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Corrupción
Sodena, el riesgo de dilapidar el dinero público
La comisión de investigación abierta en el Parlamento de Navarra sobre las actuaciones de Sodena apunta a una mala praxis en sus conclusiones. No son los únicos casos de Sodena que merecen una investigación judicial.
La sociedad pública Sodena (antes, Nafinco) es el instrumento financiero del Gobierno de Navarra para el desarrollo empresarial de esta comunidad. A través de fondos públicos, y “utilizando principalmente la figura del capital riesgo”, Sodena trabaja “para que ningún proyecto viable de la Comunidad Foral de Navarra deje de ver la luz por falta de financiación”. Una inyección de dinero que en muchas ocasiones se ha realizado sin control y ha terminado en los bolsillos de empresarios sin escrúpulos.
La comisión de investigación abierta en el Parlamento de Navarra en relación a las actuaciones realizadas por Sodena desde 2002 concluyó sus trabajos en marzo de 2019 y se centró en la compraventa de acciones de Iberdrola, en la concesión de préstamos a Davalor Salud S. L. y en diversas inversiones de distinta naturaleza, como la compra de automóviles a la familia Burgos o inversiones en Sendaviva. El informe de la comisión —que no es vinculante y que no contó con la unanimidad de la cámara— apuntaba a una mala praxis. Sin embargo, estos no son los únicos casos de Sodena que merecen una investigación judicial para dirimir responsabilidades y recuperar parte del dinero dilapidado en inversiones sin ningún tipo de interés social.
Futuro gran fiasco
El fondo de riesgo Punto Futuro F. C. R. fue creado por el Gobierno de Navarra, Caja Navarra y varios empresarios navarros con el objetivo de invertir en la industria agroalimentaria. Entre todos aportaron 11.780.000 euros a finales del año 2004. Caja Navarra y el Gobierno de Navarra, con sus tres millones de euros cada uno, contribuyeron con más de la mitad del capital a Punto Futuro. La inversión de Caja Navarra se hizo a través de su filial CCAN Capital Inversión y la del Gobierno de Navarra a través de Navarra Financiación y Control S. A. (Nafinco). Por su parte, Sodena y otros empresarios también hicieron nuevas aportaciones a Punto Futuro en 2006, por valor de 1.525.000 euros, y en 2010, por 1.163.565, con lo que la inversión total en el fondo de capital riesgo fue 14.468.565 euros.
Desde su constitución, la gestión de Punto Futuro fue encomendada a Clave Mayor. Clave Mayor es una gestora de fondos de capital riesgo que tiene su sede en Pamplona y de la que Caja Navarra también era consejera y accionista a través de CCAN. Clave Mayor utilizó los fondos de Punto Futuro para realizar unas inversiones cuyo resultado fue ruinoso. Y también financió empresas ajenas al sector agroalimentario, lo cual incumplía los estatutos del fondo. Unas empresas que, además, ni siquiera tenían actividad en Navarra.
Banca
Mondragon confía 15 millones a Clave Mayor, la gestora que también perdió su inversión en Superleague
La corporación gipuzkoana apuesta para que la misma sociedad que también perdió una inversión de 2,2 millones en la empresa imputada por blanqueo de capitales en la que invirtió Caja Laboral, gestione 15 millones de euros de un fondo suyo participado por organismos públicos
De esta manera, cuando, en 2017, se liquidó Punto Futuro su valor apenas alcanzaba los 15.677 euros, lo que es en torno a una milésima parte de lo que se había aportado a este fondo de capital riesgo. La mayor parte de las empresas en las que se invirtieron los recursos del fondo quebraron rápidamente, por lo que esas inversiones no eran justificables ni desde el punto de vista social ni desde el de la modernización del sector agrario e industrial navarro.
De pérdidas y beneficiados
El Gobierno de Navarra aportó a través de Nafinco, y más tarde Sodena, más de 3,2 millones de euros a Punto Futuro. Sin embargo, cuando el fondo se disolvió en 2017 el gobierno navarro solo recuperó 3.494 euros. Por su parte, Caixabank solo recibió 3.286 euros de los 3 millones que había aportado Caja Navarra. Respecto al resto del capital invertido en la creación de Punto Futuro, los socios particulares y el resto de empresas también sufrieron pérdidas en una proporción similar. Sin embargo, la mayoría de estos inversores recibieron a través de sus empresas contratos, inversiones, avales o subvenciones otorgadas por el Gobierno de Navarra o por sus entidades dependientes. Y, casualidad o no, estas ayudas e inversiones públicas fueron de una cuantía muy superior al dinero que aportaron estos empresarios a Punto Futuro, por lo que habrían compensado, con creces, las pérdidas que sufrieron en Punto Futuro.
