Israel
Cómo puedes pasar de unos simples tuits a apoyar un genocidio

La evolución del multimillonario Elon Musk es un ejemplo paradigmático de la capacidad de los grupos de poder sionistas para imponer su relato mientras cometen un genocidio en Gaza.
Musk Netanyahu
El multimillonario y dueño de la red social X, Elon Musk, en una conversación con el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu. Foto: Gobierno de Israel.

Antecedentes

Podemos decir que esta historia de control, chantajes, difamación e instrumentalización de las víctimas comenzó en octubre de 2023. Concretamente, el 27 de este mes.

Israel lleva 20 días perpetrando su sexto ataque criminal contra la franja de Gaza en 16 años, esta vez con el objetivo de cometer un genocidio, con el necesario apoyo implícito de Occidente, tras mostrar al mundo su versión magnificada de los ataques de Hamas, no escatimando en detalles escabrosos y bulos como violaciones en masa o decapitaciones de bebés, para ir preparando el terreno de lo que llevaba décadas deseando hacer el ala más extremista del Gobierno israelí: terminar de ocupar Cisjordania y aniquilar Gaza.

Además de cortar por completo (antes lo hacía intermitentemente) el acceso al agua potable, la entrada de alimentos, medicamentos y energía, ha destruido la comunicación en toda Gaza. No hay forma de que los habitantes puedan contactar con el exterior ni entre ellos. Cientos de miles de refugiados palestinos exiliados en el extranjero no pueden dormir con la incertidumbre de saber si sus familiares están o no vivos o, aún peor, si se encuentran agonizando bajo los escombros.

Elon Musk entra en escena

Entonces llega el protagonista de nuestra historia, Elon Musk que, como hizo en la guerra de Ucrania, decide apoyar la conectividad de la franja con su red de satélites Starlink, devolviendo la conexión al castigado enclave. Esto, como es de suponer, no sienta muy bien a Israel, y le advierte que “utilizará todos los medios para impedir que Starlink provea de Internet a Gaza”. Elon, el pobre ingenuo, asume el riesgo y, sin ser consciente, se sitúa en el punto de mira del sionismo internacional y sus largos tentáculos. Los sionistas solo tenían que esperar el mejor momento (es su especialidad)... y este llegó en tan solo dos semanas: Musk responde a un tuit crítico con las comunidades judías residentes en países occidentales, concordando con él. El texto dice: “Las comunidades judías [sic] han estado impulsando el tipo exacto de odio dialéctico contra los blancos que dicen querer que la gente deje de usar contra ellos”, a lo que Musk responde: “Has dicho la pura verdad”. Se trata de un tuit problemático, escrito por un activista contra el “racismo anti-blancos”, por añadir contexto.

Más que suficiente para que, tras este intercambio de opiniones, comenzara la pesadilla para Elon.

La ADL, supuesto organismo antidifamación, lo difamó acusándolo de “antisemita” por estar de acuerdo con tales comentarios, apelativo que no tardaron en utilizar (sin entrecomillar) casi todos los medios de comunicación. Hasta La Casa Blanca se hizo eco.

La Liga Anti-Difamación

Antes de seguir, vamos a hacer un inciso sobre esta organización... Ellos se definen así: “La ADL es la principal organización contra el odio en el mundo. Fundada en 1913, su eterna misión es ‘poner fin a la difamación del pueblo judío y garantizar la justicia y un trato justo para todos’”.

En realidad, tal organización tiene, al parecer, un presupuesto anual de 100 millones de dólares (según periodista israelí), y más de 30 oficinas por todo el mundo y, al contrario de lo que dicen ser, han sido acusados de difamar despiadadamente con acusaciones de “antisemitismo” a cualquiera que ose criticar a Israel o a los sionistas. De ser así, se apropiarían, una vez más, del judaísmo para censurar, silenciar o extorsionar, como probablemente sea el caso que nos ocupa.

