Migración
Preguntas

¿A cuántas redadas e identificaciones tuvo que enfrentarse Mbaye por ser negro y en cuantas de ellas acabó en comisaría? ¿Cuántas veces sintió la amenaza inminente de la expulsión? Una persona que llevaba 12 años aquí, vecino de esta ciudad.

Mame Mbaye protestas cónsul 1
Protestas en la plaza Nelson Mandela en la mañana del 16 de marzo por la muerte de Mame Mbaye. David F. Sabadell


21 mar 2018 11:29

¿Qué tienen en común Mame Mbaye —muerto en Lavapiés el jueves 15 de marzo—, Alpha Pam, Samba Martine, Idrissa Diallo —muertos los tres en un CIE— Ibrahim Keita , Samba Baye, Youssef, Yves Martin Bilong, Armand Souop Tagne, Jeannot Flame, Oumar Ben Sanda, Blaise Fotchin, Daouda Dakole, Ousman Kenzo, Larios Fotio, Nana Roger Chimi —nombres que se conocen de los 15 muertos en Tarajal—, Mohamed Bouderbala —muerto hace apenas unos meses en la cárcel de Archidona— y otros muchos a los que ni siquiera alcanza para ser un nombre en un listado más? Pues que todos se murieron, así, sin más, todas esas personas forman parte de esa lista de seres humanos a los que les sorprende el infortunio, pues ¿qué es la vida sino una suerte de secuencias de mala fortuna?

La gente se muere, valiente obviedad, incluso la que menos se espera. Por ejemplo, un hombre joven, de apenas 35 años, fuerte como un roble, pero al que un infarto se lleva por delante y se acabó, a otra cosa. Aceptemos que la vida es así y, por lo tanto, cerremos de nuevo esa página de lo desagradable, no vaya a ser que, a fuerza de hacer demasiadas preguntas, nos encontremos sin respuestas.

En todos esos casos las investigaciones policiales, judiciales, institucionales llegaron a la misma conclusión

En todos esos casos las investigaciones policiales, judiciales, institucionales llegaron a la misma conclusión. Es igual si estás en un CIE y no se te atiende como es debido y te mueres, o si estás en medio del mar, ahogándote y luchando por salvar la vida mientras la Guardia Civil te tira pelotas de goma a ver si con eso —se entiende— te ayudan, pero tú te mueres, o si después de cruzar cientos de kilómetros en una ruta solo apta para héroes —sÍ, no hay otra palabra que lo defina mejor—, por meterte en una cárcel a estrenar, nueva, flamante, te desesperas de tal modo que lo mejor es suicidarte, quitarte de en medio, es decir, también te mueres.

Da igual en todos los casos, y hay muchos más sin duda. Las conclusiones de esas investigaciones abiertas son las mismas: caso cerrado, archivado, nada que decir. En definitiva, que estas cosas pasan. La gente se muere.

Sin embargo, nosotros seguiremos haciendo preguntas, porque nos sobran las preguntas. Y con ellas —claro—, la rabia de encontrarnos las mismas respuestas. Esa rabia que a tanta gente alarma, la misma que te sube por la garganta y que unas veces es llanto y otras grito, porque ya no se puede más. Pero hacemos como que podemos, aunque por dentro estemos tantas veces rotos.

Preguntamos, por ejemplo, cómo es posible que una persona que lleva más de 12 años en este país no pueda tener papeles gracias a un sistema perverso que le obliga a estar en los márgenes toda su vida, como un superviviente, castigándolo incluso con la responsabilidad de su propia muerte.

Quizás con papeles, si su enfermedad era detectable, alguien le hubiese puesto un tratamiento, lo que hace la gente en un país como este: tratar una enfermedad. ¿O puede que haya dolencias que surgen porque ya el cuerpo no aguanta tanto castigo? Muchos hablan de si ese día Mbaye corrió o no corrió delante de la policía, pero ¿cuántos carreras llevaba dentro en otros muchos días, huyendo para poder salvar la mercancía con la que vivir —¿saben cuánto puede pesar un saco con 20 pares de zapatillas?— y evitar que se la requisaran, lo detuvieran o lo deportaran? ¿Esos días tampoco corrió?

