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Junta de Andalucía
Vox atiza al PP en el lomo de la Junta: los presupuestos andaluces, en suspenso
La ultraderecha en Andalucía da por “suspendidas” las negociaciones presupuestarias con PP y Cs. La estabilidad de la que presumía el presidente Moreno Bonilla hace una semana se ve tambaleada por el choque en Madrid entre Casado y Abascal durante la moción de censura a Pedro Sánchez.
Moreno Bonilla paga los platos rotos de Pablo Casado. El “giro al centro” que protagonizó el líder popular en el Congreso de los Diputados durante la moción de censura de la ultraderecha al gobierno central de coalición le ha torcido los números de la legislatura al presidente andaluz. Por el momento. Su “socio preferente”, la ultraderechista Vox, anunciaba ayer en el programa Acento Andaluz de 7TV que daba por “suspendidas” las negociaciones sobre los presupuestos andaluces porque se “ha quebrado la confianza” entre las tres derechas.
La imagen de estabilidad de la que presumía Juan Manuel Moreno Bonilla hace tan solo una semana, en el debate sobre el estado de la Comunidad, y de moderación, distanciándose de su socio Vox, se han resquebrajado. “Vox es una cosa y nosotros somos otra” le replicaba el presidente andaluz a Susana Díaz y sacaba a colación el voto favorable del PP en el Congreso esa misma semana para anular la sentencia condenatoria al padre de la patria andaluza, Blas Infante, fuertemente vilipendiado por la ultraderecha, que reivindica la Andalucía de Isabel la Católica. “Moderación y pactar con la ultraderecha es incompatible” le respondía la líder socialista. Ahora la estabilidad, tampoco.
Junta de Andalucía
Moreno Bonilla apuesta la recuperación andaluza a los fondos europeos
Sin plan legislativo ni subida de impuestos, el presidente andaluz reclama un apoyo unánime del Parlamento en torno a sí para reclamar al Gobierno Central 23.000 millones de los fondos europeos con los que sostener la recuperación andaluza. Susana Díaz se erige en voz de la calle ante un liderazgo cuestionado. Adelante Andalucía denuncia la “doctrina del shock” andaluza.
El eco del hospital de las Cinco Llagas se escuchó en el Congreso de los Diputados con un día de diferencia. La misma jornada que arrancaba en Madrid la moción de censura contra Pedro Sánchez, el portavoz adjunto de la ultraderecha, Manuel Garrido, le recordaba a Moreno Bonilla a quién debía su presidencia: “La estabilidad parlamentaria se la ha dado el grupo Vox en Andalucia”. Al día siguiente, su líder estatal Santiago Abascal replicaba dolido a un renovado centrista Casado: “Si yo fuera como usted, ustedes dejarían de gobernar mañana mismo en Murcia, Madrid y Andalucía”. Las chispas entre las derechas saltaron en Madrid, el incendio se provoca en Andalucía.
El propio portavoz titular de Vox, Alejandro Hernández, reconocía en 7TV que “evidentemente el discurso de Pablo Casado ha quebrado la confianza que existía”. “Si Pablo Casado dice que somos xenófobos racistas franquistas y nos coloca en un ámbito casi de ilegitimidad democrática, si eso lo hace el presidente del mismo partido que el presidente de la Junta, entonces nosotros tenemos que ponernos en alerta” enfatizó.
550.000 euros para fomento de las escuelas de tauromaquia, 300.000 euros para un teléfono de violencia intrafamiliar o 150.000 de inversión en seguridad de los centros de menores no acompañados fueron algunas de las 35 cesiones a Vox en el vigente presupuesto andaluz
En su estrategia de feijooización, Moreno Bonilla se abrió a llegar a acuerdos con las fuerzas políticas progresistas, PSOE y Adelante Andalucía, consciente de que estos grupos y la ultraderecha se excluyen mutuamente. Como le recordaba Garrido en el debate sobre la Comunidad: “no se puede ser amigos y socios de todo el mundo”. Un rechazo a la interlocución con la bancada progresista que Vox se apresura a no calificar de cordón sanitario aunque tenga los mismos efectos. “Nosotros no hemos puesto ningún cordón sanitario, pero si Vox lleva trabajando en estos textos presupuestarios desde antes de verano y ahora se invita a PSOE y Adelante Andalucía a presentar sus propuestas, obviamente nos llama la atención”, aseguran, en una estrategia cruzada de las derechas por ejercer presión al contrario amagando con romper y aprovechando para marcar perfil propio.
35 cesiones a Vox
Para sacar adelante los actuales presupuestos de 2020, el gobierno conservador de la Junta firmó un acuerdo con la ultraderecha de 35 puntos en octubre de 2019. Algunas de las líneas discursivas más representativas de Vox se venían incluidas en aquel documento, en materias como la caza, la tauromaquia, el control migratorio, la violencia intrafamiliar o el apoyo a la familia tradicional.
550.000 euros para fomento de las escuelas de tauromaquia, deducciones en el IRPF de entre 200 a 400 euros para miembros de familias numerosas, dos millones para un programa de asistencia a mujeres embarazadas en dificultades “para llevar adelante su embarazo”, 300.000 euros para un teléfono de violencia intrafamiliar o 150.000 de inversión en seguridad de los centros de acogida de menores no acompañados. Fueron algunas de las sumas que la ultraderecha consiguió del bipartito PP-Cs para su agenda política.
Aunque la negociación presupuestaria también sirvió de marco para otras cesiones sin cantidad económica. Un llamado “programa 1492. Un nuevo mundo” para de aportar “una visión rigurosa de la presencia de Andalucía y España en el Nuevo Mundo, con un acercamiento histórico objetivo y sin prejuicios a la leyenda negra”. El polémico convenio de colaboración con el Ministerio del Interior para usar datos de la administración andaluza para identificar y en último término expulsar a inmigrantes en situación administrativa irregular. Y también un programa de apoyo a propietarios afectados por viviendas ocupadas.
Unas cesiones en las que la ultraderecha insistirá porque “no hemos cambiado nuestras peticiones” aunque “evidentemente el nivel de exigencia ha cambiado” afirman. Pese al tensionamiento de la relación entre las tres derechas, no se prevé que la legislatura descarrile porque la propia ultraderecha reconoce que “tiene ganas de firmar ese acuerdo, pero queremos que nos ayuden a firmar esos presupuestos”.
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Es que con Franco los fachas no necesitaban ni a Vox ni al.PP.