Filosofía
Petardeo y geopolítica: Eurovisión como artefacto de “soft power”

Eurovisión forma parte de las estrategias de poder blando del Estado de Israel. Un artefacto cultural que le sirve para atraer las miradas y lavar su imagen, distrayendo la atención sobre su poder duro: la ocupación militar y la instauración de un régimen de apartheid.

Gaza Lights Sahows 1
16 de julio de 2014. Parientes de cuatro niños palestinos pertenecientes a la familia Bakr, lloran durante su funeral en la ciudad de Gaza.
Doctoranda en Filosofía e investigadora
17 may 2019 09:30

Este fin de semana en la ciudad de Tel Aviv se celebra la edición 64 del festival de Eurovisión. Este evento lleno de folklore y petardeo, alberga a primera vista pocas implicaciones políticas. Desde luego, comparado con las elecciones en las que se elegirán a los representantes en el Parlamento Europeo, que se celebrarán una semana después del concurso musical, el festival de Eurovisión no parece más que un inmenso guateque. Sin embargo, este evento no es completamente apolítico.

El concurso musical que se celebrará este año forma parte de las estrategias de soft power ("poder blando") del Estado de Israel, un artefacto cultural que le sirve para atraer las miradas y lavar su imagen, distrayendo la atención sobre su hard power ("poder duro"): la ocupación militar y la instauración de un régimen de apartheid que oprime y domina a la población palestina.

El término soft power fue acuñado por Joseph Nye en 1990 para hacer referencia a una manera blanda, sutil o amable de hacer política. Nye entendía que el poder de un Estado dependía de su capacidad para conseguir que otros actores políticos actúen siguiendo sus intereses. Existen dos formas diversas de lograr esto: 1) Utilizando herramientas de poder duro, como por ejemplo cuando se doblega al otro mediante acciones militares o presiones económicas. 2) Utilizando un poder blando, esa clase de poder que trata de seducir a los otros para que actúen siguiendo unos determinados intereses. Con el poder blando se pretende convencer, lograr que los demás quieran los resultados que deseas, sin necesidad de medidas coercitivas.

Algunas de las herramientas más utilizadas por el poder blando son la industria cultural o la propuesta de ciertos valores políticos, buscando la admiración o atracción de las personas a las que se desea influenciar.

Un poder blando es esa clase de poder que trata de lograr que los otros actúen siguiendo unos determinados intereses sin necesidad de medidas coercitivas.

La victoria de Netta Barzilai en la anterior edición de Eurovisión, con una letra contra el acoso y el abuso a las mujeres, fue utilizada por la política oficial israelí como herramienta de soft power para proyectar al mundo una imagen de tolerancia y compromiso. Como en 2016, en la que participó el cantante gay Hovi Star, el año pasado fue explotada también la faceta gay-friendly de Israel, incluso en la red social de contactos Grindr (en la que se emitían anuncios como el siguiente: “Vota por la auténtica diva. Vota por #Israel Netta Toy”).

El Estado de Israel es experto en promover ciertos valores políticos en búsqueda de la aprobación internacional. Ehud Barak, el décimo primer ministro de Israel (desde 1999 hasta 2001), presentó a Israel como un chalet en medio de una jungla. Con esta ilustrativa imagen se pretendía dar la impresión de que este país es un lugar civilizado en medio de un ambiente salvaje. Según este modo de interpretar el papel de Israel en Oriente Medio, el muro y otros sistemas de control territorial, lejos de constituir métodos coloniales de ocupación y de expulsión forzosa, constituyen medidas necesarias para defender a Israel del continuo asedio por parte de bárbaros. De este modo, los nativos aparecen como invasores imbuidos por ansias violentas y hostilidades de toda clase. La violencia se proyecta sobre el otro colonizado y se presenta al Estado colonial como mera víctima, colmando una fantasía de inocencia.

Uno de los modos en el que el Estado de Israel pretende ser percibido como un Estado civilizado avanzado y tolerante, frente al atraso de sus vecinos árabes, es llamando la atención sobre su historia relativamente progresista en defensa de los derechos humanos de las mujeres y personas LGTBIQ+. Con este argumentario trata de desviar la mirada de su historia atroz en materia de derechos humanos cuando estos conciernen a personas palestinas, a las que se les niega en numerosas ocasiones derechos tan básicos como el derecho a la libre movilidad. Por este motivo son frecuentes las denuncias de activistas hacia las campañas dirigidas a presentar a este país como gay-friendly, o un destino perfecto para el turismo gay, ya que en ocasiones están orientadas a apartar la atención de la profunda criminalidad de la ocupación. La puesta en valor de la Marca Israel como abiertamente gay-friendly se ha basado incluso en la defensa de su ejército —destinado al control militar del territorio— como uno de los más inclusivos del mundo. Este homonacionalismo, que busca unir la defensa de un nacionalismo excluyente con los derechos de las personas homosexuales, pretende justificar posiciones xenófobas e islamófobas.

La puesta en valor de la Marca Israel como abiertamente gay-friendly se ha basado incluso en la defensa de su ejército —destinado al control militar del territorio— como uno de los más inclusivos del mundo.

