Galicia
Bruselas deja fuera los hidroductos gallegos de los proyectos prioritarios europeos
La plataforma Galicia sin Gas celebra la decisión de la Comisión Europea de excluir de la lista de Proyectos de Interés Común (PCI) los hidroductos A Coruña-Zamora y Guitiriz-Zamora, infraestructuras que pretendían conectar a Galicia con el corredor ibérico de hidrógeno dentro del proyecto H2Med. La exclusión supone que estas canalizaciones no serán consideradas prioritarias y, por lo tanto, no podrán acceder a financiación europea de hasta el 50% de su coste.
Para la plataforma ecologista, compuesta por Amigas da Terra, Amnistía Internacional Galicia, ADEGA, Ecoar Global, Federación gallega de Ecologistas en Acción, Greenpeace, Observatorio Galego da Acción Climática (Ogacli) y Verdegaia, la exclusión supone una victoria que confirma que los hidroductos carecen de justificación desde el punto de vista ecológico y social.
Según explican, la producción de hidrógeno verde a partir de electricidad eólica y solar resulta necesaria, junto con una mayor electrificación, para eliminar el consumo de gas fósil en la industria gallega, meta que debería alcanzarse antes de 2035. Conviene recordar que el gas fósil representa el 23% del uso de recursos energéticos en Galicia, utilizándose mayoritariamente para producir electricidad y obtener calor industrial.
Sin embargo, la construcción de hidroductos solo se justificaría para exportar hidrógeno verde, lo que complicaría el panorama de la transición energética gallega. “La producción gallega de hidrógeno verde debe orientarse al consumo interno y no a la exportación”, señalan desde la plataforma, que recuerda que el transporte del hidrógeno a largas distancias es ineficiente y solo interesa a la industria centroeuropea y a la empresa gasista Enagás.
Según un estudio de la Comisión Europea, en la lógica del proyecto H2Med, Galicia exportaría mucho más hidrógeno verde del que demandaría para su propia descarbonización. El documento estima una demanda gallega, en un escenario medio, de 84.000 toneladas en 2030, que subiría a unas 200.000 toneladas en 2040 y 2050. Pero la exportación hacia Castilla y León ya podría superar las 200.000 toneladas en 2030.
Xosé Veiras, biólogo y miembro de la plataforma, considera que el motivo de la exclusión quizás se deba a que la Comisión Europea “no ve claro que Galicia sea capaz de producir suficiente hidrógeno verde como para exportar a través del proyecto H2Med”.
Actualmente Galicia no produce una sola tonelada de hidrógeno verde y todo indica que en 2030 aún producirá muy pocas. Además, el hidrógeno también se podría exportar por vía marítima, en forma de amoniaco o metanol.
La decisión europea llega en un momento en el que organizaciones como Greenpeace y la red Gas No es Solución denuncian que la infraestructura de hidrógeno promovida por Enagás carece de la planificación ambiental exigida por la legislación vigente. Estas entidades han presentado alegaciones formales ante el Ministerio para la Transición Ecológica exigiendo una Evaluación Ambiental Estratégica que englobe todas las infraestructuras del proyecto.
“Estamos asistiendo a un nuevo caso de inyección de dinero público a infraestructura privada con enormes riesgos donde se sustituye la planificación democrática y ambiental por un modelo dictado por el oligopolio energético”, subrayó Francisco del Pozo, responsable de combustibles fósiles y nuclear de Greenpeace.
La red reconoce que el hidrógeno verde está llamado a desempeñar un rol importante en el proceso de descarbonización de ciertos sectores difíciles de electrificar, como algunas industrias o el transporte marítimo y aéreo. Sin embargo, consideran fundamental un análisis estratégico del impacto de estas infraestructuras que promueva una red realista que favorezca la rápida descarbonización minimizando el impacto en los territorios.
Veiras explica que el objetivo de abandonar el gas fósil antes de 2035 requiere, por un lado, electrificar más el consumo energético, especialmente en la industria y la calefacción de edificios, viviendas y el sector servicios. “De este modo se podría substituir el grueso del consumo de gas fósil para obtener calor, que se produce sobre todo en la industria”, apunta.
Desde Galicia sin Gas concluyen que la conexión de Galicia con el Proyecto H2Med a través de Zamora “carece de racionalidad ecológica y solo serviría para canalizar hidrógeno verde gallego hacia Alemania”, priorizando los intereses de la industria centroeuropea y del sector gasista sobre las necesidades reales de la transición energética gallega.
Crisis energética
No lo llame hidrógeno verde, llámelo gas fósil
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