La Liga “Anti-difamación fue fundada por la organización B'nai B'rith (Hijos de la Alianza) y, debido a sus método, ha recibido numerosas críticas de distintos sectores políticos como Noam Chomsky, que la definió como “uno de los más poderos lobbies sionistas que acusa de ‘antisemitismo’ a cualquiera que critique mínimamente al estado de Israel“. Por supuesto, la liga “antidifamación” “contraatacó” espiando al politólogo.

Norman Finkelstein fue otro personaje público que criticó a la ADL a raíz de una encuesta realizada por tal liga a más de 50.000 adultos en 102 países cuyas conclusiones fueron: “las actitudes antisemitas son persistentes y generalizadas en todo el mundo.

El 26% de los encuestados, están profundamente infectados por actitudes antisemitas: 1.000 millones de personas en todo el mundo”. Siendo preguntado, Finkelstein (hijo de supervivientes del Holocausto y acusado por la ADL como “Negacionista del Holocausto”), al respecto, apuntilló en su artículo:

“[...] La verdad es que me sorprende lo bajo que es el porcentaje de “antisemitas” en el mundo, teniendo en cuenta las absurdas preguntas. Según la ADL, una respuesta afirmativa a las siguientes afirmaciones revela una mentalidad “antisemita”:

Los judíos son más leales a Israel que a su país de origen (V/F)
Según el primer primer ministro de Israel, David Ben-Gurion, se supone que los judíos que apoyan el sionismo son más leales a Israel que a su país de origen: su “deber” es “ayudar al Estado de Israel en todas las condiciones y bajo cualquier circunstancia... lo desee o no el gobierno al que los judíos en cuestión deben lealtad” 

* Los judíos tienen demasiado poder en los mercados financieros internacionales, o sobre los asuntos mundiales, o sobre los medios de comunicación mundiales, o en el mundo de los negocios, o sobre el gobierno de Estados Unidos. (V/F)
¿Por qué las respuestas afirmativas a estas descripciones demostrarían antisemitismo? Cuando la gente de color afirma que los blancos ejercen demasiado poder en el mundo de los negocios, o las feministas afirman que los hombres ejercen demasiado poder en el gobierno, ¿se demuestra eso que hay antiblanquismo o “antihombrismo”? Incluso Abe Foxman admite que “proporcionalmente, siempre ha habido una presencia judía relativamente destacada en las industrias del cine, la televisión y el disco por diversas razones sociales y culturales”

* Los judíos se creen mejores que los demás (V/F)
Pero, después de todo el éxito secular que los judíos han experimentado desde la Segunda Guerra Mundial, en las artes y las ciencias, en los negocios y la política, en el derecho y la medicina, sería una increíble que los judíos no pensaran que son mejores que otras personas ¿Acaso los judíos no han escrito docenas de libros en los que se jactan de lo increíbles que son los judíos? 

*La gente odia a los judíos por cómo se comportan (V/F)
¿Cómo demuestra esto el antisemitismo? Si se dijera que los judíos odian a los alemanes o a los polacos por su comportamiento, ¿se demostraría que son antialemanes o antipolacos? 

*Los judíos siguen hablando demasiado de lo que les ocurrió en el Holocausto. En mi opinión, cualquiera que no responda afirmativamente debe de estar completamente loco.

El hecho es que esta encuesta no prueba nada, salvo que la ADL sigue intentando sacar provecho de la industria del antisemitismo, que no deja de crecer, y sigue esperando inmunizar a Israel tachando las críticas legítimas a sus políticas de estar motivadas por una animadversión irracional hacia los judíos [...]”

Echando un vistazo a sus impresionantes encuestas, parece que los 100 millones de dólares anuales cobrados por la ADL están más que justificados. Wahlström, periodista israelí, tras la cobertura en 2003 de una conferencia a la que asistían, entre otros, miembros de la ADL, recogió las siguientes declaraciones:

  •  “Afirmar que existe un lobby sionista que acalla periodistas, es antisemitismo”. Henrik Bachner, del Comité Sueco contra el Antisemitismo (SKMA)
  • “Afirmar que Israel es Goliat, el contrincante fuerte, es antisemitismo.” Judith Elizur, investigadora inglesa.

