Palestina
Hamás responderá al ultimátum de Trump en las próximas 24 horas

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, presentaron el lunes en la Casa Blanca un plan que aseguraron “traerá la paz para la franja de Gaza”, pero que en realidad carece de garantías para ello, mientras refuerza la colonización de ese territorio y aleja el pronóstico de la autodeterminación del pueblo palestino.
Ausencia de Hamás en las negociaciones y lavado de cara de Netanyahu
La propuesta —que más que un plan es una lista con 20 puntos a partir de la cual se iniciaría una compleja negociación hasta su implementación— contempla la liberación de los 48 prisioneros israelíes que permanecen en la Franja en 72 horas a partir del cierre del acuerdo. Más allá de ese punto, los llamamientos para la retirada israelí de Gaza o para el traspaso del poder hacia los palestinos —después de establecer una entidad colonial participada por Trump o por el ex primer ministro británico, Tony Blair— carecen de plazos y de garantías. El mayor beneficio que el acuerdo prevé para los palestinos es el freno a la limpieza étnica, al reconocer el derecho de los gazatíes a permanecer en el enclave o a regresar a él después de abandonarlo, si lo desean, de manera temporal.
Trump y Netanyahu hacen pública la propuesta, que se ha elaborado sin la participación de Hamás ni de otros representantes palestinos, poco después de que algunos de las mayores potencias occidentales, como Francia, el Reino Unido y Canadá, dieran el paso de reconocer el Estado de Palestina como respuesta a la ofensiva contra el enclave, calificado como genocidio por parte de los mayores expertos globales en ese crimen.
La propuesta se ha elaborado sin la participación de Hamás ni de otros representantes palestinos
La presentación del plan también es un lavado de imagen de Netanyahu, que tres semanas atrás ordenó una ofensiva contra los negociadores de Hamás cuando discutían la última propuesta de tregua desde Doha, la capital del país —Qatar— que había ofrecido su suelo como espacio para la mediación. Después de lo que se percibió como un intento definitivo de terminar con cualquier negociación, la Casa Blanca presenta ahora Netanyahu como un líder abierto a la diplomacia. “En lugar de que Hamás nos aísle a nosotros, ahora nosotros aislamos a Hamás”, ha reconocido Netanyahu ante la prensa israelí. “Ahora, el mundo entero presiona a Hamás para que acepte los términos que nosotros hemos establecido con el presidente Trump. ¿Quién lo hubiera creído?”.
El estadounidense y el israelí expusieron la propuesta antes de que la milicia palestina Hamás tuviera acceso a ella. Durante la conferencia, en la que no admitieron preguntas por parte de los y las periodistas, Trump subrayó que dará luz verde para que Israel “termine el trabajo” en Gaza si Hamás no acepta el ofrecimiento. Todo ello hace que desde Oriente Próximo se vea el plan como un ultimátum.
Hamás está estudiando la propuesta
Por su parte, Hamás ha confirmado que ha recibido la propuesta y dice estar estudiándola “de buena fe”. El dilema al que se enfrenta es complejo. La sociedad gazatí no puede más: Israel bombardea el enclave de manera brutal e incesante desde hace dos años; las tropas israelíes han matado 100 personas al día durante más de 700 jornadas consecutivas; el 11% de la población ha sido herida por la metralla; la mayoría del parque de vivienda está destruido y la ONU ha declarado la hambruna como consecuencia del bloqueo humanitario impuesto por Israel.
Hoy martes, una fuente cercana a los negociadores, ha declarado a la cadena estadounidense CBS que Hamás “se inclina por aceptar” la propuesta de tregua, aunque dará una respuesta definitiva el miércoles. Esa información supone un giro con respecto a las declaraciones de Hamás, que parecían optar por la negativa. Esa posición se ve reforzada por Netanyahu, que el lunes afirmó en hebreo para la audiencia israelí que la retirada del Ejército de Israel de Gaza “no sucederá”, lo cual negaría el horizonte que dibuja la propuesta presentada por Estados Unidos.
