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Cuidados
¿Cuál es el plan de conciliación planteado si viene una segunda ola?
Lo que necesitamos son políticas de distribución del cuidado que sean viables dentro de una posible oleada durante las gripes estacionarias. No continuar con esta deriva naturalizada que niega cuales son las necesidades reales mínimas para que podamos asumir las crianzas en condiciones dignas.
Estamos expectantes sobre cuáles van a ser las condiciones en las que se va a desarrollar el próximo curso escolar ante una posible segunda ola pandémica con la entrada del otoño. Pensarlo no es una mera especulación teórica ya que desde el CSIC, Margarita del Val, en esta entrevista señala que lo que estamos atravesando ahora mismo es una “oleadilla” pero que vendrá una posible “oleada” con la temporada de las gripes estacionarias. Nos invaden las dudas. Terror y frustración ante la no previsión pública de estos escenarios. Nuestros cuerpos maternos están desbordados de agotamiento, bajo una continua sensación de invasión física y psíquica.
Nos preguntamos: ¿se está pensando sobre cómo vamos a manejar la conciliación de menores de 6 años cuyos sistemas inmunológicos están en proceso madurativo (sobre todo los de 0 a 3) cuando comience la interacción social en las escuelas con posibles protocolos en los que ante cualquier síntoma de fiebre se mandará a las criaturas a casa mínimo cinco días?
¿El sistema novísimo de cuidados del que habla el Ministerio de Igualdad ofrecerá soluciones a las unidades familiares que curramos —todas— mientras se aplican estos posibles protocolos sanitarios en las escuelas? Dudamos si se está pensando en esto o simplemente vamos a tirar de los resortes patriarcales que ya nos sabemos de sobra. Esos que niegan la existencia de los trabajos maternos, de su valor económico y estructural. Resortes que consideran que son prácticas sociales —porque ni llegan a la categoría de trabajo productivo— que tienes que asumir en silencio por tu género a no ser que te hagas un Doris Lessing. Negándolos como trabajos que posibilitan la continuidad de la vida.
Dudamos si es consciente el poder de la poca despensa psicoenergética que nos queda a las unidades familiares sin apoyo familiarista, ni apoyo externalizado y sin escuela desde marzo
Estamos expectantes ante cuáles serán las medidas planteadas desde los poderes donde ahora opera el feminismo igualitario —ese que se nombra así mismo en singular. Si están considerando que necesitamos políticas paliativas, políticas reparadoras o políticas que amortiguen las posibles consecuencias de una segunda oleada del virus si lo de las escuelas tal cual están organizadas no funciona. Teniendo en cuenta que sólo dos comunidades autónomas, Comunidad Valenciana y Ceuta, según se cuenta en esta noticia, están desarrollando un sistema de ratios bajas, contratando a maestras y maestros para desdoblar clases y habilitando otros posibles espacios públicos como lugares de aprendizaje.
Dudamos si es consciente el poder de la poca despensa psicoenergética que nos queda a las unidades familiares sin apoyo familiarista, ni apoyo externalizado y sin escuela desde marzo. O si en realidad la cosa va más, rollo Foucault, de inmunodeprimirnos como necro-estrategia o como manera de seguir intensificando el lugar de pérdida continua en el que estamos.
Educación
Propuestas para una vuelta al cole 100% presencial
De verdad que, ¿nadie piensa en los posibles escenarios en los que nos podemos encontrar este nuevo curso 2020/21 con la llegada de las gripes estacionarias —y no hay que tener un doctorado en Harvard en epidemiología para saber que va a ser un leñal (como dicen en los pueblos del campo del sur de Murcia cuando toda la leña bien colocada en un almacén de desmorona y amontona)? ¿Cómo se va a resolver la conciliación si vamos a tener a las menores (0 a 6 años) en casa más tiempo que en las aulas? Intuimos que esto se espera resolver reforzando el nudo patriarcal, ese que llevamos años intentando desentrañar. Ese que tiene totalmente normalizado lo de expropiar y decir que no existe toda esa cantidad de trabajo que sostiene a las crianzas.
Esperamos que las políticas que se están pensando mitiguen la explotación a la que nos estamos viendo sometidos los cuerpos maternos, muy intensificada durante este totalitarismo vírico. Explotación que se ve endurecida en las maneras de criar de las grandes urbes. Si no es así, si no están currando por un plan de mitigación o conciliación para esta nueva era vital vírica, ¿será que intentan que las ciudades queden pobladas sólo de cuerpos maternos de domesticación neoliberal (esos que todo lo resuelven externalizando el cuidado) los cuales tienen la suficiente potencia económica para aguantar la consecuencias sobre sus cuerpos de una segunda oleada?
