Reducción de jornada
La reducción de la jornada laboral, una negociación hasta el último momento

Este miércoles es uno de los días decisivos para la reforma de la jornada laboral. Decimos que es uno y no el definitivo ya que la enmienda a la totalidad de Junts, Vox y el Partido Popular pueden tumbar el proyecto de ley que Yolanda Díaz ha tomado como objetivo estrella de su cargo. La Ministra de Trabajo, de Sumar, pone el ejemplo de otra negociación colectiva donde se ha peleado hasta el final para asegurar que el diálogo no se abandona hasta minutos antes de entrar en el Congreso de los Diputados. “Le digo es que yo no me levanto de una mesa. ¿Y sabe por qué no me levanto? Porque sé muy bien a quién represento, y represento a la gente trabajadora de este país", ha respondido Díaz en una acto público.
Para la ministra, este cambio laboral es una medida “ganada en la calle” y los datos lo demuestran. Una encuesta realizada a primero de agosto por Simple Lógica para elDiario.es asegura que el 66% de los españoles apoya la reducción de la jornada máxima semanal de 40 a 37’5 horas. Este porcentaje aumenta entre los que están trabajando por cuenta ajena en este momento, pero no dista mucho de las personas jubiladas o en otra situación laboral. Incluso dentro de los autónomos esta medida no tendría un gran rechazo, ya que según la Unión de Asociaciones de Trabajadores Autónomos y Emprendedores (UATAE) el 79% de los trabajadores por cuenta propia no verían mal la medida. El 73% asegura que no les afecta en absoluto y un 6% lo ve directamente como beneficio en su actividad.
Entonces, ¿dónde está el problema? Parece que este es el punto en el que más insisten los sindicatos ante la negativa a apoyar la medida por parte de tres partidos políticos. “Queremos llamar la atención sobre lo que se vota en el Congreso: si sus señorías van a poder dar los argumentos que tienen para que una de las cuestiones más anheladas por el conjunto de la ciudadanía se va a poder debatir”, aseguró este lunes en rueda de prensa Pepe Álvarez, líder de UGT. El secretario general de este sindicato ha pedido a Vox, PP y Junts que retiren las enmiendas a la totalidad de la propuesta de ley. Si no lo hacen, ha advertido junto al secretario general de CCOO, Unai Sordo, habrá movilización en la calle. Como la convocada para este miércoles en muchas ciudades del Estado, en Madrid muy cerca de donde tienen que votar.
“No hurten al pueblo español el derecho a saber sus opiniones”, ha pedido Álvarez, que ha asegurado que si tumban este miércoles el proyecto, ellos pedirán otro nuevo y seguirán insistiendo en que cada grupo parlamentario se retrate sobre si están o no con la clase trabajadora del país. En especial, ha presionado a Junts ya que, según un estudio, la aceptación en Cataluña de esta medida aumentaría al 83% de la población. “Qué tienen que ocultar, qué argumentos les falta, por qué van a secuestrar la voluntad mayoritaria del pueblo, por qué pierden esta oportunidad para dar su opinión”, se han preguntado desde UGT.
Para CCOO y UGT la patronal no es un obstáculo, ya que en las diferentes mesas de negociación colectiva ha demostrado estar de acuerdo con la reducción de horas máximas
Estos intentos de diálogo “hasta el final” se están dando en todos los niveles, ya que hay afirmaciones de que Yolanda Díaz podría estar negociando con el propio Carles Puigdemont para que los suyos, Junts, voten ‘sí’ este miércoles. Hasta el ministro de Economía, Carlos Cuerpo, que pide a los empresarios que negocien la reducción de jornada “hasta el último minuto”. Y es que para CCOO y UGT la patronal no es un obstáculo, ya que en las diferentes mesas de negociación colectiva ha demostrado estar de acuerdo con la reducción de horas máximas.
El PP, en su argumentario más catastrofista, supera a los empresarios con los malos augurios como ya ocurrió con la subida del Salario Mínimo Interprofesional o con la propia reforma laboral. Aseguran los populares que habrá sectores para los que suponga la ruina, poniendo de ejemplo profesionales donde ya hacen las horas interanuales que quedarían con la reducción de jornada laboral o incluso menos. Es el caso de las peluquerías, donde desde octubre del año pasado las y los profesionales hacen 1.750 horas efectivas en cómputo anual, acercándose a las deseadas 37’5 horas semanales. Lo mismo pasa con la agricultura o la hostelería, donde los convenios autonómicos ya bajan de las 1800 horas interanuales. Gipuzkoa o Navarra las limita a 1723 y 1724, respectivamente. “Decir que hay sectores que no lo van a aguantar es no decir la verdad”, advertía Pepe Álvarez, que se preguntaba por qué un camarero de Madrid o de Barcelona no puede tener las misma condiciones laborales que otro vasco o navarro.
“La reducción tiene otra connotación, ya que reducir las horas de trabajo también es una forma de mejorar el salario por hora en los sectores más precarizados”, ha indicado Unai Sordo
Y es que para los sindicatos, los argumentos para rechazar la reducción de horas semanales “son prácticamente los mismos que se expusieron” para otros cambios laborales y se ha demostrado ser positivos económicamente y, ha recordado, ser medidas “para ganar calidad de vida”. Si se quejan de la inexistencia de verdaderos argumentos en contra, CCOO ha completado los argumentos de peso que hay en una medida ampliamente respaldada. “La reducción tiene otra connotación, ya que reducir las horas de trabajo también es una forma de mejorar el salario por hora precisamente en los sectores que más precarizados están”, ha indicado Unai Sordo que ha puesto el ejemplo de los vigilantes de seguridad o el sector de la limpieza.
“Es paradójico que diputadas y diputados que tienen varias casas, incluso un despachito que les puso papá, vayan a votar no a mejorar el salario a la limpiadora o a los vigilantes”, ha explicado Sordo, que ha destacado que la medida podría hacer que aumenten en 170.000 los nuevos puestos de trabajo. Porque para ambos sindicatos, además, se trata de una medida de “justicia” ya que mejora las condiciones de los puestos más precarios, aquellos que no tienen fuerza suficiente para pelear los convenios colectivos. “Una beneficiaria con rostro de mujer”, ha dicho Álvarez. “Si alguien cree que poniéndose el lazo amarillo se va a librar de poner sus argumentos en contra de la reducción, se está equivocando de medio a medio”, ha advertido Sordo en clara referencia a Junts.
El 41% de los simpatizantes populares también apoyan la medida y hasta el 42% de los votantes de extrema derecha votarían 'sí' de pasar de 40 horas semanales a 37’5
Y es que no hay que olvidar que el apoyo a la reducción de jornada laboral es algo transversal en los partidos. Es cierto que mientras el 100% de los votantes de Sumar apoyan la medida, el 85% de los votantes socialistas también lo hacen. Pero es que el 41% de los simpatizantes populares también la apoyan (frente al 45% que la rechazan) y hasta el 42% de los votantes de extrema derecha votarían sí de pasar de 40 horas semanales a 37’5.
Los sindicatos mandan un mensaje claro: pase lo que pase este miércoles no van a soltar el hueso. Piden acudir a las manifestaciones y, sobre todo a los trabajadores que se beneficiarían de la mejora, que trabajen de manera “militante” por cambiar lo que en 40 años no se ha tocado. “En ninguno de los escenarios posibles el debate sobre la reducción se termina aquí”, ha advertido Álvarez, que afirma que una medida con tantas reuniones y acuerdos a dos y tres bandas no puede “parar sin más”.
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