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Ecologismo
Fridays For Future Sevilla: “No sabemos si nos harán caso, pero quedarnos calladas no es una opción”
Y no es una opción porque se trata del futuro... El movimiento de emergencia climática está revolucionando las redes y se extiende por las urbes del Norte Global.
Todo parece comenzar con Greta Thunberg y sus impactantes discursos en la conferencia en la Cumbre Climática de la ONU, la conferencia de Davos o el en Parlamento Europeo, invitada por su fuerte motivación a realizar huelga estudiantil todos los viernes en su ciudad, Estocolmo. Este movimiento estudiantil viene reclamando una acción inmediata y efectiva que permita frenar el cambio climático, orientando sus proclamas hacia las instituciones y hacia la gente, buscando movilizarse y tomar medidas drásticas que aseguren la viabilidad de nuestro futuro como seres humanos. El movimiento, que ya tiene presencia en grandes ciudades del Estado español como Madrid o Barcelona, se ha extendido a más de 30 provincias, donde este 15 de marzo se convocan marchas reclamando un futuro para todas de la mano de grupos de estudiantes universitarios.
Me reúno con siete integrantes del Grupo Local de Sevilla de Fridays For Future —convocante de la huelga— en el espacio social Lanónima, donde me reciben con miradas avergonzadas e ilusionadas mientras pintan sus pancartas y carteles para el viernes 15M.
¿De dónde procede el movimiento?
Todo esto surge por el discurso viral que Greta hizo, llamando la atención a los líderes políticos y diciéndoles que sabía que su discurso volvería a ser ignorado nuevamente, pero que no podía perder la oportunidad de volver a denunciarles y decirles a la cara su decepción generalizada. Eso es algo que nos mueve profundamente a todas las estudiantes que nos congregamos en los distintos lugares donde hay manifestaciones, y lo que creemos que ha impulsado este movimiento. No sabemos si nos harán caso, pero quedarnos calladas no es una opción porque estamos hablando de nuestro futuro. Nuestra “bonita Europa” está empezando a ver desastres, pero estos desastres recorren el globo, vemos refugiados climáticos, 50 ºC en Australia, nevadas en Hawaii, etc… Esto es algo que está sucediendo aquí mismo y tenemos que frenarlo.
¿Cuál es el objetivo de vuestra marcha este viernes 15 de marzo?
Queremos llegar a más gente, que se conciencien que tenemos que estar todas en esto, no solo a los políticos, que también, sino a la gente de a pie, que esto nos afecta a todas y ahora. Nos orientamos a la gente joven que no se ha movilizado aún, como nosotras, para que se den cuenta de que esto también les afecta y que juntas tenemos un poder grande. Las movilizaciones de todos los viernes, las cientos de miles de estudiantes que salen a la calle, eso tiene un impacto y tenemos que saberlo: frente al poder del estado y los empresarios, nuestra capacidad de movilizarnos y salirnos de nuestro rol de estudiantes para protestar, esa es la idea.
No me sirve de nada reciclar en mi casa si luego tenemos una estructura de poder, el Estado, que no deja de financiar energías sucias, fomentar el consumo masivo, el desperdicio...
Hay que tomarse en serio estos once años que tenemos hasta cuando está previsto el colapso y no es algo que podamos hacer individualmente: no me sirve de nada reciclar en mi casa si luego tenemos una estructura de poder, el estado, que no deja de financiar energías sucias, de fomentar el consumo masivo, el desperdicio, etcétera. Si las medidas fueran reales, si las políticas fueran justas, estas cosas no ocurrirían, por eso estamos aquí.
¿Cómo imagináis los siguientes pasos tras las movilizaciones?
Además de las manifestaciones para impactar en la gente, también tenemos planeado hacer talleres, actividades y jornadas para enseñar que hay otras formas de consumir y de vivir, para modificar nuestras conductas y reducir el impacto que nuestros modos de vida tienen. No nos queremos quedar en el impacto sobre los políticos de profesión, sino en que nuestra forma de vivir y de consumir es errónea y afecta a escala global. Los datos de la crisis climática están ahí, no es algo inventado, hace falta tomarlos en serio y aliarnos con espacios como éste, donde ya hemos organizado unas jornadas de emergencia climática para comenzar a concienciar.
¿Por qué creéis que este movimiento surge particularmente en el Norte Global?