Es el caso de la familia Troyas Bermejo, socios de Punto Futuro. Los hermanos Troyas formaban el consejo de administración de Hypernik II S. L. y Grupo Intro Capital Inversión S. L. junto con Isidoro Parra y José Antonio Garnica, presidente y consejero, respectivamente, de Clave Mayor. Estas sociedades que aportaron más de 500.000 euros a Punto Futuro solo recuperaron 658 euros. Además, la familia Troyas también era propietaria de Dynamobel. Desde el año 2011, Sodena ha concedido 14,7 millones de euros en préstamos y avales a Dynamobel, los cuales nunca han sido devueltos.
Las millonarias inversiones en el fondo de riesgo Punto Futuro fueron ruinosas
Según informaba el Diario de Navarra en mayo de 2018, al no poder conseguir la devolución de los préstamos, Sodena decidió convertirlos en capital de Dynamobel. En diciembre de 2017, el riesgo que mantenía Sodena en Dynamobel por los préstamos concedidos era de 16,7 millones de euros a los que hay que añadir un riesgo por avales de 7 millones de euros.
La empresa Construcciones ACR también aportó capital a Punto Futuro. Su participación alcanzaba el 3,3% del capital en el momento de la liquidación del fondo. Por lo tanto, la inversión de ACR en Punto Futuro debió de situarse en torno a los 500.000 euros, de los que solo recuperó 520,38 euros. Construcciones ACR es una importante contratista del Gobierno de Navarra. Así, el gobierno navarro encargó a ACR la construcción de la Ciudad de la Música, inaugurada en 2011, por 21 millones de euros. ACR logró con esta adjudicación uno de los contratos más importantes del gobierno navarro en un tiempo en el que estaba prácticamente paralizado el negocio de la construcción privada.
Clave Mayor desveló a partir del año 2010 cuánto cobraba por su gestión del fondo de riesgo Punto Futuro. Entre los años 2010 y 2012 la actividad de Punto Futuro era escasa por haber ido perdiendo todos sus fondos en inversiones ruinosas. Sin embargo, Clave Mayor cobró 347.813 euros por sus servicios a Punto Futuro durante aquellos tres años.
Ensalada de pasta y fondos
La sociedad Mizanor S. A. pertenecía al grupo Vega Mayor, S. A., empresa conocida por su marca comercial de vegetales frescos Florette. Mizanor se dedicaba en su origen a la elaboración de condimentos para las ensaladas desde su fábrica situada en la localidad de Milagro. En el año 2004, Vega Mayor vendió Mizanor a varios inversores, entre los que se encontraba el empresario griego Georgios Stavrakakis, quien fue designado director general de la compañía. Un año más tarde, Punto Futuro adquirió una participación del 38,5% de Mizanor. Las empresas que vendieron sus participaciones en Mizanor entre los años 2004 y 2005 también habían realizado inversiones en Punto Futuro. Se trata de Desarrollo Integral del Molde, S. L., que había invertido 500.000 euros pero recuperó solamente 547 euros en el momento de la liquidación del fondo y de la sociedad de José Javier Muguerza Mikeo y Zubieta Asesores, S. L., que se tratará más adelante.
Los principales inversores de Mizanor fueron el fondo de capital riesgo Punto Futuro y Sodena. Punto Futuro invirtió y perdió 4.496.559 euros en Mizanor mientras que Sodena perdió 1.646.676 euros cuando se declaró el concurso de acreedores y se cerró la planta de Milagro. Las relaciones comerciales entre Vega Mayor y Mizanor consistían en un préstamo hipotecario de 978.300 euros y en el arrendamiento de la nave y la maquinaria de Milagro, desde la que producía Mizanor. Los bienes arrendados tuvieron un coste de 3.800.000 euros.
La sociedad pública Sodena perdió un millón y medio de euros en Mizanor
La nave arrendada era la antigua planta desde la que producía Vega Mayor. Estas instalaciones habían quedado en desuso, ya que Vega Mayor había trasladado su producción a otra nave situada en Milagro. Una nueva nave que fue construida por Vega Mayor con importantes ayudas del Gobierno de Navarra recibidas entre 2000 y 2003. Varios de los consejeros de Mizanor, como Isidoro Parra y José Javier Muguerza, también desempeñaron funciones directivas en Vega Mayor.
Las mismas personas se encontraban simultáneamente en el consejo de administración de Clave Mayor, que decidía a quien se entregaban los fondos de Punto Futuro, y en la empresa que los recibía, Mizanor. Isidoro Parra Macua, José Javier Muguerza Mayayo, Juan Miguel Floristán Floristán y José Antonio Arrieta Garnica, secretario de estas sociedades y de la pública Nafinco, fueron los fundadores de Clave Mayor. José Javier Muguerza fue presidente de Mizanor. También fue socio desde su creación de Clave Mayor y consejero desde el año 2002 hasta el año 2006. Por este motivo, firmó las cuentas de Punto Futuro hasta 2005. También era socio de Punto Futuro, donde había invertido 360.000 euros a través de su sociedad Mikeo y Zubieta Asesores. Solamente recuperó 394 euros de esta inversión. Esta misma sociedad se encuentra entre los inversores que vendieron sus participaciones en Mizanor a Punto Futuro en el año 2005.
