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Se consuma el Carmenazo. Hoy tiene lugar la primera puesta en escena del proceso abierto por Manuela Carmena. A pesar de que en el mes de septiembre demasiados sectores de izquierdas miraron hacia otro lado y quitaron hierro al asunto, toca a su fin la tragedia de Ahora Madrid. Quien fue encumbrada por los más variados actores municipalistas y del cambio en 2015 ha decidido volar sola y sin ataduras. Ligera de equipaje, a lo largo de estos años Manuela ha demostrado que le sobraban los partidos, pero también las estructuras colectivas, la democracia interna y —sobre todo— el programa.
La semana pasada el SAMURSocial denunciaba que el Ayuntamiento de Madrid había expulsado de sus albergues a numerosas familias de refugiados, nada nuevo para los profesionales del sector que desde hace meses venían avisando que familias enteras eran mandadas a vivir debajo de un puente por los servicios de acogida. No menos trágico fue comprobar también en 2018 que la Empresa Municipal de la Vivienda estaba desahuciando familias vulnerables de sus pisos.
Con ello, poco margen quedaba para hacer cumplir uno de los puntos centrales del programa de Ahora Madrid: parar los desahucios. Fondos buitre, entidades bancarias, SAREB o la Agencia Social de la Vivienda se aprendieron de memoria la lección. Si el Ayuntamiento desahuciaba a familias vulnerables, ¿con qué argumento ético o político se podía pedir lo mismo a otras entidades privadas o públicas?
Lo que había sido una estructura llamada a abrirse y diseñarse de forma colectiva tendería poco a poco a conformar una potente pirámide, eso que denominamos la monarquía municipalista de Madrid
Y es que todo lo que hizo posible el proceso municipalista madrileño de 2015 fue una buena batería de propuestas empujadas desde los movimientos sociales de la ciudad y de un nutrido grupo de personas y organizaciones sociales y políticas de nuestra ciudad. Ambos factores formaron una densa tela de araña y la estructura suficiente para aupar a un grupo de concejales y al propio equipo de la alcaldía a gobernar esta ciudad. De hecho, la construcción de la imagen pública de la propia figura de la alcaldesa fue posible gracias a ese esfuerzo colectivo y la enorme credibilidad ética de nuestro proyecto. La honradez y la apuesta por un programa participativo o la firma del mismo como contrato de obligado cumplimiento por parte de los candidatos y candidatas fueron las señas de identidad de aquella nueva forma de hacer política.
Sin embargo, la campaña electoral y los propios resultados electorales liquidaron los pactos y acuerdos alcanzados. Lo que había sido una estructura llamada a abrirse y diseñarse de forma colectiva tendería poco a poco a conformar una potente pirámide, eso que denominamos la monarquía municipalista de Madrid.
Un paseo por Madrid
Una de las anécdotas que mejor ilustra semejante descalabro es el recorrido en autobús que Ahora Madrid organizó durante la campaña electoral por los grandes pelotazos urbanísticos del Partido Popular. Aquellos ejemplos del gobierno financiero y especulativo impuesto en nuestra ciudad quedaban recogidos tanto en el programa electoral como en el pacto contra la especulación al que se sumó Ahora Madrid. El recorrido de ese día señaló lugares como Canalejas, el Taller de Precisión de Artillería (TPA), las Cocheras de Cuatro Caminos y, por supuesto, la Operación Chamartín como ejemplo de que estaba sucediendo en Madrid.Hoy —casi cuatro años después— todos esos proyectos con sus correspondientes demoliciones de patrimonio histórico de nuestra ciudad, han sido aprobados por el núcleo duro del gobierno del cambio con los votos del PP. Este hecho ilustra la realidad de la nueva candidatura, más preocupada por desatarse de cualquier construcción colectiva y de los correspondientes compromisos programáticos que de cualquier otra cosa.
