Madrid
El Ayuntamiento de Collado Villalba desahucia, sin aviso, un bloque entero de Sareb

Sin orden judicial de desalojo ni previo aviso por peligro en el edificio, este miércoles nueve inquilinas fueron desalojadas de sus casas ubicadas en la calle Trinidad, número 9, de este municipio del noroeste de la Comunidad de Madrid. A las vecinas de este bloque propiedad de Sareb, apenas si les dio tiempo de empacar a toda prisa sus pertenencias porque inmediatamente unos albañiles comenzaron a emparedar puertas y ventanas dejando atrapadas a mascotas y documentación de las inquilinas.
A las vecinas, algunas mayores, enfermas o con discapacidad y, todas en riesgo de exclusión social, el desahucio le pilló por sorpresa. De hecho, otras más se encontraban trabajando y sus enseres, incluyendo documentación importante, se ha quedado dentro de las casas, hoy tapiadas. La Asamblea de Vivienda de Collado Villalba ha declarado a este medio que todas estas personas les han dejado literalmente “en la calle”, y que Servicios Sociales de Ayuntamiento, ni ninguna otra administración municipal, les ha ofrecido ningún apoyo.
“Esto es una forma proactiva de ejercer violencia contra las más vulnerables, minando seriamente su salud y acortando su esperanza de vida, dicho de otro modo, es un atentado contra la vida y su dignidad”, ha informado la Asamblea de Vivienda de Villalba en su nota de prensa. Este colectivo señala directamente a Sareb, la Sociedad de Gestión de Activos Procedentes de la Reestructuración Bancaria, como responsable del desalojo ya que es la propietaria del bloque. Indican que el desalojo incluyó una brigada municipal de obras que llevaba la orden de tapiar el interior de las viviendas, y que las peticiones de las vecinas para recoger sus pertenencias fueron desatendidas en un primer momento tanto por representantes de Sareb, del ayuntamiento de Villalba y Policía Local, y Securitas, una empresa de seguridad que pone alarmas.
El Ayuntamiento de Villalba justificó el abrupto desalojo aduciendo “insalubridad e inseguridad” pero sin ttener la previsión de algún recurso municipal donde alojar a las personas de manera temporal o albergues de emergencia
Ha sido la presión vecinal, de la Asamblea de Vivienda, con el apoyo de la asociación antiespescista La Colonia de Coco, quienes consiguieron –a base de llamadas y correos a Sareb– rescatar a una gata de uno de los inquilinos, que se había quedado atrapada tras los ladrillos. “Lo expresamos con total rotundidad: esto ha sido un caso de violencia contra los animales, constitutiva de un delito de maltrato por el que vamos a denunciar”, denunciaban los activistas por el derecho a la vivienda.

En su escrito condenaban también al consistorio de Collado Villalba por el desalojo, “no sólo por no avisar a las vecinas, sino también porque, ante un edificio que no reúna las condiciones higiénico-sanitarias, la expulsión ha de ser el último recurso al que se deba acudir”. Alegan que la Sareb, como propietaria, debió de hacerse cargo hacer mantenimiento, reparaciones o el cierre de determinados espacios antes de haber dejado a las personas en la calle. El Ayuntamiento de Villalba justificó el abrupto desalojo aduciendo “insalubridad e inseguridad” porque el garaje estaba inundado de aguas residuales tras haber sufrido un incendio el pasado mes de agosto, además de otros “peligros detectados por los técnicos de Sanidad”. Si bien el ayuntamiento en su comunicado detallaba todas deficiencias del inmueble dejaba sin mencionar que el inmueble lo gestionaba Sareb.
“El Ayuntamiento ha dejado claro que no quiere pobres en su municipio, ni en las casas ni en las calles y que prefiere ayudar a la Sareb”: Asamblea de Vivienda de Villalba
Para los integrantes de la Asamblea de Vivienda de Villalba consideran que los problemas que tenía el edificio no eran motivos suficientes para el desahucio, y que estos se podían haber “solucionado por otros medios, por no hablar de las labores de prevención que debiera haber acometido la Sareb, cuya deuda, recordemos, es pública”, exponen. Insisten que, en todo caso, si existiese peligro inminente, debieron haberse tomado todas las precauciones, que incluía la previsión de algún recurso municipal donde alojar a las personas de manera temporal u ofrecer algún tipo de vivienda de emergencia. Cuestión que no ha sucedido, y de allí la situación de calle a la que han abocado a las personas desahuciadas en Villalba.
Por su parte la alcaldesa del PP, Mariola Vargas, la misma que ordenó abrir la oficina municipal antiocupación, pero gestionada por una pseudo organización que vive de generar y difundir bulos sobre la okupación, y que cerró a los seis meses, volvió a hacer declaraciones de franco desprecio a la gente que por necesidad recupera viviendas vacías, para poder tener una casa ante la falta de opciones de vivienda pública o simplemente un alquiler asequible. Villalba es un municipio en el que la vivienda se ha encarecido en un 38%. “El Ayuntamiento ha dejado claro que no quiere pobres en su municipio, ni en las casas ni en las calles y que prefiere ayudar a la Sareb”, lamentan desde la Asamblea de Vivienda de Villalba.
Si bien hubo una ocasión, en 2015, en que Vargas, después de un desalojo de otro bloque (el Madrid, 12) también propiedad de la Sareb, negoció con el banco malo el alquiler social de algunas de las inquilinas, pero en el caso de las vecinas de la calle Trinidad no ha sido así. “Esta vez, la administración local no sólo no ha obrado igual, sino que se ha aliado con los intereses más especulativos y antihumanos que también representa la Sareb”, valoran desde la Asamblea de Vivienda de Villalba. Advierten que van a exigir por todos los medios, la recuperación de todos los enseres de las vecinas, “así como su realojo en las miles de casas vacías de la Sareb. No vamos a dejar de recordar, al gobierno local y nacional, que SAREB es nuestra y sus casas también”, concluyen.
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