Por su parte, Juan Miguel Floristán invirtió 200.000 euros en Punto Futuro. Además, fue socio de Clave Mayor desde su constitución y consejero desde el año 2005 hasta el año 2015. Floristán y Muguerza fueron apoderados y consejeros de Vega Mayor ocupando puestos de gran responsabilidad en esta compañía. Ambos empresarios fueron los impulsores Vega Mayor, que es el germen de Florette Ibérica.
Isidoro Parra fue consejero de Mizanor desde 1999 hasta el año 2007 y también firmó sus cuentas de los años 2009 y 2010. Al mismo tiempo, fue consejero delegado de Clave Mayor desde el año 2003 hasta 2015. También fue socio de Clave Mayor desde su creación y realizó inversiones en Punto Futuro, de las que solamente recuperó 104 euros. Finalmente, fue consejero de Vega Mayor desde el año 2007 hasta el año 2009.
Por último, José Antonio Arrieta Garnica fue secretario no consejero de Mizanor desde el año 1999 hasta el año 2006. Fue consejero y secretario de Clave Mayor desde 2003 hasta 2016, además de socio desde su creación. Ocupó el cargo de secretario no consejero de Vega Mayor entre 2001 y 2013. Además, fue secretario del consejo de administración de Nafinco. Arrieta ocupaba este cargo en el año 2005, cuando Nafinco decidió aportar 3 millones de euros en Punto Futuro.
También invirtieron en Punto Futuro varios directivos vinculados con Florette como su director de operaciones Luis María López Flamarique, que aportó 150.000 euros, José María Garrido Juango, directivo que puso 120.000 euros, y Jorge Moreno Virto, director general de Florette Ibérica, que habría contribuido otros 120.000. Ninguno recuperó más de 200 euros por sus inversiones.
Puertas y rentas giratorias
Isidoro Parra fue sustituido en 2014 como consejero delegado de Clave Mayor, responsable de la gestión del fondo Punto Futuro, por José Javier Armendáriz Quel. Entre los años 2003 y 2007, Armendáriz fue el consejero de Industria de Navarra y vicepresidente de Nafinco cuando esta entidad pública realizó el grueso de su inversión en la creación de Punto Futuro en 2004. También fue consejero del grupo empresarial de Caja Navarra entre los años 2003 y 2007. Durante este periodo CCAN Capital Inversión, que era una entidad dependiente de Caja Navarra, realizó la inversión de más de 3 millones de euros en Punto Futuro.
Entre los años 2009 y 2011, Juan José Armendáriz fue presidente de Sodena. Durante su mandato se llevaron a cabo todas las inversiones de Sodena en Mizanor S. A. Así, Sodena invirtió 1.646.176 euros en Mizanor a pesar de que esta sociedad tenía un fondo de maniobra negativo.
Mizanor llegó a acumular 10.409.460 euros de pérdidas en el año 2010. Pese a presentar fuertes pérdidas todos los años, las inversiones de Punto Futuro en esta sociedad se incrementaban cada año hasta sumar los 4.496.559 euros en 2010. En particular, parecen injustificables las inversiones efectuadas por Punto Futuro y por Sodena a partir del año 2009, puesto que las pérdidas acumuladas en Mizanor eran de 8.088.078 euros, con un ejercicio 2008 en el que Mizanor declaró más de 3 millones de euros de pérdidas.
Sin embargo, esto no fue obstáculo para que Punto Futuro invirtiera 1.582.621 y 568.933 euros en los años 2009 y 2010. Por su parte, Sodena invirtió 1.101.551 euros en una ampliación de capital en 2009, aportó 217.890 euros en una nueva ampliación de capital en el año 2010 e invirtió 326.735 euros más mediante un préstamo participativo a Mizanor. Finalmente, Mizanor se declaró en concurso de acreedores en el año 2011. Posteriormente, la planta de Milagro se cerró definitivamente y dejó pérdidas millonarias en el sector público.
Las irregularidades en Sodena, la sociedad de desarrollo de Navarra, afloran a poco que se bucee en su historia. Estos casos sobre el fondo de riesgo Punto Futuro y la sociedad Mizanor han visto la luz gracias a una investigación del Observatorio Contra los Delitos Económicos (Observatorio CODE) sobre las empresas públicas de capital riesgo que crearon las comunidades autónomas de Madrid, Navarra, Andalucía y Aragón. Una investigación todavía abierta y que, por lo tanto, podría desvelar nuevas anomalías y fraudes.