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La Plataforma Salvemos la Montaña lleva casi seis años de lucha en contra de un proyecto extractivo ubicado a escasos metros del centro de la ciudad, que podría afectar irreversiblemente a su pulmón verde, zona de esparcimiento, lugar emblemático, sagrado y seña de identidad de cacereñas y cacereños. Esta Plataforma se ha convertido en un ejemplo de unión ciudadana, de lucha constante, de valentía y de responsabilidad popular con el único objetivo de evitar una pesadilla minera, un futuro distópico y una contaminación irreversible alrededor de una ciudad de casi 100.000 habitantes y Patrimonio de la Humanidad.
En el otoño de 2016 mi hijo subía todos los días a caminar y hacer deporte, acompañado de su perro, por la Montaña de Cáceres y la Sierra de la Mosca. En uno de esos paseos escuchó ruidos de maquinaria, justo en la ladera del valle de Valdeflores. Al fijarse detenidamente, observó grúas y excavadoras, pensando entonces que era una obra de algún vecino de la zona o que el ayuntamiento estaba acometiendo arreglos en los caminos. No le dimos demasiada importancia.
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La campaña de sondeos y calicatas duró todo el otoño y el invierno completo, paralizándose en primavera para evitar molestias en la época de reproducción y cría de las numerosas especies de aves, mamíferos y fauna que habita la zona por indicaciones de Medio Ambiente... Pero en verano de 2017 la empresa minera australiana, en aquel entonces Plymouth Minerals, junto con Valoriza Minería del grupo Sacyr, reanuda las obras. Es en el mes de julio cuando mi hermano, en una apacible noche de verano, me acercó al valle, a un lugar iluminado artificialmente por un ruidoso grupo electrógeno y, en plena madrugada, compruebo como varios operarios realizan un sondeo en el mismo corazón del valle de Valdeflores. Trabajaban las 24 horas, organizados en turnos rotatorios de 8, sin importarles en absoluto las horas de descanso nocturno de los vecinos que habitan las inmediaciones del valle en esos meses estivales.
A partir de ese momento, muchas cacereñas y cacereños que paseamos a diario por la zona, realizamos actividades deportivas, disfrutamos del paisaje y del aire puro, o vivimos cerca, damos la voz de alarma, y se crea rápidamente el grupo de WhatsApp denominado Plataforma Salvemos la Montaña de Cáceres. A continuación, comenzamos a organizarnos de manera espontánea gracias a un sinfín de reuniones, largas asambleas y grupos específicos de trabajo. Así nace una de las plataformas ciudadanas más activas, mejor conformadas, eficiente y que representa una de las luchas más duras y largas en el tiempo. Durante estos casi seis años de intenso activismo hemos “plantado cara” ―con nuestros fundamentados argumentos― tanto a la empresa minera, como a las distintas administraciones que gestionan los numerosos expedientes, como a los políticos de turno que nos gobiernan. Nuestro único propósito ha sido paralizar un proyecto dañino para nuestra salud y para nuestro futuro. Poco a poco, y con el tiempo, nos hemos convertido, gracias a nuestro constante trabajo y buen hacer, en parte de la historia de una ciudad como Cáceres.
Averiguamos que tenían concedidas dos licencias de “obra menor” por el ayuntamiento, esas que solicitamos cuando tiramos un tabique en la vivienda. Dos licencias municipales aprobadas y de dudosa legalidad
En agosto de 2017 comenzamos a presentar denuncias ante la Guardia Civil (SEPRONA) y ante la Policía Local (Patrulla Verde) basadas en la realización de obras ilegales, apertura de pistas, caminos y plataformas, que tuvieron como consecuencia la deforestación masiva de la cubierta vegetal de amplias zonas en la ladera del valle, con algunas especies protegidas por Directivas europeas como los “brezales secos europeos”.
Averiguamos que tenían concedidas dos licencias de “obra menor” por el ayuntamiento, esas que solicitamos cuando tiramos un tabique en la vivienda. Dos licencias municipales aprobadas y de dudosa legalidad, porque el Plan de Urbanismo no contempla ningún tipo de licencia para realizar sondeos y calicatas mineras en su articulado (ahora con la última sentencia se ha confirmado). Dos licencias, en concreto, para cada una de las campañas, la de otoño-invierno y la de verano. Inmediatamente, consultamos el Plan General Municipal y comprobamos que “se prohíben taxativamente las actividades extractivas” justo en toda la zona afectada y que no se permite la apertura de caminos o pistas mineras sin un “Estudio de Impacto Ambiental Abreviado” que debería ser solicitado y aprobado por la anterior Consejería de Medio Ambiente, ahora absorbida por Transición Ecológica, trámite que también se omitió.
