Incendio en Ávila o las consecuencias del abandono en la gestión forestal durante décadas

Bomberos, técnicos forestales y vecinos explican que tras el gran incendio originado en Cuevas del Valle, y que se extiende por el Barranco de las Cinco Villas, está una gestión forestal deficiente que se olvida de las labores de prevención durante el invierno.
Incendio Ávila Gredos
Pueblo de El Arenal, en la sierra de Gredos, confinado por el incendio. Foto: Naturaleza Castilla y León

Alfredo Torrosa vive en Mombeltrán, pueblo enclavado en el Barranco de las Cinco Villas (Ávila). A las 6:00 horas de la mañana de este miércoles tenía todo preparado para evacuar: coche en la dirección contraria a las llamas, medicinas y enseres personales básicos dentro. El incendio, declarado en la noche del lunes 28 de julio en la localidad cercana de Cuevas del Valle llegó a acorralar su casa: “El fuego pasó a 200 metros”.

Finalmente, y por un cambio en los vientos, no tuvo que evacuar, pero el miedo sigue latente ante unas llamas que permanecen fuera de control, tal y como han informado desde las administraciones y también los bomberos forestales que batallan a pie de monte. De hecho, el martes el pueblo de El Arenal tuvo que ser confinado y horas después también lo era Mombeltrán. Torrosa describe un paisaje lleno de cenizas y pavesas que pueden acabar con los cultivos de la zona. “Estás todo el año cuidando la finca y en un día se te ha ido todo a la mierda”, se queja quien, como todas las personas que aparecen en este artículo pide que la Junta de Castilla y León aprenda esta vez la lección, después de muchos fuegos pasados: “Pedimos cuadrillas todo el año. Los montes están muy sucios, en invierno no hay gente contratada. Sale más caro ahora todo el despliegue que están haciendo para apagar el incendio que tener unas cuadrillas para limpiar el monte”.

Incendio Cuevas del Valle
Las llamas desde la casa de Alfredo Torrosa.

Era 2022, y tras el gran incendio de la Sierra de la Culebra (Zamora), la Junta se comprometía a estabilizar a los 4.554 trabajadores del operativo y convertir al 90 % de los trabajadores fijos discontinuos del ámbito público en operarios con contrato durante todo el año. “El consejero de Medio Ambiente se comprometió a un cambio radical en el diseño del operativo de bomberos forestales. Dijo que los fijos discontinuos iban a perder el apellido de discontinuo. A día de hoy siguen con ese apellido”, asegura Román García, bombero forestal y delegado de CGT de la Junta de Castilla y León. García cuenta que parte del personal tiene contratos de nueve, seis o solo cuatro meses. Personas que ponen el cuerpo: el pasado martes fallecía uno de ellos durante las labores de extinción en Mombeltrán en un accidente de tráfico.

“No se pone especial atención en la limpieza de los montes en aquellas zonas que van a tener peligro de incendios”, enfatiza quien habla de un problema multifactorial. Mientras en estos días arden masas extensas de pino resinero (se calcula ya que el incendio ha arrasado al menos 500 hectáreas) el delegado de CGT apunta a que hay un problema en los usos y aprovechamientos silvícolas.

La política forestal desde los 50 se ha encaminado solo al aprovechamiento de madera de pino y se ha dejado de lado el monte tradicional mediterráneo. “Las coníferas favorecen la propagación de los incendios”, explica un bombero forestal

Y es que la política forestal desde los 50 se ha encaminado solo al aprovechamiento de madera de estas especies resinosas y se ha dejado de lado el monte tradicional mediterráneo. “Las coníferas favorecen la propagación de los incendios”, relata.

El ejército de Pancho Villa

“He visto a mi pueblo dos veces arder”. José Luis Núñez vive en Cuevas del Valle, es técnico forestal y anteriormente también bombero. Dice que las imágenes de ahora no son nuevas. Y explica que hubo tiempos mejores. La gestión de los montes ha tendido a la privatización, lo que ha complicado aún más el asunto.

Antes el dinero lo gestionaba el Instituto para la Conservación de la Naturaleza (ICONA) que lo repartía entre los Ayuntamientos. El bosque lo protegía la gente del pueblo“, explica. Hoy, el éxodo rural ha venido de la mano de las grandes plantaciones de pino, la ausencia de repoblaciones con especies autóctonas, además de la externalización de los servicios en manos de empresas privadas. “Se abandona el pueblo, se plantan pinos, no se plantan frondosas. Tiran de pinos y pinos que son como gasolina. Se poda y se deja la basura en el suelo“, relata al tiempo de que se queja de las dificultades que pone la administración para que la gente vuelva a la ganadería, con la excusa de la elevada protección del terreno del Parque Regional de la Sierra de Gredos. Una ganadería que antaño limpiaba los montes.