¿No habéis visto nunca un grupo de negros correr con el petate al hombro calle abajo, pasando por delante de vosotros? ¿Dónde vivís?

Columnistas de pluma caliente, ¿no habéis visto nunca un grupo de negros correr con el petate al hombro calle abajo, pasando por delante de vosotros? ¿Dónde vivís? ¿En qué despachos blindados y a cubierto realizáis vuestras observaciones “atinadas” de la realidad? ¿A cuántas redadas e identificaciones tuvo que enfrentarse Mbaye por ser negro y en cuantas de ellas acabó en comisaría? ¿Cuántas veces sintió la amenaza inminente de la expulsión? Una persona que llevaba 12 años aquí, vecino de esta ciudad. ¿Hay corazón para tanto miedo? Se supone que esas también son sus culpas. 

A Mbaye no lo mató el sistema entendido como un ente abstracto que se comporta como un ciclón o un terremoto aleatoriamente, sin elegir sus víctimas. Mbaye es uno de esos muertos que son una excrecencia que hay que eliminar por el sumidero de la historia, para que todo esto siga funcionando, y, a ser posible, que se vayan sin montar problemas, que no hay contenedores suficientes para que ardan de rabia por unas vidas que tan poco importan. Ese trabajo sucio que tan bién hacen las instituciones, llámese, jueces, policías, ayuntamientos, gobiernos, leyes, política de fronteras…

Pero ocurre que esos muertos que otros desprecian son también muy nuestros. Y es por eso que seguimos haciendo preguntas, no nos cansaremos de hacerlas. Preguntaremos hasta cuándo se puede presionar a un ser humano, donde está el límite de lo que puede soportar. ¿No es suficiente salir de tu país, esquilmado y empobrecido, enfrentarte a un viaje aterrador, cruzar todo un mar sembrado de miles de cadáveres que te antecedieron y llegar por fin a tratar de hacer posible algo tan sencillo como la vida digna que todos merecemos? ¿Qué Estados son estos que no protegen al débil, se ensañan si cabe con él, lo trituran hasta hacerlo añicos?

¿Cuántos manteros tendría que haber en esta ciudad para llegar a acercarse con su actividad ilegal a —digamos— el 1% que la ingeniería financiera de Apple, Carrefour o El Corte Inglés robarán cada año a todos los ciudadanos de este país? Métanse con ellos, a ver cómo les va. Lo hacen con el débil porque saben quién manda aquí y no pueden abandonar su papel de esbirros fieles siquiera por un minuto, ni siquiera ante la perseverancia de una muerte tras otra.

Pero como estos muertos son también nuestros muertos nos van a tener dispuestos a las preguntas. Y, por supuesto, dispuestos siempre a la acogida solidaria y a la fraternidad denunciante, único camino que nos dejan. Pero, por si acaso, sepan bien, los de las mismas respuestas de siempre y sus voceros, que esto no va a parar. Esto es imparable. No hay muro, ni valla ni fosa suficiente para acabar con ese impulso natural que es luchar por una vida mejor. Van a tener que matar a muchos y quizás, un día, se les acaben las respuestas. Sepan que ese día nosotros seguiremos haciendo preguntas.

Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra en tu cuenta.

Relacionadas

Grecia
Grecia Las familias de los ahogados en el naufragio de Pylos en 2023 continúan buscando respuestas
Se cumplen dos años de uno de los peores naufragios en las costas griegas. La madrugada del 14 de junio de 2023, un pesquero en el que viajaban unas 750 personas, colapsó. Solo hubo 104 supervivientes.
Instituciones culturales
Protesta Las editoriales migrantes exigen su lugar en la Feria del Libro de Madrid y en la industria cultural española
Una acción de protesta en la Feria del Libro de Madrid reclama más atención y apoyo a las editoriales impulsadas por personas migrantes y racializadas, que sobreviven pese a los obstáculos que reciben de las administraciones, según denuncian.
Estados Unidos
Estados Unidos “Provocación”: Trump despliega 700 marines en Los Ángeles
El gobierno estadounidense sigue tensando la cuerda en California. A las redadas masivas se le suma el despliegue de soldados, sin precedentes desde 1992. Los sindicatos de trabajadores migrantes llaman a la resistencia no violenta.
#11539
21/3/2018 22:31

