Trump, Gaza, Ucrania o Sudán marcarán la agenda internacional en 2026

Este año habrá que poner el foco, de nuevo, en el ascenso de los fascismos en Europa y la deriva autoritaria en Estados Unidos, donde la vulneración de los derechos humanos va ‘in crescendo’.
Trump y Netanyahu
Trump y Netanyahu durante el encuentro del lunes 29 de septiembre. CASA BLANCA

Si tuviéramos que mencionar qué ha marcado el año 2025 en términos de política internacional y asuntos globales, sin lugar a dudas, deberíamos mirar hacia Gaza y la aniquilación de su población, hacia las idas y venidas entre Ucrania y Rusia o hacia la guerra arancelaria impuesta por Estados Unidos desde la vuelta de Donald Trump a la presidencia del país.

Podríamos también, sin embargo, mirar hacía la crisis humanitaria en Sudán, las tensiones entre Paquistán y la India o el reciente aumento de las hostilidades entre Camboya y Tailandia en su paso fronterizo. La llegada y el consiguiente maltrato de la población que migra ha continuado tanto en nuestro país como en el resto de Europa. Respecto a este tema, en la región de los Balcanes, decenas de centros de “recepción” y “acogida” han pasado a ser centros de detención. Los acuerdos de Frontex con países como Bulgaria o Montenegro, el incremento de la militarización de las fronteras y el uso de IA para controlar los movimientos de la población en tránsito y vulnerar sus derechos también han sido protagonistas este 2025. 

Quizás la palabra que define mejor 2025 en materia de asuntos globales sea ‘incertidumbre’; algo que parece que también estará presente en 2026

En este año que ya termina, ha habido treguas, acuerdos de paz que no se han respetado, amenazas por parte de Trump a la Unión Europea, ascensos de fascistas al poder y una escalada de las tensiones entre Israel e Irán que mantuvo al mundo en vilo durante algunas horas. Quizás la palabra que define mejor 2025 en materia de asuntos globales sea ‘incertidumbre’; algo que parece que también estará presente en 2026.

Un reajuste global

Para el equipo investigador de Cidob (Barcelona Centre for International Affairs), que acaba de elaborar un exhaustivo informe con los diez temas a los que estar atentos y atentas, “2026 será un año de reajuste global. El trumpismo ha inaugurado una nueva era en la instrumentalización de la coerción económica y tecnológica”. Este “reajuste global” conllevará una “aceleración de la reconfiguración global de las conexiones comerciales, financieras y geopolíticas”, advierte el equipo de expertos y expertas.

Cidob: “En plena crisis del multilateralismo, personajes como Trump, Erdogan, o Xi Jinping, y países como Qatar, Arabia Saudí o Emiratos Árabes Unidos se erigen como nuevos brokers del poder”

El año empezaba el 20 de enero de 2025 con el ascenso de Trump, que está llevando el “America First” hasta sus últimas consecuencias. Las alianzas tradicionales en materia de defensa, comercio y seguridad están cambiando, porque tal y como destacan en Cidob, las relaciones de Trump se construyen “a través de los negocios”. Esto se ha podido apreciar de manera evidente en los acuerdos de paz que él ha iniciado, en los que ha aplicado “una mentalidad comercial” para “incentivar el alto el fuego” con el objetivo de que hubiera “réditos inmediatos”.

Desde el centro de estudios internacionales destacan que, “en plena crisis del multilateralismo, personajes como Trump, Erdogan, o Xi Jinping, y países como Qatar, Arabia Saudí o Emiratos Árabes Unidos se erigen como nuevos brokers del poder. La diplomacia tradicional ha sido sustituida por acuerdos entre magnates al servicio de lucros particulares”.

Genocidio en Gaza y empeoramiento de la situación en Cisjordania

Un año más, en 2026 tendremos que continuar mirando y escribiendo sobre Gaza y la campaña genocida de Israel, iniciada el 7 de octubre de 2023 y que no se ha detenido con la firma del acuerdo de alto el fuego del pasado octubre.

Las condiciones higiénicas, ya muy deterioradas, han empeorado en los últimos días; así cómo la situación de niños y niñas

La violencia en el enclave palestino ha continuado y se cuenta por decenas las personas asesinadas por las fuerzas armadas israelíes desde que se firmó el alto el fuego. No solo eso, al desgaste del genocidio, la población gazatí ha tenido que sumar, durante las últimas semanas unas lluvias torrenciales que han provocado un nuevo desplazamiento masivo de personas. Las condiciones higiénicas, ya muy deterioradas, han empeorado en los últimos días; así cómo la situación de niños y niñas, quienes, además de desnutrición, ahora tienen que hacer frente al riesgo de morir por hipotermia.