Las campañas de pinkwashing (“lavado de imagen rosa”), que utilizan los derechos LGTBIQ+ solo para lo que les interesa, o las operaciones de purplewashing (“lavado de imagen púrpura”), que instrumentalizan el feminismo, consideran a la población musulmana necesariamente homófoba y machista y obvian el hecho de que entre la población palestina que está siendo oprimida se encuentran mujeres, personas trans, lesbianas, homosexuales, etc.

Cabría preguntarle a los pretendidos defensores de los derechos de minorías sexuales o de género que no problematizan la opresión del pueblo palestino: ¿acaso no son mujeres las palestinas? ¿Las personas palestinas son todas cisgénero o heterosexuales?

Muchas mujeres y personas que pertenecemos al colectivo LGTBIQ no estamos a favor de este pseudo reconocimiento de derechos que busca ocultar y legitimar el atropello de los derechos de otros colectivos, que lejos de ser homogéneos, contienen en sí mismos la diversidad. Si nuestro objetivo es lograr una mayor justicia social y política, hemos de rechazar este tipo de argumentos y estrategias políticas.

Por otra parte, no han sido pocas las voces de personas judías que han criticado el nacionalismo excluyente de las políticas oficiales del Estado de Israel. Una autora como Hannah Arendt, famosa entre otras cosas por su análisis crítico del antisemitismo en Los orígenes del totalitarismo, señaló como un error el intento de solucionar la “cuestión judía” con la instauración del Estado de Israel como un Estado-nación, vinculado al carácter homogeneizador propio del nacionalismo, que lejos de solucionar el problema de los refugiados y apátridas, produciría una nueva categoría de refugiados, en esta ocasión árabes.

El soft power de Israel solamente podrá ser efectivo y logrará convencer en el momento que abandone sus estrategias actuales de hard power y sus políticas de apartheid. La verdadera defensa de la pluralidad nada tiene que ver con proyectar mediante eventos como Eurovisión o los Orgullos gay celebrados en Tel Aviv un espejismo de diversidad.

Sobre este blog
La filosofía se sitúa en un contexto en el que el poder ha buscado imponerse incluso en los elementos más básicos de nuestro pensamiento, de nuestras subjetividades, expulsando así de nuestro campo de visión propuestas teóricas y prácticas diversas que no son peores ni menos interesantes sino ajenas o directamente contrarias a los intereses del sistema dominante.

En este blog trataremos de entender los acontecimientos del presente surcando –en ocasiones a contracorriente– la historia de la filosofía, con el objetivo de poner al descubierto los mecanismos que utiliza el poder para evitar cualquier tipo de cambio o de alternativa en la sociedad. Pero también de producir lo que Deleuze llamó líneas de fuga, movimientos concretos tanto del presente como del pasado que, escapando del espacio de influencia del poder, trazan caminos hacia otros mundos posibles.
Ver todas las entradas
Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra en tu cuenta.

Relacionadas

Palestina
Eyad Yousef “No cuentes lo que queremos ser, cuenta lo que nunca hemos dejado de ser: un pueblo que quiere la paz"
Eyad Yousef es profesor en la Universidad de Birzeit, Cisjordania, y comparte su experiencia en una universidad que “representa el pluralismo y la libertad que tanto anhela la sociedad palestina”
Ocupación israelí
Palestina Vivir en alerta: la resistencia palestina frente la ocupación israelí
La cruda realidad de las feministas palestinas que, ante la represión y las detenciones arbitrarias, continúan su lucha por la libertad, la justicia y los derechos humanos.
Palestina
Palestina Los aceituneros palestinos y los árboles milenarios que los arraigan a la tierra
La recolección de aceitunas es el momento más importante para las comunidades rurales palestinas. Pero con los ataques del ejército israelí y de los colonos intensificándose, también se ha tornado el más peligroso.
Sobre este blog
La filosofía se sitúa en un contexto en el que el poder ha buscado imponerse incluso en los elementos más básicos de nuestro pensamiento, de nuestras subjetividades, expulsando así de nuestro campo de visión propuestas teóricas y prácticas diversas que no son peores ni menos interesantes sino ajenas o directamente contrarias a los intereses del sistema dominante.