estoy de acuerdo en lo de los 12 años,me parece que la politica esta fatal con eso, hacen la vista gorda, debieron deportarlo hace 11 años y 11 meses, y que senegal cubra con su responsabilidad, que para eso formaron un pais independiente de francia, y cobran sus impuestos, y tienen sus fronteras. las cosas son asi, si se muere mi hijo es mi culpa y si se muere el del vecino es su culpa, no tiro a mi hijo por el balcon para que se lo quede el vecino de abajo 12 años y la culpa fue de la injusticia.
somos debiles ante el incumplimiento de las leyes mas elementales y por eso este pais fracasa, porque un pais que no controla su territorio ni su frontera ni sus habitantes es un estado fallido, se llame españa o senegal.

0
19
#11582
22/3/2018 10:48

Busca ayuda. Un abrazo.

4
0
#11609
22/3/2018 16:21

Tu vecino de abajo tuvo doce años el cadáver de tu hijo? Embalsamado, supongo.

0
0
#11577
22/3/2018 10:24

Tu cerebro sí que es fallido. Ojala te toque a ti vivir una vida de miseria

7
1
#11571
22/3/2018 9:56

Un estado fallido es el cual en el que existen personas como tú. Se llame como se llame. La culpa no es tuya es un problema colectivo.

6
0
Eva
21/3/2018 21:04

Este artículo es muy sensato, muy claro y conmovedor. ¿será posible que después de reacciones tan fundamentadas nada cambie? Vivir con miedo es un castigo que ningún ser humano merece. Gracias por poner por escrito todas estas evidencias.

13
0
Baleares
Un modelo insostenible El rechazo a la turistificación se expande en Canarias, Baleares y Barcelona
Tras la masiva manifestación en las Islas Canarias del pasado mayo, Palma de Mallorca, Barcelona y San Sebastián salen este 15 de junio a la calle contra un modelo de turismo desmedido insostenible para el territorio y sus habitantes.
Oriente Medio
Oriente Medio Decenas de muertos en una noche de sirenas y misiles cruzados entre Israel e Irán
Después del ataque israelí contra la infraestructura energética y militar iraní, cientos de misiles iraníes atraviesan el cielo israelí e impactan en Tel Aviv, Bat Yam, Tamra y Haifa.
Galicia
Galicia Activistas bloquean una planta de Altri en Portugal y avisan de que frenarán su expansión en Galicia
El grupo atrancó con cadenas y soldadura las entradas de la planta de Celbi en Leirosa, en la mayor acción directa hasta el momento contra la expansión de la multinacional papelera en territorio gallego: “O povo é quem para Altri”.
Crónica
Justicia En la sala de un juicio a una madre protectora
Esta es una crónica de un juicio a una mujer que pidió medidas por sospechar de abusos sexuales a su hija en el domicilio paterno sin que ninguna institución moviera un dedo y, un mes después, cogió un vuelo a su país para intentar protegerla.
Violencia machista
El Estado que revictimiza Violencia institucional: “Si lo hubiera sabido antes, no hubiera denunciado nunca”
Rocío ha sufrido violencia psicológica, física y sexual por parte de su expareja. Y también violencia institucional en todas las puertas de la red de recursos institucionales que ha ido atravesando.
Editorial
Editorial Justicia irracional
Por acción o por omisión, las instituciones violentan a las mujeres. Se llama violencia institucional.
Relato
Relato Rendirse
A mi pesar me tocaba compartir mesa con aquellos documentos y, como estaba de los primeros (no lo habría imaginado al llegar), ya no conseguía quedar por encima, con lo que me gusta.
Madrid
Movimiento republicano Miles de personas claman en Madrid contra la monarquía y por la República
En el 11 aniversario de la proclamación de Felipe VI, una marcha unitaria reclama que este reinado sea el último de España.
Rap
Rap Los Chikos del Maíz: “La música urbana está llena de fachas y votantes de Vox”
Tras un fin de gira accidentado, Toni y Nega dan una tregua indefinida a su proyecto con dos conciertos en Madrid. Horas antes de llenar la sala en la primera cita, visitan la redacción de El Salto.
Río Arriba
Río Arriba Luis González Reyes: “Vivimos en un mundo en la que la escasez es un elemento central”
Primera entrevista del programa Río Arriba en formato podcast y vídeo donde hablamos de las nuevas guerras neocoloniales por recursos en la era de Trump y Putin, de la escasez, del decrecimiento y el colapsismo.