Una fuente cercana a los negociadores, ha declarado a la cadena estadounidense CBS que Hamás “se inclina por aceptar” la propuesta de tregua
Aunque israelíes y palestinos aceptaran el marco del acuerdo, el complejo camino hasta su aplicación estaría lleno de minas que lo podrían hacer descarrilar. Desde 2023, el Gobierno israelí se ha esforzado en boicotear las negociaciones hacia un acuerdo y en interrumpir las treguas conseguidas con el propósito de no tener que retirar sus tropas del enclave.
Los 20 puntos; prisioneros, ayuda humanitaria y fin de la limpieza étnica
El punto número 4 de los 20 presentados por la Casa Blanca es el que hace referencia a la liberación de los 48 prisioneros que permanecen en Gaza —más de la mitad, muertos— y es el único que incluye un plazo concreto. Hamás, según la propuesta, debería liberar a todos los cautivos —su última carta en el conflicto— en 72 horas tras la firma de la tregua. Ello permitiría al Gobierno de Israel desprenderse de su mayor tensión doméstica. Centenares de miles de israelíes se han manifestado a lo largo de las últimas semanas para exigir un acuerdo que libere a los prisioneros aún en manos de Hamás, sin poner el fin de la ofensiva contra los palestinos en el centro.
Hamás, según la propuesta, debería liberar a todos los cautivos —su última carta en el conflicto— en 72 horas tras la firma de la tregua
Por otra parte, el punto 7 incluye una admisión del uso del hambre como arma de guerra, al reconocer que el acuerdo, si es aceptado, “enviará inmediatamente ayuda completa a Gaza”, incluyendo la “rehabilitación de infraestructuras de agua, electricidad y alcantarillado”. El pasado mes de agosto, la ONU declaró la hambruna de manera oficial en la Gobernación de Ciudad de Gaza, y más de 440 personas han muerto por inanición en el enclave desde octubre de 2023 —la mayoría de ellas, desde primeros de julio— según las autoridades gazatíes.
El punto 9 presenta las autoridades coloniales que asumirían el poder en el enclave antes de, algún día, trasladar esa función a la Autoridad Palestina. Según la propuesta, un comité tecnocrático participado por palestinos ejercería como “Gobierno transitorio temporal”. Este Gobierno quedaría bajo la supervisión de una “Junta de la Paz”, una entidad que sería presidida por Donald Trump y que contaría, según las primeras informaciones, con la participación del ex primer ministro británico Tony Blair. Este organismo “manejará la financiación para la reurbanización de Gaza” hasta que la Autoridad Palestina, que sobre el papel gobierna la Cisjordania ocupada, lleve a cabo “reformas”.
El punto 12 enfría los delirios de la derecha israelí, que ambiciona la culminación de la limpieza étnica y la anexión de Gaza; aunque no aporte garantías para ello
El punto 10 precisa que “se creará un plan de desarrollo económico de Trump para reconstruir y dinamizar Gaza, para lo cual se convocará un panel de expertos que han contribuido al nacimiento de algunas de las ciudades milagrosas y modernas de Oriente Próximo”. Ese apartado, que no aporta mayor detalle, hace recordar el deseo que Trump expresó en febrero para la creación en Gaza de una Riviera de Oriente Próximo donde existirían ciudades impulsadas por inteligencia artificial.
El punto 12, redactado con una claridad inexistente en la mayoría de apartados, enfría los delirios de la derecha israelí, que ambiciona la culminación de la limpieza étnica y la anexión de Gaza. Aunque no aporte garantías para ello, el texto asegura que “nadie se verá obligado a abandonar Gaza, y aquellos que deseen irse serán libres de hacerlo, así como de regresar”. Y termina: “alentaremos a las personas a quedarse y les ofreceremos la oportunidad de construir una Gaza mejor”.
Los puntos 13 y 14 exigen la “desmilitarización” del conjunto de Gaza, y se hace referencia al desarme de todas las milicias. Se pide, asimismo, que el mundo árabe ejerza “presión” para asegurar que Hamás no suponga una amenaza “para sus vecinos” en el futuro. Esa exigencia contrasta con la ausencia de menciones de la amenaza que la ocupación israelí sobre los territorios palestinos supone para millones de civiles.
