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Partido Popular
Alfonso Rueda recompensa a su músico de campaña y concejal del PP con una gira por Galicia por 60.000 euros
El ciclo de la lealtad en política se cierra cobrando y en los despachos de la Xunta del Partido Popular conocen bien esta máxima. La Axencia de Turismo de Galicia, dependiente del gobierno gallego de Alfonso Rueda ha contratado a uno de sus músicos estrella durante la campaña de las elecciones gallegas y concejal del PP en O Porriño (Pontevedra), Antonio Barros. ¿Para qué? Para llevar acabo una gira por al menos ocho ayuntamientos gobernados por su partido y pagándole a él y a la banda que han creado para la ocasión 60.500 euros de dinero público.
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Es cierto que Barros no está solo, se repartirá el montante con otra de las músicas que también se posicionó al lado del entonces candidato durante la campaña, Lys Pardo, hija del histórico cantante gallego Juan Pardo y administradora única de la empresa que se ha adjudicado el contrato y, previsiblemente, con los otros dos músicos que conforman el cuarteto Xuntos pola música.
De hecho, no parecen haber querido disimular mucho la sintonía entre la familia Pardo, el concejal del PP y el gabinete del presidente Rueda. Xuntos fue la canción que Manuel Fraga empleó como himno electoral a finales de los ochenta; xuntos fue uno de los lemas de campaña de Rueda en las pasadas elecciones, contratando incluso una nueva versión de la canción; y xuntos, el ahora presidente de la Xunta, Pardo y Barros cantaron el tema en uno de los mítines más multitudinarios de la campaña frente a todos los asistentes. Nunca se podrá saber si por la calidad de la propuesta musical o por haber repartido cientos de platos de callos gratis sin que el Partido Popular de Galicia haya explicado todavía quién los pagó.
Aunque a su manera, el que sí ha contestado a las preguntas de esta redacción ha sido el concejal que se ha asegurado una buena gira este año. Se ha limitado a acusar a este diario de “difamar” a su persona y de buscar “destapar una supuesta trama o algo parecido de las series americanas”. Ni rastro de las respuestas sobre los pormenores del contrato y de su vinculación al partido o un potencial trato de favor.
Contratos de patrocinio publicitario, una excusa para evitar los concursos públicos
La licitación pública que atestigua la contratación de una banda de reciente creación pagada a precio de artista consolidado es, como acostumbra a ser desde Turismo de Galicia, opaca. En el Portal de Transparencia de la Xunta, apenas unas líneas. “Patrocinio publicitario para a promoción de Turismo de Galicia a través do espectáculo Xuntos pola música” es el objeto y 60.500 euros el presupuesto base. Imposible dar con los pormenores del servicio y los argumentos de contratación. Ni siquiera la Axencia de Turismo de Galicia, que depende de una de las personas de confianza de Rueda, el conselleiro de Presidencia, Diego Calvo, ha tenido a bien contestar a las preguntas de El Salto. Ni cuántas actuaciones han sido pagadas bajo el nombre del Xacobeo ni tampoco si influyó la más que estrecha relación del cantante con el partido con el que es concejal de su municipio. Solamente se ha limitado a explicar que la promotora de los eventos ha sido Lys Pardo y que “la Xunta no escoge artistas, se limita a ofrecer apoyo económico”.
Barros, que lleva dos legislaturas cantando en los mítines locales del Partido Popular, fue en las últimas elecciones de número 13 y salió elegido concejal. Este dato no impide que siga pasando facturas como artista al propio Ayuntamiento del que es representante público. Con su pareja, Beatriz Gómez Fandiño, que aparece como benefactora de las facturas, tiene el grupo iAlma. El pasado 24 de julio facturó al Ayuntamiento de O Porriño 3.453,17 euros por el espectáculo Anduriña, dedicado también a Juan Pardo. Quizás por la inflación, en tan solo un año han duplicado el caché: el 21 de junio de 2022 también firmó un factura por un espectáculo similar, pero por 1.650 euros. Además, Barros, es un habitual de todas las verbenas en todas las aldeas de este ayuntamiento y toda la comarca.
Pero conviene aclarar que el método empleado en el caso de la tríada Rueda, Pardo y Barros no es una excepción a la hora de repartir el dinero de todas y todos sin apenas control. Si bien las pequeñas licitaciones, de menos de 15.000 euros (contratos menores), no necesitan ser sacadas a concurso, todas las que lo superen sí deben hacerlo. A excepción de las que tenga una urgencia inexcusable o las llamadas en la administración pública como patrocinios publicitarios que, de facto, son un cheque en blanco para dilapidar cientos de millones de euros al año en todo el Estado español en el sector de las industrias culturales. La lógica es que solo una empresa puede ofrecer los servicios de un determinado artista y, por lo tanto, no puede concurrirse de forma competitiva o al menos no en los marcos propuestos por el grueso de las administraciones.
El Partido Popular en Galicia utiliza esta grieta legal y objetivamente arbitraria en los procesos de contratación para ejercer una suerte de control en las industrias culturales. Tan solo en la última legislatura, la Xunta de Galicia ha repartido a dedo 19.131.514 euros de dinero público para financiar festivales, principalmente, de música y otros conciertos. Sin concurrencia competitiva, sin criterios objetivos de reparto y, sobre todo, dejando fuera de la ecuación a decenas de asociaciones, cooperativas y empresas culturales que, algunas desde hace décadas, sacan adelante algunos de los eventos culturales más valorados del país. Los adjudicatarios de las licitaciones más abultadas suelen ser los mismos en las 50 que han hecho públicas desde que Alberto Núñez Feijóo revalidó su mayoría absoluta en el verano de 2020 hasta hoy: Live Nation, Old Navy, Sweet Nocturna, Esmerarte e incluso uniones de trabajo temporal creadas entre las mismas sociedades.
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Tras ellos, los festivales más convencionales, creados de la nada al calor de la Axencia de Turismo de Galicia y unas decisiones políticas de reparto: O Son do Camiño, O Gozo Festival, Latitudes o Morriña Fest, entre otros muchos. El último de ellos y el más cuantioso de la historia de Galicia lo dejó firmado la Xunta en enero, con el Gobierno en funciones y con las elecciones ya convocadas. Nada menos que 3.388.000 euros en un contrato negociado sin publicidad para producir en 2024 la segunda edición de O Gozo Festival un festival surgido también de la nada en 2023 arropado por la Xunta y que, en su primera edición, ya se llevó el tercer contrato a dedo para un evento musical más grande de la historia gallega: otros 1.815.000 euros de dinero público.
¿La adjudicataria de ambas? La empresa Sweet Nocturna, una sociedad que se limita a hacer de recaudadora gallega para la multinacional que realmente produce el evento, Live Nation. Ambas fueron las empresas que estuvieron tras el polémico concierto de los Guns N' Roses en Vigo para el que el Ayuntamiento, liderado por Abel Caballero (PSOE), simuló un concurso público al que solo se podía presentar una empresa que reveló esta redacción y que, finalmente, reconoció haberlo pactado con el Gobierno local semanas antes.
En el caso de la Xunta de Galicia y con el ahora presidente Alfonso Rueda, se ha convertido la Axencia de Turismo de Galicia, creada supuestamente para favorecer lo que su nombre revela, en un organismo encargado de financiar a dedo tanto a multinacionales como Live Nation como a pequeñas empresas estrechamente vinculadas al Partido Popular.
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Esto es lo habitual,nos gobiernan verdaderas mafias bien organizadas. A estos no lo saca nadie.