Jacobson, miembro de la ADL, resumió tal encuentro académico de la siguiente manera:

  •  “La única superpotencia planetaria tiene una posición muy pro-israelí, lo cual obedece a que los judíos tienen una posición particularmente prominente en la élite de los medios de comunicación de masas. Es algo de lo que podemos estar orgullosos”. 
  • “Hasta en EE UU sobreviene el antisemitismo que se basa justamente en la afirmación de que los judíos tienen demasiado poder sobre los medios”.

¡¡¿Pero en qué quedamos?!! ¿Es posible que seamos antisemitas y no antisemitas a la vez?

Ocupación israelí
Genocidio en Gaza “Me han cancelado”: redes, medios, calles y famosos silenciados por criticar la masacre israelí
La acusación de antisemitismo se ha generalizado en los últimos meses para acallar las críticas al genocidio palestino realizado por Israel. La censura va de las redes sociales a las universidades, de las calles a la industria cultural.

Caza de brujas

Volviendo a nuestra historia, a la acusación de “antisemitismo” de la ADL sobre Elon Musk, le siguió una avalancha de grandes empresas como Disney, Warner, IBM o Apple que retiraron en masa su publicidad de Twitter (ahora X).

Todos estas corporaciones acusan al propietario de Tesla y Twitter de racista, supremacista, antisemita y nazi y se quedan tan anchos. Ninguno osa criticar al difamador, solo se ceban con el difamado ¿De verdad alguien cree que este hombre es todo eso, y menos por el mensaje que escribió? ¿Alguno cuenta la versión del acusado? Pues eso: ¡Bienvenidos/as al rigor periodístico del siglo XXI y su terrorismo informativo donde solo muestran una parte de la “contienda” y sus “razones”!

El estigma de “antisemitismo” es algo que parece que sobrevuela sobre cualquiera de nosotros y que, incluso sin saberlo, podríamos serlo. Pero al parecer, suelen ser los sionistas (designados como racistas, según la ONU, aunque revocado 16 años después) los que suelen tener un radar para detectarlo… y, como la lepra, una vez eres señalado (como le ocurrió al líder laborista británico Jeremy CorbynMel Gibson, a Roger Waters (que acaba de ser despedido), a Manuel de Prada, a Guillermo Zapata y Nacho Vigalondo y a otros cientos de personajes públicos), ya puedes salvar al mundo de la hambruna que seguirá persiguiéndote.

Ni que decir tiene que los que les colgaron el sambenito no están, precisamente, preocupados por salvar el mundo, como veremos a continuación. Como consejo a Elon Musk, creo que debió haber denunciado ipso facto a todo medio que osara difamarlo por tales comentarios, en vez de asumir la acusación. Es la única forma de parar a los difamadores, pero no lo hizo… Lo mismo debería hacer la UNRWA, difamada por Israel, en vez de rescindir los contratos de los acusados (por otros acusados de crímenes de guerra y genocidio). El artículo “Cómo Netanyahu convirtió las acusaciones de “antisemitismo” en un arma política”, explica de forma excelente cómo funciona La máquina de propaganda israelí.

Industria armamentística
Genocidio Muchos de los países que han castigado a la UNRWA son también los principales vendedores de armas a Israel
España seguirá ayudando económicamente a la agencia de la ONU que protege a los refugiados palestinos. En los últimos 15 años nuestro país le ha vendido armas a Israel por valor de casi 20 millones de euros.

 La penitencia

En menos de 10 días, tenemos a nuestro querido Elon en Israel, entregando el control de Starlink a Netanyahu para ponerlo al servicio del genocidio y visitando los lugares donde atacó Hamás. Como propina aseguró que “Israel trata de evitar la muerte de civiles en Gaza”. Por su parte, Hamás le invitó a Gaza para que contrastara la versión sionista, a lo que respondió, sorprendentemente que: “Ahora esto me parece un poco peligroso. Pero creo que una próspera Gaza a largo plazo favorecerá a todas las partes”. Es extraño que le parezca peligrosa Gaza, sobre todo teniendo en cuenta el cuidado, según sus palabras, con el que trata a los civiles Netanyahu y su ejército.

