We can't find the internet
Attempting to reconnect
Something went wrong!
Hang in there while we get back on track
8 de marzo
Los feminismos diversos e inclusivos muestran poderío en Andalucía
@SusanaSarrion
Los colectivos feministas en Andalucía han mostrado su autonomía y su diversidad este 8 de marzo al realizar varias convocatorias paralelas a las propuestas oficiales. Unas acciones llenas de interseccionalidad, inclusividad y mucho poderío para abarcar todas las resistencias al patriarcado que se dan diariamente en la diversidad de todo el territorio.
Feminismos Autonómos en Malaga
A las vísperas del 8M, Ana Orantes por bulerías en la Plaza de la Constitución, acción en memoria de nuestras muertas tramadas por la Asamblea Feminista Autónoma de Málaga que da el pistoletazo de salida a la ruta feminista del 8M autónomo en la ciudad.
El movimiento autónomo feminista amanece en alerta: van a desahuciar a Palmira. Lo que iba a arrancar con un encuentro en La Casa Invisible se torna en el intento de parar el desalojo de esta vecina y sus dos hijos en el barrio de Palma Palmilla. Sin embargo, a pesar del informe de vulnerabilidad emitido por Servicios Sociales, y a pesar de la disposición del fondo buitre a negociar un alquiler, finalmente es desahuciada.
Este revés no detendría a las compañeras, que con tiento comienzan a resguardarse de un Sol cada vez más fuerte a la sombra de los árboles del patio de la Invisible. Aquí empieza el tráfico de pegatinas, las lentejuelas en las pancartas y el spray en lo que será la cabecera del bloque. “Tengo purpurina, ¿tú quiere?” y “píntame la cara prima”.
Unas lentejas recién hechas a la hora de la comida acuerpan las quejas de las compañeras a las que sus jefes mandan mensajes demandando la convocatoria y cuestionando su derecho a huelga.
A primera hora de la tarde, un comando armado con cola y unas escaleras recorren las principales calles de la ciudad para reivindicar la historia de mujeres malagueñas invisibilizadas. Así comienza la primera acción del día. “Histéricas Históricas”, tramada para reivindicar la figura de mujeres que forman parte de la historia de la ciudad. En calles señaladas placas de cartulina conmemoran su memoria.
Desde el nacimiento de referentas como la Repompa de Málaga en el Perchel, La Pirula en La Trinidad o Pepa Flores en el centro de la ciudad; hasta otros invisibilizados datos históricos como la ubicación de la antigua cárcel de mujeres; el lugar donde se abrió la primera botica regentada por una farmacéutica en 1923, por Concepción Lazárraga, o la localización de la antigua Escuela Superior de Maestras en Calle Compañías, donde Suceso Luengo dio el primer discurso de una mujer en la Sociedad Malagueña de Ciencias en 1902.
El patio recibió a este comando a ritmo de bulerías, tangos, alegrías y sevillanas. Y en medio de este ensayo del cancionero que se corearía en unas horas, el espacio se encendió con la entrada de una batucada a grito de “aquí estamos las feministas”.
Ya estábamos todas listas para que este bloque crítico y no mixto llegase a la Plaza de la Marina con la fuerza y la diversidad que lo caracteriza, encabezado por una gran tela morada en la que se podía leer “Bloque Autónomo”, y diversas pancartas con mensajes para honrar a las asesinadas, las racializadas, las trans, las migras, las disidentes, las encerradas, las locas, las putas... En medio de una sevillana feminista en la boca de la Alameda Principal, un grupo de mujeres gitanas ondeando una gran bandera romaní se unen a la celebración.
Así finaliza esta jornada agridulce, entre botes de humo morado y los ojos cansados y emocionados, de un movimiento que un año más logra desmarcarse del tinte excluyente de la convocatoria oficial.