Por el otro lado, “las administraciones privatizaron las labores de limpieza. Grandes empresas han encontrado este nicho para pillar los contratos públicos. Estas vuelven a subcontratar y al final el que menos cobra es el pringado que desbroza. El dinero se lo quedan grandes empresas y no llega al campo”, relata.

“Por cada euro en prevención te ahorrarías un montón. El dinero que se gasta en incendios se entiende como gasto, pero los trabajos preventivos son una inversión”, enfatiza Ángel Malanda, delegado de CGT en el operativo

Las empresas privadas también intervienen en el operativo de extinción de los incendios. Ángel Malanda es delegado de CGT y bombero forestal. Forma parte de la brigada helitransportada que llegó al Barranco de las Cinco Villas para sofocar el incendio. Habla de la extinción como “la gallina de los huevos de oro”. “El operativo es mixto, hay personal que forma parte de la administración, parte de la empresa pública (Tragsa) y parte de la empresa privada”, explica Malanda. “Por cada euro en prevención te ahorrarías un montón. El dinero que se gasta en incendios se entiende como gasto, pero los trabajos preventivos son una inversión”, enfatiza y pone como ejemplo la necesidad de trazar cortafuegos efectivos. Describe lo que está ardiendo como una masa impenetrable de vegetación dominada por pinos. “Ni 20 hidroaviones lo podrían apagar”, explica.

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Incendio en el pueblo colindante de Santa Cruz del Valle en 2022. David F. Sabadell

En cuanto al operativo, Román García habla del “ejército de Pancho Villa”, donde está mezclado el personal laboral de la Junta, con el de empresas privadas. “Evitar el inicio de un incendio es difícil, lo que es más fácil es intentar evitar las consecuencias. Se podría solucionar si el 100% de los trabajadores fuesen de la Junta de Castilla y León”, zanja.

Posible origen intencionado

Todos los indicios apuntan a la intencionalidad”, explicaba este martes, José Ángel Arranz, director general de Patrimonio Natural, con respecto al fuego desatado en el Barranco de las Cinco Villas, precisando en que todo está aún bajo investigación policial. Añadía, en declaraciones recogidas por el Canal 24 horas de RTVE, que, en lo que va de año, más de 19 incendios en la provincia de Ávila han tenido ese origen.

En lo que va de año, más de 19 incendios en la provincia de Ávila han sido de origen intencionado

Jesús Casañas, vecino de Cuevas del Valle, explica que no es la primera vez que un fuego con este origen arrasara el monte colindante y se rodea de factores que así lo podrían indicar. “El fuego arrancó el lunes por la noche, que es cuando es más difícil trabajar en la extinción, hacía muchísimo viento y ha vuelto el calor. Además coincide en fechas con un gran incendio que hubo aquí en 2009 que fue provocado. Como en tantos otros casos, quedó impune, nunca se supo quién fue”, explica mientras describe que cada verano ven con preocupación cuando los hidroaviones cruzan los cielos cargados de agua porque son frecuentes las llamas.

Casañas atiende a El Salto antes de acudir a las labores de extinción en las que anda todo el pueblo manos a la obra. En concreto, están cavando una zanja para impedir que el fuego llegue a las casas. Alfredo Román explica que, sobre todo los jóvenes, se han volcado con las labores para aplacar el incendio, también con el reparto de alimentos y bebidas, “y jugándose la vida”, enfatiza.

Más de sesenta años de olvido

Román García pide que no acabemos este reportaje sin mencionar algo que considera importante: la Junta de Castilla y León está sustituyendo a los vigilantes de las torres de vigilancia por cámaras que “a día de hoy no han detectado ningún incendio”. “Están evitando la detección temprana desmantelando torres. Su intención es sustituir estas torres con personas humanas con formación, por cámaras de vigilancia con un coste brutal de un millón de euros por provincia”, denuncia.

Para Ángel Malanda, bombero forestal que se encuentra en las labores actuales de extinción, luchar contra el fuego actual es ya solo poner un parche. “No nos pueden pedir a nosotros ni a todo el contingente que solucionemos algo que lleva 60 años de abandono. Lo que ardió ayer es parte de lo que ardió en 2009 en Arenas de San Pedro. Desde entonces la política ha sido la misma: ninguna gestión del monte. No se pueden apagar 60 años de abandono”, zanja.

Incendios Forestales
Bomberos ‘quemados’ en pleno verano
Los forestales denuncian las diferentes condiciones laborales entre autonomías: desde los salarios de 1.200 euros en Madrid a las empresas privadas o la falta de helicópteros en Castilla y León.
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