultura, ganadería y alimentación.
Gobierno de coalición
Sánchez resiste, los aliados se ilusionan y Feijóo se llena de barro
Se apaga el ciclo político antes del receso de verano con un líder del PSOE que ve la luz al final del túnel, a pesar del desplome en las encuestas.
Análisis
La propuesta abolicionista de Igualdad, otro intento de regular el cuerpo de las trabajadoras sexuales
La figura de la prostituta no es solo una categoría laboral o una práctica sexual, sino que es uno de los dispositivos más antiguos y eficaces del patriarcado para disciplinar a todas las mujeres.
La vida y ya
La manera natural
Si te alejas un poco y miras a todo ese grupo desde fuera, podrías llegar a pensar que esa forma de construir vidas en común es un modo de resistir.
Murcia
La ultraderecha incentiva ataques racistas en Torre Pacheco: “Moros de mierda”
Diversos grupos de extrema derecha como Vox, Frente Obrero y Deport Them Now están promoviendo linchamientos a personas migrantes en la localidad murciana de Torre Pacheco
Pesca
¿Sostenible para quién? Detrás de las bambalinas del acuerdo de pesca sostenible entre la UE y Madagascar
Gracias a un acuerdo pesquero con la Unión Europea, en 2023 Madagascar autorizó el acceso a sus aguas territoriales a 65 barcos europeos. Aunque el acuerdo promueve una pesca “sostenible”, las técnicas empleadas agravan la crisis ecológica.
Más noticias
Salud mental
Familia y escuela son los principales factores de protección para la salud mental de adolescentes LGTBI+
Las personas con una orientación sexual divergente con la heterosexualidad muestran mayor grado de depresión e ideación suicida que las heterosexuales. Los vínculos son clave para mitigar los riesgos, según un estudio.
Países emergentes
BRICS en la encrucijada: la cumbre que expuso su poder (y sus grietas)
Los próximos cinco años constituyen una ventana crítica para los BRICS, donde su hoja de ruta post-Río despliega ambiciones transformadoras cargadas de fragilidad.
Galicia
La Xunta y la Confederación del Miño, condenadas por la degradación ambiental del embalse de As Conchas
Las organizaciones impulsoras de la demanda consideran “histórica” la sentencia al vincular un caso de degradación ambiental al menoscabo de derechos fundamentales de residentes de la zona afectada. El fallo aún se puede recurrir.

Recomendadas

Barcelona
El reciclaje invisible: la relación entre la chatarra y la ciudad de Barcelona
La red de reciclaje en Barcelona es de una complejidad casi hermética, más aún si hablamos de los recicladores informales, más conocidos como chatarreros. Salimos a la calle a entender una economía sumergida que está a la vista de todos.
Medios de comunicación
El futuro del periodismo no lo está escribiendo una máquina
El periodista Pablo Mancini, estratega dentro de The Washington Post, defiende una profesión aquejada de múltiples problemas. El primero, y más crucial, la deserción de miles de personas que ya no quieren estar informadas.
Entrevista La Poderío
Virginia Piña: “Con la Guerra Civil y su posguerra intentaron aniquilar nuestra conciencia”
Quien tiene el poder, tiene los recursos, y quien tiene los recursos también tiene la palabra. Virginia Piña (Jaén, 1988) la lleva tomando en los últimos seis años, dándole forma para hablar de figuras clave en la historia de las mujeres en Andalucía
Laboral
Jornadas de 50 horas semanales haciendo tareas de categoría superior: así se trabaja en hostelería
Es uno de los sectores con más sanciones e intervenciones de la Inspección de Trabajo, con más de 12.000 trabajadores extranjeros aflorados en las intervenciones y que cuenta con el 21% de las sanciones emitidas por este organismo.
Comentarios 4

Para comentar en este artículo tienes que estar registrado. Si ya tienes una cuenta, inicia sesión. Si todavía no la tienes, puedes crear una aquí en dos minutos sin coste ni números de cuenta.

Si eres socio/a puedes comentar sin moderación previa y valorar comentarios. El resto de comentarios son moderados y aprobados por la Redacción de El Salto. Para comentar sin moderación, ¡suscríbete!

Cargando comentarios...