Antiespecismo
Animalistas protestarán el 27 de septiembre contra la industria cárnica en Olot

Colectivos animalistas gerundenses protestarán frente al matadero de Olot contra “la falta de derechos de los animales, la destrucción del medio ambiente, la aceleración del cambio climático y la pérdida de soberanía alimentaria” que, según las manifestantes, conllevan las actividades de explotación animal. Demandan que la Generalitat “elabore un plan de transición hacia un modelo basado en vegetales que sea sostenible, saludable, de proximidad y justo con las trabajadoras”.

Matadero Olot

Cuando las activistas del colectivo Girona Antiespecista conocieron los planes de la empresa cárnica Noel para a crear una nueva planta en Olot y el proyecto de ampliación del matadero de la misma ciudad, comenzaron a impulsar una concentración para mostrar su “desacuerdo con la industria cárnica y para denunciar la explotación de los animales”.

Pero no solo protestan por los animales. La cita del próximo domingo 27 de septiembre también pretende poner de manifiesto “la falta de derechos laborales, la destrucción del medio ambiente, la aceleración del cambio climático, y la pérdida de la soberanía alimentaria”, cuestiones todas estas ligadas a la industria cárnica, según las convocantes de la manifestación y numerosas publicaciones científicas internacionales.

En el manifiesto de la protesta, al que El Salto ha tenido acceso, desgranan los motivos que les llevan a gritar la consigna “¡Paremos la industria cárnica!”, que da título a su proclama. Desde el colectivo se muestran contrarias a las nuevas ampliaciones de la industria cárnica en la zona y critican que “este no es el modelo económico y alimentario que necesitamos como sociedad”.

Las activistas afirman que es necesario un cambio global para hacer frente a la emergencia climática y declaran que este cambio pasa por fomentar una alimentación basada en vegetales, “una forma respetuosa de relacionarnos con los animales y una economía que se centre en la vida”.

Sus proclamas se encuentran en consonancia con la actualidad, y es que es difícil de explicar cómo se permite o incluso fomenta que industrias tan contaminantes como las mencionadas continúen su expansión en uno de los países más afectados por la crisis climática.

Protestan contra el uso de animales

Las activistas de Girona Antiespecista denuncian que “la industria cárnica vive al margen de los avances científicos y de las consideraciones éticas de sus prácticas”, a pesar de que los avances científicos concluyen que todos los mamíferos poseen las características neurológicas que permiten la consciencia.

Reprochan, a la vez, “la doble moral de la sociedad”, que según las activistas “permite estimar y cuidar algunos animales y a la vez esclavizar y maltratar unos otros”. Desde la asociación denuncian que el matadero de Olot mata diez mil cerdos al día: “Los trasladan desde las granjas al matadero en camiones, a menudo con condiciones climáticas extremas y sin espacio para moverse. Sufren estrés durante el trayecto y pasan horas dentro del camión a pleno sol, bajo la lluvia y las heladas. Escuchamos sus gritos angustiantes cuando pasamos por delante del matadero”.

Explotación laboral

Las activistas denuncian también las condiciones laborales precarias de la industria cárnica: “Con la crisis del coronavirus se han evidenciado las carencias en las condiciones laborales de esta industria en todo el mundo. En una empresa de Olot ha habido veinte contagios por este virus y en otra empresa catalana han expulsado una trabajadora por pedir más medidas de seguridad para prevenir las transmisiones”.

Desde el colectivo inciden en la explotación laboral evidenciando que “también están cometiendo abusos por motivos racistas y ejerciendo amenazas hacia las trabajadoras que luchan por un trabajo digno”, como se ha podido evidenciar en conflictos laborales acaecidos en la Comunidad Valenciana y en Aragón, entre otros muchos puntos de España y del mundo.

Coronavirus
Binéfar: una historia de despidos, contagios y coacción

El matadero Litera Meat ubicado en Binéfar, Aragón, tiene un amplio historial de mala praxis laboral.  La crisis del coronavirus sirvió para convertir un problema laboral en una cuestión de salud pública produciéndose numerosos contagios. Ahora, algunos de sus trabajadores despedidos se enfrentan a desahucios inminentes, según denuncia CNT.

Colapso climático y medioambiental

El mundo entero atestigua la emergencia climática. Sabemos que solo una reducción drástica de las emisiones de CO2 y una transición ecológica radical evitará consecuencias dramáticas.

Hoy en día sabemos también, gracias a la ciencia, que a nivel mundial, la ganadería tiene un impacto en el cambio climático mayor que todos los medios de transporte juntos. La ganadería representa el 14,5% de las emisiones antropogénicas de gases de efecto invernadero, según el Panel sobre Cambio Climático de las Naciones Unidas

También se ha demostrado que la industria cárnica es la principal causa de destrucción de bosques, como la Amazonía, donde se cultivan forrajes que después importamos para alimentar la industria cárnica ibérica.

