Selección de Palestina, cuando el fútbol es mucho más que deporte

Dos partidos de la selección palestina, contra Euskadi y Catalunya, se han convertido en una nueva muestra del apoyo popular a la causa palestina y del rechazo al genocidio que viene llevando a cabo el gobierno de Israel.
Grada del Athletic bandera apoyo Palestina
Bandera de apoyo Palestina en las gradas de San Mamés durante un partido del Athletic.

El pasado 10 de junio, en el estadio Rey Abdullah II de Amán, la selección de fútbol de Palestina disputaba ante Omán el último partido de la tercera ronda de clasificación para el próximo Mundial. Apenas quedaban unos segundos para que terminara el partido y se confirmara su clasificación para la última ronda cuando el árbitro señaló un penalti a favor de Omán. Issam Al Shabi marcó el gol que clasificaba a su selección y palestinos vieron desvanecerse los sueños de clasificarse para un Mundial. Ese mismo día, el ejército israelí mataba a más de 70 personas en la Franja de Gaza, incluyendo a un niño que buscaba alimentos cerca del corredor de Netzarim. Esa es la esquizofrénica realidad de una selección que se ha convertido en el brazo desarmado de su pueblo, al tiempo que trabaja para alcanzar sus objetivos propiamente deportivos.

“Los palestinos no pueden utilizar la fuerza militar. Únicamente pueden usar el soft power”, comenta Nicholas Blincoe, autor del libro More noble than war: The story of football in Israel and Palestine, en conversación con El Salto. En esa labor, la selección de fútbol está alcanzando importantes logros.

En estos días, ha disputado dos partidos con un alto contenido político y de solidaridad, frente a la Euskal Selekzioa en el estadio de San Mamés el pasado sábado y frente a Cataluña este martes en el estadio Olímpico de Barcelona. Dos partidos que han querido en una nueva muestra del apoyo popular a la causa palestina y del rechazo al genocidio que viene llevando a cabo el gobierno de Israel.


“Este partido va a ayudar más a nivel mediático”, señala Bassil Mikdadi, periodista palestino y creador de la web footballpalestine.com. “Es importante que todo el dinero que se recaude se va a mandar a la franja de Gaza. Aunque tenemos que reconocer que hacen falta miles de millones para reconstruirlo, porque hablamos de una zona en la que viven más de dos millones de personas y hace falta mucho para recuperar un nivel de vida básico”, añade.

Al mismo tiempo, estos dos partidos servirán a la selección palestina para preparar el partido que disputarán una semana más tarde frente a Libia y en el que buscarán una plaza en la próxima Copa Árabe. De nuevo la esquizofrenia de una selección que, por un lado, debe cumplir con sus obligaciones deportivas y por el otro, no quiere dejar de representar la causa de su pueblo.

La selección juega representando a su país y utilizando sus símbolos nacionales, incluidos bandera e himno, con una exposición que en muchos espacios internacionales no tiene permitida

“También hay que destacar que no se han celebrado partidos para apoyar a Gaza con ninguna selección árabe”, señala MIkdadi. “Entonces, queremos preparar el partido con Libia, porque queremos jugar otra vez la Copa Árabe y luchar por el título. Pero está también el lado más simbólico de los partidos con Euskadi y Cataluña”, explica.

Miembro de FIFA

Para que Palestina pueda contar con un altavoz con la capacidad de una selección nacional de fútbol fue fundamental lograr el reconocimiento como miembro de la FIFA, después de décadas en las que el Estado de Israel trató de impedir cualquier crecimiento del fútbol en Palestina y gracias a un importante trabajo diplomático.

En las negociaciones que derivaron en la firma de los Acuerdos de Oslo de 1993, el Primer Ministro de Israel, Isaac Rabin, reconoció por carta a la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) como representante legítimo de Palestina, dos años más tarde, el Comité Olímpico de Palestina era reconocido por el Comité Olímpico Internacional (COI) y en 1998 llegaba el ingreso de la Asociación de Fútbol de Palestina (PFA en sus siglas en inglés) como miembro de la FIFA. No hay que olvidar que Palestina no fue reconocida por Naciones Unidas hasta 2012 y lo hizo únicamente como “Estado observador permanente”, sin derecho al voto.


“Aunque Blatter era presidente cuando la PFA fue admitida en la FIFA, no es un verdadero amigo de Palestina”, comenta el periodista egipcio Karim Zidan, fundador de la web sportspolitika.news, en diálogo con El Salto. Joseph Blatter había asumido como presidente tras las elecciones en las que fue elegido para suceder a Joao Havelange, pero antes de eso, su apoyo a la PFA había contribuido a que se asegurara el voto de varias federaciones asiáticas y africanas.