Mis primeras intervenciones públicas en el Pleno del Ayuntamiento y en la Comisión de Medio Ambiente de la Asamblea de Extremadura, a principios del año siguiente, además de las mencionadas denuncias dando cuenta de la situación, paralizan la campaña de investigación el 16 de febrero de 2018. De esta manera conseguimos expulsarlos del valle. Se aplica el Decreto de Disciplina Urbanística dictado por el ayuntamiento cacereño gracias a la presión y oposición ciudadana organizada en torno a Salvemos la Montaña y se precinta toda la zona. Así conseguimos ganar la primera batalla de esta larga lucha.
Consultamos el Plan General Municipal y comprobamos que “se prohíben taxativamente las actividades extractivas” justo en toda la zona afectada y que no se permite la apertura de caminos o pistas mineras sin un “Estudio de Impacto Ambiental Abreviado”
Después de un periplo surrealista de personaciones, notificaciones, alegaciones, idas y venidas a las oficinas de Minas de Cáceres y de Mérida, manifestaciones, concentraciones, entrevistas, reportajes, notas de prensa, movimiento en las redes sociales y en todos los foros posibles, Plenos del ayuntamiento, de la Asamblea y hasta interviniendo en la Comisión de Peticiones del Parlamento Europeo; después del seguimiento de infinitos y largos expedientes administrativos hasta altas horas de la madrugada y de descubrir que a menudo las administraciones se saltaban algunas normas democráticas básicas de forma y de fondo, conseguimos, gracias a nuestro tesón, a nuestro seguimiento continuo, a nuestros incansables colaboradores, asesores técnicos, asesoras jurídicas y abogadas, retrotraer los permisos concedidos al momento inicial por errores de forma tan burdos como la deficiente exposición, información y participación pública los días establecidos por la ley. De nuevo, en mayo de 2019, a la casilla de salida.
Así, y abreviando para no aburrir, llegamos a los juzgados y tribunales, y cualquiera puede comprobar que todas las sentencias de los procedimientos en los que hemos intervenido las hemos ganado. Los jueces y magistrados nos han dado la razón en todos los procesos judiciales. Gracias a la Plataforma, a otras asociaciones como ACIMA o ADENEX y, sobre todo, a la Asociación de vecinos Sierra de la Mosca, hemos conseguido retener y dilatar en el tiempo esta auténtica aberración que se cierne todavía encima de la ciudad. Con nuestras denuncias, alegaciones y recursos conseguimos que el ayuntamiento impusiera una multa de 26.500 euros a Tecnología Extremeña del Litio, S.L por la apertura de caminos ilegales y por excederse en las licencias concedidas, además de que la Junta de Extremadura, a través de Medio Ambiente, les obligara a restaurar y devolver a su estado original todos los destrozos causados en el valle, con la imposición de varias multas coercitivas por los reiterados incumplimientos.
A día de hoy, Infinity Lithium tiene denegado el Permiso de Investigación que abarca las “2 cuadrículas mineras” (cerca de 66 hectáreas, donde dicen que está el ansiado litio) y denominado “Valdeflórez”. La denegación parte de la sección de Minas de la Junta de Extremadura y, además, se ha confirmado por el Juzgado nº1 de Cáceres en sentencia publicada el 21 de diciembre de 2022, donde se rechaza lo solicitado en el recurso Contencioso-Administrativo interpuesto por la empresa minera. Una empresa, esta, creada ex profeso para la explotación es la multada y sancionada reiteradamente: Tecnología Extremeña del Litio S.L, la empresa titular de los derechos mineros y que se crea con el capital mínimo marcado por la ley y que asciende a 3.000 euros. La (otra) nueva empresa que dice ser ahora titular de los derechos de explotación, Extremadura New Energies S.L, no cuenta con ningún permiso ni es titular de ningún derecho, pero la han creado para intentar lavar la imagen de la anterior, que es lo que pretenden conseguir de la ciudadanía en su desesperada “compra” de voluntades, actuando a través de un agresivo marketing empresarial y creando hasta una Fundación para repartir recompensas monetarias a distintas asociaciones que se dejan comprar muy fácilmente. Este cambio de tendencia se debe al hábil y último CEO contratado, D. Ramón Jiménez Serrano, directivo investigado por la Fiscalía de Murcia en el caso La Sal, un escandalosa y fraudulenta trama en torno a la malograda desaladora de Escombreras.