A nivel local, las activistas de Girona Antiespecista explican que “la industria porcina vierte los excrementos de los cerdos en el territorio y contamina el agua, el aire y el suelo”. Más de cien municipios catalanes tienen sus aguas contaminadas. Las organizadoras de la concentración cuentan a El Salto que incluso “muchas veces” tienen que “cerrar todas las ventanas por el mal olor de los purines echados en los campos y cuando hace calor es insoportable tener que estar con toda la casa cerrada”.

Las administraciones públicas, recuerda el colectivo, “han gastado millones de euros para clausurar pozos y tratar las aguas, aun así, la Agencia Catalana del Agua considera que las medidas han sido insuficientes”.

Las manifestantes denuncian que en Olot, municipio que albergará la protesta, ”la industria cárnica contribuye a congestionar la ciudad por el paso continuado de camiones” y que se está destruyendo un entorno de alto valor ecológico como es la Vall d’en Bas.

Coronavirus
Aysha Akhtar: “Detener el maltrato animal evitará futuras pandemias”
Akhtar, teniente comandante en el Cuerpo de Salud Pública estadounidense, relaciona la explotación animal y la salud humana en tiempos del coronavirus

El futuro es verde

Las activistas de Girona Antiespecista defienden que “la alimentación basada en vegetales y de proximidad es más limpia y eficiente, como alternativa a la industria cárnica”. Argumentan que “puede reducir más de la mitad del consumo de agua y de los gases de efecto invernadero, y necesita mucho menos espacio, que puede ser ocupado por bosques. A su vez, la dietas basadas en vegetales pueden tener numerosos beneficios para la salud y permiten reducir el sufrimiento de los animales causado por los humanos”.

Efectivamente, estudios recientes como este de la Universidad de Oregón  demuestran que comer menos carne y lácteos, en favor de dietas basadas en proteínas vegetales, como las que se encuentran en legumbres, cereales y frutos secos, podrían suponer una gran diferencia en la cantidad de dióxido de carbono que llega a la atmósfera.

Este otro artículo científico corrobora que los alimentos de origen animal están asociados con un mayor uso de energía y emisiones de gases de efecto invernadero que los alimentos de origen vegetal, y otra publicación académica concluye que las emisiones de gases de efecto invernadero de dietas de consumidores de carne son aproximadamente el doble de las dietas veganas.

Para las manifestantes, afrontar la problemática de la industria cárnica requiere “un fuerte compromiso político de futuro, responsable y valiente, tanto de las administraciones públicas con tomar decisiones a largo plazo, como de la ciudadanía, con tomar decisiones éticas y adentrarse en el consumo responsable”.

Por ello, desde Girona Antiespecista piden a la Generalitat que decrete una moratoria en las autorizaciones para ampliar la industria cárnica. También demandan que impulsen un proyecto de ley para que la industria pague impuestos para corregir sus efectos negativos en línea con las recomendaciones de la FAO, “porque no queremos seguir asumiendo la destrucción del medioambiente ni la pérdida de la salud de las personas”.

Por último, las activistas reclaman que la Generalitat “elabore un plan de transición económica y alimentaria hacia un modelo libre de especismo, basado en vegetales, que sea sostenible, saludable, de proximidad y justo con las trabajadoras”.

Antiespecismo
Así es la vida de los cerdos explotados por su carne
Jaulas tan estrechas que impiden a las cerdas darse la vuelta; lechones a los que se mutila la cola y se castra de forma rutinaria sin anestesia.

Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra en tu cuenta.

