Incendios Forestales
España sufre los peores incendios en dos décadas

La península ibérica está en llamas. Los grandes incendios forestales, localizados en este momento en el noroeste peninsular mayoritariamente, suman a fecha de este lunes un total de 342.501 hectáreas (ha) calcinadas, la mayor cantidad de suelo quemado por lo menos desde 2006. Así lo corroboran los datos del Sistema Europeo de Información sobre Incendios (EFFIS), cuya medición comienza precisamente en 2006, es decir, la destrucción causada por el fuego en lo que llevamos de año ya supone la peor cifra de la serie histórica española. Del total de suelo arrasado, unas 100.000 hectáreas ardieron solo este fin de semana.
El incendio iniciado en Zamora y que afecta a León ya es el mayor de la historia de España y el originado en Chandrexa de Queixa —que se unió a otros fuegos— el mayor de la historia de Galicia.
A la triste cifra alcanzada este año han colaborado en gran medida dos incendios: el originado en Uña de Quintana (Zamora), con 39.700 hectáreas arrasadas; y el de Chandrexa de Queixa (Ourense), con afectación a 17.500 hectáreas. Los datos de estos días nos han dejado más récords; el zamorano ya es el mayor incendio jamás registrado en España y, el de Ourense, el más grande de la historia de Galicia. Los parajes carbonizados este año superan ampliamente la destrucción causada por incendios en 2022, el siguiente año con mayor saldo de tierra calcinada (306.555 hectáreas) y que dejó estampas desoladoras en la Sierra de la Culebra, que ardió dos veces, con 30.000 hectáreas abrasadas en junio y otras 36.000 en julio.
Además de los mencionados, un tercer gran incendio empieza a exigir cada vez más atención: el fuego que asola Jarilla, en Cáceres, va ya por 12.000 hectáreas pintadas de negro y la Junta de la comunidad autónoma ha dado el aviso al Gobierno castellanoleonés de que las llamas podrían pasar pronto a territorio salmantino y abulense. Sara Aagesen, ministra para la Transición Ecológica, ha anunciado refuerzos europeos para este incendio: entre el lunes y el martes llegarán alrededor de 60 bomberos y vehículos alemanes y entre 80 y 100 franceses, además de dos helicópteros Black Hawk enviados por la República Checa y Eslovaquia que deberían arribar la tarde de este lunes, previsiblemente. Los fuegos de León ya han recibido el apoyo de dos aviones cisterna italianos, a los que se sumarán dos furgonetas motobomba neerladesas prontamente, según se espera.
La tendencia es clara: hay menos incendios, pero de mayor magnitud. En 2024 se contabilizaron el mismo número de fuegos que este año, pero la superficie quemada en 2025 es siete veces mayor.
Las llamas avanzan a gran velocidad debido a las altas temperaturas, baja humedad y gran cantidad de biomasa acumulada y seca que hace las veces de combustible. Se está afianzando una tendencia que señalan los datos del EFFIS: hay menos incendios, pero son más virulentos. El organismo europeo mapea los incendios superiores a 30 hectáreas y señala que el año pasado contó con 219 fuegos que sobrepasaron ese umbral, exactamente el mismo número de incendios que este año. Sin embargo, la superficie quemada en 2025 es más de siete veces superior a la de 2024, que lloró la pérdida de 42.615 hectáreas. Este fin de semana ha ardido el doble de esa cifra.
A lo largo del verano, cuatro personas han muerto en las labores de extinción de los incendios —aunque no suponen el total de víctimas del fuego—: dos bomberos y dos voluntarios. El primero de ellos fue el bombero Antonio Serrano (46 años), en Paüls, Tarragona, que murió el 10 de julio después de que el desprendimiento de una roca le hiciera caer por un desnivel de más de 20 metros. Le siguen cronológicamente Abel Ramos (35) y Jaime Aparicio (37), dos voluntarios a quienes el fuego en León dejó atrapados; el primero murió a las pocas horas, mientras que el segundo falleció con el 85% de su cuerpo quemado en el Hospital Clínico de Valladolid el pasado jueves. El último deceso durante la extinción de un incendio ha ocurrido durante la noche del domingo: Nacho Rumbao, bombero de 57 años, murió al volcar la autobomba que conducía en Espinoso de Compludo, en el incendio de León.
El fuego arrasa el patrimonio y el Gobierno pone más efectivos
Los fuegos están afectando a patrimonio y parques nacionales. El incendio de Zamora, extendido a León, entró en Las Médulas, Patrimonio de la Humanidad de la Unesco, y ha reducido a cenizas los bosques del paraje protegido. Las minas de oro romanas no han sido dañadas, pero los bosques del entorno también eran valiosos patrimonialmente: eran ejemplo de las zonas forestales autóctonas de la antigua Hispania.
También están ardiendo los Picos de Europa. El fuego se adentró este fin de semana en el emblemático parque nacional por su parte leonesa y ha obligado a desalojar varias localidades del Valle de Valdeón, además de otras tres poblaciones de La Reina. En esta última zona, las llamas llegaron a cruzar la frontera hasta Camaleño, en Cantabria, pero el Ejecutivo cántabro ya ha dado por extinto esa vertiente del incendio.
Han ardido Las Médulas y se abrasan los Picos de Europa. El Gobierno ha intervenido con aviones cisterna y con la UME y promete más uniformados para “labores logísticas”.
Las comunidades autónomas, competentes en materia de prevención y extinción de incendios, han pedido ayuda al Gobierno central, que cuenta con 56 aeronaves con capacidad de apagar incendios para la campaña de este año. El sábado se desplegaron más de 1.400 militares de la Unidad Militar de Emergencias (UME) para luchar contra las llamas, además de otros 2.000 efectivos en tareas de apoyo y 450 más militares activados. Además, se han sumado unos 5.000 guardias civiles y 350 agendes de policía. El domingo se anunció el despliegue de 500 militares adicionales, aunque la ministra de Defensa, Margarita Robles, ha puntualizado que la única unidad cualificada para enfrentarse al fuego es la UME, el resto de uniformados solo podrá apoyar en “labores logísticas”.
Robles también ha señalado la mañana de este lunes en RTVE que los incendios solo podrán controlarse una vez mejore el tiempo. La Agencia Estatal de Meteorología ha informado que este 18 de agosto comenzará a remitir la ola de calor, la tercera más intensa en España desde que hay registros, y la directora general de Protección Civil y Emergencias, Virginia Barcones, ha augurado que la situación crítica irá mejorando “poco a poco” de cumplirse el pronóstico meteorológico. La predicción favorable promete bajada de las temperaturas y aumento de la humedad en Galicia y el Cantábrico.
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