En demasiadas ocasiones esta crítica se ha querido interpretar como el viejo mal de la izquierda, empecinándose en cambiar una coma o al enrocarse en posturas ideológicas de matiz con una moraleja de fondo, la sempiterna desunión de la izquierda. Razones que evitan contestar la pregunta central ¿cómo es posible que el Ahora Madrid que conocimos en 2015 esté ejecutando una buena parte del programa de ciudad de la derecha? Por desgracia, en materia de urbanismo el PP —o al menos su programa—, no ha dejado de gobernar nuestra ciudad.
También hoy se abre una enorme incógnita para aquellos actores que fueron centrales en 2015 y que andan entre tocados y hundidos. Los sectores municipalistas autónomos tomamos nuestra decisión hace ya meses, no concurrir con Carmena y pensar nuevos procesos municipalistas que reabran la situación de cara a futuro. Podemos —abandonado a su suerte por los suyos en favor de Carmena—, se debate en una batalla que Manuela ya les ha ganado. Mientras, Izquierda Unida no ha dado pasos definitivos cuando el margen de maniobra se agota.
Entre tanto juego de tronos, se ha descuidado el flanco izquierdo del electorado y a las próximas municipales en Madrid concurrirán dos opciones que luchan por el tradicional electorado del PSOE. La singularidad de Ahora Madrid en los barrios del sur, las clases populares y el voto netamente de izquierdas e incluso una parte del clásico abstencionismo libertario y de movimientos que se movilizó en 2015 ya miran de reojo la opción de abstenerse. Hipótesis que, de confirmarse, devolvería a Madrid a posiciones pre-15M, cuando elección tras elección nuestras ciudad sacaba su alma más conservadora.
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Este artículo se empezó a escribir el día siguiente que Carmena gano las primarias, cuando dejó bien claro que ni era de Podemos, ni estaba comprometida con el programa, puesto que no lo había hecho ella, lo que es lo mismo, ignoraba lo que mucha gente había señalado como prioridad a ejecutar si se conseguía el Ayuntamiento de Madrid. Una vez se gana el Ayuntamiento lo que hemos percibido es una de cal y otra de arena, en cuanto a desahucios hay un trabajo hecho que puede ser insuficiente, en cuanto a remunicipalización han dejado mucho que desear en muchos sectores, en cuanto a la especulación más de lo mismo...
Y si de todo esto y varias asuntos más no se puede conseguir, pues nos falta una explicación real del porqué...
Está claro que no son lo mismo que hemos tenido durante 20 años en Madrid y que hay muchas mejoras que han conseguido, aunque en mi opinión hay ciertos asuntos que son solo de cara a la galería y muchas otras se van quedando en el olvido, pero al final no nos hagamos ilusiones, no hay alternativa que vaya a tener masa social para ganar el Ayuntamiento o hasta el momento no se la ve por ningún lado...
Al final visto lo visto, resignación y a lo menos malo, pero vigilando porque siempre hay límites ...
http://elbarruso.simplesite.com/
Pobre. Lo lloramos contigo? Se acabó el recreo, chaval: ahora hay que trabajar, no asaltar cielos. Los niños, a clase. Dejad paso a los mayores.
Yo desde mi humilde opinión, creo que entrar en una gran casa con gente que lleva años trabajando de una manera, es muy dificil cambiarlo todo, incluso hay costumbre arraigadas en gente como cultura de vida. Lo que se está haciendo es desmantelar mucho de lo que hay y limpiar y creo que se hace un gran trabajo y duro, a veces hay que estar para entender, y sobre todo mirar los resultados finales, y si suman o restan, y para mi, suman y no restan, por lo menos a mi gente de a pie. Miremos con dignidad, y si hay que cambiar algo, luchemos por ello, sumemos. Seguir adelante valeis mucho y unidos podemos hacer más.