Así, y abreviando para no aburrir, llegamos a los juzgados y tribunales, y cualquiera puede comprobar que todas las sentencias de los procedimientos en los que hemos intervenido las hemos ganado. Los jueces y magistrados nos han dado la razón en todos los procesos judiciales
Siguiendo con lo nuestro, hay que comentar uno de los últimos pasos, el recurso a la sentencia donde se deniega el Permiso de Investigación ante la Sala de lo Contencioso Administrativo del Tribunal Superior de Justicia de Extremadura. La empresa apela la sentencia del juzgado de instancia a pesar de prometer que no lo iba a realizar y que activarían otro permiso llamado Extremadura S.E. (212 cuadrículas mineras) y presentado con posterioridad por otra de sus empresas “pantallas” que tenía el domicilio social en Salamanca, denominada Castilla Minning, y que solicitaría la Explotación Directa de la mina a través de un Permiso de Exploración, que no de Investigación, al denegarle este Minas y los tribunales. En fin, artimañas legales contempladas en la obsoleta y preconstitucional Ley de Minas de 1973.
Pero en esta nuestra querida Extremadura, el tantas veces aclamado “imperio de la ley” con el que se nos llena la boca, es una entelequia. Lo hemos visto en más ocasiones y ahora, muy recientemente, con algunos casos que claman al cielo. En esta comunidad ―y en este país― cuando la normativa no deja hacer lo que uno quiere, se le “mete mano” y se la retuerce, que para eso sirve la mayoría absoluta en la Asamblea. Mayoría absoluta conseguida con mucho esfuerzo y gracias a todos los condescendientes, simpatizantes, agradecidos caciques, gargantas profundas y pobre gente acallada por la limosna pública. Así reza en nuestro refranero: “nunca muerdas la mano que te da de comer”.
Por eso, el pasado 31 de agosto, a punto de terminar el periodo vacacional y como si fuera la repesca de un examen de septiembre que se ha estado preparando a toda prisa, mientras la mayoría de los extremeños estábamos relajados terminando nuestras vacaciones veraniegas y afrontando los preparativos del nuevo curso escolar, la Junta de Extremadura, a través del Consejo de Gobierno, sorpresivamente y al “acecho”, como si se tratara de una emboscada planificada, transgrediendo cualquier tipo de principio social, democrático y de derecho, vuelve a darnos otro vuelco al corazón y, de la forma más retorcida, nos sorprende con la publicación en el DOE del Decreto-ley 5/2022, por el que se establecen unas “medidas urgentes necesarias en la regulación del aprovechamiento de recursos minerales del litio en Extremadura”. Hasta el Gobierno de la nación ha tenido que abrir negociaciones con la Junta por las discrepancias de este decretazo, y si no se llega a un acuerdo en el plazo de seis meses esta norma se recurrirá ante el Tribunal Constitucional por su más que sospechosa inconstitucionalidad, según el propio Gobierno de España.
La (otra) nueva empresa que dice ser ahora titular de los derechos de explotación, Extremadura New Energies S.L, no cuenta con ningún permiso ni es titular de ningún derecho, pero la han creado para intentar lavar la imagen de la anterior, que es lo que pretenden conseguir de la ciudadanía en su desesperada “compra” de voluntades
El proyecto minero “San José de Valdeflórez”, tanto en su versión anterior de mina a cielo abierto, como la actual de explotación en galerías, contando con todas sus instalaciones asociadas: la contaminante y peligrosa planta de tratamiento del mineral que tendría una repercusión muy negativa, no sólo en nuestro patrimonio natural, histórico y cultural, como se ha manifestado reiteradamente, sino de manera decisiva sobre la salud de toda la ciudadanía por la proximidad, se convertiría en la mina más cercana a un núcleo urbano del mundo.
Durante estos cinco años se han vertido ríos de tinta sobre este asunto, pero en los últimos meses se están dando pasos legislativos muy peligrosos, impulsados por la Junta de Extremadura y ratificados por el grupo socialista en la Asamblea. El cambio de postura que visiblemente se está produciendo en las filas de los dos grandes partidos antes de las elecciones es preocupante. El mismo acalde de Cáceres manifestó a principios del 2022 que “nuestros caminos se habían separado”. Esta postura favorecedora para la empresa minera, de hecho, puede hacerles perder esa mayoría absoluta al consentir estos impactos y someter a sermejante desgaste a la sociedad cacereña en contra de su voluntad.