Según las declaraciones del Ministro de Finanzas israelí, todo apunta a que es así: “Si hay 100.000 o 200.000 árabes en Gaza en vez de dos millones, el discurso sobre el día de después será diferente”. Esperemos que en breve, tras el genocidio, Gaza pueda cumplir las expectativas de Musk y así acogerlo como se merece, en la futura isla gazatí.

Penitencia extra

Hace unos días, Elon, el prota de la historia, hace sus maletas y se va a Polonia... donde no coincide (que sepamos) con Isabel Díaz Ayuso de milagro. Pero hay más: en Cracovia, en un encuentro en la EJA (Asociación Judía Europea, otra poderosa asociación estrechamente vinculada al sionismo y a Israel), como buen alumno, pasa el examen con nota, diciendo a los profes lo que quieren oír y admite que “fue un ingenuo con respecto al auge del antisemitismo”, a lo que sentencia: “Quiero asegurarme de que haya la menor cantidad de expresiones de antisemitismo posibles en X, aunque es imposible llegar a cero, porque siempre habrá alguien que burle las normas”. Adoctrinamiento completado con éxito. El final que todos esperábamos.

Y como en cualquier película de Hollywood que se precie, donde desde que empieza conocemos, y aguardamos ansiosos el final esperado, esta historia no podía terminar de otra manera que con las siguientes declaraciones colofón del prota:

  • “Los combatientes adoctrinados de Hamás tienen que ser asesinados o encarcelados para evitar que maten a más israelíes”. Lo de que organismos internacionales los juzguen como han hecho con Israel, presentando una acusación mucho más grave, ni se lo plantea.
  •   “El siguiente paso es luchar contra el adoctrinamiento en Gaza” Es curioso cómo un adoctrinado acusa a otros de adoctrinamiento. 
  • “Hay que poner fin al adoctrinamiento del odio en los niños de Gaza” (Si le echara un vistazo a este vídeo-clip musical de niños israelíes llamando al genocidio en Gaza y a “recuperar sus tierras”… o a las charlas de los colonos en colegios israelíes llamando al genocidio, se le caerían los palos del sombrajo. Por otro lado, los niños palestinos no necesitan ser adoctrinados, ya se encargan los soldados de que no les tengan mucho aprecio. Si además tenemos en cuenta los traumas continuos sufridos por la infancia a causa de los constantes bombardeos y humillaciones, además de sufrir aviones de combate sobrevolando sobre sus casas continuamente, para asustarlos con el ruido, es absurdo hablar de “adoctrinamiento”.
  •  “Entiendo la necesidad de invadir Gaza, y por desgracia morirán algunos inocentes, no hay forma de evitarlo, pero lo más importante es asegurarse de que después el adoctrinamiento... se detenga”. Llamar “algunos” a más de 26.000 víctimas inocentes hasta el momento (más de 11.000 de ellas niños y niñas) parece algo mezquino... En cualquier caso, supongo que Elon aboga que los supervivientes aprenderán la lección de no dejarse “adoctrinar”.
  •  “Tenemos que acabar con el principio de que la parte normalmente más débil siempre tiene razón, esto sencillamente no es cierto. Si estás oprimido o eres la parte más débil no significa que tengas razón”. Nota importante: “que estés oprimido no te da derecho a querer luchar contra la opresión”. Lo ha dicho Elon Musk (o le han dicho que lo diga).

¡Toma ya! Vaya giro inesperado argumental de la peli: cuando parecía que por unas supuestas declaraciones “antisemitas” iba a arrepentirse, necesita terminar justificando un genocidio de miles de semitas para ser condonado (justo después de honrar la memoria de otro genocidio anterior), cosa que no parece preocupar a La Casa Blanca, ni a los principales medios, ni a Disney, ni a la Warner, ni a IBM, ni a Apple (que, pocos días después de su visita a Israel, pasó a anunciarse en Twitter como mayor cliente publicitario)...  que aún no se han pronunciado al respecto. Mira que es raro, con lo que les importa a ellos el racismo, el antisemitismo y la apología del genocidio.