Y que los ojos puestos en Gaza no nos impidan ver lo que sucede en la Cisjordania ocupada, donde la violencia de Israel contra la población local ha ido in crescendo a lo largo de 2025. En estos últimos dos años el expansionismo ha alcanzado cotas nunca antes vistas: entre 2023 y 2025 se han construido, según Peace Now, —una organización que monitorea los asentamientos—, 68 nuevos asentamientos. Sin ir más lejos, el pasado 11 de diciembre, el gobierno israelí aprobó una propuesta para la construcción de diecinueve nuevos asentamientos en territorio palestino. Los datos no dan lugar a dudas: según Peace Now, en 2022, había 141 asentamientos en Cisjordania; ahora hay 210.

Tampoco habrá que perder de vista, en 2026, el juicio por corrupción en el que está inmerso el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu, que ya ha solicitado el indulto al presidente del país, Isaac Herzog. Y habrá que estar atentas a los ministros ultras Itamar Ben Gvir y Bezalel Smotrich; sobre todo del primero, cada vez más popular por su discurso ultra contra la población palestina.

Trump y su obsesión por Venezuela

Otro de los temas del 2026 será, sin lugar a dudas, las relaciones entre Estados Unidos y Venezuela. El despliegue militar estadounidense en el Caribe de los últimos meses de 2025 continuará siendo protagonista en 2026. La obsesión de Trump con Venezuela, que le ha llevado a ejecutar ataques militares ilegales contra las supuestas narcolanchas en el Caribe y en el Pacífico no se detendrá, por mucho que los organismos internacionales le insten a hacerlo.

Trump quiere la cabeza de Maduro – también la de Lula da Silva y Petro- y tiene un ojo puesto en México, a quien también ha amenazado con una intervención. En la nueva Estrategia de Seguridad Nacional (ESN), publicada hace apenas unos días y que constituye el principal documento de trabajo del pensamiento estratégico estadounidense, la Administración Trump “parece dispuesta a utilizar todos los medios a su alcance, tanto de hard como de soft power, para lograr sus objetivos hemisféricos”, destacan en el Real Instituto Elcano.

Habrá que ver, pues, hasta dónde está dispuesto a llegar Donald Trump respecto a esos objetivos y cómo responden las organizaciones internacionales. De momento, los ataques del mandatario estadounidense contra barcos en el Caribe se mantiene impune. La cosa no queda aquí: el mandatario ya ha advertido que podría atacar a cualquier país que “produzca o trafique” drogas hacia Estados Unidos, lo cual abre la puerta a nuevas ofensivas contra otros países del continente.

Gen Z: hemos venido a protestar

Desde Madagascar hasta Bangladesh, pasando por Marruecos, Serbia, Malasia, Indonesia o Nepal. Hay una generación, sobre todo de los países del sur global que está diciendo basta. A lo largo de 2024 y 2025 han hecho caer algunos gobiernos (Bangladesh, Nepal, Madagascar) y han puesto entre las cuerdas a otros (Marruecos, Serbia, Filipinas).

Cansada de la falta de expectativas de un futuro digno, sumidos en un desempleo sistémico y acostumbrada al nepotismo de unas élites que se enriquecen a costa de su pobreza, la juventud de ciertos países se ha lanzado a la calle para derrocar a sus representantes. Y no está previsto que sea algo que vaya a tener un punto y final a corto plazo.

Si bien los motivos del hartazgo difieren de cada país, lo que comparten estos jóvenes es un malestar profundo; una organización horizontal que no responde a jerarquías, la ausencia de líderes visibles (para que no puedan ser perseguidos y censurados), la rapidez en las convocatorias y el uso de las redes sociales para comunicarse y organizarse. Otro de los puntos compartidos es la ausencia de un plan B. Si bien en algunos países, como en Serbia, los estudiantes están intentando organizar una posible lista electoral de cara a los próximos comicios, en la gran mayoría de los países mencionados, estos jóvenes se han lanzado a las calles sin una hoja de ruta. Habrá que ver, tal y como destacan en CIDOB, “si estos espacios de resistencia o de contestación se trasladan a las urnas: Bangladesh celebrará elecciones en febrero y le seguirán Nepal, Marruecos y Perú [...] Los resultados electorales mostrarán si las protestas generan cambios reales y alternativas políticas”.

Ucrania y Rusia, el largo camino hacia la paz

El principal objetivo de Donald Trump en el plano internacional era cerrar la carpeta de Ucrania y reorientar el punto de mira estadounidense hacia el este. Contaba para ello con su buena sintonía con Vladimir Putin, en una relación que se consolidó durante el mandato anterior de Trump (2016-2020) y que ha sido refrendada por la foto internacional del año, tomada en agosto en Alaska. El plan de la Casa Blanca era cerrar un acuerdo de alto el fuego para Ucrania, en gran medida dada la obsesión de Trump con obtener el premio Nobel de la Paz. No lo consiguió entonces ni tampoco en la segunda arremetida, que ha tenido lugar este mes de diciembre.