Minería
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Nos creíamos a salvo de la instalación de la mina gracias al rechazo casi unánime del Pleno del Ayuntamiento cacereño sobre la solicitud de modificación del Plan General Municipal presentada en abril de 2018 por la empresa promotora... Pero, lejos de eso, vuelve una nueva vuelta de tuerca sobre la realidad de esta pesadilla donde la nueva empresa lava su imagen y persuade a empresarios, políticos, colectivos, asociaciones, agencias de comunicación, clubes deportivos; compra seguidores para sus redes sociales, crea fundaciones benéficas, financia mercadillos de Navidad o festivales de cine, para ir poco a poco adentrándose en todas las esferas y así conseguir la tan ansiada “licencia social”, la aceptación del proyecto por la ciudadanía local a base de vender sus falsas promesas, aunque este sea ilegal y no se ajuste a la normativa. Van aceptando su dinero y dejándose comprar por la empresa minera el Círculo Empresarial Cacereño, la Cámara de Comercio, el Cáceres C.B., la fundación Secretariado Gitano, un mercadillo de Navidad, también la surrealista carroza en defensa de la caza de la cabalgata de Reyes en Badajoz, una asociación de Jóvenes Cofrades (que desde la Unión de Cofradías nadie conocía), o el famoso Festival de Cine Español organizado por la Fundación Rebross. Estos dos últimos acuerdos han estado impregnados de polémica y, de hecho, la ONG Sonrisas en Acción decidió renunciar a la donación como destino de lo recaudado por el festival de cine, gesto muy loable.
La última y exitosa concentración de la Plataforma a las puertas del Gran Teatro ha dado el pistoletazo de salida para que todos se posicionen con vistas a la próxima campaña electoral. Ha llegado el momento de ser transparentes y reflejar ―de manera escrita y dentro de los programas electorales de las distintas formaciones políticas― quiénes van a ser partidarios de este proyecto y quiénes van a estar en contra. Debe quedar meridianamente claro y sin ambages para los votantes qué partidos van a apoyar la mina y cuáles no cuando les llegue el momento de gobernar después de las elecciones de mayo. Los ciudadanos tenemos el derecho de saber con antelación quiénes van a poner alfombras rojas a la empresa australiana y a su contaminante proyecto minero para que salga adelante, y quiénes van a proteger el interés general del pueblo cacereño en el que está depositada la soberanía y el sistema democrático. ¡Ha llegado el momento de la verdad y de que se acabe, de una vez por todas, este cuento chino! ¿O podríamos decir, mejor, australiano?
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Muy bien explicado lo que acontece en Cáceres y como los representantes que deberían mirar por la ciudad se dejan comprar y presionar por los poderes económicos y políticos que han mandado siempre. Cáceres prohíbe en su planeamiento la minería a menos de dos kilómetros de la ciudad. Rebajar ese límite rompe la tendencia a cuidar el medio ambiente que tanto se viene postergando. Es curioso que ahora se haga porque el planeta recalentado necesita litio. Para reducir las emisiones hay que rebajar el ansia de codicia y la comodidad de la movilidad motorizada. Deporte y cultura mejor que pereza y desprecio de nuestro patrimonio histórico. Gracias y larga vida a la Plataforma Salvemos la Montaña. Se necesitará, porque los que no descansarán con ese negocio bajo tierra, los que actúan por la licencia social, jugando a patrocinar y a convertir todo lo que tocan en oro, aunque sea blanco, convertirán en litio, al agua, a los alimentos y animales, a las personas y siendo todos de oro, dejaremos de ser humanos y de la posibilidad de rebelarnos.
Si no hubiera sido descubierto y enfrentado por parte de la ciudadanía el plan secreto de la mina, estaría a disposición de los negocios el patrimonio natural y la futura salud de la gente de Cáceres; ellos casi siempre ganan, por desconocimiento de la ciudadanía, o por consentimiento a cambio de promesas que son aceptadas por falta de conciencia social y por avaricia. Es esperpéntico que para librarnos de estos abusos de los que son corresponsables los políticos que han sido elegidos para cuidar y mejorar la vida de nuestra tierra, haya que convertirse en poco menos que héroes, pues ellos tienen y manejan el poder, dictan decretos a su antojo, al del capitalismo y en contra de los intereses de la población y la naturaleza.
Demuestran ser, más que gobernantes, enemigos.