Salud
Los daños a la salud por la contaminación de plásticos alcanzan los 1,3 billones de euros a nivel mundial

Los plásticos son un peligro grave, creciente y poco reconocido para la salud humana y del planeta; el material causa enfermedades y muertes desde la infancia a la vejez y es responsable de pérdidas económicas relacionadas con la salud que superan los 1,5 billones de dólares (1,3 billones de euros —sí, con b—) al año. Así se expresan los expertos que han participado en la elaboración de un informe publicado en The Lancet el domingo 3 de agosto y que aseguran que el mundo vive una “crisis del plástico”.
Los impactos en la salud del plástico recaen “de forma desproporcionada” sobre las poblaciones de bajos ingresos y en situación de riesgo, advierte el informe, que no duda en señalar las causas del aumento de la contaminación: la producción de este derivado del petróleo ha pasado de dos megatoneladas en 1950 a 475 en 2022; el estudio prevé además que su producción alcance las 1.200 megatoneladas en 2026, lo que multiplicaría por 600 la cifra de mediados del siglo pasado. Adicionalmente, solo el 10% del plástico del mundo se recicla adecuadamente.
El informe que alerta de los impactos del plástico en la salud se publica dos días antes de la última ronda de negociación para conseguir un tratado mundial de plásticos torpedeado por los petroestados.
El informe se ha dado a conocer dos días antes de la sexta y probablemente última ronda de negociaciones entre los países para acordar un tratado mundial jurídicamente vinculante sobre los plásticos con el fin de hacer frente a la crisis. El proceso diplomático que se reanuda este martes en Ginebra supone el cierre de tres años de negociaciones entorpecidas por un profundo desacuerdo entre más de 100 países que respaldan límites a la producción de plásticos y los petroestados, como Arabia Saudí, que se oponen a la propuesta.
El plástico daña la salud por los químicos que usa o los microplásticos que entran en el cuerpo
La contaminación por plásticos crece al ritmo exponencial del aumento de su producción. 8.000 millones de toneladas de residuos plásticos están diseminados por el planeta, desde la cima del Everest hasta la zona oceánica más profunda, detalla el estudio de The Lancet, aunque hay un asterisco: los macrovertederos (legales o no) se sitúan en los países del Sur global.
El plástico daña la salud en todas las fases de su producción: extracción, uso y eliminación. Solo el 10% del plástico se recicla y hay 8.000 millones de toneladas de residuos de este material.
El plástico daña la salud una vez está en el vertedero, pero también en el resto de etapas de su producción: desde la extracción de los combustibles fósiles con los que se fabrica hasta su producción y uso. Esto provoca, según el estudio, contaminación atmosférica, exposición a sustancias químicas tóxicas e infiltración de microplásticos en el organismo. “Los residuos plásticos contribuyen a la difusión y amplificación de enfermedades infeccionas como el dengue” porque el agua acumulada en el plástico desechado supone un lugar propicio para la reproducción de los mosquitos que transmiten esas enfermedades, advierte The Lancet.
Los plásticos utilizan más de 16.000 sustancias químicas, entre ellas, rellenos, colorantes, retardantes de llama y estabilizadores. Según los investigadores, muchas sustancias químicas presentes en estos materiales están relacionados con efectos nocivos en la salud en todas las etapas de la vida humana, pero existe una falta de transparencia sobre qué sustancias químicas están presentes en los plásticos.
Fetos, bebés y niñas y niños son muy susceptibles a los daños asociados a los plásticos, asegura el estudio publicado en 'The Lancet'
El análisis revela que los fetos, bebés y niñas y niños son muy susceptibles a los daños asociados con los plásticos y que la exposición a estos materiales se asocia con un mayor riesgo de aborto espontáneo, parto prematuro y muerte fetal, así como defectos congénitos, crecimiento pulmonar deficiente, cáncer infantil y problemas de fertilidad en el futuro.
Los residuos plásticos a menudo se descomponen en microplásticos y nanoplásticos que entran en el cuerpo humano a través del agua, los alimentos y la respiración. Se han encontrado partículas en la sangre, el cerebro, la leche materna, la placenta, el semen y la médula ósea. Su impacto en la salud humana es aún desconocido en gran medida, pero se han relacionado con accidentes cerebrovasculares y ataques cardíacos y los investigadores afirman que es necesario adoptar un enfoque preventivo.
“El mundo no puede salir de la crisis de plásticos reciclando”, sentencia el estudio en sus conclusiones, aunque asegura que la perspectiva de un mundo con salud que empeora día a día por la contaminación por plásticos es evitable: hay que reducir la producción, dicen los investigadores con la mirada puesta en la cumbra de Ginebra del martes. The Lancet Countdown, la edición sobre salud y crisis climática de la prestigiosa revista, promete que “identificará, seguirá e informará periódicamente sobre un conjunto de indicadores” para fiscalizar “los progresos realizados en la reducción de la exposición al plástico y la mitigación de sus daños a la salud humana y planetaria”.
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