La Administración Trump está dispuesta a reconocer ese dominio de facto y a obligar al poder político ucraniano a introducir en la Constitución una renuncia expresa a la integración en la OTAN

La división fundamental tiene que ver con la posible cesión de territorio soberano de Ucrania. La realidad del campo de batalla indica que Rusia tiene control casi total sobre las regiones occidentales del Donbás y, desde antes de la invasión de 2022, de la Península de Crimea. La Administración Trump está dispuesta a reconocer ese dominio de facto y a obligar al poder político ucraniano a introducir en la Constitución una renuncia expresa a la integración en la OTAN. El actual presidente ucraniano, Volodimir Zelensky, ha sido humillado en 2025 por Trump y por el vicepresidente estadounidense JD Vance, pero su país sigue dependiendo de la estrategia militar y de las armas provistas desde el Pentágono.

La Unión Europea ha sido la más firme valedora de Zelensky, siguiendo su propia estrategia de confrontación con Rusia, que se enmarca en la reorientación de las políticas industriales y económicas hacia la guerra. De este modo, la carpeta Ucrania-Rusia sigue y seguirá abierta este 2026, dado que forma parte de un mecano que es, en este momento, trascendental para la gobernanza europea. Un número desconocido de muertos, estimado en torno a los 300.000, pueden atestiguar que la búsqueda de la paz ha sido secundaria en las agendas de los principales líderes globales.

Las armas mandan, y la IA se pone al servicio del control fronterizo

Tal y como destacan en CIDOB, “en 2026, el rearme tecnológico se acelera: el gasto militar en IA podría superar los 30.000 millones de dólares, con Estados Unidos y China a la cabeza, con un presupuesto actual de 2.000 millones de dólares anuales. La robotización y los drones –mercado dominado en un 80% por China– transforman la guerra”.

La presión de Donald Trump a sus socios de la Alianza Atlántica, el pasado mes de junio, ha surgido efecto y los países europeos han aceptado las exigencias del mandatario estadounidense, que exigía incrementar el gasto en Defensa de los países hasta un 5%. Ante la negativa del presidente español, Pedro Sánchez, el magnate no dudó en arremeter y amenazar a España, así que habrá que estar atentos y atentas a eso también. Bajo el pretexto de conseguir la tan ansiada “autonomía estratégica”, que hace ya una década que colea, los Veintisiete se han plantado en “la era del rearme”, tal y como lo definió la presidenta de la Comisión Europea Ursula Von der Leyen tras anunciar el plan ReArm Europe, que tiene como objetivo destinar 800.000 millones de euros adicionales a la industria militar. Ese dinero, sin embargo, no quedará en suelo europeo: según el Instituto Francés de Relaciones Internacionales y Estratégicas (IRIS), entre 2022 y 2023, el 78% de las compras de armamento que se han llevado a cabo en suelo europeo se han realizado a países que no pertenecen a la UE. Y ahora viene el dato revelador: de todo ese monto de compras a otros países, el 80% se ha hecho a Estados Unidos. Es decir, que si hay alguien que salga ganador con este nuevo plan de rearme, no son los países europeos ni su “autonomía estratégica”, sino la industria militar estadounidense, que ya se frota las manos.

La Unión Europea ha destinado de cuatro a seis veces más en gasto militar que Rusia en los últimos 20 años

Muchas veces ha aparecido en boca de algunos representantes de los Veintisiete la supuesta amenaza que supone Rusia; y aquí aparece otro dato, en esta ocasión proporcionado por el Stockholm International Peace Research Institute (SIPRI): la Unión Europea ha destinado de cuatro a seis veces más en gasto militar que Rusia en los últimos 20 años. En CIDOB destacan el inicio, en el primer semestre, de 2026, de dos proyectos clave: la Iniciativa Europea de Defensa contra drones (EDDI, por sus siglas en inglés) y la creación de una Vigilancia del Flanco Este.

Agenda ultra; con un ojo puesto en Europa

Aún en suelo europeo, habrá que vigilar el ascenso de los fascismos. Habrá que prestar atención a las elecciones parlamentarias de Hungría, en abril de 2026. Con un Viktor Orbán que marca el camino del trumpismo en Europa, otros países que no habría que perder de vista son Polonia y, evidentemente, Italia, con una Meloni cada vez más fuerte.