Después de más de una década sin votar, las últimas elecciones sentí unas mariposillas ilusionantes en mis cirrósicas entrañas y me dije "carallo, quizás te equivocas, quizás el poder no corrompe, quizás sí se puede luchar contra ese poder económico neoliberal que tiene en nómina al poder político, quizás podemos optar por un mundo mejor". Voté por Compromís en las locales y por Podemos en las nacionales. Pasará al menos otra década hasta que me decida cambiar un domingo en mi huertecillo por esta farsa de democracia. Claro que el poder corrompe. Y se sube a la cabeza. Y se incumplen promesas. Vivimos en el reinado del marketing político. De la hipocresía. Y de los sueños muertos. Y la única forma de hacer de este mundo un sitio un poco mejor es pasar de los políticos, de todos los políticos, y aplicar el único carro de combate con el que puedes luchar: tu cesta de la compra responsable y solidaria, y siendo una persona decente e íntegra en tu pequeño entorno. A los políticos, viejos y nuevos, que les den.
cada uno podemos tener los motivos que sean para no hacer nada por el cambio social: miedo a perder lo poco que tengamos, a levantar la voz, al esfuerzo que supone la lucha o sólo al mero hecho de dedicar nuestro tiempo a algo diferente a nosotros mismo.
entiendo, pero no comparto la actitud pasiva
pero al menos, se sincero contigo mismo, a través del consumo no se va a cambiar absolutamente nada porque los problemas vienen por otro sitio
Hola Pablo, de acuerdo con todo lo que dices, pero basta de lamentos. ¿Es que la gente que estáis al frente de nuestras ilusiones no pensáis en presentar vuestra propuesta que aglutine a la verdadera izquierda?. Por favor, no queremos abstenernos, somos miles. Por favor, adelante y gracias.
Los votos detrás de los que corre Carmena no están aquí, y si para obtenerlos hay que reforzar el statu quo con políticas tibiamente liberales, pues que le vamos a hacer, lo bueno suele ser enemigo de lo excelente. Por el camino Carmena ha liquidado a Podemos en Madrid, pero es por una buena causa, la suya.
Los huérfanis que deja Ahora Madrid necesitamos otra candidatura ya mismo. Basta de lamentarse, por favor.
Yo no voto a la "izquierda" para que me gestione "bien" el capitalismo de amiguetes español. Es más, lo único que hace es manchar su nombre en el lodo. Anti-Carmena y Anti-Podemos. Que se busquen sus sillones sin mi ayuda.
A mí me gustaría preguntarte al autor si conoce alguna expresión municipalista que no sea lo que achaca que no hace Ahora Madrid. Me parece que parte de la izquierda más utópica tiene miedo a las implicaciones y contradicciones que implica gobernar. Quizás si dejáramos estos artículos y los egos a un lado, fuéramos un poco más comprensivos hacia el narcisismo político de las organizaciones y sus tradiciones, nos iría mejor. Igual me equivoco, pero si que me gustaría que me hablaran de que podemos hacer en vez de ser tan pesimistas. Ya sé que siendo marginal se está muy cómodo, pero hay que empezar a levantar cabeza una vez que en 2014 una parte de la izquierda lo hizo.
Al menos lo que se está haciendo en Barcelona, mucho mucho más frente a los desahucios y la crisis de vivienda, la remunicipalizacion, la energía, etc. Carmena simplemente no ha querido hacerlo.
No estoy de acuerdo con el tema desahucios se han parado la mayoria porque estaba Ahora Madrid. No se ha podido parar alguno pero tambien se intentó. No se puede comparar con el gobierno fascista del pp. Eso es querer hacer daño.
Porque os empeñais en comparar el gobierno de AM con Carmena con el del PP. Es increíble que siempre estemos igual sin darnos cuenta lo complicado que es gobernar y enfrentarse a los poderes.y por eso mismo deberiamos ser comprensivxs y cuidadarnos y ser positivxs
No has entendido nada. Y lo peor es sospechar que haya muchos/as como tú. Esos que piensan que hay que gobernar a cualquier precio (también renunciando a las ideas propias, si van contra la corriente más poderosa). Esos que piensan que hay que ocupar espacio de poder, aunque sea para que otros no los ocupen, aunque finalmente nada se pueda transformar en el sentido que deseamos porque creemos más justo