A partir del año 2015 se empezó a celebrar una final entre los ganadores de las ligas de Gaza y Cisjordania, pero Israel solo permitió que se disputara hasta el año 2019

Desde entonces, la selección participa oficialmente en competiciones internacionales y Palestina cuenta con una visibilidad como Estado gracias al deporte más popular en el mundo y en la propia Palestina. La selección juega representando a su país y utilizando sus símbolos nacionales, incluidos bandera e himno, con una exposición que en muchos espacios internacionales no tiene permitida.

El enemigo fuera del campo

Desde el reconocimiento por parte del COI y la FIFA, Israel ha venido poniendo dificultades al desarrollo del deporte en Palestina y a la libre circulación de sus deportistas. De la misma forma que ocurre con su población, los deportistas palestinos también han tenido siempre dificultades para entrar y salir de Gaza y Cisjordania. Al mismo tiempo, la PFA siempre se ha encontrado con problemas para organizar una competición nacional de fútbol. En los años 70 se inició la Liga de Cisjordania y en los 80 empezaría la de la Franja de Gaza. A partir del año 2015 se empezó a celebrar una final entre los ganadores de ambas competiciones, pero sólo se pudo disputar hasta el año 2019, cuando las autoridades israelíes negaron el permiso para trasladarse a Cisjordania a los jugadores del Khadamat Rafah gazatí.

Estas situaciones fueron denunciadas por la PFA, sin embargo, la FIFA nunca tomó medidas para garantizar el normal desarrollo de la competición en Palestina y tampoco ha sancionado a la federación de Israel por el genocidio que viene cometiendo su gobierno y que, según cifras de la PFA, se ha cobrado ya la vida de cerca de 800 deportistas. El presidente de la FIFA, Gianni Infantino, sí estuvo presente en Sharm el-Sheij con motivo de la firma del plan de paz propuesto por Donald Trump y ofreció la colaboración de la FIFA para la reconstrucción de las instalaciones deportivas destruidas en Gaza.

“A Infantino le gusta presentarse como un glorioso artífice de la paz. Por lo tanto, es probable que la FIFA contribuya a la reconstrucción, como ya hizo en el pasado cuando estadios como el de Yarmouk fueron atacados por las Fuerzas de Defensa de Israel”, comenta Karim Zidan. “Sin embargo, también ha retrasado e ignorado repetidamente las demandas de suspender a Israel de la FIFA y se ha aliado con algunos de los peores violadores de los derechos humanos del mundo”, añade.

Es en este contexto en el que Palestina está disputando sus partidos frente a la Euskal Selekzioa —saldado con derrota en el campo— y Catalunya, con la vista puesta en la preparación de la Copa Árabe y buscando seguir difundiendo la voz del pueblo palestino. Mientras en Gaza siguen sufriendo los ataques militares de Israel, trataran de encontrar la manera de seguir los partidos de su selección. “En Palestina la gente siempre sigue el fútbol, a pesar de la situación dura que existe en Gaza y también en Cisjordania. Ver a la selección en lugares históricos como San Mamés o Montjuic es una cosa emocionante”, explica Bassil Mikdadi.

Palestina
Júlia Nueno: “Entre octubre y noviembre de 2023 Israel bombardeó 17 panaderías”
Esta ingeniera ha llevado a cabo dentro de Forensic Architecture una investigación sobre el genocidio de Gaza a partir de metodologías forenses que han puesto al servicio del juicio por genocidio contra Israel en la Corte Internacional de Justicia.
Filosofía
Petardeo y geopolítica: Eurovisión como artefacto de “soft power”
Eurovisión es parte de las estrategias de poder blando de Israel, distrayendo la atención sobre su poder duro: la ocupación militar y el apartheid
Cargando valoraciones...
Comentar
Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra en tu cuenta.

Relacionadas

Cargando...
Cargando...
Comentarios

Para comentar en este artículo tienes que estar registrado. Si ya tienes una cuenta, inicia sesión. Si todavía no la tienes, puedes crear una aquí en dos minutos sin coste ni números de cuenta.

Si eres socio/a puedes comentar sin moderación previa y valorar comentarios. El resto de comentarios son moderados y aprobados por la Redacción de El Salto. Para comentar sin moderación, ¡suscríbete!

Cargando comentarios...