A este efecto, en CIBOB advierten sobre una “desorientación estratégica”. “La Unión Europea se enfrenta a un año decisivo que puede suponer tanto la resistencia de su modelo como la constatación de sus límites políticos, en un contexto de desorientación estratégica y atrapada entre fracturas internas y amenazas externas. Esta debilidad se ve agravada por la crisis de sus motores tradicionales y por el auge de nuevas mayorías políticas alejadas de la integración clásica”.

CIDOB: “La inmigración se convierte en eje central electoral, y la unidad europea se congrega alrededor del endurecimiento de las políticas de recepción y el control de las fronteras”

A la crisis de una Europa en declive y cada vez más inclinada a la extrema derecha, hay que sumarle una circunstancia insólita hasta el momento: el deseo expreso de la Administración estadounidense de desmantelar la Unión. Trump es euroescéptico, y no tiene problemas en apoyar las fuerzas que quieren desintegrar el entramado europeo. “Europa se encuentra gobernada por mayorías frágiles, mientras crece el apoyo a partidos de extrema derecha, como AfD en Alemania, RN en Francia y FPÖ en Austria. En este escenario, las elecciones de 2026 serán clave para medir el avance de la ultraderecha, en medio de malestar social y descomposición estatal”, advierten en CIDOB.

En medio de toda esta pugna se encuentra una población migrante en la diana del discurso del odio. “La inmigración se convierte en eje central electoral, y la unidad europea se congrega alrededor del endurecimiento de las políticas de recepción y el control de las fronteras, con la entrada en vigor a mediados de 2026 del Pacto sobre Migración y Asilo”.

¿Podrían las “Epstein Files” hacer caer a Trump?

A lo largo de estas últimas semanas de diciembre, se han ido conociendo más detalles de la relación entre Trump y Epstein. La desclasificación de documentos y fotografías darán, de buen seguro, varios titulares en 2026.

Esto es importante porque en 2026 se celebrarán las elecciones de medio mandato, una prueba de fuego para constatar o no la solidez del gobierno de Donald Trump. Este también es el año en el que Estados Unidos celebrará su 250º aniversario, y lo hará inmerso en una deriva autoritaria, la debilitación del estado de derecho y la vulneración de derechos de la población migrante y las voces disidentes.

En este sentido, habrá que trabajar desde los medios de comunicación por documentar y dejar constancia de todas esas violaciones de derechos humanos. Es probable que las deportaciones ilegales sean las protagonistas de 2026 de un Estados Unidos en el que la democracia y la división de poderes está en riesgo.

Sudán y la peor crisis humanitaria actual

En los últimos meses, en El Salto hemos intentado, dentro de nuestras posibilidades, darle cobertura a la mayor crisis humanitaria del momento: la de Sudán. El país se desangra en violencia y la guerra se ha cobrado ya la vida de más de 40.000 personas. Hay 13 millones de desplazados internos, con lo que se habla ya de la peor crisis de desplazados de la actualidad. Unos tres millones de personas han huído del país, la gran mayoría a Egipto. 

Si bien a finales de noviembre se anunció un alto el fuego de tres meses, la situación es extremadamente volátil y las matanzas de población civil podrían volver a darse en cualquier momento. La guerra en el país también está afectando a toda la región.

Estos son tan sólo algunos de los asuntos de los que habrá que estar pendientes en el año que justo empieza en en mundo marcado por la mutipolaridad, las tensiones regionales e internacionales y acuerdos de paz frágiles, volátiles e interesados.

Palestina
La violencia en la campaña de la aceituna en Cisjordania bate todos los récords
Esta ha sido la campaña de la aceituna con más violencia en Cisjordania. Los colonos israelíes, con el beneplácito del Ejército, protagonizaron más ataques en el mes de octubre que en todo el año 2024.
Caribe
Estados Unidos escala su despliegue militar en el Caribe y crece la tensión en América Latina
Los ataques de Trump contra embarcaciones sospechosas de tráfico de drogas, sumados a la advertencia de que cualquier país que “produzca o permita” el envío de narcóticos puede ser blanco militar, han desatado una ola de reacciones en la región.
Cómic
La bandera pirata de ‘One Piece’ se convierte en icono de las protestas de la Generación Z
Las recientes movilizaciones de protesta en lugares tan alejados entre sí como Nepal, Perú o Marruecos han supuesto terremotos políticos y cambios en los gobiernos. En todas se ha visto una curiosa bandera pirata con un sombrero de paja.
República del Sudán
Darfur: crisis humanitaria y crímenes de lesa humanidad, según el Tribunal Penal Internacional
La fiscal adjunta del Tribunal Penal Internacional (TPI) en La Haya, Nazhat Shameem Khan, ha advertido de que se están produciendo crímenes de lesa humanidad en Sudán.
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