En este blog trataremos de entender los acontecimientos del presente surcando –en ocasiones a contracorriente– la historia de la filosofía, con el objetivo de poner al descubierto los mecanismos que utiliza el poder para evitar cualquier tipo de cambio o de alternativa en la sociedad. Pero también de producir lo que Deleuze llamó líneas de fuga, movimientos concretos tanto del presente como del pasado que, escapando del espacio de influencia del poder, trazan caminos hacia otros mundos posibles.
Ver todas las entradas
Galicia
Memoria histórica Así fue como el Patronato de Protección a la Mujer transformó Galicia en un convento de clausura
Las mujeres que cayeron en las redes del Patronato iniciaron un periplo de encierro, humillaciones, abusos y explotación que es desconocido para la mayor parte de la población. Queda hoy en la impunidad de un silencio que tenemos el deber de romper.
Pensamiento
Sarah Jaffe “En realidad tenemos que hacer menos. E impedir que algunas cosas sucedan”
La escritora y periodista Sarah Jaffe aborda el desengaño cotidiano al que nos aboca el mundo laboral e investiga cómo, a pesar de todo, las personas se organizan colectivamente en sus empleos para que “trabajar apeste menos”.
Que no te cuenten películas
Comunidad El Salto Suscríbete a El Salto y llévate seis meses de regalo a Filmin
Estas navidades, haz posible que El Salto llegue más lejos con sus contenidos críticos y llévate de regalo medio año de Filmin. Y si ya tienes Filmin, suscríbete a El Salto y regala el acceso a esta plataforma a quien quieras.
Opinión
Tribuna Todas las razones para decir ‘Altri non’
Aquí van unos cuantos motivos para juntarnos este domingo en Compostela y dejar clara nuestra postura frente a un expolio que nos están tratando de imponer disfrazado de progreso, pero que sólo trae beneficio económico a unos cuantos indeseables.
Ocupación israelí
Palestina Vivir en alerta: la resistencia palestina frente la ocupación israelí
La cruda realidad de las feministas palestinas que, ante la represión y las detenciones arbitrarias, continúan su lucha por la libertad, la justicia y los derechos humanos.
Análisis
Análisis El independentismo se reorganiza, pero ¿sigue siendo independentista?
Los partidos independentistas han sufrido la crisis del procés y el posprocés, y todavía no la han resuelto, sino, a lo sumo, la han aplazado. El PSC aparece como el ganador de una carrera con corredores agotados.

Últimas

Palestina
Eyad Yousef “No cuentes lo que queremos ser, cuenta lo que nunca hemos dejado de ser: un pueblo que quiere la paz"
Eyad Yousef es profesor en la Universidad de Birzeit, Cisjordania, y comparte su experiencia en una universidad que “representa el pluralismo y la libertad que tanto anhela la sociedad palestina”
Opinión
Opinión Sobrevivir pagando en el Álvaro Cunqueiro
Una de las victorias ideológicas del PP de Feijóo en Galicia ha sido hacernos creer que pagar por servicios esenciales en los hospitales durante el cuidado de nuestros enfermos es lo natural, que no hay otra manera de abordarlo, pero es mentira.
Siria
Oriente Próximo Israel impone hechos consumados sobre Siria para condicionar la transición según sus intereses
“Está escrito que el futuro de Jerusalén es expandirse hasta Damasco”, dijo este octubre el ministro de Finanzas israelí, Bezalel Smotrich, uno de los exponentes ultras del Ejecutivo.
Ocupación israelí
Ocupación israelí Un tercio de los asesinatos de periodistas en 2024 fueron obra del ejército de Israel
Reporteros Sin Fronteras documenta la muerte de 18 periodistas en Palestina y Líbano este año “asesinados deliberadamente por hacer su trabajo” y habla de una “masacre sin precedentes” de profesionales del periodismo.
Crisis energética
Análisis Los aerogeneradores no son molinos, son gigantes
El megaproyecto eólico del Clúster Maestrazgo, punta de lanza del capitalismo verde, destruirá un área natural de alrededor de 1325 campos de fútbol.
Más noticias
Ecofeminismo
COP29 La brecha de género en las Cumbres del Clima
VV.AA.
Las cumbres del clima no están aisladas del resto de espacios políticos y también están atravesados por las dinámicas patriarcales, pero ¿en qué lo notamos? ¿cómo abordan las negociaciones climáticas las políticas de género?
Galicia
Galicia Activistas de Greenpeace instalan ‘una celulosa’ en la sede de la Xunta en protesta contra Altri
Los ecologistas han realizado una acción en la sede del Gobierno gallego de Alfonso Rueda para animar a gallegos y gallegas a asistir a la manifestación de este domingo en la Praza do Obradoiro, en Santiago de Compostela.
Comunidad de Madrid
Educación pública El Gobierno de Ayuso recula y aplaza hasta junio los despidos masivos en Educación
Integradoras sociales, enfermeras, educadoras, auxiliares y otros perfiles de personal laboral se enfrentaban a la incertidumbre de ser cesados en plenas vacaciones de Navidad.

Recomendadas

Madrid
Ciudades Fake Madrid, un paseo por los hitos del simulacro
Un recorrido por los grandes éxitos de la conversión de Madrid en una ciudad irreal.
Fronteras
Túnez Túnez endurece la represión contra las ONG de ayuda a las personas migrantes
Mientras el presidente Kaïs Saied se prodiga en discursos racistas, el estado persigue a las entidades solidarias con quienes llegan al país, bajo el silencio cómplice de la Unión Europea.
Galicia
Economía ¿Quién lidera el negocio del eucalipto en Galicia al que Altri quiere sumarse?
El estallido social que ha producido el intento de la multinacional Altri y la Xunta de instalar una nueva celulosa en Galicia abre la necesidad de poner el foco en el sector forestal, donde se encuentran algunas de las mayores fortunas del Estado.