Somos conscientes de que en los países del Norte Global es donde sobre todo se desarrollan estas manifestaciones, pero es que tenemos una responsabilidad que acarrear. Hemos llevado un tren de vida que los países del Sur Global han pagado, tenemos una deuda con ellos. Es difícil decir a China y a otros países que no extraigan sus recursos cuando nosotros, en el Norte Global, lo hemos hecho sistemáticamente, ¿cómo les decimos no te desarrolles como lo hemos hecho nosotros? Parece de guasa, por eso es importante concienciar y cambiar desde este contexto, desde los países del Norte Global y para el Norte Global. Somos los causantes y ha llegado el momento de decir “cambiemos nuestra conducta”.
La verdad es que somos sociedades egoístas las del Norte y hasta que no nos toca no nos damos cuenta…
Ahora nos estamos dando cuenta que los efectos están llegando a nosotros, cosas que antes no pasaba, y eso está haciendo de disparador del movimiento, porque la verdad es que somos sociedades egoístas las del Norte, y hasta que no nos toca no nos damos cuenta… Aunque también hay que decir que los que son egoístas de verdad son los de arriba, los gobernantes y élites económicas que no están pensando en nosotras, por eso nosotras, las de ahora y las que vengan, pensamos en nosotras pero también en otras personas que vengan después, no podemos dejarles un escenario como el que con toda previsión se nos viene encima.
¿Es la primera vez que os movilizáis? ¿Habéis participado en otros movimientos?
De esta manera nunca antes me había movilizado, el año pasado varias de nosotras participamos en el 8M, fue cuando vimos que tomar la calle tiene un impacto en las conciencias, pero creo que de manera colectiva así, nunca antes…Varias de nosotras hemos participado en asociaciones ecologistas previamente, nos hemos formado con material en internet y en charlas y jornadas, pero no habíamos participado en ningún movimiento como tal.
Cada día nueva gente se pone en contacto con nosotras y se juntan en el grupo
Tenemos el apoyo de muchas asociaciones ecologistas, eso es verdad, pero nos dejan llevar el liderazgo, hacer lo que queremos y ser protagonistas de las movilizaciones, y eso nos encanta. Cada día nueva gente se pone en contacto con nosotras y se juntan en el grupo, hoy mismo he conocido en persona a 3 nuevos miembros que han llegado aquí a pintar la pancarta y eso es ilusionante. Nos contactan incluso desde institutos, AMPAS y asociaciones del alumnado que son conscientes de la problemática, y quieren hacer algo colectivo. Quizás las redes sociales e internet han contribuido a ello y empiezan a surgir otras voces, niñas de otras generaciones que son como pequeñas “Gretas”, que tienen un discurso que denuncian la situación de manera contundente, hay un ejemplo en Galicia que es genial...
¿Creéis que Greta es una nueva lideresa mundial? ¿Qué opinión os merece aquellos que la critican?
A mí me parece que Greta es de admirar, pero me da miedo que se centre toda la atención sobre ella y tan pequeña, porque si comete un error todo el movimiento se compromete. Por eso tenemos que tener respeto hacia ella, pero quizás concentrar tanto la voz en una sola persona puede ser problemático. Creo que puede haber fagocitación de la voz de Greta por parte de entidades ajenas como hay intentos de hacerlo con el feminismo y aprovecharse del tirón, pero en este momento no está pasando con el movimiento de emergencia climática, veremos después del 15M. Todo dependerá de la magnitud de la marcha, a lo mejor después la clase política se da cuenta, y ahí tendremos que debatir qué hacer, que peligros tenemos, etc.
¿Compartís alianzas y reivindicaciones compartidas con otros movimientos?
Compartimos mucho con el 8M, de hecho uno de los carteles dice que no puede haber justicia climática si no hay justicia hacia las mujeres. Marcharemos el 8M pero no agrupados detrás de una misma pancarta, eso lo haremos el 15M. El ecologismo debería ser como el feminismo, interseccional, no podría ser de otra manera. No puede haber contenedores de reciclaje por toda la calle o calles super limpias, con paneles solares y verdes, y que luego se vaya a una mina fuera de tus fronteras a explotar a trabajadoras y a robar todos los recursos. Esperamos que el movimiento siga por ahí, que sigamos siendo pacifistas, que seamos feministas, etc. Cuando hablamos de un futuro mejor no podemos quedarnos en las reivindicaciones ecologistas, ahí entra el feminismo por ejemplo, nos vemos influidos, apoyando y entrelazados con otras reivindicaciones, sí. El problema básico es que si queremos un futuro mejor hay que cambiar el sistema, ese es el gran problema…
¿Creéis que el movimiento tiene una base anticapitalista?