Últimas

Ocupación israelí
Movilizaciones Un centenar de organizaciones de 26 países denuncian a la empresa vasca CAF y su tren del apartheid
Más de 50 localidades salen a la calle este fin de semana para señalar a la empresa que construyó el tranvía que conecta Jerusalén con territorio ocupados y exigir el fin del genocidio en Gaza.
La vida y ya
La vida y ya Un rato de cada lunes
Pero, lo más coincidente ha sido, expresado de distintas maneras, su agradecimiento hacia ese lugar. Su lugar elegido.
Ocupación israelí
Ocupación Israelí La policía egipcia impide con violencia la marcha internacional a Gaza
La marcha de 4.000 personas a Gaza es reprimida por la policía del régimen de Al-Sisi. La organización pide a las embajadas que reaccionen y protejan a sus ciudadanos.
Galicia
Crowdfunding O Salto Galiza abre un crowdfunding para empapelar a Altri
Queremos investigar a los responsables políticos y empresariales del que podría ser el mayor atentado ambiental de la historia reciente de Galicia.
Que no te lo cuenten
El Salto Radio De océanos y detenciones
VV.AA.
La acidificación del agua marina supera sus límites mientras Israel aborda la Flotilla por la Libertad.
Más noticias
Análisis
Análisis del CIS La calma antes de la tormenta: la dimisión de Santos Cerdán como punto de inflexión
El último barómetro del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) ha muerto pocas horas después de nacer por la dimisión de Santos Cerdán, aunque sirve como foto fija de un escenario que favorece a la derecha.
Argentina
Extrema derecha La motosierra de Milei se ceba con los hospitales públicos y las personas con discapacidad
Los recortes del Gobierno afectan al Hospital Garrahan, un centro de alta complejidad, referente pediátrico nacional y latinoamericano, y también a los recursos de las personas con discapacidad, a los que el ejecutivo califica de “idiotas”.

Recomendadas

Pensamiento
Economista Clara Mattei: “El liberalismo y el fascismo están unidos en su protección del orden del capital”
El ambicioso ensayo 'El orden del capital' nos traslada al Reino Unido y la Italia de la I Guerra Mundial, que se contemplan como un momento bisagra: el auge de socializaciones y cooperativizaciones que tuvo lugar durante la contienda y la inmediata posguerra fue abortado a través de un 'shock' austericida destinado a restaurar la centralidad de los grandes capitales.
Derecho a la vivienda
Jaime Palomera “La vivienda necesita una revolución”
Investigador y uno de los fundadores del Sindicat de Llogateres, Jaime Palomera presenta ‘El secuestro de la vivienda’, un libro sobre el juego amañado en el que los propietarios son cada vez más ricos y los inquilinos cada vez más pobres.
Redes sociales
Industria editorial Escritores fantasma: así trabajan los auténticos autores de los libros de éxito que publican los ‘influencers’
Detrás de cada libro firmado por un ‘influencer’ hay otra persona que ha trabajado a destajo para entregar a tiempo un texto en el que su nombre no aparece por ninguna parte y que, además, ha tenido que renunciar a sus derechos como autor.
Brasil
Extrema derecha Arte en tiempos de fascismo: cuando enseñar a Goya y Rubens le cuesta el puesto a un profesor
Una clase de Historia en la escuela municipal en una localidad del Estado de São Paulo desemboca en acusaciones contra el profesor y una campaña de difamaciones que encabeza el concejal de educación de la zona, de la extrema derecha bolsonarista.