Porque lo que necesitamos son políticas paliativas. Políticas de distribución del cuidado que sean viables dentro de una posible oleada durante las gripes estacionarias. No continuar con esta deriva naturalizada que niega cuales son las necesidades reales mínimas para que podamos asumir las crianzas en condiciones dignas. Deriva anclada en la herencia directa de ese paterfamilias que todavía tenemos en el Código Civil.
Nos invade la sospecha de si estamos siendo partícipes de una ficción social con una narrativa bien definida para volver a meternos en los canales establecidos de curro y cole ante el arranque del próximo curso, y así mantener el orden social pero sin soluciones de conciliación. Cuando intuimos que las posibles maneras de sobrellevar las consecuencias de una nueva oleada las vamos a tener que diseñar cada unidad familiar sin un euro de apoyo por parte de políticas que supuestamente apoyan y vertebran el cuidado.
Nos invade la sospecha de si estamos siendo partícipes de una ficción social con una narrativa bien definida para volver a meternos en los canales establecidos de curro y cole, y así mantener el orden social pero sin soluciones de conciliación
¿Podemos volver a amortiguar este totalitarismo vírico a costa de nuestra salud psicofísica como cuerpos mujeres y de forma intensificada como cuerpos mujeres maternos? ¿La solución pasa por tenernos como esclavas contemporáneas encerradas en los hogares echando jornadas de 12 o 16 horas al día compuestas por los trabajos maternos y trabajos productivos cual hormiguitas? ¿Cómo va esto? ¿Se está pensando en cómo vamos a manejar la conciliación el próximo curso cuando exploten las olas, las fiebres, las toses, los mocos, las gripes y los cuadros respiratorios?
Porque hay dinero en cantidades innombrables para la transición energética, transición industrial, transición climática, pero, ¿alguien del feminismo en el poder o de ese poder que se dice feminista habla de millones de euros o simplemente prestaciones universales —sin condiciones de nada, sin tener que certificar tu pobreza severa, sin estigmatización— que vertebren todo un sistema de cuidados de los menores cuando arrecie otra vez el virus, haya que trabajar y criar a la vez encerradas en los hogares?. Si hay dinero para poner placas solares en tu casa para que te puedes convertir en autosuficiente a nivel energético, ¿cómo no hay pasta a raudales, políticas de distribución del cuidado y nuevas medidas que desplieguen todo un sistema que evite volver a sufrir la expropiación de Derechos y Libertades que hemos sufrido durante el confinamiento?
¿Será que este gobierno feminista —en singular— no se ha dado cuenta que necesitamos políticas paliativas ante lo que viene o políticas reparadoras ante lo que estamos asumiendo desde marzo en los espacios domésticos? ¿Será que nadie en el poder sabe que viene una posible oleada vírica y que volverá a ser un leñal lo de conciliar cuando entren las gripes estacionarias? ¿Cómo vamos a hacer esto? ¿A costa de explotar nuestros cuerpos maternos?
Cuidados
Los cuidados: la crisis contra la que no hay decreto ley ni medidas estrella
Con la llegada de la crisis sanitaria, las familias con menores se vieron privadas de dos herramientas fundamentales para su supervivencia cotidiana: los centros educativos y la ayuda de los abuelos. Tres meses después, la ecuación de cómo aterrizar en una nueva normalidad con niñas y niños en casa, sigue siendo una incógnita que el Estado no parece tener prisa en resolver.
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La pasta manda. No nos engañemos. Ya hemos visto con quién quiere el PSOE pactar.
No entiendo a quien quieren engañar y, sobre todo, por qué unidas podemos no sale del gobierno.
El p$o€ lleva pactando con la derecha desde la dictadura de Primo de Rivera.
En primer lugar, el plan de conciliación de las CCAA y del Gobierno del Estado pasa por unos niveles de paro y empleo o subempleo precario o esclavo a nivel estructural, que si ya de por sí eran bestiales, ahora veremos donde queda el techo. Y con suerte, tal vez cobre la miseria caritativa y cartilla de racionamiento llamada IMV. Dicho esto, el plan adicional de poner mascarillas a niños mayores de 6 años es un nuevo item en el ascenso de politicas autoritarias sin más ciencia que el disciplinamiento social...
Me lo resumes?
Asumes la mierda de nivel precario de empleo que tenemos. Te quejas de la paguita ( no la cobres) Y las mascarillas en los niños son disciplienamiento social.... Que te has tomado?