Granada: unidad, diversidad y disidencia
Miles de personas, 18.000 según la Policía Nacional y 25.000 según las plataformas convocantes, 8M25N Granada y Asamblea Feminista Unitaria, han marchado en el tradicional recorrido desde Plaza del Triunfo hasta el Paseo del Salón. Paqui Fuillerat, de la plataforma 8M25N, comentaba desde la pancarta de cabecera que la igualdad real entre mujeres y hombres está lejos de haberse conseguido y por eso el movimiento feminista de Granada se había unido en la convocatoria para denunciar todas las brechas que siguen padeciendo las mujeres y que lejos de disminuir se van ampliando, como la digital, “obstáculos que impiden que las mujeres seamos libres y podamos desarrollar un proyecto de vida digna” además de la necesidad de educación, sanidad y atención a la dependencia pública de calidad; el reconocimiento del valor del trabajo doméstico y de cuidados, la garantía de la corresponsabilidad social en la crianza, “así como el derecho a cuidar y ser cuidadas”, entre muchas otras necesidades
Este 2023, como en pasadas ocasiones, el 8M ha tenido una única convocatoria, con el lema ‘Unidas y luchando, seguiremos avanzando’, que ha acogido a todo colectivo que se haya querido sumar. “Diversas y juntas somos mucho más fuertes”, se ha enorgullecido Alejandra Chenoll, de la Asamblea Feminista Unitaria a El Salto Andalucía, que señala la precariedad laboral, la violencia de género y el racismo como grandes problemas a resolver.
Eva Navarro, del Frente Unitario Universitario, reconoce que el movimiento feminista del 8M ha sufrido una desmovilización respecto a jornadas multitudinarias como la del 2018, pero sigue positiva en cuanto a la ilusión por parte de las mujeres, que entiende quizás han elegido otras vías para realizar las reclamaciones debido a diferentes causas: el Gobierno de izquierda, COVID, cansancio, pero que, afirma “tienen que seguir y volver a la calle, al final es aquí desde donde nos hacemos escuchar y pueden producirse cambios”.
Esta marcha de reivindicación, además de sindicatos y asociaciones, ha acogido a distintos bloques temáticos. El Ecofeminista, apoyado por Ecologistas en Acción y Juventud por el Clima, representaba a quienes consideran que la lucha es interseccional y que “el mismo sistema opresor explota tanto a las mujeres como a la naturaleza y los ecosistemas”, nos cuenta Nataly, activista ecofeminista. Reivindican la democratización de la energía, soberanía alimentaria, transporte público accesible para todas y “una ciudad de cuidados que ponga la vida en el centro”.
El bloque Feminista Antirracista Inmigrante considera esencial que la regularización de las mujeres y los niños y niñas migrantes sea considerada, “no sólo en escucha, sino en la práctica”, como parte central de las reivindicaciones básicas feministas. Marchan en el 8M para que las migrantes “puedan disponer de documentación, regularizar su situación y sobre todo acceder a los derechos esenciales que les son negados en este momento” apunta Catalina, su portavoz, “sentimos que hace más fuerza para defender a esas personas a las que les va la vida tener una documentación que les proteja de la explotación laboral o sexual”.
La novedad de este año ha sido la incorporación a la manifestación de Granada del Bloque de trabajadoras sexuales por primera vez. Su portavoz, Cumbre, nos cuenta que se organizaron en pocos días y que rápidamente recibieron el apoyo por parte de muchos colectivos de la provincia como Acción en Red, La Juani, el Faro, Granada Visible, el Bloque Migrante Antirracista, “seguro que se me olvidan muchos, ha sido un momento histórico, hemos tenido un apoyo tan grande que si me giro hacia atrás para mirar cuántas somos, me echo a llorar, estamos que no pisamos el suelo de la alegría”. Reivindican la derogación de la Ley de Extranjería, su derecho a vivir una vida plena sin estigma, acceso al sistema sanitario público sin malas praxis que las discrimine, acceso a la vivienda — les es sumamente difícil como trabajadoras sexuales aportar contratos, avales, etc.— . Cumbre afirma que no se consideran partidarias de la regularización de la prostitución, sino que prefieren definirse como pro derechos, “estamos a favor de la despenalización total del trabajo sexual y queremos reivindicar que ninguna persona vive mejor sin derechos, que no necesitamos ser rescatadas ni somos víctimas”.
