Sanidad pública
Mamografías y privatización: un modelo que se repite en Andalucía, Madrid, Extremadura y Castilla y León

“¿Usted sabe cuántas mamografías se han derivado a la privada? Cero”. El presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno Bonilla, respondía así a la oposición durante un pleno la semana pasada en el parlamento andaluz. Ese “cero” se desmiente rápidamente con una simple búsqueda en el Portal de Transparencia de la Junta. En este portal se puede encontrar el contrato de un servicio de asistencia para la detección precoz de cáncer de mama mediante mamografía en unidades móviles, adjudicado a la empresa Centro de Diagnóstico Granada en 2021 por un valor de 8,8 millones de euros y prorrogado en 2023. De hecho, el logo de esta empresa acompaña al de la Junta de Andalucía en la web principal dedicada a los cribados de cáncer de mama en la comunidad.
Desde la Asociación en Defensa de la Sanidad Pública de Andalucía (ADSP-A) denuncian que es difícil esconder lo que es un hecho: la privatización de este servicio, que estaría directamente relacionada con su deterioro, tras el escándalo que ha aflorado recientemente, que implica que 2.000 mujeres no fueron contactadas tras obtener resultados dudosos en la prueba. “Los cribados comienzan a hacerse en 1998 dentro de recursos del Servicio Andaluz de Salud (SAS). Los centros de salud hacían de enlace informando a los pacientes. El éxito fue impresionante, llego a haber un 100% de mujeres cribadas. En 2003 el SAS comienza con los conciertos y nacen las unidades móviles que hacen las mamografías y las dejan en las unidades de rayos sin darle seguimiento“, explica Antonio Vergara Campos, portavoz de ADSP-A y de la coordinadora andaluza de Mareas Blancas. “En el SAS se empiezan a acumular cientos de mamografías sin revisar porque también hay una falta de personal por los recortes”, repasa Vergara, para quien la privatización del modelo es uno de los factores que ha precipitado el desastre.
“Los cribados comienzan a hacerse dentro del Servicio Andaluz de Salud. Los centros de salud hacían de enlace. El éxito fue impresionante, llego a haber un 100% de mujeres cribadas", informan desde la Asociación en Defensa de la Sanidad Pública de Andalucía
Tal y como destapaba la asociación Amama a principios de octubre, mujeres que obtenían un resultado dudoso tras la primera mamografía no fueron contactadas para realizarse una segunda prueba. Estas mujeres han sido notificadas años después para una segunda mamografía. En algunas ocasiones el tumor ya estaba avanzado y la asociación asegura que otras han llegado a fallecer. Vergara Campos avisa de que la Junta ya había recibido advertencias de lo que estaba sucediendo. “Hace tres años contactamos con la Consejería de Sanidad diciendo que el cáncer de mama en Andalucía era tres veces más prevalente que en toda España. Las mujeres sobrevivían menos, se morían antes porque el diagnóstico se hacía tardíamente. Y no se hizo nada”, asegura.
Extremadura y Castilla y León replican el modelo
Y el modelo privatizador de los cribados de cáncer de mama de Andalucía no es una excepción. Tras un rastreo por los portales de transparencia realizado por El Salto, se ha encontrado contratos para estas labores en la Comunidad de Madrid, Extremadura y Castilla y León. En estas dos últimas comunidades el esquema es muy similar al andaluz: los cribados se realizan en unidades móviles que están en manos de la misma empresa adjudicataria; Centro de Diagnóstico Granada.
En Extremadura y Castilla y León el esquema es muy similar al andaluz: los cribados se realizan en unidades móviles que están en manos de la misma empresa adjudicataria, Centro de Diagnóstico Granada
En el caso de Extremadura, tal y como reza el pliego, el objetivo del contrato es la realización de mamografías, principalmente en el ámbito rural y dentro del Programa de Detección Precoz de Cáncer de Mama del Servicio Extremeño de Salud, “con el fin de garantizar la accesibilidad y la equidad en el acceso al diagnóstico precoz de esta enfermedad principalmente a las mujeres que pertenecen al ámbito rural”.
En marzo de 2024 se adjudicó el servicio a Centro de Diagnóstico Granada, con un plazo de ejecución de cuatro años y por un valor de 3,4 millones de euros, más de un millón menos del presupuesto con el que el Servicio Extremeño de Salud lanzaba la oferta, que alcanzaba los 4,5 millones. Los motivos para seleccionar esta empresa expresados en el anuncio de adjudicación son que era la entidad con “mejor relación calidad-precio”.
Por su parte, el Servicio de Salud de Castilla y León (Sacyl) mantiene un contrato los tres próximos años con Centro de Diagnóstico Granada, para el servicio de realización de exploraciones mamográficas digitales de cribado en unidad móvil a las mujeres incluidas en el “Programa de Detección Precoz de Cáncer de Mama” de la comunidad, con un presupuesto de 844.920 euros. De nuevo la administración argumenta que ha seleccionado a esta empresa, “por ser la oferta con mejor relación calidad-precio”.
En el acuerdo de iniciación del expediente, la Junta de Castilla y León explica que “en aras de acercar y facilitar la realización del cribado a las poblaciones de difícil acceso o alejadas de las unidades de mamografía se considera necesaria la contratación del servicio de realización de mamografías en unidad móvil”, con una estimación anual de 11.735 mamografías a realizar, “al no disponer en la actualidad de medios propios para la realización de citado servicio”.
Siete lotes en Madrid
En Madrid parte del servicio está privatizado, en manos de clínicas privadas que se reparten las zonas en siete lotes. En el último contrato disponible en el portal de transparencia de 2021, prorrogado hasta 2023, aparecen siete empresas entre ellas Analiza S.A. Centro Diagnóstico de Granada, la empresa que opera también en Andalucía, Extremadura y Castilla y León, pertenece al Grupo Analiza.
La Consejería de Sanidad de Madrid argumenta que la necesidad de este contrato, partido en siete lotes, deriva “de la falta de recursos suficientes en la oferta del dispositivo asistencial propio del Servicio Madrileño de Salud”
Tal y como argumenta la Consejería de Sanidad de Madrid la necesidad de este contrato, que partía con un presupuesto base de más de 900.000 euros y que se ha ido renovando cada seis meses, deriva “de la falta de recursos suficientes en la oferta del dispositivo asistencial propio del Servicio Madrileño de Salud” .
Tras los recortes en sanidad por la crisis de 2011, “los gobiernos autonómicos, especialmente los del PP, han aprovechado para que la solución a esos recortes venga de la sanidad privada en lugar de recuperar las plantillas estructurales”, valora Antonio Vergara Campos. “Hay estudios científicos que demuestran que las privatizaciones reducen la calidad de vida y la esperanza de vida, aumentan las muertes evitables”, incide quien indica que lo sucedido en Andalucía es "la enésima demostración de que dejar en manos de una entidad privada con ánimo de lucro temas de salud es un desastre".
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