Al final el capitalismo lo abarca todo, hacer algo fuera del capitalismo es muy difícil. Si nadie tuviéramos móvil no podríamos haber divulgado este movimiento como lo hemos hecho. A mí me encantaría un anticapitalismo total, pero a día de hoy hacer algo fuera del sistema aún es imposible... No obstante, creo que nuestro movimiento, en definición, como se enfrenta a la emergencia climática y ésta es indisoluble con el crecimiento económico y el beneficio de las multinacionales, sí debe ser anticapitalista en sus principios, y creo que en un futuro sostenible no podría existir semejante acumulación, crecimiento económico sin freno y producción masiva.
El capitalismo no cuadra con un futuro ecológico, si queremos restaurar los ecosistemas, si queremos frenar la emergencia, debemos mirar atrás, a cómo estaba antes, y el capitalismo hace lo contrario, necesita siempre avanzar y crecer sin parar. Hay que precisamente deshacer lo que el capitalismo ha producido. De hecho ese es mi miedo, que se consiga frenar las emergencias climáticas pero beneficiando solo a algunos lugares, los más ricos, y que se aprovechen los países considerados como “desarrollados” en detrimento del resto de países.
¿Pensáis que la ciudad es el lugar desde donde ejercer el cambio, o el cambio debe ser hecho desmontando las ciudades?
Efectivamente pero esto creo que empieza con todo, las grandes manifestaciones suceden en la ciudad porque ahí es donde confluyen muchas formas de pensar, hay más diálogo, mientras que en los pueblos cuesta más entrar. De todas formas, varias de las que estamos aquí somos de pueblos cercanos a Sevilla, hemos confluido en la universidad porque la universidad está aquí, pero creo que depende de los entornos en los que te muevas. El hecho de que tengamos capacidad de conectarnos por telecomunicaciones rompe esa barrera de movilización, lo que no quita que tengamos que repensar profundamente las ciudades y su rol. A mí, por ejemplo, me entusiasman las ecoaldeas, me parece que son unas de las grandes ideas: gente viviendo en comunidad, más horizontal, respetando el ecosistema...
Estamos perdiendo la capacidad de interaccionar con la gente, de respirar el aire y eso no puede ser.
Pero eso es una mínima parte porque la gente vive en la ciudad, y es ahí donde se tiene que trabajar, conectando a la gente, dando y generando información, proponiendo debates, compartiendo saberes y conocimientos. Creo que una parte de nuestro movimiento va por ahí, queriendo que se vuelvan a tejer relaciones entre la gente y que en esos intercambios la cuestión climática tenga presencia. No existe un futuro tecno-optimista donde todo sean robots que hagan todo y no tengamos que interaccionar con nada, estamos perdiendo la capacidad de interaccionar con la gente, de respirar el aire y eso no puede ser.
¿Cómo os imaginaríais una transición hacia un horizonte que os guste u os inspire? ¿Hacia dónde querríais avanzar?
Habría que poner leyes más restrictivas, eso es algo que lo sabemos, tendremos que pasar por racionalizar algunas cosas. Se tendrían que regular los coches, los centros comerciales, el desperdicio y los residuos. Eso les corresponde a día de hoy a los políticos. Se tendría que regular la producción y consumir en base a necesidades reales, no como ahora que se fomenta el consumo sin parar y es un círculo vicioso. Pero también varias de nosotras nos lo imaginamos con la autogestión, tener círculos sociales más pequeños desde donde tener un consumo y una producción acorde con los límites ecológicos, hacer huertos propios con asociaciones de vecinos que permitan tener un autoconsumo razonable, etc… Yo me lo imagino como círculos de gente concéntricos y que se ayuden mutuamente, siempre desde el autosustento, y lo que no tengan lo van a buscar a otro círculo. Sé que es un poco inocente pero es mi idea. Pero para todo ello, es necesario volver al principio, a concienciarnos de que el cambio climático está aquí, y romper la barrera del rechazo con “es que es complicado, es que no se puede hacer”. Hay que intentarlo porque estamos hablando de nuestro planeta, no podemos ignorarlo.
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