Los medios y la ética, por Mauro Entrialgo

No solo eso, sino que cientos de artistas, actores, actrices, cantantes, famosos, han sido acosados, despedidos o censurados en EE UU por simplemente decir: “Free Palestine” o “Stop Genocide”. Por lo visto, estar contra un genocidio o pedir la liberación de un pueblo es ser “propalestino”, por tanto, entiendo que esta lógica me convierte automáticamente también en “pro-israelí” ya que condeno el asesinato de civiles israelíes, y “projudío”, por parecerme horrible el genocidio cometido por los nazis.

Algunos medios, dándole una vuelta de tuerca más, lejos de criticar la censura, revictimiza a los difamados, como si “ellos se lo hubieran buscado”. Como ejemplo, este titular: “Maha Dakhil, la superagente de las estrellas de Hollywood que ha destrozado su carrera por un mensaje a favor de Palestina”. Según este medio, fue ella la que destrozó su carrera, no la censura ni los castigos ejemplares impuestos para silenciar tamaña injusticia. Algo tan retorcido no se le ocurriría ni al mejor guionista de Hollywood. Y digo yo: si pueden conseguir que el tipo más rico del mundo se postre ante ellos, cediéndoles el control de su red de satélites para perpetrar con más comodidad el genocidio y repitiendo cual teleñeco, sin pestañear, las declaraciones más abyectas sobre los niños palestinos, ¿qué no podrán lograr?

Pero cuidado con osar decir que los sionistas “manejan los medios u ostentan demasiado poder“ porque entonces seréis “antisemitas” y el círculo quedará cerrado. Lo que tenemos ante nuestros ojos no es solo un “simple” genocidio, sino un NEGOCIDIO.

Una sola vara de medir

¿En qué tipo de mundo cínico e hipócrita vivimos donde un lobby, primero, y medios, políticos, instituciones y grandes empresas, después, acusan, juzgan y chantajean a quienes les plazca, con cualquier acusación totalmente sesgada e interesada, dirigida solo, en teoría, a “luchar contra un (supuesto) antisemitismo selectivo”? Todo esto, ignorando o, incluso, azuzando la islamofobia sin tapujos y el antisemitismo real contra los palestinos, lo cual sí está conllevando a un auge sin precedentes y constatado de odio en Occidente contra los musulmanes, que se traduce, entre otras cosas, en asesinatos de ciudadanos musulmanes occidentales y en una banalización o justificación de un genocidio contra toda una población de millones de personas.

Análisis
Palestina Un periodismo en resistencia contra la banalización del genocidio
A veces parece que las palabras no bastan ante la maquinaria de la propaganda y de la muerte. Que todo lo que se pueda escribir es insuficiente. Insurjamos juntas contra una narrativa que busca avalar un camino que solo lleva al abismo.

Para que los mismos políticos y medios tildaran de “salvajes y bárbaros ataques terroristas” de Hamás, bastó solo la versión israelí (la versión de Hamás fue ninguneada desde el principio), bulos incluidos, como el de los “bebés decapitados” que Biden llegó a ver (más de cien medios españoles y cientos de medios extranjeros publicaron tal bulo) o las “violaciones en masa”, así como las primeras cifras, que superaban ampliamente las reales, que facilitó el ejército israelí.

Además hay testimonios (los cuales los principales medios occidentales aún se niegan a difundir) de testigos israelíes recogidos en medios israelíes de los ataques de Hamás de primeros de octubre que revelan que el propio ejército israelí asesinó indiscriminadamente tanto a israelíes como a miembros de Hamás.