De manera similar, el texto asegura, en el punto 16, que “Israel no ocupará ni se anexionará Gaza”, pero no aporta garantías de ello. La propuesta prevé que la retirada de las tropas israelíes se lleve a cabo de manera gradual y “en base a normas” que se pactarán entre Israel, Estados Unidos y la autoridad transitoria, pero no especifica cuáles serían esas normas ni los plazos, posibilitando la perpetuación de la ocupación.
“No somos menores de edad”
Según la fuente citada por CBS, Hamás se estaría preparando para responder a la propuesta el miércoles y “se inclinaría” por hacerlo de manera positiva. Pero algunos dirigentes de la organización, como Taher al Nunu, se decantaban por lo contrario horas antes. “Nuestro pueblo no es un menor de edad que necesiten mandatos ni protectores”, decía al Nunu sobre el posible liderazgo de Blair.
La Yihad Islámica, otro grupo armado presente en Gaza, también ha rechazado la propuesta, según ha afirmado su secretario general, Ziyad al Nakhala. Por su parte, la Autoridad Palestina es la única formación palestina que ha abierto la puerta a la propuesta. En un comunicado ha agradecido “los esfuerzos sinceros” de la Casa Blanca y ha afirmado tener “confianza” en encontrar “el camino hacia la paz”.
Barghouti ha denunciado que el texto “no incluye un plan claro para la retirada israelí”, que no frena a Israel de “reactivar la guerra tras recibir los cautivos”
Mustafa Barghouti, cofundador dos décadas atrás de la Iniciativa Nacional Palestina —una tercera vía que se separa tanto de Fatah, que lidera la Autoridad Palestina, como de Hamás—, ha tildado la propuesta de “ultimátum”. En declaraciones a Sky News Arabia, Barghouti ha denunciado que el texto “no incluye un plan claro para la retirada israelí”, que no frena a Israel de “reactivar la guerra tras recibir los cautivos” y que el establecimiento de un “cuerpo extranjero” para gobernar los gazatíes “margina a los palestinos”.
Además, Barghouti ve preocupante la participación de Tony Blair, sobre quien pesan acusaciones de crímenes de guerra en Iraq durante la ocupación militar a partir de 2003. Blair llevó al Reino Unido al conflicto cuando ejercía de primer ministro del país. De hecho, la estructura propuesta en el documento de los 20 puntos se asemeja a la Autoridad Provisional de la Coalición que dirigió Iraq tras la invasión liderada por Estados Unidos y que supuso el desmantelamiento del Estado iraquí. “Todos sabemos que Blair es obediente al lado israelí”, lamenta Barghouti: “La continuación de las tropas israelíes en Gaza y el liderazgo de Blair serían una receta para el desastre”.
Bezalel Smotrich, ministro de Finanzas y partidario de anexionar Gaza a Israel tras la deportación de dos millones de palestinos, ha acusado Netanyahu de carecer de “visión”
En Israel, la extrema derecha del país, que había amenazado con dejar caer el Gobierno de Netanyahu si este sigue adelante con cualquier acuerdo que termine con la ofensiva en Gaza, se ha manifestado en contra, aunque sin rechazarlo de pleno. Bezalel Smotrich, ministro de Finanzas y partidario de anexionar Gaza a Israel tras la deportación de dos millones de palestinos, ha acusado Netanyahu de carecer de “visión” a la hora de “perder una oportunidad histórica”.
Distintas potencias del mundo árabe e islámico, entre ellas los mediadores para el enclave Qatar o Egipto, además de Arabia Saudí, Turquía o Pakistán, han agradecido los “esfuerzos sinceros de Trump” a la hora de presentar esta propuesta, pero han recordado una serie de elementos que implican el rechazo de algunos de los 20 puntos. Entre ellos, la necesidad de ver una “retirada israelí total” de Gaza y la integración de esta en Cisjordania, “en un estado palestino de acuerdo con la ley internacional”. Un comunicado de Ursula Von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, se expresa en términos similares.
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