Una jornada de piquetes, convivencia y macromanifestación en Sevilla
A pesar de la lluvia, la jornada del 8M en Sevilla comenzó a las 8.00 de la mañana con los piquetes organizados por CGT Andalucía y AFUS en torno a algunos de los sectores más precarizados y feminizados del mundo laboral: cuidados, sanidad y sector comercial. “Feminismo neoliberal es priorizar a la patronal”, ha gritado el movimiento feminista frente a Zara y a El Corte Inglés, “la parcialidad no la hemos elegido, porque por ser mujer no tengo por qué ser precaria, porque trabajamos fuera y dentro de la casa y no se nos reconoce”, han concluido desde la AFUS.
La histórica plaza del Pumarejo ha vuelto a ser un año más el epicentro del encuentro de mujeres y disidencias previo a la manifestación. El colectivo mujeres supervivientes ha organizado una “comida antipatriarcal” bajo el lema de “latimos juntas”. La activista Antonia Avalos ha reclamado que la casa del pumarejo es un espacio en el que caben, “todas las mujeres, todas las personas trans, las putas, las mujeres que vienen del sur, las negras, las blancas, las que son religiosas, las que son ateas, las que no creen en nada, las que creen en ellas, las que creen en su coño, las que creen en la libertad y las que creen en el feminismo de todas, para todas y para todes”. En el manifiesto Ávalos además de la inclusión de todes, fin de la ley de extranjería. La cantautora Morti Jaleo, ha presentado en exclusiva ante sus vecinas su nuevo tema No mientras/Lobo Feroz.
La manifestación de los feminismos inclusivos y populares en Sevilla ha comenzado con el poderío de las mujeres del taller de autoestima flamenca a ritmo de sevillanas. La convocatoria ha reunido a más de treinta colectivos transfeministas de la ciudad que han coreado por las calles de Sevilla consignas como: “Abuelas sí, abolos no” y “Ni la tierra, ni las mujeres somos territorio de conquista”. Las organizaciones convocantes han cifrado la asistencia en 50.000 personas. La manifestación ha concluido con la lectura del manifiesto en el reconocimiento de que “las mujeres somos diversas y aunque estamos atravesadas por diferentes realidades que impactan en la forma en la que el patriarcado nos afecta, todas vivimos a diario la violencia que el sistema cis-hetero-patriarcal ejerce sobre nosotras. Nuestro feminismo no excluye, sino que se enriquece de las aportaciones de todas y lucha por los derechos de todas. El impacto en nuestra salud de la pobreza y la exclusión social hoy tiene rostro de mujer, migrante y joven”.
En Almería, como en la mayoría de otras provincias andaluzas, se han convocado dos manifestaciones. La organizada por la Coordinadora de Colectivos Feministas de Almería ha reunido al feminismo trans inclusivo de la ciudad tras darse a conocer el día anterior la entrega de un premio por parte del Ayuntamiento a una organización antiabortista. El 8M en la ciudad de Huelva ha comenzado con una acción del colectivo Mujeres 24 horas en homenaje a cinco colectivos históricos de la provincia a través de cinco mujeres: “Hanan jornalera, Zita, trabajadora del hogar, Amadora represaliada del franquismo, Pepa Kelly y Antonia, que fue la primera mujer que estudió educación superior en España y fue en un instituto en Huelva”, ha comentado Laura Limón de Mujeres 24 horas. La manifestación unitaria convocada por la tarde ha albergado a más de 4000 personas. El feminismo transinclusivo en Cádiz ha reclamado, desde la “rabia de los márgenes”, la necesidad de nombrar “las realidades y violencias que siguen invisibilizadas, porque el dolor que le atraviesa a une hermane nos debería atravesar a todes”.
La manifestación unitaria en la ciudad de Córdoba ha reunido a más de 3500 personas. En la ciudad de Jaén se ha realizado una única convocatoria tras tres años en los que la plataforma 8M salía al margen de la manifestación institucional. En otro punto de la provincia jienense Linares, el colectivo Acción Feminista Linares han optado por un “acto localista” dedicado a las diversas opresiones que “sufrimos como mujeres andaluzas y diversas desde nuestro pueblo, el que llaman el pueblo con más paro del país, resaltando problemáticas que afectan directamente desde nuestra precariedad”, según el colectivo.