Pero, para catalogar de genocidio y/o crímenes de guerra el ataque indiscriminado a miles de civiles palestinos (y no es la primera vez), el corte de agua, energía, medicamentos y alimentos a más de dos millones de personas, el asesinato de familias enteras, de más de 10.000 niños y bebés, la destrucción de más del 70% de las viviendas, de hospitales, de colegios, mezquitas, iglesia, ambulancias, campamentos de refugiados, decenas de barrios enteros borrados del mapa debemos esperar a la sentencia del tribunal de La Haya o a que en la ONU, EE UU no vete la propuesta (hasta hoy han vetado ya 50 resoluciones de condena a Israel).

Mientras, los medios osan llamar a este genocidio, “Guerra Israel-Hamás”, cuando ni es una guerra (Palestina carece de ejército y no hay registro de nuevas bajas civiles israelíes desde el ataque de Hamás), ni es contra Hamás, puesto que la inmensa mayoría de objetivos son civiles, tanto humanos como infraestructuras: Además, comprando el relato de que se trata de una “guerra”, ¿no debería, el rigor periodístico, dar voz a ambas partes y el mismo peso a ambas versiones?

Para colmo, algunos de estos mismos medios repiten hasta la saciedad la propaganda sionista de que “este ataque es contra Hamás” y que “los hogares palestinos destruidos albergaban armamento de Hamas” o “usaban a los civiles palestinos como escudos humanos”, a lo que yo me hago varias preguntas: 

Pregunta 1: Si han destruido más del 70% de los hogares de Gaza, esto supondría que Hamás tendría que tener un potencial armamentístico increíble. ¿Cuándo pensaba Hamás usar semejante arsenal en esta “guerra” o antes? De hecho, llevan décadas diciendo lo mismo y el ataque que hizo a primeros de octubre fue “lo más grave que ha ocurrido a los judíos desde el Holocausto”, según palabras de los propios sionistas (masacres, secuestros, torturas, humillaciones, robo de casas, recursos y bienes y mucho más, lo llevan padeciendo los palestinos constantemente desde antes de que se creara Israel hasta hoy).

Pregunta 2: Viendo los miles de niños que ha asesinado el ejército israelí en esta ocasión y antes, así como el resto de civiles. ¿Qué sentido tiene usarlos como escudos humanos? ¿No sería más eficaz protegerse, por ejemplo, con un folio?

Pregunta 3: ¿Por qué también están atacando Cisjordania, recrudeciendo y alimentando el ataque sangriento de colonos terroristas junto con el propio ejército israelí contra civiles palestinos desarmados cuando allí no hay rastro de Hamás?

En resumen, para los principales medios, cuando Hamas ataca: “salvajes ataques del grupo terrorista”; cuando lo hace Israel: “Guerra Israel-Hamas” y claro, como todo el mundo sabe, “en la guerra mueren civiles” (¿acaso en los atentados no?). Básicamente, unos merecen su muerte y otros nuestras lágrimas, unos merecen que les envíamos armas para defenderse (como Ucrania) y otros no merecen ni agua, y esto, señoras y señores, lo deciden los lobbies, los políticos y los medios. Gracias por eximirnos de tamaña responsabilidad.

Algunos dicen que Occidente tiene dos varas de medir, pero yo pienso que es la misma. Lo que ocurre es que para criticar a Israel la usan con mucho cuidadito para MEDIR cada palabra, pero con los palestinos la emprenden a varazos.

Estamos viviendo un momento tristemente histórico y los principales medios lo minimizan, lo blanquean o lo silencian. ¿Acaso debemos esperar a que Hollywood saque alguna película para darle la importancia que merece (cosa que evidentemente no ocurrirá por motivos obvios)?

¿Para cuándo vamos a dar más credibilidad a ONGs (algunas israelíes), Organismos internacionales, historiadores, periodistas y politólogos de renombre (muchos israelíes o judíos) que a los lobbies, medios o políticos que claramente siguen unos intereses bélicos?

Para llevar a cabo un Genocidio se necesitan varios actores:

*El que los perpetra

*Cómplices activos

*Propagandistas

*Oportunistas

*Cómplices pasivos

*Cómplices inconscientes

*Una excusa

*Las víctimas

Esto ya ha pasado y seguirá pasando.


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