Relacionadas

Alimentación
OPINIÓN Larga vida a los mercados de abastos
La campaña «Los mercados se mueren» denuncia el declive de este servicio público, a la vez que propone impulsarlos dándoles un papel clave en las políticas alimentarias locales.
Agroecología
Agroecología Cuando llenar el estómago es un acto político
La forma industrial de agricultura y ganadería surgió con el espíritu de producir la mayor cantidad de alimentos al menor coste económico, sin reparar en los daños medioambientales y humanos.
Industria alimentaria
TURISMO GASTRONÓMICO Riqueza privada, financiación pública: los problemas en el modelo de innovación del Basque Culinary
Las inversiones estratégicas del Gobierno Vasco en el mercado global de la comida también están reforzando a las grandes plataformas logísticas, empresas alimentarias e incluso a firmas e incubadoras israelíes de foodtech.
Oriente Próximo
Oriente próximo La diáspora kurda ante la caída de Bashar al-Assad
Siria enfrenta el fin de un régimen que durante décadas pareció inquebrantable. Desde la diáspora, la esperanza contenida de quien ha vivido demasiadas traiciones y promesas incumplidas.
Amazonía
Caso Chevron Pablo Fajardo: “Sacrificaron la Amazonía y la vida de la gente por racismo y por la ganancia económica”
El activista y abogado Pablo Fajardo fue elegido hace casi 20 años por la Unión de Afectados por Texaco para el juicio más importante contra la petrolera Chevron. Dos décadas después sigue luchando por la justicia ambiental y social en Ecuador.
Ley de Seguridad Ciudadana
Congreso de los diputados Reforma de la Ley Mordaza: ¿esta vez sí se puede?
Una de las mayores deudas de toda la izquierda del Estado español parece que está a punto de saldarse.
La vida y ya
La vida y ya Ya no sé quién vive en el primero
El barrio se ha transformado tanto que pueden pasar semanas sin ver por la calle una sola cara conocida porque los vecinos han sido sustituidos por turistas.
Análisis
Análisis El independentismo se reorganiza, pero ¿sigue siendo independentista?
Los partidos independentistas han sufrido la crisis del procés y el posprocés, y todavía no la han resuelto, sino, a lo sumo, la han aplazado. El PSC aparece como el ganador de una carrera con corredores agotados.
Que no te cuenten películas
Comunidad El Salto Suscríbete a El Salto y llévate seis meses de regalo a Filmin
Estas navidades, haz posible que El Salto llegue más lejos con sus contenidos críticos y llévate de regalo medio año de Filmin. Y si ya tienes Filmin, suscríbete a El Salto y regala el acceso a esta plataforma a quien quieras.
Análisis
Análisis Rojava en peligro
Las intenciones de Turquía en Siria ponen en peligro no solo la Administración Democrática Autónoma del Norte y Este de Siria (AADNES) sino también la convivencia del resto de minorías presentes en el país.
Literatura
Gustavo Faverón Patriau “Quizá la novela sea ahora mismo más relevante que nunca”
El escritor peruano Gustavo Faverón Patriau quería narrar en su nueva novela la historia de un boxeador que no sabía boxear pero tumbaba a sus rivales recitándoles al oído versos de César Vallejo. ‘Minimosca’ acabó siendo un cuentacuentos inagotable.
Galicia
Memoria histórica Así fue como el Patronato de Protección a la Mujer transformó Galicia en un convento de clausura
Las mujeres que cayeron en las redes del Patronato iniciaron un periplo de encierro, humillaciones, abusos y explotación que es desconocido para la mayor parte de la población. Queda hoy en la impunidad de un silencio que tenemos el deber de romper.

Últimas

Opinión
Tribuna Todas las razones para decir ‘Altri non’
Aquí van unos cuantos motivos para juntarnos este domingo en Compostela y dejar clara nuestra postura frente a un expolio que nos están tratando de imponer disfrazado de progreso, pero que sólo trae beneficio económico a unos cuantos indeseables.
Relato
Relato Descubrirse las manos
Descubres tus manos: el palmar y el dorso, la posibilidad futura de la pinza atrapacosas, dos miembros que te vinculan al chimpancé y al lémur. Aprendes su mecanismo.
Música
Música Un coro para homenajear las luchas obreras: “La canción protesta del pasado es historia viva”
El coro de canción protesta de Madrid nació para rescatar del pasado las tonadas de la lucha obrera y ponerlas al servicio de distintos activismos en el presente.

Recomendadas

Palestina
Eyad Yousef “No cuentes lo que queremos ser, cuenta lo que nunca hemos dejado de ser: un pueblo que quiere la paz"
Eyad Yousef es profesor en la Universidad de Birzeit, Cisjordania, y comparte su experiencia en una universidad que “representa el pluralismo y la libertad que tanto anhela la sociedad palestina”
Pensamiento
Sarah Jaffe “En realidad tenemos que hacer menos. E impedir que algunas cosas sucedan”
La escritora y periodista Sarah Jaffe aborda el desengaño cotidiano al que nos aboca el mundo laboral e investiga cómo, a pesar de todo, las personas se organizan colectivamente en sus empleos para que “trabajar apeste menos”.
Ocupación israelí
Palestina Vivir en alerta: la resistencia palestina frente la ocupación israelí
La cruda realidad de las feministas palestinas que, ante la represión y las detenciones arbitrarias, continúan su lucha por la libertad, la justicia y los derechos humanos.
Madrid
Ciudades Fake Madrid, un paseo por los hitos del simulacro
Un recorrido por los grandes éxitos de la conversión de Madrid en una ciudad irreal.